tag:blogger.com,1999:blog-1080390035543258992024-03-14T10:20:11.443+01:00El Trasgo de mi cabeza9 de cada 10 voces en mi cabeza aseguran que no estoy loco....Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.comBlogger380125tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-78584530475667924932018-08-30T15:04:00.002+02:002018-08-30T15:04:20.478+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - 0<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
0 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el exterior de la cueva,
las tres supervivientes de la familia Carvajal Sande (aunque en realidad
ninguna de las tres tenía sangre Carvajal en sus venas) estaban frente a las
llamas que, sin ninguna explicación lógica, seguían ardiendo y llenando la
caverna y la galería interiores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sólo Lucas sabía que lo que
ardía, el combustible que seguía alimentando el fuego, eran la esencia y los
restos del demonio llamado el Amo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas tenía pendiente
investigar quién era ese demonio que respondía a un sobrenombre tan poco
concreto, qué poderes tenía, de dónde venía y por qué Felipe Carvajal Roelas
había creído que iba a poder ayudar a su familia y sacarla del olvido y de la
ruina (llegando incluso a convencerlos a todos de aquella demencia) aunque era
un trabajo que desde luego podía esperar. En aquel momento eran más importantes
otras cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Doña María Rosa Sande seguía
en brazos de Sandra, desmayada y descansando. La herida del balazo ya no
sangraba y tenía el pulso firme y fuerte: Lucas no temía por su vida, aunque
era evidente que tenía que ir a un hospital, ya había llamado a una ambulancia.
Sofía, abrazada a su madre y a su hermana mayor lloraba desconsolada, aunque
no asustada: la tensión y el miedo acumulados durante las últimas horas se
habían desbordado, sobre todo cuando se sintió a salvo, después de salir de la
cueva acompañada de Lucas. Sandra lloraba también, más mansamente, impactada
por lo sucedido pero aliviada porque su hermana pequeña se hubiera salvado.
Lucas estaba convencido de que la mujer todavía no estaba segura de cómo
sentirse por la pérdida de su padre, sus hermanos y demás familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El detective había llamado
por teléfono al 112 y después se había puesto en contacto con Atticus
(llamando al teléfono de Francisco Pizarro) y con su amigo Santiago Amodeo: el
primero le había tranquilizado desde el hospital, por el estado del maestro, y
el inspector de policía le había asesorado y explicado cómo informar y hacer
público todo aquel embrollo que tenía entre manos. Lucas suspiró con alivio tras
las dos llamadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después de dejar a las tres
mujeres que se relajaran solas, se acercó con paso tranquilo a ellas,
carraspeando para llamar su atención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía, tengo que hablar
contigo antes de que lleguen las ambulancias – dijo, con voz suave y cortés.
Sandra le miró, algo alarmada, pero una leve negación de Lucas le dejó claro
que no le iba a contar el secreto que guardaba doña María Rosa Sande: que Sofía
se enterase de su ascendencia sería sólo deseo de ellas. – Hay algo que quiero
decirte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía apartó su cara del
pecho de su hermana y miró al detective. Tenía los ojos llorosos y una mueca de
susto y pena que tardaría en desaparecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Dime.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mejor hablemos a solas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía se puso de pie y
acompañó al detective. La chica no se había quitado el camisón medio quemado,
pero iba tapada con una manta que habían cogido del Bentley aparcado allí al
lado (después de que Lucas rompiera una ventana de un disparo). Después de
unos pasos, alejándose de Sandra y su madre inconsciente, pero todavía en un
lugar donde podían sentir el calor del incendio de la cueva, se detuvieron y se
miraron cara a cara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía, verás, tengo que
contarte algo sobre tu familia. Esos de dentro de la cueva no eran tu familia –
empezó Lucas haciendo que Sandra lo mirara otra vez inquieta desde lejos, pero
al escuchar el resto del discurso se sintió aliviada. – Ya no eran tu padre y
tus hermanos. Estaban....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Poseídos? – tembló Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, no como te pasó a ti –
explicó Lucas, sabiendo que recordarlo sacudiría a la chica, pero que también
era bueno que se acostumbrase a ello. – Pero estaban confundidos, como
hipnotizados.... engañados por una especie de magia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué magia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La desesperación –
contestó Lucas, rotundo. – Fueron engañados, creyendo que hacían lo correcto.
Pero ten por seguro que no eran tu familia: tu padre o tus hermanos nunca te
hubieran hecho eso....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía asintió, llorando otra
vez, tranquilamente, y Lucas supo que su mentira había funcionado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora ya no están....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No – asintió Lucas,
apoyando sus manos en los hombros de la chica, haciendo que volviese a mirarlo
a la cara. – Pero verás, Sofía, te voy a contar una historia. Cuando tenía más
o menos tu edad, yo perdí a mi padre – Lucas se tomó un momento, para tragar
saliva y coger fuerzas. – Mi padre trabajaba para una agencia que investigaba....
eventos como los que investigo yo ahora. Pero él lo hacía en equipo. Un año, el
verano que yo cumplía quince, estando de vacaciones, mi padre no pudo dejar
que sus compañeros se enfrentaran solos a una serie de espectros, cerca de
donde veraneábamos, así que fue hasta donde ellos estaban para ayudarlos. Yo
le seguí, un poco cabreado y molesto porque fuese a “trabajar”, estando con mi
madre, mi hermana y conmigo de vacaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas miró a la caverna en
llamas y suspiró. Sofía no le quitaba ojo de encima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mi padre murió aquel día y
yo fui testigo de algo horrible, que me cambió. Desde entonces puedo ver a los
entes y criaturas escondidos, puedo ver la maldad oculta en algunos seres humanos.
Puedo ver lo fantástico y sobrenatural detrás del velo de la realidad. A
menudo es horrible, pero a veces.... a veces puede ser muy útil. Como para
ayudarte a ti.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía sollozó y se limpió
una lágrima de la mejilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando mi padre murió,
estuve muy mal durante unos años – siguió Lucas. – Triste, apático,
indiferente, descontrolado.... pero con el tiempo aprendí a sobrellevarlo y a
vivir mi vida. No te digo que olvides a tu familia, pero recuerda que tienes
una madre y una hermana, que también han perdido a todos sus seres queridos,
pero con las que puedes estar juntas. Yo recuerdo a mi padre todos los días,
pero me pasa igual que a ti: tengo una madre y una hermana que no dejan de
estar a mi lado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía asintió, limpiándose
las lágrimas de la cara, con cara triste, pero al mismo tiempo espléndida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias, Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El detective tuvo que
contener sus lágrimas, y logró hacerlo sonriendo a la chica. Después abrió los
brazos y dejó que ella tomara la iniciativa, abrazándose los dos con fuerza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De nada – le contestó,
cuando sus cabezas estaban muy cerca una de la otra. – Y no olvides que estoy
al otro lado del teléfono, siempre que me necesites....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estuvieron un buen rato
abrazados y después se separaron, con naturalidad. Tranquilos y serenos volvieron
con la madre y la hermana de Sofía. Ésta se sentó con ellas y Lucas se quedó de
pie, un poco retirado pero cerca, para darles cierta intimidad. Sandra se
volvió a mirarle y le sonrió, en un rostro cansado y devastado por el dolor,
pero agradecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias – le dijo, en voz
muy baja, casi sin pronunciarlo, solamente formado con los labios. Lucas
asintió y le devolvió la sonrisa. Después volvió a mirar las grandes llamas
que seguían asomando de la cueva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había estado a punto de
darles las gracias tanto a Sofía como a Sandra, pero al final no lo había
hecho. Las dos hermanas le habían ayudado mucho, sin saberlo, en un momento muy
malo para él, y gracias a su confianza y a su interés en él le habían hecho
reflexionar sobre su trabajo, su vida y su momento. Darles las gracias habría
implicado explicarles toda su historia, su amor hacia Patricia, su
pérdida.... y no le apetecía hacerlo en aquel momento, que no era el adecuado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya les daría las gracias en
otro momento, más adelante. Y les explicaría toda la historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin tristeza y sin lágrimas,
pero con nostalgia, pensó vivamente en Patricia, llevando su mirada al cielo
negro, cubierto de estrellas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no estaba feliz, pero
estaba bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y con eso, por el momento,
se conformaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Escondido tras unos arbustos
bastante densos fue testigo de la llegada de las ambulancias, que se llevaron a
las tres mujeres. El otro, el jodido detective, se quedó allí a la espera de
que llegara la policía, en un coche patrulla con las luces azules iluminándolo
todo a ráfagas. Interactuó con ellos unos instantes y después montó en el
coche, junto con doña María Resurrección Sande, que estaba esposada y detenida.
Supuso que se la llevaban a comisaría y el detective iba a hacer su
declaración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El chófer de los señores
Carvajal Sande se permitió una sonrisa: imaginaba a qué comisaría iban a
llevarlos y sabía dónde estaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con un poco de suerte esa
misma noche, unas horas después, podría colarse y llegar a cualquier
dependencia, tanto los calabozos como las salas de interrogatorios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y una vez que supiese dónde
tenían metido al jodido detective, se cobraría su venganza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su dulce y despiadada
venganza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-64417311715036132502018-08-27T20:53:00.000+02:002018-08-27T20:53:26.103+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 25<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><b>- 25 -</b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif";"><o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si desde Cáceres a Navaconcejo
el Twingo había volado por la carretera, ahora de camino a la mansión
Carvajal-Sande iba como un cohete a ras de suelo. Lucas superaba con mucho el
límite de velocidad, con las largas puestas y las luces del techo conectadas,
girando sin parar, iluminando la noche con ráfagas rojas. Al girar en una
esquina muy cerrada de Cabezuela el Twingo pasó bajo una señal de ceda el paso,
golpeando contra las luces giratorias del techo: el ruido de cristales rotos le
indicó a Lucas que volvía a tener una luz fundida, después de que Víctor las
arreglara en verano. Sin importarle mucho, siguió conduciendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se insultaba
interiormente y daba golpecitos en el volante, a medias nervioso y a medias
cabreado. Por su culpa Sofía estaba en aquella situación, si es que todavía no
se había realizado toda la ceremonia y la posesión. Llevaba demasiado tiempo
sin trabajar, sin estar en la brecha, y había sido descuidado, negligente y
poco profesional. Con cierta dejadez y frivolidad (ahora se daba cuenta) había
llevado aquel caso, y aunque había conseguido hacer averiguaciones y tenía
muchos hallazgos, había sido demasiado tarde. Sofía podía salir mal parada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Además, se había equivocado
con la forma de proceder: ir a Cáceres no había sido una gran idea, aunque algo
había sacado en claro. Y por otro lado, sus temores sobre el remedio para el</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">se habían confirmado: curar a la niña era lo correcto,
pero al haberlo hecho los malnacidos de su familia que querían usarla como
método de entrada del demonio tenían ahora vía libre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sabía que, en
realidad, todo lo que había hecho era correcto, y que si el final hubiese sido
distinto ahora no se estaría mortificando, pero dada la situación en la que se
encontraba (engañado por Gerardo Moríñigo, con el maestro Francisco Pizarro herido
de gravedad y Sofía en paradero desconocido a punto de ser poseída
definitivamente) no podía evitar culparse de todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atronando la tranquila noche
con el ruido del motor acelerado Lucas recorrió todo el camino hasta la
mansión, entrando en los terrenos a demasiada velocidad, frenando y derrapando
frente a la entrada, sin molestarse en ir a aparcar a la dársena cubierta que había
en el lateral. No tuvo problemas para dejar el Twingo, ya que en la fachada no
había aparcado ningún coche. Aquello era mal síntoma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si no había ningún coche de
la familia en la mansión era de suponer que todos estaban en el inminente
aquelarre. Lucas esperaba que sólo unos pocos fuesen los implicados en aquella
abominación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Deseando equivocarse, Lucas
salió del coche (que había quedado torcido respecto de la escalera de entrada)
y corrió exhalando bocanadas de vaho hasta la puerta de entrada, que aporreó
con ganas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué desea?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Venancio!! Menos mal que
estás aquí – Lucas sonrió al ver al hierático mayordomo, colándose dentro
cuando le abrió la puerta. – Necesito ver a Sofía, inmediatamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La señorita Sofía no está
– contestó el flemático mayordomo, cerrando la puerta y volviéndose a mirar a
Lucas, sin inmutarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">«<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mierda</i>» pensó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y el señor Carvajal o la
señora Sande? También podría hablar con la señorita Sandra....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Los señores están fuera,
con su hija pequeña: han ido a una celebración navideña de una fundación
benéfica – explicó el mayordomo, sin dar muchos detalles. – La señora Sandra
Herminia no está en casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ha ido con sus padres y
su hermana? – a Lucas se le encogió el estómago.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, señor Barrios. Está
fuera, por su cuenta, pero no sé dónde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó sin
preguntas, dándole vueltas a la cabeza, pensando en qué podía estar pasando.
Gerardo había insinuado que parte de la familia estaba detrás de los intentos
de posesión a Sofía, pero no tenían por qué ser todos. Quizá era cierto que los
padres de Sofía se la habían llevado a aquella celebración navideña: si la
chica se había tomado las infusiones que Demetrio Pastor de la Paz le había
prescrito posiblemente a aquellas alturas estaría ya curada, así que sus padres
podrían haber pensado que salir de una vez de aquella casa le sentaría bien a
su hija. Pero si estaba ya sana, estaba en peligro y podría ser víctima al fin
de la posesión. Tenía que encontrarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dónde era ese evento
benéfico? – preguntó Lucas, volviéndose a mirar a Venancio. – Es necesario que
esté junto a la señorita Sofía inmediatamente, por su bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé, señor Barrios.
No me han informado de ese detalle – contestó Venancio, y algo raro en su
mirada escamó a Lucas. Disimuladamente se alejó de él, adentrándose en el
vestíbulo, de espaldas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Déjeme ver la agenda del
señor Carvajal, en su despacho, para ver el lugar. Ya le digo que es muy
importante que vaya allí con ellos.... – Lucas se dio la vuelta, con rapidez, y
después caminó por el vestíbulo hacia la escalinata, con paso vivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero no llegó a avanzar
mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio llegó hasta él con
rapidez y sigilo y lo agarró por la mochila que llevaba a la espalda. Lucas dio
un respingo, sobresaltado, y cuando trató de zafarse no pudo, porque el
mayordomo le había hecho girar, tirando de su mochila, lanzándole contra una de
las paredes. Venancio se colocó de tal modo que le impedía llegar a las
escaleras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No puedo dejarle pasar –
dijo, sin alterar el tono de voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tú también estás implicado
– dijo Lucas, que al final había tenido que hacer públicas sus sospechas, ante
la evidencia. – No me lo puedo creer....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No puedo dejarle salir de
la casa – dijo Venancio, sacando un cuchillo estrecho de la espalda. Era más
bien una daga, parecía antigua, aunque muy bien conservada y cuidada. Quizá era
parte del patrimonio de la casa Carvajal o de la Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me jodas.... – musitó
Lucas, alucinado ante la escena que tenía delante. Pero no tuvo tiempo para
asombrarse mucho más ni para pensar, porque Venancio se lanzó hacia adelante y
le tiró un tajo, que falló por mucho pero hizo que Lucas reaccionara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminó hacia atrás,
alejándose del mayordomo, de vuelta hacia la puerta de la mansión. Venancio lo
siguió, con la daga en la mano, tanteando su defensa, viendo por dónde podía
atacar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De verdad quieres
matarme, Venancio? ¿Ésas son las órdenes que has recibido? – le increpó Lucas,
tratando de ponerle nervioso. Dado que no tenía a mano su florete bañado en
plata (se había quedado en el Twingo, Lucas se insultó mentalmente) la única
manera de salir de aquella situación era desestabilizar a su atacante, hacer
que atacase con precipitación y aprovecharse de ello. Mientras Venancio se
acercaba, con la cara seria y vacía de expresiones, Lucas se desembarazó de la
mochila y la puso ante el pecho, para usarla a modo de escudo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio, a pesar de su edad
y de su habitual solemnidad y ahorro de gestos, dio dos pasos largos, casi como
si estuviera bailando, y llegó hasta Lucas, lanzándole dos tajos horizontales
con la daga. Lucas los esquivó con aparente dificultad. El mayordomo entonces,
aprovechando que estaba sobre el detective, se lanzó a fondo, para clavarle la
daga en el vientre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero Lucas había interpuesto
la mochila entre ambos y la estocada se la llevó la lona. Ahora fue el turno
del detective de aprovechar la proximidad del mayordomo: soltó la mano derecha
de la mochila que le había salvado la vida, la transformó en un puño y lo lanzó
con fuerza contra la cara de Venancio. Ante el puñetazo, éste salió
trastabillando hacia atrás, dejando la daga clavada en la mochila.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas compuso una mueca,
sacudiendo la mano, dolorida por el golpe. Con la mochila en la otra mano se
acercó con tranquilidad al mayordomo, que parecía vencido con un solo golpe:
Venancio estaba dolorido y asombrado por la forma en que se había torcido todo.
Lucas dejó de sacudir la mano derecha y la metió en la mochila (con cuidado de
no cortarse con la hoja de la daga que la atravesaba), buscando un pequeño
dispositivo. Al llegar frente a Venancio ya lo había encontrado, lo sacó de la
bolsa, lo activó y se lo pegó al pecho del chaqué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El mayordomo miró con ojos
asustados lo que el detective acababa de colocarle: era una especie de hueso
pequeño pintado con una pintura mate espesa, de color verde oscuro. Era como
una taba o una falange de un animal pequeño, que estaba impregnado en un lado
por una sustancia pegajosa que lo mantenía adherida al pecho de la camisa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Antes de que pudiera
quitárselo o hacer alguna pregunta, Venancio se alzó del suelo, como medio
metro, y después se dio la vuelta, quedando con los pies en alto y la cabeza
abajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡¡Aaaaaahh!!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Está bien, Venancio, está
bien – dijo Lucas, tranquilo, acercándose a él: el mayordomo braceaba y sacudía
las piernas, pero aparte de unos leves balanceos y oscilaciones, no se movía en
el aire. – El efecto del hueso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">kaly</i>
apenas dura unos minutos, así que si me dices lo que quiero oír te daré la
vuelta antes de que eso pase. Si no, te quedas así y aterrizarás de cabeza. Tú
mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Que le jodan, detective
de pacotilla! – ladró el mayordomo, que a pesar del exabrupto no había perdido
sus buenas maneras al dirigirse a Lucas. – ¡No le diré nada!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no miraba al
mayordomo: su mirada estaba ocupada en la daga que había desclavado del frontal
de su mochila: desde luego era antigua, con la empuñadura de metal dorado y la
hoja plateada y pulida, afilada y estrecha. Estaba en buen estado pero algo le
decía a Lucas que aquella arma tenía cientos de años. En la cruz de la
empuñadura estaba moldeada la cara retorcida de un demonio, vista de frente,
con colmillos y cuernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy apropiado – se dijo,
con sorna. Después se volvió a mirar a Venancio. – Tú verás, pero el golpe va a
ser la leche. Sólo estás elevado un poco más de medio metro, pero aterrizar con
la cabeza a esa altura ya es peligroso – Lucas se encogió de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nunca encontrará a la
niña: está bien escondida, bien profundo – dijo Venancio, con una voz dañina y
torcida, arrugando el gesto. Lucas se dijo que no era un demonio, pero que lo
parecía. – El Amo nacerá en su vientre, en el seno de roca, en la cuna granítica
de los demonios. Nada puede hacer para evitarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Venancio, no digas
sandeces – se molestó Lucas, con prisa. – Es sólo una adolescente, casi una
niña. Ayúdame y la ayudaremos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo sólo me debo a la
familia – rechazó Venancio, casi escupiendo las palabras. – Y esa niña nunca
fue de la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó sin palabras,
ante las del mayordomo. Su cabeza de detective empezó inmediatamente a hacer hipótesis,
sin poder evitarlo, pero su cuerpo y su alma se desentendieron de todo aquello.
Sólo quería encontrar a Sofía y el mayordomo le estaba entreteniendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Olvidándose de él al momento
(pero no de sus palabras) se adentró en la mansión, colgándose la mochila a la
espalda y guardando la daga en uno de los bolsillos del mono rojo. Ascendió las
escaleras, subió hasta la habitación de Sofía, entró en los despachos de Felipe
Carvajal Roelas y de Sandra Herminia, sin encontrar a nadie. Al cabo de un rato
escuchó el grito del mayordomo y un golpetazo tremendo que resonó por toda la
casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas bajó las escaleras
corriendo: había revisado la mansión (las zonas que mejor conocía) sin
encontrar a nadie. Aquello pintaba muy mal, pues implicaba a toda la familia, y
Lucas siempre había esperado que sólo estuvieran involucrados algunos de sus
miembros (en especial, aquellos que peor le caían). Pensar que Sandra, o Carmen
Adelaida o la señora María Rosa Sande querían que un demonio sanguinario
poseyera y destruyera a la pequeña Sofía le revolvía el estómago.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al llegar de nuevo al enorme
vestíbulo vio al mayordomo hecho un guiñapo en el suelo. Apenas se movía, pero
gemía de dolor, con una pequeña brecha en la cabeza, que sangraba muy poco.
Lucas se desentendió de él de nuevo (un acto poco caritativo, pero
perfectamente lógico) y buscó en el resto de la planta baja: el comedor
principal, el gran salón, la sala del piano....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al llegar a la sala de
lectura miró por las amplias ventanas francesas a la parte trasera de la
mansión y el gran prado que había allí. De forma inconsciente, casi sin sentido,
pensó en Sandra al ver los alejados establos. No tenía lógica, pero era un
deseo que quería ver cumplido. Era la confirmación, desesperada, de que su
instinto de detective (no su “anomalía”, sino su perspicacia de investigador)
no se había estropeado por el dolor de la muerte de Patricia y por los meses de
inactividad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salió corriendo de la
mansión, por la parte trasera, siendo golpeado por el frío de diciembre. Las
bocanadas de vaho que emitía mientras corría hacia los establos eran tan densas
y grandes que le parecía estar corriendo entre la niebla, atravesando muros de
humo blanco. Corrió, sin llegar a entrar en calor ni romper a sudar, pero
corrió pensando a cada zancada que era demasiado tarde para Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sandra!! – gritó, al
entrar como un ariete en el establo, cerrando tras él la alta puerta de madera,
que se sacudió durante su recorrido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Aquí! – escuchó una voz
angustiada en el interior. Lucas corrió hacia ella, jadeando, soltando más
nubecillas de vaho, más pequeñas y difusas. En el interior del establo hacía
frío igualmente. Guiándose por el sonido llegó hasta las cabinas individuales
que había a ambos lados del establo, encontrando en una de ellas a Sandra
Herminia, atada de pies y manos, cubierta un poco por la paja y el heno. – ¡¡Lucas!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Te sorprende verme? – preguntó
Lucas, sonriendo, aunque estaba a la defensiva. De todas formas, se alegraba de
haber encontrado a su aliada en la familia. Con la daga que había conseguido de
Venancio cortó las ligaduras que la tenían prisionera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me dijeron que te habían
matado – dijo Sandra, sin poder evitar abrazarse al detective, que le devolvió
el abrazo, sorprendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo intentaron, pero aquí
sigo – respondió él. Sandra se separó de él y lo miró a la cara, con angustia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Se han llevado a Sofía!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quiénes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mis hermanos y mi primo –
Sandra rompió a llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Felipe Ernesto y Luis
Antonio Carvajal Sande, además de Rafael María, el artista de la familia. Lucas
se alegraba de que fueran ellos, porque podría repartirles leña sin sentirse
molesto. No soportaba a ninguno de los tres. Se alegraba, además, de que los
padres de Sandra no estuviesen implicados en aquella horrible actividad, aunque
su ausencia de la casa seguía siendo sospechosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sabes dónde se la han
llevado? – preguntó con prisa a la primogénita de la familia, agarrándola por
los hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé.... – lloriqueaba
Sandra, con la cara crispada. – Sofía estaba bien, la infusión le estaba
sentando muy bien y volvía a ser ella misma. Entonces mi hermano Felipe me
cogió y me trajo aquí, engañándome diciendo que me iba a contar algo
importante: aquí estaba esperándonos Luis Antonio con Rafael. Entre los tres me
ataron y me redujeron, diciéndome que lo que iban a hacer con Sofía sería bueno
para la familia, que era algo necesario para que todos saliéramos adelante. Los
tres me abandonaron aquí y se llevaron a Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lo viste? – preguntó
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No – lloraba Sandra. –
Estaba aquí encerrada. Pero ellos me dijeron que lo iban a hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y tus padres? ¿Sabes algo
de ellos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No estaban en casa. Se
habían ido con mi tía un buen rato antes de que mis hermanos y mi primo me encerraran
aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas miraba con tensión a
Sandra, pensando en lo que significaban sus palabras y lo que dejaban a medias.
Todavía podía ser cualquier cosa, con respecto a los otros miembros de la familia,
pero lo más importante era que encontraran a Sofía cuanto antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Puedes calcular cuánto
tiempo llevas aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Más o menos dos horas –
contestó, segura. – No me quitaron el reloj y, aunque no he estado todo el rato
mirándolo, he visto el paso del tiempo. Algo más de dos horas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es mucho tiempo.... –
se lamentó Lucas, dejando vagar la mirada por el establo. Los cuatro caballos
que allí habitaban miraban a los dos humanos con ojos brillantes y acuosos,
indiferentes. – ¿Tienes idea de dónde pudieron llevarse a Sofía? Tenemos que
encontrarla....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Hay alguna otra propiedad
de la familia que yo no conozca? ¿Alguna otra casa, alguna nave....?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenemos más establos en
Plasencia, pero ahora mismo están vacíos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas pensó en aquella
posibilidad. ¿Se habrían llevado a Sofía hasta Plasencia? No le parecía que
aquello tuviera sentido, pero teniendo en cuenta que estaba tratando con unos
hombres que pretendían invocar a un demonio para que poseyera el cuerpo de su
hermana y prima.... el sentido común quedaba fuera de la ecuación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Plasencia quedaba muy lejos,
le parecía muy raro, pero entonces se acordó de las palabras de Gerardo
Moríñigo Cobo, antes de que la situación en el salón se descontrolase. Había
dicho que la chica estaba ya muy lejos para que la alcanzara, y eso podía
significar que la hubiesen llevado hasta Plasencia para la invocación y la
posesión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces, recordó las
palabras que el mayordomo Venancio le acababa de dedicar, mientras estaba
colgado del aire, boca abajo. Le había dicho que estaba escondida en lo
profundo, dentro de la tierra o algo así. No podía referirse a unos establos en
Plasencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No la tienen allí.... –
murmuró, haciendo que Sandra prestase atención a sus palabras. Su voz sonaba
concentrada y su mirada era pensativa, deductiva. – Tiene que ser en una
especie de mina, alguna propiedad de la familia que esté en lo profundo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No tenemos nada así –
respondió Sandra, asombrada y confundida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué más había dicho
Venancio? Lucas recordaba algo extraño, tan raro que en un primer momento no se
había fijado en ello. Había dicho algo sobre la roca, sobre una cuna de roca
donde nacían los demonios, sobre....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Granito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y entonces Lucas recordó que
el demonio verdoso que se había lanzado al vacío (¿acaso los demonios no eran,
según las leyendas, ángeles caídos?) para librarse de él y para matarse en la
torre de los Púlpitos en la muralla de Cáceres había hecho un comentario sobre
que aquella torre era la única de granito de toda la construcción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Granito – dijo en voz
alta, desviando su mirada hacia Sandra. – ¿Hay formaciones de granito por aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro, esto es Cáceres –
respondió Sandra, algo desorientada por la pregunta. – La Garganta de los
Infiernos, sin ir más lejos, es de granito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y hay cuevas por allí? –
preguntó Lucas, siguiendo una corazonada, casi con ansia, acercándose a Sandra.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: "Garamond","serif";"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Frenó el Twingo con
brusquedad, haciendo que derrapara sobre la grava y las hojas húmedas del
suelo. Habían llegado con él hasta el último punto donde se podía, dejándolo en
un pequeño aparcamiento que a esas alturas del año y en ese momento del día
estaba completamente vacío. Sin intercambiar palabra y sin perder un segundo Lucas
y Sandra salieron corriendo del coche, cada uno por una puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se había puesto la
cazadora sobre el mono rojo y se había protegido del frío con unos guantes de
cuero negro que le prestó Sandra. Ella, por su parte, iba con un abrigo largo y
grueso, con capucha rodeada de pelo, ataviada con guantes y bufanda. Lucas
llevaba su mochila a la espalda y el florete (esta vez sí) colgado de una
presilla del mono. Sandra solamente iba armada con la roseta celta de plata y
(porque Lucas había insistido mucho) con un distorsionador de realidades: era
un disco de aluminio anodizado negro, con una empuñadura del mismo material en
una de sus caras. El funcionamiento era sencillo y el detective se lo había
explicado por el camino, mientras conducía a toda velocidad con las luces del
techo destellando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por dónde? – preguntó
Lucas, en voz baja. No había nadie a la vista, pero era mejor prevenir. Aunque
no lo hubiese dicho en voz alta, para no traumatizar a Sandra, se iban a
enfrentar a unos seguidores satánicos. Había que tener mucho cuidado con ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por aquí – señaló Sandra,
guiando al detective, llevándole por el entorno hasta la garganta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La Garganta de los Infiernos
era una reserva natural muy explotada para el turismo. Encajonada entre la
sierra de Tormantos, la sierra de Gredos y el río Jerte, la reserva presentaba
numerosos saltos de agua, torrenteras, arroyos, cascadas, pozas y piscinas naturales
en las que estaba permitido el baño. Todas estas formaciones se debían a la
acción del agua de los ríos, mediante la erosión circular de las aguas sobre el
lecho de granito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra guio a Lucas por un
sendero abierto entre robles, espinos y castaños. El suelo estaba cubierto de
matorrales, que crujían a pesar del ambiente frío y muy húmedo. Los dos tenían
que caminar con cuidado, para no hacer demasiado ruido. No había luz, por
supuesto, y no quisieron encender ninguna linterna ni el pistón trifásico, para
no ser vistos, así que tuvieron que contentarse con la poca iluminación de la
luna creciente que había en el cielo, totalmente despejado, por suerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El ruido del agua se
escuchaba por todas partes, lo que Lucas agradeció: el rumor de los arroyos y
torrentes ayudaba a ocultar el ruido que Sandra y él hacían al caminar por el
sendero de tierra, rozando los árboles y las plantas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dónde está la cueva? –
preguntó Lucas, una vez que hubieron cruzado (agachados y con prisa) un puente
que pasaba por encima de la garganta. Desde la orilla en la que ahora estaban
se podía acceder al arroyo, rodeado e interrumpido en su recorrido por grandes
rocas de granito, que parecían almohadones, redondeadas y suaves (en apariencia).
El agua cubría algunas rocas y rodeaba otras, formándose pozas y piscinas de
poca profundidad. El agua reverberaba por la luz de la luna y las rocas de
granito destacaban, en un tono gris, por la misma luz pálida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Está por esta zona – señaló
Sandra, hacia adelante, por un sendero que seguía por la ladera de las colinas
que flanqueaban la garganta. Los dos hablaban en voz baja, aunque no parecía
que hubiese nadie a su alrededor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos, venga – azuzó
Lucas. Sandra se puso otra vez en pie y siguió el camino, guiando al detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se preguntaba dónde
estaban los coches de los hermanos de Sandra: en la mansión no estaban y si
habían llevado a Sofía hasta allí lo habrían hecho con algún vehículo. Pero no
se veían por ningún lado y en el aparcamiento en el que habían dejado el Twingo
no había más coches.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Quince minutos de marcha
después, por el sendero descubierto que recorría las colinas (Lucas anduvo
nervioso, ante la evidente falta de vegetación que los ocultase) alcanzaron a
ver la entrada de la cueva que Sandra conocía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mira: es allí – señaló.
Lucas no la había visto hasta que la mujer se la señaló, pero una vez vista,
gracias a la luz de la Luna, la encontraba fácilmente cada vez que desviaba la
mirada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra le había dicho,
mientras recorrían el prado trasero de la mansión, yendo desde el establo hasta
la casa, que sólo sabía de una cueva en la Garganta de los Infiernos. De niños
habían ido allí a bañarse en verano, mucho antes de que aquella zona se
volviese tan turística y estuviese tan masificada, y visitaban la cueva a
veces, acompañados por su padre. Sandra no sabía si había más cuevas por la
zona (probablemente las habría), pero a Lucas le había convencido aquella: era
una cueva conocida por los miembros de la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde donde habían avistado
la cueva por primera vez estaban lejos, a unos diez minutos de caminata ascendiendo
por la ladera, dejando atrás el sendero. Lucas y Sandra caminaron entre
arbustos, sin poder evitar hacer ruido. Cuando estuvieron más cerca de la entrada
de la cueva, pudieron ver que había luz en el interior. Por como bailaban las
sombras y el resplandor de la luz anaranjada, Lucas supuso que era fuego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero más que la luz del
interior de la cueva, lo que les llamó la atención fueron las dos figuras que
había fuera, en la entrada, en actitud de vigilancia y protección.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Mamá! – no pudo
contenerse Sandra, saliendo de entre los espinos y acercándose a la entrada de
la cueva. Lucas la siguió, maldiciendo por lo bajo. – ¿Qué haces aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La voz de Sandra había
temblado: se había imaginado la razón de la presencia de su madre en aquel
paraje, igual que lo había hecho Lucas, apenado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, ¿qué haces tú aquí? –
replicó doña María Rosa Sande, enfadada y asombrada. La figura que había a su
lado también era menuda: era su hermana, la tía María Resurrección Sande. Las
dos estaban armadas con estacas largas de madera, aunque el aspecto era más
bien ridículo, antes que amenazador. – Tenías que estar en casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Atada y prisionera? – se
quejó Sandra. No pudo evitar las lágrimas y Lucas vio a la luz lunar que tenía
los ojos brillantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señoras, no sé hasta dónde
se han involucrado por ahora, pero por mi parte pueden apartarse y dejarnos
seguir nuestro camino – intervino Lucas, haciendo que las dos mujeres se
fijaran en él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Tenía que estar muerto!!
¿Qué hace aquí? – se enfadó la tía Resu, haciendo que Lucas pensara en lo débil
y piadosa que le había parecido hasta ese momento. Por la oscuridad, el
contraluz de la débil luminosidad de la Luna y la mueca grotesca de la cara,
parecía que llevaba una máscara de demonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hago mi trabajo – replicó,
duro. Después se volvió a doña María Rosa, sin perder de vista a la otra arpía.
– Señora Sande, usted me contrató para ayudar a su hija, para descubrir qué la
ocurría. Déjeme que cumpla con mi palabra, que la ayude y la proteja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Usted ya hizo su trabajo:
averiguó que mi hija estaba enferma y consiguió la cura – replicó ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero ahora está en
peligro....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora ya está lista, sin
mácula que la estorbe, a punto de cumplir su cometido, la misión para la que
nació – intervino la tía Resu, con decisión y la voz cargada de ira. Doña María
Rosa bajó la mirada cuando su hermana habló, avergonzada, y aquel detalle no se
le escapó a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¿Qué misión?! ¡Mamá, ¿qué
dice?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Sofía nació para acabar
sacrificándose por la familia! – bramó su tía, con voz apocalíptica y decisión
titánica, alzando la estaca para amenazar a Lucas, sin llegar a atacarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Mamá!! ¡¡No es verdad!!
– lloró Sandra, haciendo que su madre se volviera a mirarla. Su cara era una
muestra de tristeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Doña María Rosa.... –
empezó Lucas, dando un paso hacia ella, decidido a aprovechar aquella grieta
que había entrevisto. Pero no pudo seguir, porque doña María Resurrección Sande
Carpio se abalanzó sobre él, blandiendo la estaca. El primer golpe no le alcanzó,
pero el siguiente, fluido y aprovechando el movimiento del primero, le golpeó
en el brazo que tenía pegado al cuerpo. Lucas gritó, echándose hacia atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Tía!! – gritó Sandra.
Ella no le hizo caso a su sobrina y siguió atacando al detective, con furia,
gritando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sentía el brazo como
dormido, hormigueante, pero ahora estaba prevenido y se puso a la defensiva. Esquivó
el siguiente arco de la estaca y la apartó con un golpe del brazo sano,
mientras se echaba sobre la tía Resu. Ésta gritaba, furiosa y asustada a la
vez, aturdiendo al detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Mamá, haz algo!!
¡¡Lucas, cuidado!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas y María Resurrección
Sande cayeron al suelo, agarrados, en un confuso abrazo. La mujer trataba de
golpear en la espalda al detective, pero la cercanía le estorbaba los
movimientos: además, él no se dejaba. Rodaron por el suelo, en la oscuridad, y
de repente Lucas gritó dolorido: María Resurrección le había mordido la oreja.
El detective se separó de la mujer, palpándose el apéndice mordisqueado,
tratando de seguir en guardia, prevenido ante posibles ataques con la estaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero se precavió en falso:
doña María Rosa cargó contra su hermana, con la estaca por delante, golpeando
la que María Resurrección tenía en las manos, desarmándola. Después, y
siguiendo con la carrera la golpeó con fuerza en la cabeza, derribándola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Doña María Rosa.... se lo
agradezco.... – jadeó Lucas, sonriendo, dotando a sus palabras de una cierta
diversión que relajó el ambiente al momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mamá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Perdóname hija.... – las
dos se abrazaron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero la tranquilidad no
podía durar. Estaban a apenas diez metros de la entrada de la cueva y habían
gritado mucho y hecho bastante ruido, así que era normal que hubieran atraído
la atención de alguien. Lucas escuchó los pasos antes de que salieran al
exterior y se volvió hacia la cueva, atento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se alegró al ver aparecer al
soberbio chófer del señor Carvajal Roelas, porque le tenía muchas ganas y en
esos momentos estaba caliente, pero se turbó al verle aparecer con una pistola
en las manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Mierda! – gritó,
tirándose al suelo. El primer disparo salió muy alto, perdiéndose en la
distancia. El segundo no alcanzó a Lucas tampoco, pero fue mucho más dirigido.
Un grito provino de las dos mujeres abrazadas y madre e hija cayeron al suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas reaccionó. Agarró la
estaca que había enarbolado María Resurrección Sande Carpio y la lanzó sin
mucha atención al pistolero: no pretendía herirle ni desarmarle, solamente
estorbarle. El chófer se cubrió con los brazos y disparó a bocajarro,
impactando en el suelo de la ladera. Después volvió a recuperar la vertical y
el equilibro y apuntó con las dos manos, ante él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero Lucas no había estado
ocioso durante ese momento de relativa seguridad: había rebuscado en su mochila
y había sacado una trampa cuántica. Apretó la parte superior del grueso disco
(que parecía una placa de Petri) y la lanzó a los pies del chófer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La trampa se activó,
aprisionando al chófer en la red de rayos que se formó a su alrededor. Lucas se
puso en pie y corrió hacia él, lanzándose con fuerza sobre su estómago, empujándole
y librándole de la trampa. Rodaron por el suelo y Lucas tuvo la precaución de
acabar sobre el chófer, que perdió la estúpida gorra de plato en la refriega.
Sujetándole con las piernas, Lucas le dedicó una docena de puñetazos,
alternativamente con una mano y con la otra, sin prestar atención al dolor de
los nudillos y de los dedos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba claro que se la tenía
guardada a aquel cretino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Jadeando, con las manos
estallando de dolor, pero con la conciencia tranquila, se levantó del suelo,
acercándose con prisa a las dos mujeres. Sandra tenía en sus brazos a su madre,
que estaba recostada boca arriba, así que Lucas se sintió aliviado, pero sólo
un segundo, hasta que fue consciente de la realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mamá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estoy bien hija.... – dijo
doña María Rosa Sande, con la mirada perdida. Tenía mucha sangre en la cabeza y
la cara, pero seguía consciente, así que Lucas buscó heridas superficiales.
Encontró una ancha y fea en la sien y el lateral de la cabeza, donde le había
rozado la bala: había sido un milagro que no le alcanzara directamente y le
volara el cerebro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es nada, no es nada, se
pondrá bien.... – musitó Lucas, mientras le limpiaba la cara y la cabeza,
manchando el mono de sangre todavía un poco más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Perdóname hija.... Creí
que era lo mejor para la familia....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No pasa nada, mamá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí pasa: he entregado a mi
pequeña a la maldad más pura – replicó doña María Rosa. Seguía hablando con
claridad, aunque estaba claro que tenía que esforzarse para no perder el
sentido. – Me dejé embaucar, tu padre y tus hermanos me convencieron.... Y yo
fui tan débil que me dejé llevar, me dejé engañar y no repliqué....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me acaba de salvar la
vida, probablemente, y se ha enfrentado a su conciencia saliendo victoriosa –
le dijo Lucas, con dulzura, una vez le hubo limpiado la cara, poniéndole una
gasa limpia en la herida. – Para mí está plenamente reformada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Doña María Rosa sonrió
mirando al detective, pero luego se volvió a mirar a Sandra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Perdóname, hija....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya te he perdonado,
mamá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me refiero a eso.
Perdóname por haberte ocultado la verdad....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas achicó los ojos,
atento a una nueva corazonada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señora Sande, ¿qué le
ocultó a su hija? – preguntó, con dulzura pero con certeza. – ¿Por qué Sandra
era la única que habían dejado al margen? ¿Por qué la habían dejado atada y
escondida en la mansión?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque yo no sabía nada de
esto – contestó Sandra, mirándole, algo molesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque ella nunca estuvo
dentro de toda esta locura – contestó a su vez doña María Rosa, captando la
atención de los dos jóvenes. – Sandra nunca supo la leyenda negra de la
familia, los ritos que manteníamos desde hace siglos. Todos los demás estábamos
implicados, pero siempre te mantuve al margen de todo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque eres hija mía....
pero no de tu padre – explicó y la revelación fue un mazazo que dejó sin
aliento a Sandra. – Nos casamos estando ya embarazada, pero tu padre y yo nunca
habíamos compartido el lecho. Estaba embarazada de otro chico, de mi anterior novio.
Felipe siempre te quiso como a su propia hija, sin rencores, pero al no ser una
Carvajal de sangre, no podía incluirte en nuestras ceremonias....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los tres se quedaron un
instante en silencio. Lucas estaba impactado, pero no al nivel de Sandra. El
detective no se lo había imaginado, durante todo el tiempo que había durado el
caso, hasta hacía solamente unos segundos. Para Sandra era redefinir toda su
existencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero.... pero....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde hace muchos años la
familia de tu padre tuvo relación con rituales satánicos, cultos oscuros.... En
todo nuestro matrimonio, lo que yo vi no pasó de meras ceremonias, orgías con
cierta parafernalia pero nada fantástico. Pero hace dieciséis años, cuando la
ruina de nuestra familia se hizo insostenible y tu padre estaba herido en su
orgullo, la cosa se puso más seria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por eso tuvieron a Sofía –
indicó Lucas, que empezaba a ver claro todo el panorama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es – asintió doña
María Rosa, que cada vez parecía más somnolienta y hablaba más despacio. – Tu
hermana Sofía fue fruto de una ceremonia en la que participé con varios hombres
jóvenes, para quedarme embarazada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra estaba estupefacta,
además de horrorizada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No podía ser de sangre de
su marido, si su propósito era ser sacrificada en una ceremonia de posesión –
terminó Lucas. María Rosa Sande asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero, ¿qué estás diciendo?
– se exaltó Sandra, descompuesta. Su madre había cerrado los ojos y respiraba
muy dulcemente, sonriendo con tranquilidad. Lucas se puso en pie, decidido. –
¿Qué ha querido decir?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora no necesitas saber
los detalles, pero te juro que luego te lo explicaré todo. Y cuando se recupere
seguro que ella también – señaló a la señora Sande, que seguía en brazos de su
hija.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dónde vas? ¡Espera! Voy
contigo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No – Lucas se volvió a
mirarla, conteniéndose para no quedarse y abrazarla: Sandra era la viva imagen
del desconsuelo, la estupefacción y la pena. – Tu madre te necesita ahora más
que tu hermana pequeña. Yo me ocuparé de Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tráela de vuelta – rogó
Sandra, con lágrimas en los ojos, estrechando a su madre entre sus brazos.
Lucas asintió, sonriendo, sabiendo que no podía asegurar aquello, pero que
Sandra no necesitaba la verdad en ese momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El detective penetró en la
cueva con cautela, con las dos pistolas en ambas manos, guiándose por la luz
del fuego que ardía en el interior. La cueva tenía la entrada ancha, pero
inmediatamente se convertía en una galería que tenía muchas curvas y
requiebros. Lucas los siguió con cuidado, pensando que el fuego del interior
debía ser muy grande o muy intenso para que se pudiese vislumbrar desde el exterior.
Esquivando rocas y aristas afiladas Lucas llegó hasta el final de la cueva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era una vasta caverna, muy
grande y con bastante altura. El resto de los Carvajal Sande que había echado
en falta estaban allí, salvo el pequeño Pedro Alonso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Felipe Carvajal Roelas
estaba sobre una roca más o menos plana, vestido de traje como siempre pero con
un medallón ancho de oro, que le colgaba en el pecho, por la espalda y le
pasaba por los hombros: Lucas estuvo seguro de que tendría grabados con símbolos
o palabras demoníacas. A su lado, sobre una especie de mesa de madera, estaba
atada Sofía, tratando de liberarse, pues tenía las muñecas y tobillos atados a
las esquinas: la niña vestía una especie de camisón semitransparente, con
bordados de hilo dorado. La rubísima Aliena estaba en una tabla parecida,
aunque la suya estaba más erguida. Estaba sobre el suelo de la caverna y no
estaba atada a ella: había una plataforma para que apoyase los pies y dos
mandos para que se agarrase arriba. La mujer estaba completamente desnuda,
salvo por unos brazaletes y aros en los tobillos de oro y piedras rojas, y
esperaba allí expuesta a que los hombres de la familia pasasen, de uno en uno,
para tener sexo con ella. En el momento en el que llegó Lucas a la caverna su
propio marido Felipe Ernesto parecía haber acabado; delante de la rubia
esperaban, casi haciendo una fila, su cuñado Luis Antonio (que se adelantaba
para ocupar su turno), el artista Rafael María y el marido de Carmen Adelaida,
Enrique Corcuera. Todos tenían los pantalones bajados y vestían camisas o
camisetas en el torso. La propia Carmen Adelaida estaba en la caverna, delante
de la gran hoguera que ardía en el centro, cerca de la roca donde se erguía el
patriarca y descansaba Sofía. Lucas, que había esperado no ver allí a la
hermana de Sandra, tampoco se sorprendió (a aquellas alturas) de verla
participando en la ceremonia: vestía una especie de quimono que le quedaba
estrecho y llevaba en las manos una daga, más grande y ancha que la que
Venancio había usado para atacar a Lucas. Tomé, Daría y otros sirvientes de la
casa esperaban, recogidos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y arrobados al
otro lado de la caverna, sin perder de vista al oficiante y al sacrificio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fuego, sexo y sangre: el “a,
b, c” de los rituales satánicos. Probablemente la mayoría de los participantes
habrían tomado setas o alguna droga psicotrópica, para aumentar el efecto de la
invocación. Porque aquella era una ceremonia de invocación, quizá algo cutre y
simple, pero Lucas no tuvo ninguna duda. Había sido testigo de algunas más
elaboradas y más multitudinarias, durante sus viajes de formación, pero estaba
seguro de su conclusión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los Carvajal Sande allí
reunidos querían invocar a un demonio para que poseyera a Sofía, probablemente
el mismo que habían intentado invocar dos veces antes, pero que no habían
conseguido llamar gracias a la enfermedad bosquífera que había protegido a la
chica. Ahora, libre de ella, la posesión se podría concretar y seguramente la
daga que custodiaba Carmen Adelaida serviría para liberar al recién llegado del
cuerpo de su hermana pequeña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Eso si Lucas no hacía algo
para evitarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Quietos todos!! – gritó,
saliendo de su escondite, con las dos armas en las manos. Disparó al aire, pero
como sus pistolas eran de aire comprimido no hubo detonaciones que atronasen el
espacio. Sin embargo, el tintineo y el chasquido de las bolas de plata contra
el techo de granito fueron suficientes para detener a todos los presentes. –
Basta ya de tanta gilipollez: suelten a Sofía y salgan todos de aquí conmigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ninguno de los presentes
llevaba armas, Lucas se había fijado, y por eso se había decidido a aparecer a
cuerpo descubierto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Maldito descreído!! ¡¡A
por él!! – gritó el patriarca, Felipe Carvajal, desde su púlpito natural. Los
hombres de la familia se dieron la vuelta y se lanzaron contra el detective,
que tragó saliva al verlos acercarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Eran unos capullos y unos
desalmados, pero al fin y al cabo eran seres humanos, así que Lucas no se
atrevió a dispararlos directamente. Le pudieron sus sentimientos de bondad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así que esquivó el placaje
de Felipe Ernesto (muy fiero, a pesar de correr con las vergüenzas colgando) y
aprovechó un segundo de libertad para guardar la pistola de la mano derecha en
la cartuchera del otro lado y desenvainar el florete bañado en plata. El
siguiente en atacarle era Rafael María, también sin pantalones, con las
delgadas piernas batiendo sobre el suelo para llevarle hasta él. Lucas se deshizo
de él tirándole un tajo lateral con el florete, que sonó como un latigazo. El
golpe le dio a Rafael María en los brazos, que usó para cubrirse la cara.
Chilló dolorido, mientras Lucas se desentendía de él y se iba a por el
siguiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era Enrique Corcuera, el
tipo pesado casado con Carmen. Quizá por eso, por la pereza que le daba aquel
tipo y lo pesado que era, apuntó a la rodilla y le dio un tiro en la rótula.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un poco avergonzado (pero
satisfecho por los gritos de Enrique y por haberle detenido en seco) se encaró
con el último atacante: Luis Antonio, el que mejor en forma estaba de todos. Se
había subido y abrochado los pantalones, para pelear con mayor comodidad. Como
le veía cargar contra él con furia y conocimiento, Lucas levantó la pistola y
le apuntó a la cabeza: su postura, su mueca y el hecho de haber disparado hacía
un momento hicieron que Luis Antonio se detuviera al instante, dándose por
vencido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aprovechó para darse
la vuelta y tirar un mandoble a la entrepierna de Felipe Ernesto, pues sabía
que todavía lo tenía detrás y estaría a punto de atacarle. Le pilló a mitad de
carrera y le acertó en el pene, con el botón del florete. Fue un golpe fuerte y
certero, también como un latigazo, haciendo que saltara la sangre. Felipe
Ernesto se llevó las manos al miembro herido y se alejó hacia atrás, chillando
como un cochino en el matadero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se volvió hacia Luis
Antonio, que se volvía a echar sobre él, hecho una furia, aprovechando el
momento en el que Lucas había bajado la guardia para atacar a su hermano mayor.
El detective le lanzó un latigazo con el florete, marcándole en la cara, y
después los dos se encontraron, intercambiando zarandeos y golpes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los criados de la familia,
ante la irrupción de Lucas, habían salido corriendo, asustados y nerviosos,
cruzando la caverna para salir de la cueva, cruzándose con Rafael María (que
intentó detenerles) y con Enrique Corcuera de la Lama y Felipe Ernesto (que no
estaban ninguno de los dos para ocuparse de nadie).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se volvió hacia el
púlpito de granito, una vez que se hubo encargado de Luis Antonio,
descargándole un golpe en la nuca con la empuñadura y la cazoleta del florete
(después de haber recibido varios puñetazos, dos de ellos bien conectados que
le habían dejado un poco desorientado). Fijó su mirada un tanto nubosa en el
patriarca Felipe Carvajal Roelas, para ver que estaba haciendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y Felipe Carvajal Roelas
estaba pronunciando entonces unas palabras arcanas, fijándose en un libro
antiguo que tenía en la mano. Estaba claro que el patriarca no iba a perder la
oportunidad de invocar al demonio que, incomprensiblemente, creía que iba a
traer bonanza a su familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡No!! – gritó Lucas. Pero
no pudo ir hasta él, pues Carmen Adelaida, la siempre dulce Carmen Adelaida, se
lanzaba hacia él, como un tren de mercancías. El quimono se le había
desabrochado y así se pudo ver que no llevaba más ropa debajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La corpulenta mujer golpeó a
Lucas en la cintura y lo derribó en el suelo de piedra de la caverna. El
detective se quedó sin respiración y se golpeó la coronilla contra el suelo,
haciéndole ver estrellas. Durante un instante recordó las constelaciones
pintadas en la bóveda de la sala de exposiciones de las Escuelas Menores, que
había visto aquel verano en Salamanca. Mientras Lucas veía las estrellas, Carmen
Adelaida, bramando como una loca, le pateó el costado varias veces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas recordó a Patricia,
dándose cuenta de que hacía unos pocos días que no pensaba en ella. No la había
olvidado, claro que no, pero se había estado preocupando por Sofía y había
olvidado sus propias preocupaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquella cadena de
pensamientos le hizo volver en sí, en lugar de dejarse desmayar y descansar de
tanto golpe y tanto dolor. Sofía aún estaba atada a aquel potro de tortura
donde iba a recibir al demonio. Lucas se espabiló, sacudió la cabeza (sintiendo
una pelota de dolor caliente rebotando dentro), levantó la mano izquierda con
la pistola y disparó. El silbido del disparo espantó a Carmen Adelaida, y el impacto
de la bala en el hombro la lanzó hacia atrás, cayendo herida al suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se levantó,
tambaleándose, a tiempo de ver el final de la invocación de Felipe Carvajal
Roelas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No.... – musitó, sin poder
alzar la voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al final de la salmodia del
patriarca, la hoguera se embraveció, las llamas se alzaron dos metros,
acariciando el techo de la caverna. La estancia se iluminó con fiereza y el
calor aumentó de golpe. El cuerpo de Sofía empezó a sacudirse, sobre ella
batieron una serie de rayos de color rojo y la piel de la chica se volvió
negro, como el alquitrán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
fin</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!! ¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ya
era hora</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!! – se movió la
boca de Sofía, pero era el demonio del interior el que hablaba. –</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora
puedo tomar posesión de este mundo, de esta dimensión.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Amo!! – gritó Felipe
Carvajal, aunque estaba al lado del cuerpo de su hija. – ¡¡Bienvenido!! ¡¡Sea
tu voluntad y prodígate con aquellos que te han convocado y te van a liberar!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Felipe Carvajal Roelas tenía
en las manos la daga que antes había custodiado Carmen Adelaida. La alzó sobre
la cabeza, agarrando la empuñadura con las dos manos. Su cara estaba henchida
de felicidad y sus ojos, dementes, brillaban con el anhelo de la gracia de
aquel demonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mierda, mierda y remierda
– se dijo Lucas, afianzando los pies y guardando el florete de nuevo en la
presilla del mono. No le quedaban más opciones si quería salvar a Sofía, y
aunque no le importaba lo más mínimo lo que le pasara al patriarca de la familia,
lamentaba lo que debía hacer. Desenfundó la pistola de la cartuchera,
apretándola con firmeza. Apuntó durante un segundo y después disparó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacía tiempo que no hacía un
disparo tan certero como ése: la bola de plata voló directa hasta el pecho de
Felipe Carvajal Roelas, empujándole hacia atrás y tirándole del improvisado
púlpito. La daga demoníaca cayó con él y repiqueteó contra el suelo de piedra
con un sonido metálico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aaaagghh</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!! ¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Maldito
humano</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!! ¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sólo
has retrasado unos segundos mi llegada</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso vamos a verlo –
murmuró Lucas, caminando con dolor, subiendo a la roca con dificultad y con
muecas en la cara, cerniéndose sobre el cuerpo de Sofía. No había ni rastro de
la chica en aquellos ojos rojos con los iris de color dorado. – Todavía me
quedan trucos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No era de plata, pero era
una estela celta. Celta de verdad, con más de dos mil años de antigüedad,
tallada y pintada en madera de roble, con la pintura vegetal ya casi borrada
pero aún visible. La había conseguido durante sus viajes de formación, hacía
años, cuando estuvo brevemente en Escocia. Era una estela celta auténtica y
Lucas supo que iba a funcionar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía, escúchame: expulsa
a ese demonio asqueroso de tu cuerpo – dijo, sin alzar la voz, apoyando el
pedazo de madera sobre la frente de Sofía. El demonio chilló de inmediato, pero
pasaron unos instantes antes de que empezara a salir humo. – Yo puedo hacer
algo desde aquí fuera, pero si tú le expulsas desde dentro todo será más fácil.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aaaaahhh</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!!! ¡¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Maldito
humano repelente y asqueroso</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!!!
– respondió la boca de Sofía, con las palabras del demonio. – ¡¡</span><span style="font-family: "Garamond","serif";">¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Serás el primero en morir cuando esté liberado de este repugnante cuerpo de carne</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-indent: 27pt;">!!!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Cállate ya, cretino!! –
se escuchó decir Lucas, sorprendiéndose a sí mismo. Estaba cagado de miedo (no
por él, por Sofía) pero también estaba decidido a llegar hasta el final para
salvarla. – ¡¡Sofía!! ¡¡Escúchame y ayúdame!! “</span><i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¡¡Libera este cuerpo de tu yugo, maldito demonio!! ¡¡Vuelve a la sombra!!
¡¡Vuelve al fuego!! ¡¡Libera este cuerpo y arde en el fuego que te vio nacer!!</span></i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">”</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces, no estaba muy
seguro de si era por la alocución (que funcionaba mejor en lyrdeno, pero que por las prisas había
pronunciado en castellano) o porque Sofía le había podido ayudar desde el
refugio de su cerebro, pero el demonio empezó a salir como una nube de humo
negro por la boca de la chica. Lucas se apartó, asustado, pero mantuvo el brazo
estirado y la roseta celta de madera apoyada en la frente de Sofía, hasta que
la estela de humo dejó de salir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía. Sofía, ¿me oyes? –
se inclinó sobre la chica. Ésta abrió los ojos, despacio, y los fijó con
dificultad en los del detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lu.... Lucas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El demonio, sin cuerpo pero
en esencia, voló dando vueltas por la caverna, aterrizando finalmente sobre
Aliena, que seguía en su plataforma de madera. El demonio entró por la boca de
la atractiva mujer y aprovechó para poseerla: aquella humana estaba libre, no
como la chica, que estaba atada a la madera: podría hacer con aquel cuerpo lo que
quisiera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas lo vio todo desde el
púlpito de piedra, atónito, mientras acariciaba la cara de Sofía. Aquello no
había acabado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aliena (o más bien, el
antiguo cuerpo de Aliena) bajó de la plataforma de madera y caminó por el suelo
de la caverna, sacando la lengua de forma provocativa, acariciando las curvas
del cuerpo con ambas manos, sin dejar de caminar. Los ojos rojos y dorados no
se apartaban de la daga ancha que había caído al lado del cuerpo sin vida de
Felipe Carvajal Roelas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y Lucas lo comprendió:
aquella daga era necesaria para liberar el verdadero cuerpo del demonio del
cuerpo del huésped humano. El demonio estaba utilizando el cuerpo de Aliena
para llegar hasta la daga y utilizarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces Lucas se acordó de
la daga que Venancio había utilizado para atacarle, la daga que llevaba en el
bolso. La sacó y la miró, valorándola: una nueva corazonada se formó en su
cerebro, pero aquella vez sus conocimientos y su “anomalía” ayudaron a crearla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No lo pensó más: era un
órdago que había que jugar, no valorar. Saltó del púlpito de piedra y aterrizó
(sintiendo dolor en cada articulación de su cuerpo) delante de Aliena.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tú
otra vez</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!!</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo quiero probar una
cosa – contestó Lucas, con soltura y sorna, consecuencia de los nervios y de la
precipitación. Sin pensarlo más (y antes de que el demonio se lo impidiera) le
clavó la estrecha daga, debajo del esternón, casi entre los dos pechos.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡¡</span><span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aaaaaaaaarrrrggghhhh</span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">!!!</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se vio empujado hacia
atrás, cayendo sobre el cuerpo muerto de Felipe Carvajal Roelas. El cuerpo de
Aliena se abrió en dos y del interior salió despedido el cuerpo retorcido de un
demonio de color amarillento, lleno de púas y garras, placas óseas, escamas
como de piedra, muchos miembros y cola en punta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por un momento Lucas se
horrorizó al pensar que al final había acabado liberando al demonio él mismo,
pero al instante de que el cuerpo compactado y retorcido del demonio se quedara
suspendido un instante en el aire de la caverna, salió despedido hacia la
hoguera que seguía ardiendo con grandes llamas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El fuego explotó, algo que
Lucas no creía que fuera posible. Los cuerpos de los Carvajal Sande que había
por allí, incluyendo los de aquellos que sólo estaban heridos, se inflamaron
con las llamas. La cazadora de Lucas también se prendió, pero se la quitó de
dos manotazos y la dejó caer al suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Lucas!! – gritó Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Éste volvió a subir al
púlpito de piedra (esta vez no se dio cuenta de que le dolía todo al hacerlo) y
se encontró que el camisón de raso de Sofía se había prendido, pero con cuatro
manotazos lo consiguió apagar. La piel de la chica se había quemado en algunos
puntos, pero al menos la prenda no seguía ardiendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Salgamos de aquí!! – le
gritó, cortando las ligaduras con la estrecha daga demoníaca, liberando a Sofía
y ayudándola a bajar de la plataforma y de la roca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos salieron corriendo
de la caverna, esquivando a los cuerpos que ardían, algunos (los que podían)
poniéndose en pie y sacudiéndose en todas direcciones. El fuego,
fantásticamente, parecía expandirse y extenderse por la caverna, impregnándose
en la roca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía y Lucas, agarrados de
la mano, salieron corriendo por la galería, hasta la salida, mientras detrás de
ellos se quemaban todos los invocadores del demonio y la cueva entera se
llenaba de llamas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-68355721953949908962018-08-24T00:03:00.001+02:002018-08-24T00:03:45.849+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 24<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
24 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas atendió a la policía
cuando llegó, mostrándoles su licencia de detective. Quisieron detenerle como
sospechoso de la muerte de aquel hombre, pero los testigos que había en la
calle (además de la gente que lo había visto perseguirlo) explicaron a la
policía que el muerto había saltado por sí mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El hechizo que Lucas había
hecho hacía una hora, en la Casa de las Veletas, había perdido su fuerza hacía
un rato, antes de la llegada de la policía y como el cadáver del demonio seguía
llevando el anillo de oro, había recuperado su imagen humana, camuflándose de
nuevo. En todo momento los policías creyeron que era un hombre y la gente de la
calle que decía que parecía un monstruo cuando Lucas lo perseguía acabó
creyendo que había sido su imaginación, al ser un fugado tan violento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La coartada de Lucas fue que
aquel hombre había agredido a su cliente, un hombre de negocios de Europa del
este, que había sido atacado por el muerto en el aljibe de la ciudad. Una vez
que los policías se personaron allí encontraron a Atticus, libre también del
hechizo de Lucas, empapado y siendo atendido por el personal del museo. Al ser
preguntado por la policía, Atticus contestó una historia lo bastante similar a
la de Lucas como para que colara, así que las sospechas sobre el detective
descendieron notablemente. Sin embargo requirieron su presencia en comisaría,
para interrogarle. Lucas no quiso enmarañar más aquel asunto, así que accedió,
demostrando con sus respuestas que no era el culpable de la muerte de ningún
ser humano (quizá de un demonio, pero de ningún hombre).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así pues, cuando volvió a
por Atticus (que durante la ausencia de Lucas se había encargado de quemar el
cuerpo del primer demonio muerto), ya eran más de las tres de la madrugada. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo </i>dormía profundamente en una de
las camas de la habitación, y aunque Lucas quería volver inmediatamente a
Cabezuela del Valle y a la mansión, tuvo que reconocerse que estaba agotado y
confundido: dormir también le vendría muy bien a él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A la mañana siguiente
despertaron tarde y además tuvieron que volver a comisaría, a hacer de nuevo la
pantomima de detective y cliente, para reafirmar sus declaraciones y firmarlas.
Pasaban de las cuatro de la tarde cuando pudieron salir de comisaría. Buscaron
el Twingo, pagaron la habitación en el hotel y salieron a toda pastilla de
vuelta a la mansión Carvajal-Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dijo que era el
recipiente adecuado? – preguntó Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es, algo así – asintió
Lucas, conduciendo el Twingo a toda velocidad por la carretera. Había encendido
las luces del techo, para ver si así conseguía librarse del tráfico, pero lo
cierto era que casi no había coches en la carretera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que alguien quiere
traer un demonio a esta dimensión, usando a Sofía como portal, o algo así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Los demonios no pueden
transmutarse con su cuerpo en otra dimensión, sólo poseer uno que ya exista
allí – explicó Lucas. – Si quieren traer a un demonio completamente aquí
necesitan un portal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y un ser humano puede ser
un portal – asintió Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todos los intentos de
posesión eran el paso previo, querían meter al demonio dentro del cuerpo de
Sofía – argumentó Lucas, vigilando la carretera. – Una vez dentro, lo sacarían
como fuese.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Matando a la muchacha,
¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no respondió, pero en
realidad fue suficiente respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Acelera.... – le pidió
Atticus, preocupado. Lucas miró de reojo el velocímetro pero aun así acabó
haciéndole caso al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Volaron” con el Twingo
modificado de Lucas, recorriendo las carreteras extremeñas a toda prisa, con
una sensación de urgencia que iba creciendo a cada kilómetro recorrido. La
angustia por llegar tarde se iba acrecentando: Lucas no podía hablar en nombre
de Atticus, pero él sentía un agobio apretándole el pecho muy incómodo. Sofía
podía estar en peligro en aquel mismo momento. Sólo deseaban llegar a tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con la noche temprana del
invierno Lucas detuvo el coche en Navaconcejo, frente a la casa del maestro,
aparcando en la misma carretera, en el amplio arcén/acera que recorría todo el
pueblo. Salió del Twingo agarrando la mochila; Atticus salió por su puerta y se
dirigió a él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué paramos aquí? –
se sorprendió el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se detuvo, aún al lado
del coche, encarándose con su compañero, antes de cruzar la carretera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quién nos dijo que
fuésemos a la iglesia de Santiago? – contestó Lucas, con rabia. – ¿Quién fue el
que nos llevó hasta la trampa que nos tendieron esos dos demonios?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los bulbos amarillos que
eran los ojos de Atticus brillaron con un resplandor dorado, lo que en su forma
camuflada era alzar las cejas, cuando la comprensión se abrió camino entre su
confusión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tu compañero de piso....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El mismo cabrón – contestó
Lucas, dándose la vuelta, cruzando la carretera con paso firme, aprovechando
que no había tráfico. Fue como un ariete hasta la puerta de la casa, seguido
por Atticus, que correteó tras él. Lucas aporreó la puerta, a pesar de que
tenía las llaves, y esperó a que desde el interior le abrieran.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro Huete los
miró con cierta extrañeza, pero no mostró sorpresa ni asombro, su cara apenas
se movió. Aquello encabronó todavía más a Lucas, que abrió al puerta de un
empujón, golpeando al maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Eh!! –se quejó éste,
pero poco más pudo decir, porque Lucas entró en la casa como una tromba, empuñando
una de sus pistolas de aire comprimido, apuntando a la garganta de Francisco
Pizarro, agarrándole de la camisa y empujándole al interior de la casa, por el
pasillo. Atticus, detrás de él, algo avergonzado e incómodo, cerró la puerta de
la calle. – ¿Qué hace? ¿Eso es una pistola? ¡Suélteme!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas llevó a su casero
hasta la puerta del salón, lo introdujo allí empujándole, sin dejar de
apuntarle con la pistola, y lo tiró sin miramientos al sofá que había a la
derecha de la puerta, pegado a la pared.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Quédate ahí quieto si no
quieres que te pegue un tiro – le amenazó Lucas, con rabia. El maestro lo miró
asustado, pues en ningún momento de su estancia juntos le había visto así.
Atticus entró en el salón, tratando de no hacer ruido y pasar desapercibido. Se
sentó en una de las sillas que había alrededor de una mesa, frente a la puerta.
Desde allí observó a Lucas, de pie ante el sofá, donde se acomodaba el maestro,
sin perder de vista la pistola. – ¿A que no te esperabas vernos de vuelta?
Supongo que creías que lo próximo que sabrías de nosotros sería las noticias
que verías en la tele, cuando informaran de nuestra muerte....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¿Qué dice?! – preguntó
Francisco Pizarro, sin entender nada. – ¿¡Su muerte?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡No te hagas el tonto,
cabrón!! ¡¡Nos mandaste a una trampa para que nos mataran!! – chilló Lucas, señalándose
con la pistola y a Atticus también. El maestro lo miraba asustado, con cara de
no entender nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡¿Pero qué dice?!! ¡¡Yo
no he hecho nada de eso!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué nos mandaste a la
iglesia de Santiago, eh? –inquirió Lucas, acercándose un paso a su interrogado.
– Fue allí donde quedaste con esos monstruos, ¿no? ¿Para que nos siguieran y
nos mataran?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Se ha vuelto loco!! –
Francisco Pizarro se retorcía en el sofá, mirando a Atticus, tratando de
encontrar ayuda allí, pero el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>
no quería tomar parte en aquello: sólo era un mero espectador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Loco? No he soñado que
ayer mismo, hace casi veinticuatro horas, dos demonios nos siguieron desde la
iglesia de Santiago en Cáceres y trataron de matarnos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Demonios? – arrugó la
cara el maestro. – ¿Está de coña?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se acercó más al
maestro, apuntándole al pecho. Éste se encogió en el sofá, subiendo los pies al
asiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Claro que no estoy de
coña! ¡Estamos vivos de milagro! – aseguró, aunque en realidad pensaba que se
habían salvado por su profesionalidad, la de los dos. Después volvió a
preguntar – ¿Por qué nos mandaste ir a la iglesia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Porque habían ido a
Cáceres a investigar la familia Carvajal, ¿no?!! – respondió el maestro,
asustado, desorientado, pero sin ánimo de achantarse. – ¡¡La iglesia tiene un
montón de escudos de la familia, me pareció una curiosidad que debían ver!!
Quizá usted allí descubriría algo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquella afirmación le
provocó otra duda a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo supiste que yo era
detective paranormal? No te lo dije, estoy seguro de eso – y entonces se le
ocurrió una posibilidad. – ¿Fue alguien de la familia? ¿Algún familiar que está
detrás de todo esto, contigo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, no sé qué dice.... –
dudó el maestro, haciendo que Lucas pensara que habían llegado a algo
importante. – Simplemente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gugleé</i> su
nombre....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¿Qué?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Que lo busqué en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Google</i>. Al poner su nombre en el
buscador encontré mucha información sobre usted, antiguas noticias, también de
este verano en Salamanca.... su página web.... Ahí pude averiguar su trabajo
real.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y sueles buscar en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Google</i> a la gente nueva que conoces? –
se sorprendió Lucas, extrañado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No.... Sólo lo he hecho
alguna vez.... Buscar a otra gente es mejor que buscar mi propio nombre: sólo
encuentro resultados del antiguo conquistador.... – dijo el maestro, con un
tono tan apenado que incluso Lucas sintió lástima por él. Con un parpadeo
volvió a centrarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces cuando supiste quién
era, fue cuando organizaste todo esto, ¿no? Buscaste la forma de deshacerte de
nosotros. Pero como estuvimos mucho tiempo fuera no pudiste hacer nada, hasta
que te enteraste de que íbamos a Cáceres y pudiste organizar la trampa....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¿Qué trampa?! ¡Yo no he
organizado nada!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, ¿por qué
parecieron esos demonios justo en el sitio donde nos habías mandado? ¿Por qué
nos siguieron y trataron de matarnos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé, no.... no entiendo
nada.... – farfulló el maestro y lo más curioso era que a Lucas le parecía
realmente confundido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Esos demonios
aparecieron allí donde tú nos mandaste y trataron de matarnos!! ¡¡A los dos!! –
volvió a señalar Lucas, alternativamente a sí mismo y a Atticus, con la
pistola. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> permanecía
inmóvil y en silencio sentado a la mesa redonda, contemplando el
interrogatorio. Parecía tan confundido como el maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando dice demonios se
refiere a.... – el maestro se quedó sin palabras, esperando una respuesta que
le aclarara aquel embrollo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Demonios!! ¡¡Criaturas
demoniacas de otra dimensión!! ¡¡Monstruos del mal!! – gritó Lucas, cabreado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No puede ser.... ¿No me
diga que de verdad cree en esas cosas? – por primera vez Francisco Pizarro dejó
de mirar la boca de la estrecha pistola y miró cara a cara a Lucas, con la boca
abierta. – Está usted como una puta cabra....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Pero tú sabes a lo que
me dedico!! – se justificó Lucas, que no entendía, fruto de su cabreo y de su
ofuscación, cómo podía dudar el maestro en aquel momento de la veracidad de sus
palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sí!! ¡¡Pero pensé que se
dedicaba a engañar a incautos y a cretinos que creían en todas esas mierdas!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Pero si tú me contaste
la historia de los dos hermanos Carvajal, la leyenda de la maldición de la
familia!! ¡¡Me diste pistas para que siguiera investigando!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Le conté cosas que sabía,
porque pensé que le vendrían bien para tratar con la familia. Pensé que los
estaba engañando – explicó Francisco Pizarro, y tanto Lucas como Atticus
pudieron notar que era tremendamente sincero. – Que le habrían contratado para
alguna excentricidad suya y que usted iba a aprovecharse de ellos. Me pareció
bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Tienes algo contra ellos?
¿Te parecía bien que los engañara o los hiciera daño? – indagó Lucas, creyendo
que allí había un hilo del que tirar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No les tengo ninguna
simpatía, pero tampoco les deseo ningún mal – explicó el maestro. – Pero si
usted les engañaba y eso les costaba unos cientos o miles de euros, me parecía
bien. Les tengo algo de tirria desde que sé cómo tratan a su hija menor. Esa
pobre chica debería estar en un instituto, tratando con gente de su edad y no
separada del mundo desde pequeña....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas Barrios dudó un
momento, acariciándose el mentón con la mano izquierda, mientras la derecha
dejaba de apuntar poco a poco a su casero. Se volvió a mirar a Atticus, que se
encogió de hombros sentado a la mesa. Aquello no parecía dar para más y desde
luego Francisco Pizarro Huete no era ningún actor: había sido sincero. Algo no
le encajaba a Lucas, pero desde luego el hombrecillo que tenía delante no era el
causante de las penurias de Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ya no tiene más
preguntas? ¿Se ha convencido ya de que no he tenido nada que ver con eso que
dice que les ha pasado en Cáceres? – preguntó Francisco Pizarro, mirando
alternativamente a Lucas y a Atticus, al ver que los dos se quedaban en
silencio e intercambiaban miradas confusas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En ese mismo instante
llamaron al timbre, con tranquilidad. Lucas miró a su casero, alzando una ceja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Esperas a alguien?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No les esperaba ni a
ustedes dos – les señaló Francisco Pizarro, encogiéndose de hombros. – No sé
quién será.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Puedes ir tú? – pidió
Lucas volviéndose hacia Atticus. – No quiero dejar solo a este, todavía no....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus se levantó sin
problema y volvió por el pasillo hasta la puerta de entrada, abriéndola con
despreocupación. Cuando se encontró frente a los ojos la boca de una pistola
bastante más grande que las que usaba Lucas se arrepintió de no haber mirado
antes por la mirilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Date la vuelta y vuelve
pa’ dentro – le indicó el recién llegado, haciendo señas con la punta del arma.
– Levanta las manos y llévame a donde esté Lucas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El detective arrugó las
cejas cuando vio entrar a Atticus en el salón con los brazos levantados (los
cuatro) pero las alzó como con un resorte al ver quién lo guiaba hasta allí, a
punta de pistola. Lucas alzó la suya, como un rayo, mientras sacaba la otra del
bolsillo del pecho del mono rojo, apuntándole con él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Gerardo!! ¡¿Qué estás
haciendo?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Reunirme con vosotros –
indicó el camarero, mientras hacía que Atticus se sentara en la silla frente a
la mesa, el mismo sitio del que había salido hacía un momento, aunque él no
podía saberlo. – No esperaba volver a veros, pero cuando no tuve noticias de
Cáceres vine hasta aquí, prevenido, deseando que no fueran verdad mis temores, pero
cuando te vi aparecer con tu ridículo coche tuve que reconocer que habíamos
fallado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estaba atónito, sin
dejar de apuntarle. Se le hacía extraño apuntar con las dos pistolas a alguien
que le caía tan bien, pero con cada palabra del camarero se acostumbraba más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gerardo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hazme el favor de bajar
las armas, venga – dijo Gerardo Moríñigo Cobo, con un gesto de la cabeza, a la
vez que se acercaba a Atticus y le apoyaba su pistola de 9mm en la nuca – o si
no tendré que pintar las paredes con los sesos de tu amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sabía cómo eran los
cerebros de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> y no tenía
ganas de verlos salir volando y cubrir las paredes, incluso si aquel ente no
fuese colega suyo como lo era Atticus. Bajó las armas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Déjalas ahí, sobre la
mesa, y aléjate otra vez. Siéntate en ese sillón – indicó Gerardo. Lucas
obedeció. – Y tú, ni se te ocurra acercarte un milímetro a ellas, o te vuelo la
cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus, a quien iba
dirigida la amenaza, asintió, sin que su mirada se aflojara un poco. Las
pistolas de Lucas estaban sobre la mesa redonda a la que estaba sentado, pero
no iba a hacer intención de tomarlas, vista la ansiedad que lucía el camarero
armado. Lucas se sentó en el sillón que hacía ángulo recto con el sofá, todavía
ocupado por el maestro, que si antes no entendía nada ahora menos todavía.
Gerardo Moríñigo ocupó el lugar que antes ocupaba Lucas, frente a todos, de
pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De verdad que no esperaba
volver a verte, magnífico Lucas, pero eres bueno....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y entonces Lucas, que no
había dejado de hacer cábalas desde que vio aparecer al camarero apuntando a
Atticus, lo vio todo claro. Se llevó las manos a la cara, frotándosela con
ellas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro, joder....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No lo habías intuido ni
siquiera un poco? – dijo Gerardo, con sorna. – ¿No te lo habías imaginado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quitó las manos de
la cara y miró al camarero, al que creía que era su colega. Más allá vio a
Atticus: la frente gomosa del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>
se sacudía como la superficie del océano con mar arbolada, lo que en su versión
humana se traduciría como un fruncimiento del ceño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Él está detrás de todo –
señaló Lucas, dirigiéndose a Atticus, como si no le importara que Gerardo
estuviera allí delante. En realidad no le importaba. – Él nos mandó a la plaza
de San Jorge: allí fue donde nos cazaron los demonios. Nos siguieron,
vigilándonos, desde allí a la iglesia y de la iglesia de vuelta a la plaza.
Entonces fue cuando nos atacaron – mientras lo explicaba todas las piezas
encajaban y se insultó mentalmente, por no haberse dado cuenta antes. Estaba
claro que no estaba en forma, después de tantos meses sin trabajar. – No nos
esperaban en la iglesia de Santiago y nos siguieron desde allí: cuando nos
dimos cuenta de que nos seguían ya hacía rato que lo hacían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Menudo cabrón.... – musitó
Atticus, mirando con inquina al camarero que los apuntaba a todos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me pregunto qué hicisteis
con esos dos tipos – se preguntó en voz alta, para que todos pudieran oírlo. –
Me los recomendaron como dos sicarios excepcionales....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mandaste dos demonios
contra el mejor detective paranormal del país: eso fue lo que falló – se jactó
Lucas, con voz despreciativa. Gerardo, muy lejos de sentirse insultado, rio a
carcajadas. Al alzar la cabeza para reír el maestro Francisco Pizarro hizo un
gesto como de ir hacia él, saltarle encima, cabreado, pero Lucas le detuvo con
una seña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sabía que eras tan
chulito, Lucas. La verdad es que no te queda mal – le abarcó con un gesto de la
mano libre, mientras le sonreía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y también eres tú el que
anda detrás de las posesiones de Sofía, claro – caviló Lucas, montando la
teoría a medida que hablaba. – El día de la cena, cuando el segundo intento,
fuiste tú quien invocó al demonio: no estabas allí, por eso pudiste hacerlo. No
era nadie de la familia....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una vez que llegaste aquí
no podían hacerlo contigo delante, por eso me pidieron ayuda – dijo Gerardo,
sonriendo, sin saber que había mordido el anzuelo, hasta el paladar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que sí hay alguien de
la familia implicado – asintió Lucas, con la confirmación de Gerardo, que
demudó el rostro al darse cuenta de que había hablado de más. – Y más de uno,
además....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me da igual que lo sepas,
Lucas, porque no vas a poder hacer nada: ya es muy tarde, tienen a la chica y
te queda poco tiempo de vida. Además ellos están muy lejos – gruñó Gerardo,
molesto consigo mismo por haber metido la pata y con Lucas por mofarse de él.
Meneaba la pistola, apuntando a Lucas, mientras hablaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Más lejos que la mansión?
– Lucas alzó las cejas, haciéndose el ofendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Más lejos, sí.... –
Gerardo ya no caía en la trampa, y sonreía a Lucas como un tiburón peligroso,
con ganas de comer detective para cenar. – Y ahora ponte de pie: nos vamos de
aquí. Los tres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Déjalos fuera de esto –
pidió Lucas, sabiendo que iba a ser imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ellos también saben toda
la movida, así que no puedo dejarlos aquí – Gerardo hizo una mueca con la boca
y alzó las palmas de las dos manos, a ambos lados del cuerpo, queriendo dejar
claro que no había otra opción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero sí la había. El maestro
Francisco Pizarro creyó que podría aprovecharla. Se equivocaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero él no lo sabía, así que
se levantó a toda velocidad del sofá, agarrando la mano con la que Gerardo
Moríñigo Cobo sostenía la pistola, apartándola de él y de sí mismo. El primer
disparo se perdió en el techo de la vivienda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Francisco!! ¡¡No!! –
gritó Lucas, poniéndose también de pie. Atticus se acurrucó contra la pared,
sin dejar de mirar cómo los dos humanos forcejeaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El segundo disparo salió
inclinado hacia arriba, pero dio en una pared antes de alcanzar el techo. Los
dos hombres gruñían, agarrando las cuatro manos el arma, tratando de hacerse
con ella. Estaban muy cerca el uno del otro y Lucas no podía intervenir.
Tampoco podía pasar al otro lado del salón, donde estaba la mesa con sus
pistolas, pues el espacio era muy pequeño y Francisco y Gerardo estaban en el
medio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces sonó el tercer
disparo. Aquel ya no llegó ni a las paredes ni al techo, pues impactó en el
vientre del maestro, lanzándole hacia atrás, cayendo de nuevo al sofá. Incluso
Gerardo parecía sorprendido y horrorizado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas actuó con celeridad.
No tenía sus pistolas, pero en uno de los múltiples bolsillos del mono estaba
su pistón trifásico fotovoltaico, que sacó con un tirón. Extendió el brazo
hacia Gerardo, que se giró hacia él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Atticus!! – gritó Lucas,
esperando que su compañero lo comprendiera, pues los ojos de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeos</i> son mucho más sensibles que
los de los humanos. Cerrando los suyos y cubriéndose con el brazo libre, Lucas
activó las dos luces en ráfaga potente. Las luces de colores llenaron el
pequeño salón, dejando ciego por un momento a Gerardo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Aaaahhh!! – gritó,
llevándose la mano libre a los ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, que se había protegido,
podía ver perfectamente. Alzó el pistón trifásico como si fuera una maza y con
el lateral metálico golpeó al desorientado Gerardo en la nuca, haciendo que
cayera sobre la mesa baja de delante del sofá como un fardo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus, que había entendido
la llamada de alarma de Lucas y se había cubierto los ojos con sus cuatro
“manos”, se puso en movimiento. Llegó hasta el sofá y puso boca arriba al maestro.
Francisco Pizarro Huete tenía el rostro crispado, agarrándose con dolor la
herida de la barriga. Sangraba abundantemente y Atticus agarró el mantel de la
mesa redonda para taponarle la herida. El maestro gemía, sin pronunciar
palabra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mierda. Mierda, mierda,
mierda.... – musitó Lucas al verle, después de dar la vuelta a Gerardo y
comprobar que respiraba a pesar de haber perdido el conocimiento. Al ver que
Atticus tenía atendido al maestro, Lucas salió corriendo del salón, saltando
por encima del cuerpo inconsciente de Gerardo, que estaba tendido en el suelo.
El detective llegó hasta su habitación y cogió un botiquín de su maleta, volviendo
al salón a toda prisa. – Toma, coge unas gasas: funcionaran mejor que eso....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras Atticus atendía a
Francisco Pizarro, que se moría (literalmente y de dolor), Lucas salió de la
casa y cruzó la carretera, apresurado, sin mirar, librándose de ser atropellado
por muy poco. Entró en el Twingo y buscó algo en el falso asiento trasero.
Cuando lo encontró volvió a la casa, asegurándose esta vez de que podía cruzar.
Hacía mucho frío fuera y sus jadeos (por la prisa y por los nervios) provocaron
densas nubes de vaho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya estoy aquí – dijo a
modo de saludo, al volver a entrar en el salón. Francisco Pizarro Huete estaba pálido,
pero seguía consciente, gimiendo de dolor. Atticus había conseguido frenar la
hemorragia con puñados de gasas sobre el disparo, aunque sólo con eso el
maestro no sobreviviría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo primero que hizo Lucas
fue ponerle a Gerardo las esposas que había ido a buscar al coche. El camarero
estaba inconsciente, pero no sabían cuánto tiempo duraría así, así que era
mejor prevenir. Le encadenó al radiador que había tras la mesa redonda y
aprovechó que estaba allí para recuperar sus pistolas. Recogió el pistón trifásico
del suelo (comprobando que no estaba abollado ni estropeado por el golpe) y se
lo guardó en el bolsillo mientras se volvía hacia Atticus y el maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo estás, Francisco?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me duele, no te jode.... –
dijo, tratando de sonar divertido, pero sin conseguirlo. Su cara estaba
crispada por el dolor, cada vez más pálida, al mismo ritmo que los puñados de
gasas ensangrentadas crecían en un montón sobre la mesa baja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Voy a llamar a una
ambulancia, no te preocupes. En seguida estarán aquí y se ocuparán de ti – le
prometió Lucas, agobiado, sacando el móvil del bolsillo. – No te vas a morir,
te lo prometo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro se limitó
a asentir, dolorido, sin más ganas de tratar de hacer comentarios ingeniosos.
Lucas habló con el 112 y les explicó la situación. Le aseguraron que estarían
allí en diez minutos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Están de camino. Imagino
que acompañados por la policía – explicó volviendo a entrar en el salón y
encarándose con Atticus, que seguía taponando la herida. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo </i>le miró con preocupación, ante
la inminente llegada de las autoridades. – No creo que haya problemas, porque
tenemos al verdadero culpable aquí mismo, esposado y con un lacito para la
policía. Pero si nos quedamos los dos, Sofía no tendrá oportunidad de salvarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ese malnacido dijo que ya
llegábamos tarde y que tenían a la chica lejos de aquí – asintió Atticus,
recordando las palabras de Gerardo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo que irme. Tengo que
ir a buscarla. A salvarla, si todavía es pronto – dijo Lucas, con tono de
petición, aun sabiendo lo que le estaba pidiendo a su compañero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vete.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Francisco necesita nuestra
ayuda y Sofía también: es una suerte que seamos dos – la trompetilla de Atticus
hizo un gesto raro y Lucas comprendió que era una media sonrisa, nada
divertida. – Vete con la chica, sálvala. Yo me quedo con Francisco y con la
policía....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias – asintió Lucas,
posando su mano en el hombro del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>.
Después se inclinó sobre el maestro. – Aguanta, ¿eh? En seguida vienen los
sanitarios a encargarse de ti....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro Huete le
agarró el antebrazo con fuerza, manchándole el mono de sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Salva a la niña – le
ordenó, con la voz estrangulada y mirándole fijamente a los ojos. – Vete a la
mansión. No todos pueden estar detrás de esa maldad....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, comprendiendo
y después se levantó, dedicándole un toque amistoso a Atticus antes de salir
del salón. Se detuvo un instante en su habitación para coger las cartucheras de
las pistolas y se las colocó mientras salía a por el Twingo. Una vez dentro
comprobó que llevaba suficientes cosas para enfrentarse a unos adoradores de
demonios y después arrancó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al salir a la carretera,
camino de Cabezuela del Valle y de la mansión Carvajal-Sande, recordó que ya no
llevaba la roseta celta de plata colgada de la tarjeta de arranque del coche:
la tenía Sandra Herminia Carvajal Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Deseó que la hipótesis del
maestro fuese cierta. Deseó que no todos los miembros de la familia estuvieran
detrás de aquello, de los intentos de posesiones de la más pequeña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Deseó que Sandra no formara
parte del aquelarre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-17449805657580037962018-08-20T15:28:00.002+02:002018-08-20T15:28:37.425+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 23<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
23 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Suéltale – ordenó Lucas,
pensando con rapidez. No dejaba de girarse, para tener a los dos demonios
controlados, aunque en este momento estaba frente al grande que sujetaba a
Atticus. El demonio soltó una carcajada. Lucas miró por encima del hombro, para
ver al pequeño, que no se había movido. Su cara era de suficiencia y
superioridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era invierno y era de noche,
pero a Lucas le parecía increíble que nadie pasase por allí en aquel momento.
Incluso la gente del bar, allí al lado, parecía no darse cuenta de nada de lo
que había en la calle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Suelta tus armas y
soltaremos a tu amigo</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo el demonio pequeño, de color verdoso. Aquello era
un farol, muy mal tirado además: Lucas no podía creer que el demonio pensara
que se lo iban a tragar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero aquello le hizo pensar.
Lucas llevaba todo el día vestido “de calle”, con vaqueros, camiseta y cazadora
con forro de borreguillo. No llevaba puesto su mono, así que no llevaba sus
armas a mano, ni las pistolas de aire comprimido colgadas de sus arneses. Pero,
desde aquel verano, había aprendido a no separarse de sus armas, de unas pocas
al menos, así que llevaba todo el día con la mochila.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale, tranquilos – actuó
Lucas, alzando las manos, volviéndose al demonio grande, de color granate. Se
quitó la mochila con cuidado, lentamente, volviéndose al demonio pequeño,
tratando de parecer asustado. Bueno, eso no le costó demasiado, pero lo que sí
disimuló fue su siguiente movimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con rapidez, deseando no
engancharse, corrió la cremallera, metió la mano en la mochila y la dejó caer
al suelo, mientras se giraba. Una de sus pistolas de aire comprimido, con el
cargador medio lleno de bolas de plata, estaba en su mano. De cara el demonio
granate alzó la pistola y apuntó, disparando, todo en el mismo movimiento.
Lucas volvió a acordarse del “hombre sin nombre” de Clint Eastwood.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El hombro del demonio
estalló, lanzando espesa sangre granate alrededor. Atticus, sin molestarse por
ensuciarse, se apartó, saliendo del alcance del demonio, liberándose. Lucas se
giró rápidamente para alcanzar al otro demonio, pero se encontró que el pequeño
había salido corriendo, hacia la escalinata delante de la iglesia. Lucas apuntó
y lanzó dos disparos, fallándolos: el segundo impactó en la estatua de bronce
de San Jorge, que estaba en una hornacina en el centro de la escalera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El demonio granate se
incorporó desde el suelo, gruñendo, alzando el brazo ileso hacia Atticus,
aunque estaba fuera de su alcance. Lucas, advertido por el rugido, volvió a
darse la vuelta, apuntando al pecho del demonio y dándole dos tiros, certeros.
El enorme demonio cayó al suelo, muerto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Estás bien? – preguntó
Lucas, mirando todavía al demonio muerto, apuntándole con la pistola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Perfecto – contestó
Atticus, acercándose al demonio. Le atizó una patada con la pezuña, demostrando
que estaba muerto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hay que sacarlo de ahí en
medio – masculló Lucas, molesto por tener que encargarse de eso, cuando lo que
deberían hacer era ir tras el demonio verdoso que había huido. Atticus lo ayudó
a levantar al pesado demonio y meterlo, con ciertas dificultades, dentro de un
contenedor que había allí al lado, sin duda para los desperdicios del bar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y ahora?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Luego volveremos a
quemarlo – contestó Lucas, sabiendo que no debían dejar ni rastro de aquel
demonio. Todo sería mucho más fácil si la gente supiera de la existencia de
entes paranormales, corpóreos, demonios, espectros y demás criaturas, pero como
todo era secreto, no podían dejar el cadáver del demonio granate en el contenedor.
– Ahora hay que ir a por ese otro malnacido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Habrá vuelto a ponerse el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">herêq</i> – se lamentó Atticus. – No sé cómo
vamos a encontrarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas había salido en
marcha, encaminándose hacia la escalinata, buscando huellas o rastros del
demonio. Atticus lo siguió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Podemos seguirle durante
un trecho – dijo Lucas, señalando al suelo, a algo que sólo él podía ver. –
Pero al cabo de unos metros se perderá el rastro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenemos que encontrarle –
dijo Atticus. – Venían a matarnos. Y alguien les había enviado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hay que mantener una
amigable charla con él – ironizó Lucas, recargando la pistola. Aprovechando el
momento sacó también el pistón trifásico y lo metió en el bolsillo de la cazadora.
– ¿Quieres una pistola?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo mis trucos – sonrió
Atticus. Después se pusieron en marcha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creo que puedo hacer una
cosa – comentó Lucas, atento al suelo, subiendo por las escaleras de la iglesia
de San Francisco Javier, siguiendo el rastro que su “anomalía” le permitía ver.
– Antes, en la Casa de las Veletas, he visto un altar romano. Es pagano, así
que puede servir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Para qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una especie de invocación
– explicó Lucas, deteniéndose detrás de la iglesia de San Mateo. Luego miró a
Atticus, sonriendo con ironía. – No te va a gustar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus no supo a qué se
refería su compañero, así que no dijo nada. Esperó a que Lucas siguiera
caminando, pero el detective sólo miró al suelo, a su alrededor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Se ha perdido el rastro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, mordiéndose el
labio, apesadumbrado. Había durado menos de lo que había previsto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A la Casa de las Veletas,
entonces? – preguntó Atticus, retóricamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos llevaban toda la
tarde paseando por la parte amurallada de Cáceres, la parte histórica monumental,
así que se orientaban bien a aquellas alturas. Desde donde estaban llegaron a
la Casa de las Veletas en un momento. La hora de cierre estaba cerca, pero el
conserje no les puso pegas. La entrada era gratuita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recorrieron con prisa todas
las salas de exposiciones, donde se mostraban diferentes muestras de la
historia de la ciudad, desde la prehistoria hasta la época romana. Dieron la
vuelta a toda la exposición, para acabar en el patio central del palacio. Allí
había media docena de personas, los últimos visitantes del día. Desde el patio,
por una escalera estrecha pegada a la pared, se accedía al antiguo aljibe de la
ciudad, utilizado en la antigüedad y mantenido en la actualidad casi como
antaño, como reclamo turístico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el patio, bajo un arco
bajo, estaba el altar de piedra que había visto Lucas en su primera visita. Era
cuadrado, de un metro de alto, tallado y con una pila en lo alto. Lucía una
inscripción en un costado, abreviada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué es esto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un altar romano – explicó
Lucas. – Mira la inscripción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al lado del altar había una
placa con la transcripción y Atticus se fijó en ella. Según la placa, lo
escrito en el altar de piedra decía: “</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A Júpiter Óptimo Máximo. Marco Helvio
cumplió un voto de buen ánimo</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El tal Marco Helvio dedicó
este altar a Júpiter, el padre de los dioses – explicó Lucas. – Es un altar
pagano que está consagrado, al final eso es lo que importa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Para hacer tu invocación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De esa manera el anillo de
ese desgraciado ya no funcionará: se podrá ver su verdadera naturaleza –
contestó Lucas. Después miro con intención a Atticus. – La verdadera naturaleza
de todos los entes que anden por aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los ojos amarillos de
Atticus brillaron de repente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno. Tú ya me ves como
soy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero aquí hay más gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus miró alrededor y
después se encogió de hombros, volviendo a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Adelante – su voz sonó
divertida. Disfrutaba con lo que iba a pasar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sacó un botellín de
agua de la mochila y vertió un poco sobre la pila superior del altar de piedra.
Después sacó disimuladamente una bola de plata de la pistola y la dejó caer en
el agua. Después puso las manos sobre el altar, sin tocar el agua, tomando
aire. Cerró los ojos y enunció:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Vhalá,
vergen quetur. Seomalì, genter quetur. Vernis, extendora melifea, quetur
melifea.</span><a href="file:///C:/Users/Fer/Desktop/%C3%81rbol%20Geneal%C3%B3gico.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: red; font-family: Verdana, sans-serif;"><b>[1]</b></span></span><!--[endif]--></span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El agua se agitó, como si
una piedra hubiese caído dentro. La bala de plata tintineó, dentro de la pila.
El altar se iluminó, brevemente, como un destello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ya está? – preguntó
Atticus, decepcionado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una mujer que estaba en el
patio chilló fuertemente, mirando a Atticus. El resto de personas que estaban
allí la miraron asombrados y después miraron al ente, gritando asustados como
ella. Todos los humanos salieron corriendo del patio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale, ya veo que ha
funcionado – aceptó Atticus, resignado. Lucas sonrió, sacando la bala del agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos, esto no durará
mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un grito horrorizado vino
desde la parte baja de las escaleras que llevaban al aljibe. Atticus y Lucas
miraron asombrados allí y se acercaron a las escaleras, bajando por ellas con
cuidado. Abajo llegaron a una galería al borde de un jardín y al fondo había
una abertura oscura, por la que se bajaba de verdad al aljibe. Una pareja de
mujeres jóvenes aparecieron por la abertura, chillando asustadas. Al ver a
Atticus gritaron más, deteniéndose de repente. Lucas se puso delante de
Atticus, tapándole parcialmente. Las mujeres reaccionaron, dándose la mano y
corriendo juntas escaleras arriba, de vuelta al patio de la Casa de las
Veletas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Allí hay un ente – comentó
Lucas, echando a andar hacia la puerta que daba al aljibe. Se agachó para pasar
por el hueco y luego descendió por las escaleras de piedra, con cuidado de no
perder el pie, pues los escalones eran viejos y estaban desgastados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El aljibe era una cámara
rectangular, con el techo sostenido por columnas y arcos de herradura. Durante
la época en la que se utilizaba la cámara habría guardado grandes cantidades de
agua, en las épocas de abundantes lluvias, pero ahora que simplemente era un
lugar turístico sólo había un metro de agua, iluminado desde el fondo con
pequeñas luces led. Se había construido un pequeño corredor de madera, con
baranda de metal, pegada a la pared, haciendo un codo de unos diez metros de
largo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No había nadie allí dentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué es lo que han visto
aquí? – preguntó Atticus, fijándose en el agua, esperando encontrar allí a
alguna criatura acuática.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero la criatura que había
espantado a la pareja de turistas no estaba en el agua. Era el demonio que
buscaban, que se había refugiado allí al escapar de ellos, sin saber que
precisamente la pareja que lo cazaba iba a ir allí mismo. El demonio verdoso
estaba encaramado a un arco, escondido en la penumbra de lo alto. Al ver
aparecer precisamente a aquellos de los que huía saltó desde lo alto, cayendo
al lado de Lucas, golpeándole y agarrándole de los hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Lucas!! – gritó Atticus,
adelantándose, agarrando al demonio para sacárselo de encima a Lucas. Al tirar
del demonio, los dos perdieron el equilibrio y cayeron al aljibe, pasando por
encima de la barandilla, salpicando agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas recuperó el aliento,
después del golpe que el demonio le había dado en el estómago, agarrándose a la
barandilla, mirando al agua. La altura era de un metro, suficiente para que el
demonio empujara del cuello hacia abajo a Atticus, ahogándole. Lucas sacó la
pistola del bolsillo de la cazadora y disparó, acertándole al demonio en la
espalda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Éste aulló, soltando a
Atticus, arqueando el cuerpo, dolorido. Lucas volvía a apuntar, pero el demonio
saltó, aterrizando en el pasillo de madera. Volvió a brincar y subió hasta lo
alto de la escalera. Lucas volvió a disparar y le acertó en una pierna, haciendo
que el demonio volviera a gritar de dolor y que desapareciera por el vano de
piedra, renqueante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Atticus!! – Lucas se
volvió a mirar a su compañero, que de rodillas en el aljibe sacaba medio cuerpo
del agua, con las manos en el corto cuello. – ¿Estás bien?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí.... Corre.... – alcanzó
a decir, todavía sin fuerzas y con poco aire. Lucas no esperó a más
indicaciones, así que salió corriendo detrás del demonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No necesitó usar su
“anomalía” para seguir el rastro del demonio, pues al sangrar por sus heridas
dejaba gotas y manchas tras él, aunque al ser un ser sobrenatural, la sangre
aparecía fluorescente a ojos de Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El demonio pasó por delante
de la Torre de las Cigüeñas y torció por la cuesta de la Compañía. Lucas lo vio
al final de la cuesta, allá abajo, cojeando pero corriendo con la velocidad de
un atleta. Estuvo a punto de apuntarle, pero llegó a la conclusión de que
estaba demasiado lejos, así que corrió cuesta abajo, saltando sobre los largos
escalones. Le vio girar por la calle del Mono y Lucas lo siguió, tratando de
mantener el ritmo. Por suerte le había alcanzado en dos ocasiones y la plata
hacía su trabajo: el demonio estaba dolorido y cansado, así que cuando llegó a
la muralla se detuvo para tomar el aliento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sostuvo la pistola con
las dos manos y volvió a disparar, fallando, impactando en la piedra de la
muralla. El demonio reaccionó y reanudó la carrera, con Lucas pisándole las garras.
Al llegar a la puerta de la Estrella se dio de bruces con un grupo de gente,
que gritó, asustada. Lucas lo perdió de vista un momento, entre el gentío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dónde está? ¿Han visto a
ese tipo con aspecto raro? ¿Dónde está?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Era un monstruo, joven, no
un tipo raro – contestó una mujer de unos setenta años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ha seguido por ahí –
señaló un hombre de unos cincuenta, apuntando hacia una puerta enrejada, al
otro lado de la puerta, fuera de la muralla. La puerta de forja aparecía
abierta y retorcida, como si la hubiesen golpeado: Lucas imaginó que había
estado cerrada y el demonio la había pateado para abrirse paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aléjense de aquí –
recomendó Lucas, adentrándose en el espacio tras la puerta de reja, una especie
de pasillo entre la muralla y la parte trasera de la ermita de la Paz. Unas
cortas escaleras daban a una abertura en la muralla, también reventada: Lucas
imaginó que desde allí se accedía al adarve, así que corrió, para que el
demonio no se le escapara. Frescas manchas de sangre granate le indicaron que
iba por buen camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas llegó al adarve de la
muralla y al no ver ni rastro del demonio imaginó que había subido a la
imponente torre cuadrada que había delante. Era la torre de Bujaco, llamada así
por el califa sevillano Abú-Ya’qub, cuyas huestes asediaron la ciudad durante
seis meses en el siglo XII. Lucas subió hasta la cima, que se alzaba
veinticinco metros sobre la Plaza Mayor. No se cruzó con el demonio por las
escaleras, así que supuso que estaría arriba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó jadeando a la cima,
rodeada por almenas. El demonio estaba subido en una de ellas, de cara a la
plaza. Lucas tuvo miedo de que fuese a saltar, así que no le dijo nada ni le
gritó, abalanzándose sobre él. Dispararle tampoco le servía, pues si al
acertarle el demonio caía hacia adelante lo perdería del todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El demonio le escuchó llegar
y saltó hacia atrás, girando en el aire, aterrizando sobre la cima de la torre.
Lucas frenó su carrera y se quedó admirado al verle saltar como un acróbata. El
demonio, sin hacer caso de Lucas, saltó a lo alto de un matacán del lateral de
la torre, se sujetó allí como un chimpancé en la rama de un árbol, y saltó al
adarve de la muralla, escapando del detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Mierda! – soltó Lucas,
yendo hasta el matacán, observando cómo el demonio cruzaba el cielo y aterrizaba
sobre el adarve, rodando por él. Se le escapaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero Lucas reaccionó con lo
que tenía. Sacó el pistón trifásico fotovoltaico del bolsillo de la cazadora y
lo programó rápidamente, haciendo que zumbara como una bobina de Tesla. Miró al
demonio, que cojeaba por el adarve, alejándose de la torre, y después blandió
el pistón como si fuese un látigo, apretando el botón adecuado durante el movimiento.
Una fina línea azul purpúrea, como un relámpago, salió del pistón, cruzando el
aire e impactando en el demonio, en su espalda, lanzándole al suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas bajó corriendo de la
torre de Bujaco, volviendo al adarve y persiguiendo de nuevo al demonio. El
golpe con el látigo eléctrico (tenía un nombre mucho más complicado, pero Lucas
siempre se refería a él así) había aturdido al demonio verdoso y había
permitido a Lucas alcanzarle. El demonio había recorrido el adarve, pasando por
encima de la puerta de la Estrella, llegando a la pequeña torre que había al
otro lado, la llamada de los Púlpitos, ya que en cada una de sus esquinas
frontales, las que daban a la Plaza Mayor, había cubos cilíndricos, muy
similares a púlpitos de iglesia. El demonio subía hasta la cima por una
estrecha escalera de piedra y Lucas fue tras él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Quieto!! – le ordenó. La
cima de la torre de los Púlpitos era mucho más pequeña que la de Bujaco, así
que estaban casi uno encima del otro. El demonio cerca de las almenas y Lucas
cerrando el acceso a la escalera y el adarve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Qué vas a hacer? ¿Pegarme
un tiro para que no salte?</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo el demonio, sonriendo con derrota, sangrando
por múltiples heridas, no solamente por los dos disparos. Aquella sonrisa era
diametralmente opuesta a la que había lucido hacía un rato en la plaza de San
Jorge.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Te perdonaré la vida si
hablas conmigo – le dijo Lucas, sincero, bajando la pistola y dejando de
apuntarle. Sin embargo la mantuvo en la mano derecha: no era estúpido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Hablar?</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – gruñó el
demonio, perdiendo pie, agarrándose a una de las almenas. – </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿De qué quieres
hablar?</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quién os envió a
matarnos? – preguntó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tú ya lo sabes</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – sonrió el
demonio, sin perder su vileza aún en aquellos momentos tan duros para él. – </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo
sabes, aunque no quieres reconocértelo, ¿eh? ¿Qué necesitas? ¿Que te lo
confirme? Puedes pegarme un tiro ahora mismo, no pienso contestarte a eso....</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Todo esto tiene que ver
con Sofía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No sé quién es ésa</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> –
volvió a gruñir, desdeñoso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La hija pequeña. La hija
de los Carvajal Sande....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Una muchacha de cabellos
rubios, piel blanca como la nieve y de un gran corazón? </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– preguntó el demonio,
recostándose mejor contra la almena. – </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No sé quiénes son sus padres, pero ella
es una reina. El recipiente adecuado para la llegada del Amo.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿El Amo? ¿Quién es el Amo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi maestro</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo sin más
el demonio. Su rostro se suavizó, algo muy inusual en un demonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¿Todo esto es para traer
a un demonio desde otra dimensión?! ¡¿Quién quiere traerlo aquí?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estaba fuera de sí,
volviendo a apuntar al demonio con la pistola, agarrándola con las dos manos.
El demonio verdoso, por su parte, no le hacía mucho caso, mirando al cielo
oscuro cubierto de nubes, aupándose en la almena para mirar hacia la Plaza
Mayor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Sabes? Es curioso, pero
esta torre es la única en toda la muralla construida en granito</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – comentó, con
ligereza, sonriendo. Lucas no supo a qué se refería, y tampoco previó lo que
iba a hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡¡No!!! – logró gritar,
apuntándole con la pistola, pero sabiendo que no iba a dispararle. El demonio
se incorporó sobre las almenas, con fuerza y rapidez, dejándose caer al otro
lado. La torre de los Púlpitos era mucho más baja que la de Bujaco, pero aun
así alcanzaba los dieciséis metros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Maldiciendo su mala suerte y
su torpeza, Lucas se asomó al vacío, desde uno de aquellos púlpitos de granito
con saeteras en forma de cruz. Abajo, en el suelo, en la rampa de acceso a la
puerta de la Estrella, estaba destrozado el demonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recordó todo lo que le había
dicho el demonio, por poco y absurdo que pareciese. Quizá aquello fuese lo que
pudiese salvar a Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Suspirando, con pereza,
Lucas guardó la pistola en el bolsillo y se dio la vuelta, para bajar de la
torre de granito. Las sirenas de la policía sonaban en la distancia, acercándose.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<b><span style="color: red;"><a href="file:///C:/Users/Fer/Desktop/%C3%81rbol%20Geneal%C3%B3gico.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: red;">[1]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a> </span></b><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif";">Desaparece niebla. Difumínate,
niebla malsana. Ven, luminosidad extrema, ilumina la niebla.</span><o:p></o:p></div>
</div>
</div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-65346395661415401702018-08-16T12:02:00.000+02:002018-08-16T12:02:03.782+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 22<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
22 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas comprobó que Sofía
estaba mejor (había dormido de un tirón toda la noche, cosa que no ocurría
desde hacía un par de semanas) y que el tratamiento estaba funcionando. Lucas
no sabía si su teoría era correcta o no (si la enfermedad estaba evitando que
las posesiones se completaran) pero Sofía no mostraba, por el momento, signos
de posesión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaban a tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se despidió de Sofía,
asegurándole que volvería en un par de días, para confirmar que estaba curada
del todo, y de Sandra, dejándola de nuevo de guardia (la hermana mayor todavía
tenía en su poder la pequeña roseta celta de plata). Después pasó a ver a los
patriarcas y se despidió de ellos, temporalmente: su coartada era que iba a
investigar ciertos aspectos del caso a Cáceres. Lucas dedujo que ningún
Carvajal Sande le había creído, que pensaron que aprovechaba que todo empezaba
a mejorar para irse de turismo a Cáceres, pero ninguno menos que don Felipe y
doña María Rosa. A Lucas le daba igual lo que pensaran: no le caían nada bien y
él estaba haciendo su trabajo. Iba a conseguir ayudar a la pequeña Sofía, y eso
era lo importante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante aquella corta visita
se libró de ver a Felipe Ernesto y a su mujer, pero coincidió con Carmen
Adelaida, que se alargó demasiado en su charla. Sin embargo, gracias a eso,
Lucas se enteró de que Luis Antonio iba a la mansión aquella noche y que
incluso la tía María Resurrección Sande Carpio iba a ir también. Del artista de
la familia no se sabía nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como Lucas no pensaba estar
aquella noche en la mansión Carvajal-Sande no le dio importancia a aquella
reunión. Se libraría de aquella cena, de ser el centro de atención otra vez y
de tanta charla insulsa y aburrida. Quería acabar cuanto antes con aquello, por
el bien de Sofía y por el suyo propio: le ponían enfermo aquellos aristócratas
de pacotilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus y él viajaron a
Cáceres, a bordo del Twingo. El viaje fue corto y tranquilo, gracias a las
buenas carreteras de Extremadura. Llegaron a la ciudad, buscaron aparcamiento
en la periferia, gracias a la conexión de internet del móvil de Lucas buscaron
y encontraron un hotel agradable y después echaron a andar hacia el centro
histórico y monumental de la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegaron a la Plaza Mayor,
larga y despejada. Desde ella subieron por la escalera que había la lado de la
Ermita de la Paz, la escalera que daba al arco de la Estrella. Aquel arco era
muy curioso, era una entrada de la muralla construida un poco torcida, en
“esviaje”, supuestamente para que los carros pudieran entrar fácilmente a la
ciudad, para poder girar mejor hacia la izquierda. Lucas y Atticus observaron
con curiosidad aquel detalle arquitectónico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminaron sin prisas hacia
la concatedral de Santa María, en la plaza del mismo nombre y desde allí se
orientaron para llegar al palacio de los Carvajal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Este palacio pertenecía a
la familia – explicó Lucas, cuando llegaron ante él. Era un palacio fortaleza,
como la mayoría de los que había en Cáceres. Era conocido por su torre circular
(quizá la única de la ciudad) y por su balcón en esquina, que daba a la calle,
casi sobre la puerta de entrada. Pudieron acceder al interior porque el palacio
ya no era privado: pertenecía a la Diputación Provincial de Cáceres, que había
instalado en su interior la sede del Patronato de Turismo, Artesanía y Cultura
Tradicional. En el recibidor de la entrada había instalada una maqueta de la
ciudad, con mucho detalle y muy bien realizada. También pudieron leer, en una
placa en la fachada y en un panel de información dentro del palacio ciertos
detalles del palacio y de la familia. Allí estaba relatada la leyenda de Pedro
y Diego Alonso de Carvajal, los hermanos que emplazaron a Fernando IV de
Castilla ante el demonio, la leyenda que el maestro Pizarro le había contado a
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Accedieron al patio interior
y después a unos jardines, en los que había una higuera centenaria, de tronco
retorcido y nudoso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué piensas? – le
preguntó Atticus, cuando Lucas se quedó pensativo delante de la higuera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Que aquí no hay nada que
nos indique si los Carvajal están malditos o no – comentó Lucas. – El palacio
está limpio de signos demoníacos o infernales. Lo que sabemos de su historia
bien pueden ser leyendas, así que no hay nada de la familia relacionado con
demonios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para asegurarse, antes de
salir del palacio, visitaron la estrecha y pequeña capilla, en el interior de
la torre circular. Todos los muros estaban decorados con frescos, muy
abarrotados, y Lucas dedicó un buen rato a buscar algún símbolo demoníaco, que
explicara la obsesión de un demonio con la joven Sofía, por ser Carvajal, pero
no halló nada. Lo más destacable era el escudo de la familia, con la banda ya
pintada de negro, a resultas de la muerte injusta de los dos hermanos Carvajal,
Pedro y Diego Alonso, en el siglo XV.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salieron de allí, admirados
por la riqueza histórica del lugar, pero decepcionados por no haber encontrado
nada que explicara la situación de la pobre Sofía. Buscando otra posible
teoría, callejearon por la cuesta de Aldana hasta llegar a la mansión de los
Sande, o casa del Águila, llamada así por el escudo de la familia, un águila
volante con una rama en el pico y el cordón de San Francisco en la bordura.
Allí tampoco hallaron nada y no pudieron entrar en la mansión porque no era
visitable. Sí pudieron admirar la torre al otro lado de la calle, cuadrada,
cubierta de hiedra. Aquella casa también había sido de la familia Sande (así seguía
conociéndose aquella torre cubierta de hiedra) pero la propiedad ahora era una
sala de fiestas y restaurante para bodas y otras celebraciones. Estaba claro
que las familias, otrora ricas y poderosas, sólo mantenían el nombre de antaño.
Poca cosa más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El día avanzaba, así que
salieron de nuevo a la Plaza Mayor, para buscar un restaurante donde comer.
Todo el costado porticado de la plaza estaba lleno de restaurantes, así que no
tuvieron problema. La curiosidad de todos aquellos soportales era que no eran
uniformes, sino que cada portal era de una forma y por tanto sus arcos y columnas
también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué esperabas encontrar?
– le preguntó Atticus, mientras se afanaba con su tabla de quesos extremeños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una confirmación de las
leyendas que había oído sobre los Carvajal – comentó Lucas, jugueteando con el
tenedor con su parrillada de verduras, sin comer. – Eso lo he hecho. Pero
quería ver el palacio, las antiguas posesiones de la familia, para ver si veía
algún rastro demoníaco. Alguna pista de que las invocaciones al demonio se
habían hecho aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué creías que se
habían hecho aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé, era sólo un tiro
a ciegas – Lucas se encogió de hombros. – Pero cuando Sofía sufrió el segundo
ataque o el segundo intento de posesión, el que yo vi, todos los Carvajal Sande
estaban presentes. Incluidos los criados. Nadie de aquellos pudo haber invocado
al demonio para que poseyera a Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y si es alguien externo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por eso quería conocer
todo lo que pudiera de la familia, aunque fuese en su origen más antiguo –
apuntó Lucas. –Ver quién podría querer hacerle algo así a la familia, o a Sofía
en particular.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus se quedó pensativo
un instante. Sus ojos bulbosos y amarillos brillaron durante un instante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero, ¿y si nadie invocó
al demonio? ¿Y si un demonio, por propia voluntad quiso poseer a Sofía? Como
los demonios de Anäziak, supongo que los conoces....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, he estudiado su
universo y sus leyendas – contestó Lucas. – Pero una cosa así sólo la puede
hacer uno de los grandes demonios. Y un gran demonio no se vería frenado por el
</span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">gorgodion semnpta</span></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus se llevó a la extraña
boca dos pedazos de queso y los paladeó con su larga lengua, como la de una
mosca. Lucas notó una sacudida en la despejada y escamosa frente del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>: imaginó que aquello, visto en
su “disfraz”, sería un fruncimiento de las cejas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Explícame toda tu teoría
otra vez, por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Alguien quiere poseer a
Sofía, creo que a ella sola, porque ningún otro Carvajal Sande ha sufrido esos
ataques. La niña era amiga del bosque, cuando era más pequeña, así que algún
agente del bosque, no sé de qué manera, anticipó la posesión, por eso lanzó el </span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">gorgodion</span></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> para proteger a la chica: una posesión
y el hechizo bosquífero competirían y la posesión no se llevaría a cabo. Sofía
estaría enferma, pero al menos protegida de la posesión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale – aceptó Atticus. –
¿Quién querría mandar a un demonio al interior de la niña? ¿Qué beneficio
sacaría de ello?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé – reconoció
Lucas. – Quizá es una venganza. Alguien quiere hacer daño a Felipe Carvajal o a
María Rosa Sande. Yo creo que más a esta última, porque el padre apenas hace
caso a la niña. En realidad le he visto hacer poco caso a casi todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pueden ir contra los
padres, es verdad – aceptó Atticus. – Si la madre sufre como me has contado,
eso repercutirá en el padre también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Puede ser – dijo Lucas,
por decir algo: tenía un bajo concepto del patriarca y no estaba muy seguro de
que la enfermedad de su hija le hubiese afectado. Estaba convencido de que
había sido doña María Rosa Sande quien le había persuadido (quizá obligado) a
llamarle y ponerle al frente de la investigación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y ahora qué hacemos? –
preguntó Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Visitar la ciudad. Buscar
algún rastro que nos ayude a dilucidar esto – dijo Lucas, suspirando. – Ir a
ver los sitios que nos han recomendado. Y si no encontramos nada, volvemos a la
mansión Carvajal-Sande. Buscaré pistas allí otra vez, aunque no sé qué puede
habérseme escapado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Terminaron la comida,
pagaron la cuenta y después volvieron al interior de las murallas, por la
puerta de la Estrella. Dieron una vuelta por la ciudad, visitando algunos
lugares turísticos, como la concatedral, la iglesia de San Mateo, la casa de
las Veletas o el barrio de San Antonio, antigua judería de la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había algunos rastros
ectoplásmicos en algunos sitios, pero aquello era habitual en todas partes.
Probablemente en Cáceres vivirían una docena de psíquicos (mentalistas,
telépatas, videntes....) y una treintena de corpóreos, escondidos a simple
vista pero sin intenciones malignas. Era normal que Lucas viese algún rastro de
todos ellos, pero no encontró ninguna marca demoníaca en las antiguas
posesiones de los Carvajal o de los Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Deambulaban por la iglesia
de San Francisco Javier y la impresionante escalinata de San Jorge (donde había
una hornacina con una imagen de bronce del santo, con el dragón moribundo a los
pies de su caballo) cuando Atticus se volvió hacia Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Vamos a la iglesia de
Santiago? – le propuso, recordando la recomendación de Francisco Pizarro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos – aceptó Lucas, que
estaba muy desilusionado. En aquellos momentos no comprendía cómo le había
parecido buena idea ir hasta allí, para buscar pistas en Cáceres. Después del
fracaso, le parecía una idea horrible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La iglesia de Santiago
estaba extramuros, así que salieron por la puerta de Coria (de la que en
realidad no quedaba rastro de ningún arco ni de ninguna puerta) y se acercaron
a la iglesia. Era pequeña y sencilla, aunque en su interior comprendieron la
apuesta que les había hecho el maestro: el escudo de los Carvajales, cruzado
por la banda, estaba por todas partes, tallado en los bancos, grabado en las
columnas, representado en el retablo (custodiado por querubines), forjado en el
soporte del atril del altar, en las cúpulas y bóvedas.... Había tantísimos que
Atticus y Lucas “jugaron” un rato a buscarlos todos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando se cansaron de contar
(y vieron que sería imposible recogerlos todos, siempre habría alguno que se
les escaparía) salieron de la iglesia y volvieron al interior de la muralla. Le
debían una cena al maestro (aunque Lucas no se imaginaba cómo se comportaría
aquel tipo tan extraño en un lugar tan social como un restaurante).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 26.95pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminaron por el interior de
la ciudad amurallada hasta la plaza de Santa María de nuevo y desde allí se
acercaron de nuevo a la plaza de San Jorge, donde se alzaba la iglesia de San
Francisco Javier. Desde luego era impresionante, con la escalinata delante y toda
la fachada encalada. Dos torres cuadradas entejadas custodiaban la entrada. Ya
habían visitado la iglesia antes, así que aquella segunda vez se quedaron en el
bar que Gerardo Moríñigo Cobo les había indicado. La plaza tenía espacio para
poner una terraza, pero en pleno invierno no había ni rastro de mesas, sillas o
sombrillas, así que entraron en el local y se acodaron en la barra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cenamos por aquí o
volvemos al hotel? – preguntó Atticus. Se había hecho de noche y el día había
avanzado rápidamente. – Eh, Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero el detective no le
estaba prestando atención. Miraba atentamente al exterior, a la plaza de San
Jorge. Había algo allí fuera que llamaba su atención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué pasa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ves a aquel tipejo que
está ahí fuera, apoyado en la fachada de enfrente? – indicó, sin mirar ni
señalar. Atticus se giró con disimulo y lanzó un vistazo rápido, asintiendo al
volverse de nuevo hacia la barra. – Creo que nos está vigilando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me suena....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A lo mejor lo has visto en
la iglesia de Santiago – dijo Lucas. – Estaba allí. Nos habrá seguido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Voy a preguntarle – dijo
Lucas, seguro de sí mismo, saliendo del bar. Su instinto le había alertado
contra aquel tipo, que por otro lado era mediocre y ordinario. No sabía qué
tendría que ver aquel tipejo con ellos, o si estaba relacionado con el caso que
se traían entre manos, pero estaba tan cansado y decepcionado consigo mismo que
necesitaba sentirse bien, aunque fuese por un momento. Quizá ahuyentar a aquel
alfeñique le serviría. – ¡Eh! ¡Tú! ¡¿Qué quieres?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El hombre apoyado en la
fachada de enfrente, encogido y arropado con una cazadora ligera, abrió los
ojos, haciéndose el sorprendido, pero sin estarlo realmente: Lucas pudo ver la
diferencia. No sabía qué era, pero todo su instinto le advertía sobre ese
individuo. ¿O era su “anomalía”?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Yo? – preguntó,
señalándose con las manos todavía dentro de los bolsillos de la cazadora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Deja de disimular – Lucas
hablaba con tono de matón. – Te he visto en la iglesia de Santiago y ahora te
tengo ahí fuera, vigilándome a mí y a mi amigo. ¿Qué quieres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El tipejo mantuvo su cara de
confusión, casi cara de estúpido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sé, no quiero nada. No
sé quién eres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues entonces lárgate, te
lo advierto. Es mejor para ti – amenazó Lucas, sintiéndose incómodo de repente.
Quizá se estaba pasando, se estaba equivocando. Al fin y al cabo estaba
confiando en una corazonada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo estoy aquí, en la
calle....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y por qué justo en esta
calle, delante del bar en el que estoy yo, después de habernos seguido desde
fuera de la muralla?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces el tipejo sonrió,
confiado. Se separó de la pared y sacó las manos de los bolsillos: al menos
estaban vacías, pensó Lucas. Sabía que no se había equivocado con aquel
extraño, y eso le reconfortaba. La parte de estar enfrentándose con un
desconocido que se permitía sonreír ya no le gustaba tanto....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué te hace tanta gracia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Que quien nos dijo dónde
encontraros no se equivocó – contestó, soberbio. – Y lo de separarnos ha funcionado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con las cejas señaló tras
Lucas y éste miró por encima del hombro, sin girarse, vigilando todavía al
tipejo de la calle. Saliendo del bar, empujado y sujetado por otro tipejo más
grande que el primero, venía Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me ha pillado desprevenido
– dijo Atticus, con su voz ligera y bromista, encogiéndose de hombros. Aquel gesto
lo hacía igual, con camuflaje y sin él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué queréis?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nos han mandado venir a
por vosotros – dijo el tipejo pequeño de la calle. – Y que nos encarguemos de
que no salgáis nunca de Cáceres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas miró a los dos,
alternativamente, sorprendido. Aquellos eran dos matones enviados para darles
matarile a Atticus y a él. Estaba acostumbrado a que aquello ocurriera con
entes, pero no con tipos reales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquello era nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero entonces Lucas se fijó
en algo que llevaba en un dedo, un anillo dorado con una piedra engastada, que
destacaba entre los finos dedos. Despacio, se giró para ver al matón grande y
comprobó que llevaba una joya parecida, esta vez una pulsera, también de oro y
con una piedra engastada. Aquel tipo de amuletos los había estudiado hacía años,
con un maestro de Italia, aunque nunca había visto ninguno. Por suerte, sabía
lo que eran.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Quitaos eso – ordenó,
aunque estaba en desventaja. Confiaba en la autoconfianza de los matones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Que tú te quites el anillo
y tu compadre la pulsera – ordenó de nuevo, claramente. – Vamos a vernos todos
tal cual somos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El tipejo pequeño sonrió,
todavía soberbio, aunque le habían descubierto. Confiando en su superioridad
(como había supuesto Lucas) se quitó el anillo. El matón grande que sujetaba a
Atticus hizo lo mismo con su pulsera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Inmediatamente los dos tipos
cambiaron. No se sacudieron o vibraron, como les ocurría a los poseídos:
simplemente se transformaron, deslizándose de una forma a otra. Lucas sonrió,
no divertido, pero cómodo: aquello ya le sonaba más. Los dos tipos no eran
tales: eran una pareja de demonios. Su piel se volvió dura, casi como rocosa, y
sus manos mostraban garras, en lugar de uñas. Habían perdido el pelo y lucían
cabezas calvas, brillantes, con pequeños cuernos en la frente. De sus bocas,
con picos parecidos a los de las tortugas, asomaban colmillos irregulares y
descolocados. El pequeño que estaba en la fachada de enfrente estaba lejos,
pero el grandote que sujetaba a Atticus (no lo había soltado ni durante la
transformación) estaba más cerca: pudo ver cómo sus ojos se volvían rojos y
dorados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquellos dos tipos eran
demonios camuflados por amuletos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">herêqs</i>,
pero ni siquiera así se habían librado de las sospechas de Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Genial – murmuró,
controlando a uno y a otro, uno delante y otro detrás de él, sintiéndose como
en el duelo final de “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El bueno, el feo y
el malo</i>”. Estaba asustado y nervioso, pero no podía evitar sentirse un poco
reconfortado, reafirmado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Habían ido allí siguiendo su
instinto para buscar signos y restos demoníacos, ¿verdad? Bueno, pues había
acertado y allí estaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De los más claros y
peligrosos que podían haber encontrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-39749519388207784472018-08-13T20:33:00.000+02:002018-08-13T20:33:19.008+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 21<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
21 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante el viaje de vuelta a
la provincia de Cáceres Lucas no le contó a Atticus la entrevista con el
general Muriel Maíllo. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>
sabía con quién se había reunido y lo que le había costado hacerlo, pero no le
preguntó qué había pasado ni qué habían hablado: no tenía curiosidad por ello.
Sabía que había sido un momento tenso para Lucas, así que no quería hacérselo
recordar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mantuvieron una charla
animada sobre el caso, sobre lo que sabían y lo que Lucas sospechaba. Atticus
estuvo de acuerdo con él y le dijo que le acompañaría a la ciudad de Cáceres si
al detective le parecía bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pasado ya el mediodía, a
primera hora de la tarde, llegaron a Cabezuela del Valle, donde Atticus pidió
bajar. No tenía intención de conocer a la familia Carvajal Sande y dejó que
Lucas fuese solo. Él esperaría en el pueblo a que regresase.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas condujo a la mansión,
por el camino de sobra conocido y dejó el coche en la dársena lateral, bajo el
tejadillo metálico. Hacía frío y había mucha humedad en el ambiente, así que se
puso la cazadora sobre el mono rojo, antes de salir al exterior y caminar hasta
la fachada de la mansión. Allí había tres coches lujosos aparcados: uno era el
Bentley de Felipe Carvajal y María Rosa Sande (el chófer con gorra de plato
estaba dentro, pero salió al ver a Lucas, solamente para mirarle mal, con
superioridad); otro era un Audi negro brillante, que Lucas asoció a Felipe
Ernesto Carvajal Sande, y el tercero era un BMW X6, que no conocía: podía ser
de Carmen Adelaida y su marido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes – saludó,
con recochineo, al chófer, que lo miró desdeñoso, escupiendo al suelo. Lucas
rio. – Muy sutil....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llamó a la puerta y esperó a
que Venancio le abriera. Saludó al mayordomo y éste por lo menos le contestó,
serio y hierático como siempre, pero al menos profesionalmente educado y
cordial. Le dejó la cazadora y fue a buscar a Sofía de inmediato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lucas, hola – le saludó la
chica, cuando entró en la sala de música, donde Venancio le había dicho que la
encontraría. Era una sala no muy grande del primer piso, en la que había
estanterías llenas de vinilos y cedés, con varios tipos de reproductores de
música, desde una gramola hasta una cadena de música de alta definición. Sofía
escuchaba un blues, no muy alto, mientras observaba un par de discos, sentada
en un sillón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya estoy de vuelta – dijo
innecesariamente, sentándose en otro sillón, frente a ella. – ¿Están tus padres
en casa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, estarán por ahí. ¿Por
qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He encontrado lo que
necesitábamos para curarte – le dijo, sintiéndose enormemente bien. – Es un
tratamiento con infusiones: quiero que empieces a tomarlo inmediatamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y con eso me pondré bien?
– dijo Sofía, inclinándose hacia adelante, mirando a Lucas con ojos admirados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dejaré de sufrir esos
ataques?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas vaciló un instante,
pero fue inapreciable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso espero – contestó, sin
involucrarse demasiado, pero sin decir la verdad. Aquel tratamiento era para el
</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">,
no para el supuesto demonio (o demonios) que trataban de poseer el cuerpo de
Sofía. Pero prefería no preocupar más a la familia. Esperaba poder hacerlo bien
y mientras Sofía se curaba de su hechizo bosquífero él daría con el demonio,
para eliminarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Pues vamos a buscar a mis
padres! – Sofía saltó del sillón, contenta. – Estoy deseando empezar a tomar lo
que sea que me has traído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sonrió y siguió a la chica
por los pasillos, mientras tiraba de su mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Oye, Sofía, ¿vas a menudo
al bosque?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Al de los Suspiros? No
mucho, aunque antes iba bastante. Me gustaba ir allí a jugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A jugar? – se sorprendió
Lucas, al recordar los peligros que había visto allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. Me quedaba en la linde
y jugaba a caballeros y princesas, a Robin Hood y cosas así. Siempre me han gustado
esas cosas – dijo, con una sonrisa un poco avergonzada. Lucas sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La princesa prometida</i>” es una de mis películas favoritas – comentó,
para tranquilizar un poco a Sofía, que le miró contenta. En realidad aquella
película era una de las favoritas de Patricia y él la había visto por ella: no
estaba mal, le había gustado mucho. Lo que le sorprendió mucho a Lucas fue que
recordar a Patricia de forma tan vívida no le importase, ni le entristeciese.
Quizá estaba superando el luto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es una peli guay –
coincidió Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cuándo fue la última vez
que fuiste al bosque? – Lucas se recondujo hacia el interrogatorio, mientras
seguía caminando con Sofía por el pasillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buff, no lo sé.... Igual
hace un año....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un año – repitió Lucas,
pensativo. No entendía, entonces, cómo había contraído Sofía el gorgodian
semnpta. La hipótesis que
se le ocurría era que había sido llevado hasta la habitación de Sofía por algún
agente del bosque, un Hada, un Trasgo o un Gnomo. Lo que no entendía el
detective era por qué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegaron al despacho de don
Felipe Carvajal Roelas, encontrándole allí. Saludó distraídamente a Lucas y le
pidió que se sentara. El detective preguntó por su esposa y don Felipe Carvajal
contestó que no sabía dónde estaba. Llamó a Tomé, uno de los criados, por un
interfono y le pidió que buscase a la señora Sande y la llevara a su despacho.
Al cabo de un par de minutos doña María Rosa Sande Carpio apareció en el
despacho de su marido, saludando afectuosamente al detective. Lucas pidió que
todos se sentaran y él quedó de pie, explicándoles que había conseguido un
tratamiento para ayudar a Sofía, para aliviarla del mal que le aquejaba. Los
progenitores se alegraron mucho, y Lucas supo que era porque pensaban que con
eso se libraría de los ataques del demonio: no era así, pero Lucas no les sacó
de su error. Al fin y al cabo Sofía mejoraría y él tenía un plan para librarle
de las posesiones, así que no hacía falta agobiar ni preocupar a los padres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuánto me alegro, señor
Barrios – dijo doña María Rosa Sande, aliviada y contenta. Casi tenía lágrimas
en los ojos. – Muchas gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, gracias, señor Barrios
– secundó don Felipe Carvajal, asintiendo con seriedad. – Ahora veo que lo que
le hemos pagado ha sido dinero bien gastado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no supo cómo contestar
a eso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Le acompañaré a las
cocinas, señor Barrios – invitó con la mano doña María Rosa Sande. – Así podrá
explicar a nuestros cocineros cómo es la infusión que debe tomar Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Doña María Rosa y Lucas
salieron del despacho del señor Carvajal Roelas, que pareció volver a su
trabajo como si nada. Sofía se quedó atrás y dejó que Lucas se fuera con su
madre. Los dos bajaron por la escalinata, a las cocinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He visto varios coches ahí
fuera, ¿están sus hijos aquí? – preguntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, han venido Felipito y
Carmen Adelaida – contestó la señora Sande Carpio, muy contenta. – No es normal
que estén por aquí entre semana, pero han buscado la forma de estar cerca de
Sofía. Yo misma hablé con todos y les conté que usted había descubierto lo que
le pasaba a su hermana pequeña y que pronto estaría aquí con el remedio. Todos
quisieron estar cerca de su hermana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y su hijo menor?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Luis Antonio? Vendrá
mañana: le ha sido imposible librarse de sus asuntos en la fraternidad....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya imagino – contestó
Lucas, fingiendo: seguía sin saber a qué se dedicaba el joven de la familia. –
Luego querría hablar con ellos, si no es molestia. Así podré explicarles de
primera mano lo que ocurre con su hermana Sofía y cómo va a curarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Oh! Eso sería excelente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegaron a las cocinas y
Lucas entregó los ingredientes a uno de los cocineros, explicándole cómo debía
hacer la infusión, según las indicaciones que le había dado a él Demetrio
Pastor de la Paz. El cocinero preparó una tetera en aquel mismo momento, con
María Rosa Sande y Lucas observándole, y después la sirvieron en una taza muy
fina, sobre un plato de porcelana con engastes de plata. Uno de los criados se
la subió a Sofía a la habitación, con la orden de la señora Sande de que la
niña debía tomársela toda. Lucas explicó al cocinero que Sofía debía tomar una
ración cada dos horas y que debía tener infusión hecha de sobra, siguiendo
aquellas indicaciones tan precisas. El cocinero parecía muy profesional y se
tomó muy en serio ayudar a la joven Sofía, así que Lucas salió de allí tranquilo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue a ver a Sofía a su
habitación, mientras se tomaba la infusión. La niña ponía caras raras al
tomarla y Lucas rio. Le dijo que la próxima taza la podía tomar con una cucharada
de miel y Sofía la aceptó con gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Con esto te vas a poner
mejor, ya verás – dijo Lucas: confiaba en Demetrio. – Y yo estaré por aquí para
ayudarte, descuida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía sonrió, poniéndose colorada.
Lucas no quería mentirle, pero tampoco decirle toda la verdad, así que con esa
frase un tanto ambigua le dejaba claro que iba a seguir trabajando para
ayudarla. Las infusiones eran sólo el primer paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas la dejó en su
habitación, mientras él bajó al gran salón, donde encontró a los otros tres
hermanos Carvajal Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes, señor
Barrios – le saludó Sandra Herminia, haciendo un poco de teatrillo: mantenía la
compostura y dejaba la familiaridad para ellos dos, a solas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes, detective –
saludó, muy grave, Felipe Ernesto Carvajal Sande, por entre el humo de su
cigarrillo. Lucas buscó a su rubísima mujer por allí y, al no verla, se quedó
más tranquilo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes – saludó
Carmen Adelaida, sonriente y agradable. Su marido estaba allí, hojeando un
periódico: saludó con un gesto a Lucas y (gracias al cielo) se quedó en su
rincón, en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes a todos –
saludó Lucas, de vuelta. – Me alegro de encontrarles a todos juntos, porque
quería hablar con ustedes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando supimos que estaba
en casa esperamos aquí a las noticias – comentó Sandra, sonriéndole. – Sabíamos
que se había reunido con nuestros padres y con Sofía, así que esperábamos sus
nuevas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Siéntense, por favor –
pidió Lucas. Frente a la chimenea había un sofá y tres sillones grandes, pero
en el otro extremo del salón había una mesa de madera pulida y brillante,
cubierta con candelabros de oro y cristalería fina. A su alrededor había sillas
elegantes, de madera oscura y tapizadas en terciopelo rojo: los tres hermanos
tomaron una silla cada uno y se sentaron, frente a Lucas, que permaneció de
pie. Enrique Corcuera de la Lama, el marido de Carmen Adelaida, se quedó
aparte, muy enfrascado en su periódico. – Verán, he estado investigando lo que
le ocurre a su hermana Sofía, y después de muchas pistas y vueltas, he
descubierto que se ve aquejada por una especie de enfermedad, contraída en el
Bosque de los Suspiros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿En el bosque? – se
sorprendió Carmen Adelaida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es. No estoy muy
seguro de cómo llegó el agente patógeno a la habitación de Sofía, y tampoco es
muy importante. Lo que importa es que gracias a mis investigaciones y a la
ayuda de unos cuantos colaboradores míos he descubierto la enfermedad y el
remedio para ella. Sofía ya está tomando el tratamiento, y según me han
asegurado, en un par de días se habrá repuesto por completo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es estupendo – dijo
Felipe Ernesto, sin modificar su rostro de pómulos marcados y hoyuelo en la
barbilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Maravilloso – dijo Carmen
Adelaida, emocionada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gran trabajo, detective –
dijo Sandra, sonriente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es mi trabajo. No les he
informado para recibir halagos: sólo quería que supieran que todo se estaba
arreglando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y se lo agradecemos –
asintió solemne Felipe Ernesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y....? – empezó a
preguntar Sandra Herminia, pero un gesto de Lucas la hizo callar al instante.
Sus hermanos no parecieron notarlo ni se extrañaron de que su hermana se
callara de repente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora, ruego me disculpen.
Llevo dos días de viajes, casi sin parar, y lo que necesito es descanso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde luego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se disculpe por eso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Le acompaño a la salida –
terció Sandra, poniéndose en pie. Lucas asintió, en agradecimiento, y después
se despidió de los otros dos Carvajal Sande, saliendo del gran salón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias, señor Barrios –
le dijo Carmen Adelaida, antes de que se fuese. Lucas sonrió, al ver la bondad
de la mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al llegar al otro lado de la
puerta Sandra se detuvo y <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas la imitó, al notarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Puedo preguntarle ahora
lo que quería preguntar ahí dentro? – sonó sarcástica. Lucas sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Adelante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué pasa con las
posesiones? El tratamiento que ha traído es para la enfermedad del bosque.
¿Pero los intentos de posesión?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creo que son dos cosas
distintas – explicó Lucas. Si a alguien iba a contarle la verdad era a Sandra
Herminia. Era la única con la que tenía confianza, de toda la familia. – Puede
que estén compitiendo una cosa con la otra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra reflexionó un
momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, si cura a Sofía
de la enfermedad del bosque....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Puede que las posesiones
ocurran del todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos se quedaron en
silencio, uno resignado y la otra horrorizada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -4.35pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero,
Lucas, no puede hacer eso – dijo Sandra, al fin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No voy a dejar que le ocurra
nada a Sofía – le confesó, agarrándole de las manos. – Pero lo primero es
curarle de su malestar. Tengo dos días hasta que esté restablecida del todo, en
los que no voy a estar ocioso: voy a buscar al demonio. Voy a averiguar de
dónde viene y eliminarlo antes de que vuelva a intentar poseer a Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Herminia lo miró con
esperanza, pero con dudas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y cómo va a hacer eso?
¿Dónde lo va a buscar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas le soltó las manos y
se encogió de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, en la mansión no he
encontrado señas de demonios ni de invocaciones – aceptó. – Así que había
pensado ir a investigar a Cáceres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A Cáceres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Al origen del clan
familiar. Allí todavía tienen posesiones, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya no. Hace años que esta
familia sólo tiene un nombre hidalgo, pero nada más – contestó Sandra, con
tristeza. Lucas se quedó un instante sorprendido: quizá fuese verdad lo que su
compañero de piso, el maestro Francisco Pizarro, le había contado. Quizá la
familia Carvajal Sande estaba arruinada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, pero he oído algo
sobre una maldición y algunas cosas de sus antepasados: quiero investigarlas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De verdad cree en
maldiciones y cosas así? – le preguntó Sandra, escéptica. Lucas soltó una
carcajada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De verdad me lo
pregunta?: en cosas como ésas se basa mi trabajo – bromeó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después trató de
tranquilizar a Sandra, le pidió que se asegurara de que Sofía tomaba las
infusiones (y de que se realizaban correctamente) y después se despidió de
ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al salir de la casa, en el
recibidor, cerca de la puerta, escuchó pasos de tacones a su espalda. Miró por
encima del hombro, con curiosidad, sin detener su paso, y al ver que Aliena le
observaba desde el amplio recibidor se detuvo en la puerta, con el picaporte en
la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La mujer de Felipe Ernesto,
rubísima, altísima, llena de curvas enfundadas en un vestido ceñido de
tirantes, le miró con lascivia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La propuesta sigue en pie
– dijo, con acento marcado. – Arriba hay habitaciones libres....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya, gracias, pero no creo
que me quede esta noche a dormir – respondió Lucas, queriendo sonar seguro y
tajante, pero notándose débil e inseguro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo no te proponía
dormir.... – contestó Aliena, jugueteando con una fina cadena de plata que
colgaba de su cuello. Le miraba como una fiera mira a su presa. Lucas tragó
saliva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo imagino, pero ahora
estoy intentando ayudar a Sofía – contestó, más dueño de sí. Aliena chistó con
la lengua, poniendo los ojos en blanco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esa niña no tiene
salvación – dijo, dándose la vuelta, mirando a Lucas por encima del hombro. –
Una pena que gaste sus energías en ella. Adiós, señor detective....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y después se alejó, con paso
lento, contoneando las caderas y el trasero. Lucas se preguntó si no estaría
siendo un estúpido al rechazar a semejante mujer, pero después entró en razón y
salió de la mansión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Magnífico Lucas. ¿Qué tal?
– le saludó desde la barra, nada más entrar en el bar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nada mal, la verdad –
contestó, a pesar de las dudas. Lo cierto era que se sentía a gusto cuando
estaba frente a Gerardo Moríñigo Cobo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había conducido de regreso a
Cabezuela del Valle y aparcado frente al bar y apartamentos “Prado del abuelo”.
Allí sabía que se iba a encontrar con Atticus (antes de ir a la mansión había
quedado con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> que se verían
allí a su vuelta) y podría ver al camarero, al que hacía días que no visitaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué quieres tomar? – le
preguntó, cuando llegó a la barra y le chocó la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una cerveza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Marchando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué tal ha ido? –
preguntó Atticus, que estaba sentado en un taburete, con un vaso de un líquido
ambarino, el mismo que le había visto beber en su bar, cuando se conocieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Nadie ha preguntado por
las posesiones?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo la hermana mayor –
contestó Lucas. – Es la única que sabe todo lo que está pasando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tu mujer de confianza en
la familia – bromeó Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Algo así....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Gerardo Moríñigo llegó en
ese momento, con una cerveza estupenda. Lucas le dio un trago, nada más llegar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aquí tu amigo me ha dicho
que te vuelves a marchar. No paras, ¿eh?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, cosas del trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has terminado lo que
tenías que hacer con los Carvajal? – preguntó el camarero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Casi. En realidad me voy
para acabar con unos cuantos flecos sueltos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A Cáceres? – preguntó
Gerardo, dejando claro que Atticus y él habían hablado largo y tendido. Sólo
esperaba que el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> no hubiese
dado demasiados detalles: el camarero no sabía que era un detective paranormal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A Cáceres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues no dejes de visitar,
si te deja el trabajo, la iglesia de San Francisco Javier – le recomendó el
camarero. – Es impresionante, con la escalinata de San Jorge delante. Hay un
bar allí muy bueno, tómate algo a mi salud, que hace mucho que no voy por
Cáceres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso haré.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso haremos – secundó
Atticus, alzando su vaso. Gerardo buscó un botellín que tenía abierto por allí
y brindó con los dos compañeros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas y Atticus estuvieron
toda la tarde en el bar con Gerardo Moríñigo Cobo, intercambiando charlas y
bromas. Cerca de las ocho de la noche Lucas volvió a la mansión Carvajal-Sande,
para ver cómo evolucionaba Sofía. Su mejora era evidente: no tenía ya ojeras,
su piel parecía más sana y sonreía más, pues decía que se sentía mejor de la
cabeza. Lucas deseó que aquello siguiese así y le animó a que siguiese tomando
las infusiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Charló con Sandra, de forma
amistosa, con los padres de Sofía de forma solemne y con Carmen Adelaida y
Felipe Ernesto de forma banal. Esquivó de nuevo a Enrique Corcuera (que estaba
demasiado entretenido con su teléfono móvil para darle la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chapa</i>) y a Aliena (aunque le lanzó una mirada de deseo y un beso
silencioso desde lejos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A quien no pudo esquivar,
cuando ya salía de la mansión, fue al inefable Rafael María Rodríguez Sande,
que le cortó el paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señor detective, no te
vayas todavía que tengo una cosa para ti – le dijo, pasándole un brazo escuchimizado
por los hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas le miró, con una
sonrisa y una mueca, quedándose en el sitio. El artista de la familia
desapareció por una de las salas cercanas al amplio recibidor y al cabo de unos
instantes regresó, cargado con un cuadro enmarcado, de un metro de ancho por
metro y medio de alto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aquí está tu retrato – dijo,
orgulloso, dándole la vuelta para que Lucas pudiera verlo. En el cuadro sólo
había pintado un triángulo de color rojo sobre un fondo de color crema. La
sombra del triángulo sobre el supuesto suelo era el único detalle de la pintura
y el otro único detalle de color. – Estaba el otro día en casa de unos colegas,
pasando el viaje lo mejor que podíamos, cuando me vino la idea. Allí mismo me
puse a pintar, con el material de mi amigo. Lo he terminado ayer mismo. ¿Te
gusta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas pensó durante un
segundo qué contestar y al final fue su naturalidad la que llevó las riendas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Es un retrato? ¿Y dónde
estoy yo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aquí – Rafael María se
asomó por encima del cuadro y señaló al triángulo rojo. – Es abstracto, no es
una representación realista, es más una metáfora, una representación de lo que
sugieres, de lo que eres, más que cómo eres....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya veo, ya.... – comentó
Lucas, por decir algo, atónito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Para ti, hombre, y no me
pagues nada. Es un regalo – dijo Rafael María, sonriente, con cara alelada.
Estaba bajo los efectos de alguna droga, evidentemente, pero Lucas creía que
aun estando sobrio seguiría creyendo que aquello era un gran regalo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias – dijo
Lucas, cogiendo el gran cuadro, saliendo de la mansión y dirigiéndose a su
coche, aguantándose las carcajadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después volvió a la casa del
maestro, que le recibió con cierta lasitud, como si no hubiese estado fuera
casi dos días. A Francisco Pizarro Huete no le importó que Lucas compartiera su
habitación con Atticus y cenó en silencio con ellos dos. Lucas imaginó que el
maestro había supuesto que eran pareja, pero no se molestó en sacarle de su
error. La verdad es que no le importaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A la mañana siguiente,
mientras Lucas y Atticus se preparaban para el viaje (pensaban pasar antes por
la mansión, para que el detective observase cómo evolucionaba Sofía), Francisco
Pizarro se preparaba para ir a la escuela. Desayunó rápidamente mientras los
otros dos comían con tranquilidad y después se despidió para salir de allí con
prisa. Sin embargo, se detuvo en la puerta antes de irse, volviendo a la cocina
pensativo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Anoche me dijo que se iban
– dijo, sin ser pregunta, al aparecer en el vano de la puerta. – A Cáceres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El maestro asintió, con
tranquilidad, como si de repente no llegase tarde al trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No tendrá que ver este
viaje con lo que hablamos hace días? ¿Con las leyendas sobre la familia
Carvajal?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro que sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues tenga cuidado. No me
gusta nada dónde se está metiendo.... – comentó, sorprendiendo a Lucas, pues
era la primera vez que Francisco Pizarro Huete parecía interesarse por él, más
allá que como una curiosidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué lo dice?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro arrugó el
gesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La familia Carvajal es
complicada, como ya le dije. Y va usted al origen de todo. Yo iría con cuidado:
pueden ser muy suyos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tendremos cuidado –
contestó Lucas, advertido pero tomándoselo a broma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ah! Y no deje de visitar
la iglesia de Santiago – le dijo el maestro, antes de volver a alejarse por el
pasillo, a la puerta de salida. – Si es capaz de contar todos los escudos de
los Carvajales que hay le invito a una cena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Lleva invitándome a cenar
desde que llegué aquí! – bromeó Lucas, pero el maestro ya se había dado la
vuelta y no le contestó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-34028370984800012202018-08-10T00:27:00.000+02:002018-08-10T00:27:42.118+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 20<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">- 20 -</span></b><b style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas dejó a Atticus en su
casa. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> dijo que lo
esperaría allí, hasta que volviese. En cuanto terminase su encuentro con el
general Muriel Maíllo y el desconocido pensaban irse directamente a la mansión
de los Carvajal, para poner a Sofía bajo el tratamiento de Demetrio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus había decidido
seguir con Lucas, siempre que él quisiese, y al detective no le molestaba su
presencia. Sólo si hacía un gran esfuerzo veía a Atticus con el “disfraz” que
invocaba para que los humanos no le vieran su verdadera forma, pero era un
esfuerzo demasiado grande y se había acostumbrado ya a la forma real de su
compañero, así que no se molestaba ya por hacerlo. Atticus era un monstruo
bastante desagradable, pero su personalidad era tan simpática y amable que
Lucas había aprendido a mirarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> se había cuidado mucho de comentar nada de la cena de la
noche anterior, que había terminado mucho más tranquila que durante su momento
álgido y tenso. La conversación había sido más llevadera e incluso habían
bromeado, pero sin volver a hablar del general ni del trabajo de Lucas. Éste
había agradecido la vuelta a casa charlando con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>, hablando de naderías. Imaginaba que su compañero estaba
interesado en su historia, pero era suficientemente educado para no preguntar
por ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas llegó al punto de
encuentro, un restaurante al borde del Retiro, con una pared entera de
ventanales, desde los que se podían ver el lateral del parque. A aquellas horas
de la mañana había gente tomando un desayuno continental, en algunas mesas,
pero la mayoría de los allí reunidos estaban en la zona de la cafetería,
tomando cafés e infusiones, todos preparándose para el trabajo o reunidos allí
mismo. Todo el mundo vestía de traje o de forma elegante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El general había elegido
aquel lugar porque era un sitio típico de reuniones, aunque pareciese extraño.
Había mucha gente que lo utilizaba para quedar con algún cliente a primera hora
de la mañana, o para realizar encuentros entre compañeros, mientras se
desayunaba. Lucas, además, intuyó otra cosa: aquel restaurante estaba lejos de
la ubicación de la agencia, detalle quizá dedicado a él (lo dudaba mucho), o
más seguramente para no llevar al desconocido cerca de la agencia. Aquello hizo
sospechar a Lucas hasta qué punto se conocían el general Muriel Maíllo y ese
tal Zardino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas pensaba irse a la
mansión Carvajal-Sande nada más terminar aquella reunión (después de recoger a
Atticus de su casa) así que fue vestido con su mono rojo y con su mochila
preparada a la espalda. El corte de la manga izquierda estaba remendado, pero
era evidente. No sólo por ese remiendo llamó la atención, cuando entró en la
cafetería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El general Muriel Maíllo
estaba sentado de frente a la puerta, en una de las mesas pegadas al ventanal
que daba al parque. Nada más entrar en la cafetería le hizo un gesto para que
le viera y se acercara. En su camino hasta la mesa, todos los clientes de la
cafetería (vestidos con trajes y corbatas, con faldas sobrias y chaquetas
elegantes) se volvieron a mirarle, sorprendidos (Lucas se sintió victorioso al
ver incluso caras de indignación). Lo curioso era que, muy probablemente, Lucas
tenía más dinero que la mitad de aquella gente, pero a él le daba igual cómo
vestía cada cual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lucas, bienvenido. Me
alegro de verte – dijo el general, poniéndose en pie, cuando llegó a la mesa.
Hizo amago de abrazarle, pero Lucas se inclinó ligeramente hacia atrás, con
mucha discreción, y le tendió la mano, que se estrecharon. En favor del
general, Lucas tuvo que reconocer que no había puesto ninguna mueca ni le había
mirado raro por su vestimenta, al verle entrar. – Éste es Darío M. Zardino, el
hombre que quería conocerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas lo había visto de
espaldas al dirigirse a la mesa, pero ahora de frente se quedó un instante sin
respiración, atónito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba claro que aquel era
un ente, un corpóreo. Lucas apostaba por una especie de demonio o Trasgo,
aunque sin poder afinar mucho más. Sin embargo, y por eso se quedó fuera de
sitio un instante, delante de él tenía a un hombre apuesto y vestido elegantemente.
Era alto y delgado, aunque los hombros le oprimían la chaqueta. Tenía el rostro
anguloso y estirado, con los pómulos muy marcados, la nariz ganchuda y la
barbilla picuda, embellecida con una perilla muy bien recortada y cuidada. El
pelo, brillante aunque un poco grasiento, lo llevaba sujeto en una coleta,
tirante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un placer, señor Barrios –
le dijo, con una voz muy bien modulada, estrechándole una mano estrecha y
nudosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no tenía duda de que
delante de él tenía un ente, un corpóreo, pero aquel ser era capaz de seguir
camuflado delante de él. No podía ver su verdadero aspecto, aunque era capaz de
notarlo: al fin y al cabo, su “anomalía” no era sólo visual. Por eso era tan buen
detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Excelente – dijo Darío M.
Zardino (Lucas estaba seguro de que ése no era su verdadero nombre) al observar
al detective, valorándolo, examinando sus dimensiones y también su mono rojo de
trabajo. Pareció gustarle. – Siéntese por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas así lo hizo, sin dejar
de mirarle, notando cierta discordancia. Era como si al moverse aquel individuo
sufriese fallos de continuidad: aquélla era la manera que tenía Lucas de verle,
por su “anomalía”. Aquélla fue la prueba definitiva de que estaba ante un ente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Él no lo sabe – apuntó
Zardino, señalando al general, con una sonrisa gamberra en el anguloso y
estrecho rostro. Lucas pudo ver sus dientes irregulares y descolocados, dándose
cuenta de que el ente sabía que él sabía que era un ente. – Y mantengámosle en
la ignorancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Me he perdido algo? –
preguntó el general, con su grave pero juvenil voz. Parecía molesto, aunque no
demasiado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se preocupe, general,
es sólo algo entre investigadores de lo oculto – contestó el desconocido, con
ademanes lentos de las manos. Lucas lo observó y supo que cualquier cosa que
aquel ente dijese sonaría a mentira y a sarcasmo. – Por supuesto, usted también
lo es, de alguna manera, pero el detective Barrios me entenderá mejor, ¿no es
así?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Darío M. Zardino se había dirigido
a Lucas, con una sonrisa demasiado irónica, de dientes descolocados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo Lucas – contestó, en
realidad no muy seguro de que aquel desconocido se mereciese aquella
familiaridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así será, pues.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó un camarero, para ver
qué quería Lucas. Aunque la sorpresa y el aturdimiento merecían un lingotazo de
whisky, para despejarse, recordó a tiempo que dentro de nada iba a conducir,
así que pidió un café solo largo, sin azúcar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El señor Zardino se ha
tomado muchas molestias para ponerse en contacto conmigo – contó el general, mirando
a Lucas, a su lado. Éste pudo comprobar que el general, un par de veces que
miró al desconocido, no se fiaba demasiado de aquel tipo. Sin embargo, había
accedido a sus peticiones. Eso indicaba que, o bien el tal Zardino era muy
importante, o bien era muy peligroso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es. Quería conocerle a
usted personalmente, Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y por qué no me llamó por
teléfono? – preguntó, mirándole con suspicacia. – Aparece en mi página web.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Podía haberlo hecho, pero
quería que usted viera que esto es muy importante, no un caso más. Yo no soy un
cliente cualquiera....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya – asintió Lucas. Estaba
claro que aquel cretino era un ente que se creía muy importante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me ha entendido –
sonrió Zardino, demasiado abiertamente: Lucas sólo pudo ver ironía en aquella
sonrisa. Y cierta malevolencia. – No soy alguien importantísimo ni famoso. Pero
lo que me ocurre es algo muy grave que necesita de un profesional para
resolverlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De qué se trata? –
preguntó Lucas. En aquel momento llegó el camarero y los tres clientes
guardaron silencio, esperando que sirviera a Lucas y se marchase. El detective
aprovechó para mirar al general, observando su reacción, pero éste le devolvió
una mirada de desconocimiento: el general Muriel Maíllo sabía poco o nada de lo
que iba todo aquello. Sólo le faltó levantar los hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Verá, en realidad es algo
muy sencillo, aunque es algo que yo no puedo hacer – sonrió de nuevo Zardino,
no sólo con los labios finos sino con los ojos. Aún sin poder verlos, Lucas
estaba convencido de que eran amarillos, en realidad. – Necesito a un buen
investigador paranormal que lo haga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Usted dirá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Existe un lugar, una zona
en este país que es muy permeable a otras dimensiones – explicó Zardino. – Es
una zona ciertamente peligrosa, pero no mucho más que el brocal de un pozo que
está a ras de suelo o una estantería que está mal atornillada a la pared.
Cualquiera que sea un profesional de lo paranormal puede actuar allí sin graves
perjuicios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Supongo que quiere que
vaya allí para algo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, aunque no es necesario
que le dé los detalles ahora mismo – dijo Zardino. – Tan sólo querría que
entrara usted allí y que enviara un mensaje: un lugar tan permeable entre
universos es un sitio estupendo para hacer llegar mensajes que de otra manera
no podrían enviarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quiere que haga de
mensajero? – Lucas alzó una ceja, desconfiado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Si quiere verse de una
manera tan mediocre, no seré yo quien menoscabe su intención – Zardino hizo una
mueca de humildad. – Creo más bien que lo que necesito de usted es que sea el
heraldo de un mensaje importante, al menos para mí. Yo no tengo la capacidad
para enviarlo, así que le elijo a usted, por sus habilidades avanzadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aguantó los halagos
con estoicismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que usted me da un
mensaje, yo voy a un sitio concreto y lo envío, ¿es eso? – preguntó Lucas, esta
vez sin ánimo de simplificar la tarea, solamente quería aclararse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es más exactamente que yo
le recitaré un mensaje, usted lo custodiará hasta el lugar adecuado y lo
verterá allí, para que llegue a la dimensión adecuada – dijo Zardino, con cara
seria pero con voz y ojos bromistas. – Pero sí, ha dado en el clavo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué gano yo a cambio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, un pago
sustancioso, créame – rio Darío M. Zardino, y aquella vez Lucas casi pudo ver
sus rasgos reales, pues los poderes del ente parecieron relajarse. Fue un
segundo y no una transformación completa, pero sirvió para que Lucas estuviera
más alerta. – Y la seguridad de que el general Muriel Maíllo, o cualquier
agente de la agencia, no volverá a intentar reclutarle, de ninguna manera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se volvió a mirar al
general Muriel Maíllo, sorprendido. Aquello no se lo había esperado, ni podía
imaginar que el general hubiese accedido a aquello. Llevaba años intentando
reclutarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es totalmente cierto –
aseguró el general, cuando vio que Lucas lo miraba con sorpresa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿En serio? ¿Y cómo va a
renunciar a eso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El general y yo hemos
llegado a otro acuerdo, por nuestra cuenta – apuntó Darío M. Zardino. – No
viene al caso. Lo importante es que ésas son las condiciones. Cuando tenga
preparado el mensaje y las circunstancias sean adecuadas para su envío, me
pondré en contacto con usted, para darle las indicaciones. Además, el pago se
realizará en esos momentos. ¿Qué dice, Lucas? ¿Acepta mi oferta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas permaneció unos
instantes en silencio. Parecía un trabajo sencillo, pero allí había gato
encerrado. El ente oculto que ni siquiera él podía ver, el acuerdo del general
de no volver a molestarle con que se uniese a la ACPEX, la generosa oferta
económica.... Había demasiadas cosas que olían a ectoplasma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Los hombres y mujeres de
la agencia no le parecieron adecuados para este trabajo? – preguntó Lucas, sin
contestar, para ganar tiempo. Le parecía extraño que aquel ente hubiese estado
interesado en la agencia y al final se hubiese decantado por un detective
privado, en lugar de tratar con el general y sus agentes. Al final, la única
ayuda que había solicitado de la ACPEX había sido que le pusieran en contacto
con él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estuve muy interesado en
la agencia, no hace mucho tiempo, pero mientras la estudiaba, para ver si sus
agentes eran adecuados para mis necesidades, le conocí a usted. Supe de su
existencia – explicó Zardino, con sus interminables movimientos de manos,
lentos, fluidos. – Por cierto, gran trabajo en Salamanca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias – contestó tenso,
manteniendo cara de póker cuando el tal Zardino le guiñó un ojo, cómplice.
Desde luego, no le gustaba ese tipo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una vez que di con usted,
supe que era el adecuado. Pero no quería llamarle como cualquier cliente
vulgar: dado que supe que tenía cierta relación con el general y con la
agencia, decidí que ésta era la mejor manera de conocernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así fue – el general Muriel
Maíllo le miró atentamente. Lucas le mantuvo la mirada: estaba muy claro que el
general no se fiaba de aquel tipo. ¿Por qué entonces había accedido a aquel
encuentro y a aquellas condiciones? Según su madre, el general se preocupaba
mucho por él y su hermana, no le parecía normal que le pusiera en contacto con
un tipo del que no se fiaba. Lucas se preguntó qué deudas tendría el general
con aquel ente, para haber accedido a aquellas condiciones del contrato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien. Entonces....
¿acepta mi caso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas observó atentamente a
Darío M. Zardino, intentando obligar a su “anomalía” a mostrarle tal y como
era, sin conseguirlo. Sólo consiguió ver aquella discordancia, como una imagen
desenfocada, vibrante. Suspiró, confundido. En realidad, tenía mucho que ganar,
con aquel contrato. Lo que le preocupaba era lo que podía perder: estaba seguro
de que había algo y que aquel tipo lo había escondido muy bien, para que no lo
supiera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Espero a que usted se
ponga en contacto conmigo, me da el mensaje que quiere enviar, voy al lugar que
usted me indica y allí lo envío por una especie de portal interdimensional. ¿Es
así?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No hay nada más?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nada más. Usted hace eso y
todos tan contentos. Sobre todo yo – agregó, con una sonrisa amplia. Lucas no
se fiaba de aquella sonrisa: muchas almas se habían perdido por ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Suspiró una vez más. Tenía
temores de que aquello pudiese ser una trampa, pero lo cierto era que aquel
tipejo le despertaba la curiosidad. Tenía que tratar de averiguar quién era
realmente, y todo lo que pudiese haber relacionado con él, y para hacerlo con
mayor facilidad debería estar en contacto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Acepto – asintió,
manteniendo la cautela, aunque aparentando seguridad. Zardino asintió también,
y ninguno de los dos fue testigo de la cara del general Muriel Maíllo, pesarosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien. Me alegro de que
nuestro encuentro haya sido satisfactorio y fructífero – sonrió Zardino, aunque
esta vez mucho más moderadamente. Parecía un hombre de negocios contento, nada
más. – Y ahora ruego me disculpen: he de atender otros asuntos y ya me he
entretenido demasiado aquí. Me alegro de su decisión, señor Barrios.... Lucas. General
Muriel Maíllo, de esta manera quedamos en paz. Puede descansar. Seguiremos en
contacto, Lucas. Nos veremos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estrechó las dos manos, se
puso el sombrero y, con el bastón en la mano, sin apoyarlo en el suelo, salió
con energía de la cafetería. Anduvo por la acera y cuando se perdió de vista
desde el interior dio un salto cósmico y cambió de dimensión: ni el general ni
Lucas lo vieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo se ha dejado mezclar
con este individuo? – preguntó Lucas, más preocupado en aquel momento por
satisfacer su curiosidad que por el trato que acababa de hacer. – ¿Sabe que es
un ente?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El general Muriel Maíllo lo
miró fijamente, serio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí lo sé. Algunos de
nuestros aparatos registraron actividad paranormal a su alrededor, pero no
logramos ver su verdadera naturaleza. ¿Tú lo has visto? ¿Qué es?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas negó con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No he podido verlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es muy extraño.... y
quizá inquietante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué hizo tratos con
él? – preguntó Lucas. – ¿Por qué accedió a presentarnos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué lo has hecho tú?
– le recriminó el general. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después bajó la mirada. – No tuve más
remedio que hacerlo. Vino con cierta información que nos venía muy bien, aunque
nunca supimos de dónde podía haberla sacado. Además, sentí cierta....
curiosidad. Una especie de necesidad de ponerme de acuerdo con él. No sabría
explicarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es necesario – apuntó
Lucas, en voz baja: acababa de sentir lo mismo que había descrito el general.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Has hecho un trato con
él....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, pero tengo tiempo
hasta que se ponga en contacto conmigo para investigarle y averiguar todo lo
que pueda sobre él. Seguramente Darío M. Zardino sea sólo un alias, pero por
ahí se puede empezar a tirar del hilo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde la agencia podemos
ayudarte con eso....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creí que había aceptado
dejar de tener contacto conmigo – dijo Lucas, mirando de nuevo al general,
girándose en el asiento, sintiéndose un poco superior y liberado al decirlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Está bien, lo que
consigamos averiguar te lo haremos llegar a través de tu madre.... – aceptó el
general.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Déjela fuera de esto, por
favor – suplicó Lucas, poniéndose en pie, dejando unas monedas sobre la mesa.
Al incorporarse la gente de la cafetería volvió a mirarle, agitados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A dónde vas ahora? – le
preguntó el general Muriel Maíllo, sin contestar a Lucas. Éste se dio cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo trabajo – contestó,
con una mueca, saliendo de la cafetería. En cuanto pisó la calle sacó su
teléfono del bolsillo y llamó a su amigo el inspector Amodeo. En seguida lo
cogió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lucas, ¿qué tal estás?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todo bien – contestó
automáticamente, sin pensarlo, aunque en realidad no se alejaba mucho de la
verdad. – ¿Y tú?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Trabajando, no sé si bien
o mal.... – bromeó el policía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo también estoy
trabajando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De verdad? Rediós, cómo
me alegro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por eso te llamaba, porque
necesito tu ayuda para un caso – pidió Lucas, a medias ateniéndose a la verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo que necesites....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Necesito que me des
información de un tal Darío M. Zardino. Antecedentes, historial, posibles
alias, cómplices.... Todo lo que encuentres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Dame un tiempo y me pongo
con ello – respondió el inspector.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Descuida, no hay prisa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Intercambiaron unas cuantas
palabras más, con camaradería y cariño y después se despidieron, prometiendo el
inspector que iría a verle a Madrid en las próximas vacaciones de Navidad. El
detective le contó que había planes en marcha para una fiesta en Nochevieja, el
inspector de policía se apuntó, quedaron en verse y después Lucas colgó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Inmediatamente sus
pensamientos volvieron a Atticus, Sofía, Sandra Herminia, los ingredientes del
tratamiento y el esquivo demonio que trataba de poseer a la muchacha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Darío M. Zardino (o como se
llamase) se quedó en un rincón de su memoria, para recuperarlo más adelante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-22169242608210361872018-08-06T10:13:00.000+02:002018-08-06T10:13:50.518+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 19<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
19 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas le explicó claramente
a Atticus que no podía llevarle de vuelta a su ciudad de Salamanca, porque
tenía que volver inmediatamente a Madrid y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> no tuvo reparos. Le dijo a Lucas que, mientras no le
importunase, a él no le importaba acompañarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas tuvo que reconocerse
que se sentía a gusto con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>,
a pesar de ver su verdadera forma y su verdadero rostro. Normalmente, cuando
veía a un ente sobrenatural por la calle, se ponía tenso e incómodo. Sobre todo
ocurría con los espectros (trauma directo de lo que le había ocurrido a su
padre, no se engañaba), pero también se sentía incómodo cuando veía a los
demonios que habían poseído a algún inocente o a los corpóreos que se ocultaban
a simple vista (los que tenían capacidad para ello). Utilizaba su “anomalía”,
claro que sí, y gracias a ella había montado aquel trabajo de detective, pero
eso no significaba que se sintiera cómodo con lo que veía gracias a ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, Atticus era tan
agradable y tan simpático, a pesar de su repulsiva imagen (la que sólo Lucas
podía ver), que había vencido sus traumas y se había acostumbrado al aspecto
del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>. Seguía siendo horrible,
pero Lucas por lo menos había aprendido a que no le importara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando llegaron a Madrid
Lucas aparcó cerca de su casa. No sabía si Atticus conocía la ciudad o se
sabría orientar en ella (al fin y al cabo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> había elegido una pequeña ciudad en la provincia de
Salamanca para esconderse, quizá porque no le gustaban las ciudades grandes)
pero pensó en el mejor lugar para dejar el coche y después se preocupó de
ayudar a su acompañante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mañana tengo una cita con
el general Muriel Maíllo – le explicó, sin poder ocultar su malestar por ello.
– Hoy pensaba cenar con mi madre y mi hermana. No querría dejarte solo, pero
comprendo que mañana no vengas conmigo para que el general no te conozca,
aunque ya sepa de ti.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hay problema: te
esperaré. Y esta noche, por supuesto, reúnete con tu familia: no quiero
entrometerme. Ya me las arreglaré por mi cuenta....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has estado alguna vez en
Madrid?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus negó con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una vez, pero muy poco
tiempo. Lo justo para pasar la noche: venía desde el sur y buscaba un lugar más
al norte para asentarme. En la ciudad había un dictador, o algo así, y no me
quedé mucho tiempo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó con la boca
abierta. ¿Cuánto tiempo llevaba Atticus en aquella dimensión? No quiso
preguntar nada y siguió caminando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esta noche te puedes
quedar en mi casa a dormir, y mañana me puedes esperar en casa hasta que vuelva
de mi cita con el general – dijo Lucas, mientras caminaba por la acera, seguido
de Atticus, de camino a su casa. Al menos Lucas pensaba que volvería de su cita
con el general y con ese tal Zardino: no estaba seguro de qué iba a ir aquello.
– Pero esta noche te vienes a cenar conmigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, hombre, no quiero
molestar....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No creo que molestes,
siempre que mantengas tu camuflaje activado – bromeó Lucas. – Lo que no puedo
hacer es dejar a un forastero como tú solo por ahí. Me da la impresión de que
tendría que salir a buscarte de todas formas, así que mejor te tengo cerca....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Oye!! – se ofendió
Atticus, medio en serio medio en broma. – ¿Tú crees que un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> que ha viajado por multitud de mundos puede perderse en
esta ciudad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sé cómo serán esos
mundos, pero creo que tú te perderías aquí – contestó, riendo. – Además, a mi
madre le encantará conocerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ella sabe....?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A lo que me dedico? Claro
que sí. Mi padre fue agente de la ACPEX y aunque hubiese querido ocultarle mi
trabajo, lo habría acabado descubriendo: menuda es ella....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Subieron al piso de Lucas y
se asearon (Lucas en la ducha y Atticus en la cocina: no quiso preguntar).
Después Lucas llamó a su madre para decirle que estaba en Madrid aquella noche
y que podían cenar juntos si quería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Pues claro que sí!! – se
alegró doña Margarita. – Ahora mismo aviso a Yolanda, para que venga también
ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Genial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ya has terminado aquel
trabajo en Cáceres? ¿Cómo ha ido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No he terminado todavía,
pero estaba de paso por aquí mientras aclaraba algunas cosas y conseguía otras
para terminarlo – dijo Lucas, sin entrar en detalles. No quería que su madre
supiera que iba a ver al general Muriel Maíllo al día siguiente, porque ella sí
se llevaba bien con él y mantenía el contacto, en recuerdo de su marido. –
Estoy con un hombre importante para la resolución del caso y quería llevarle a la
cena. No hay problema, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro que no. Así nos
podrás contar esta noche con él cómo va el caso....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A las nueve en mi casa? –
propuso doña Margarita, que debió de mirar al reloj después de decirlo. – ¡Uy!
¡Si sólo quedan tres horas! Voy a ponerme ahora mismo con la cena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mamá, no te agobies. Haz
algo sencillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, claro, traes a un
invitado y le voy a dar de cenar tortilla de patatas – dijo su madre, con voz
de queja. – Si es que....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Te veo a la noche – rio
Lucas, lanzándole un beso y colgando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya te he dicho que si va a
ser un problema.... – le dijo Atticus, apurado, que no había espiado la
conversación pero había visto hablar a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tranquilo, no hay ningún
problema. A mi madre le encanta que vaya a cenar con ella, lo que no hago muy a
menudo, así que no pone pegas a que vaya acompañado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Quizá preferiría que
fueses con una chica – bromeó Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Quizá.... – respondió
Lucas, quedándose un poco sombrío. Atticus no supo por qué, pero estaba seguro
de que había metido la pata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Oye, he estado pensando –
intervino de nuevo, tratando de entretener a Lucas con otra cosa, para tapar su
error anterior. – Un conjuro o enfermedad bosquífera no tiene relación con una
posesión, que es lo que has dicho que ha estado sufriendo esa niña. O intentos
de ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, podría ser que la
enfermedad enmascarara las posesiones – apuntó Atticus. – En teoría, ese tipo
de conjuro bosquífero podría impedir o retrasar una posesión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿En serio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Toma mis palabras con
precaución, porque no soy experto en estos temas, pero por lo que sé del mundo
paranormal, eso podría ser posible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La mente de detective de
Lucas se puso a trabajar inmediatamente. Podía ser entonces que Sofía estuviese
sufriendo intentos de posesión, y que fuesen sólo intentos porque el conjuro
del Elemental interfería con el demonio que pretendía poseer su cuerpo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Eso sugería que había un
demonio (o varios) o un humano que estaba interesado en que Sofía sufriera una
posesión. Por qué razones el Bosque de los Suspiros la protegía se le
escapaban, pero estaba casi seguro de que era así. De esa forma todas las
piezas encajaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sintió unas ganas de moverse
dentro de él, de actuar inmediatamente, pero las contuvo, porque desde su casa
poco podía hacer. En la mochila tenía el tratamiento que le había recomendado
Demetrio y se lo llevaría a Sofía al día siguiente, pero antes tenía que reunirse
con el general en Madrid.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero Lucas tenía nuevas
dudas y preocupaciones. Si trataban a Sofía con las infusiones recomendadas por
Demetrio, la niña se curaría de la enfermedad, del conjuro. ¿Eso no haría que
el demonio consiguiera poseerla?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estaba seguro de poder
realizar un exorcismo, pero no quería hacer pasar a la muchacha por aquel
trance. Empezó a pensar en un plan, un plan en el que volvería a la mansión
Carvajal-Sande para explicar el tratamiento de Sofía y después investigaría
desde dónde venía aquel demonio que quería poseerla. La historia sobre la
maldición de la familia, que el maestro Francisco Pizarro le había contado el
fin de semana anterior, empezaba a parecerle importante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al cabo de unas tres horas,
Atticus y Lucas llegaron a la casa de doña Margarita. Yolanda, la hermana de
Lucas, ya estaba allí. Las dos se mostraron muy amables y atentas con Atticus,
que las trató con galantería. Los tres parecieron llevarse bien al momento y
tanto su madre como su hermana aceptaron de buen grado la explicación (por otro
lado, no muy alejada de la verdad) de que Atticus era un hombre importante para
la resolución del caso. Lucas apenas contenía la risa al pensar en cómo habrían
tratado a Atticus su madre y su hermana si pudiesen verle como en realidad era,
con los cuatro brazos, los ojos amarillos bulbosos, la trompetilla en vez de
boca.... Desde luego, su madre no le habría sonreído tanto y probablemente le
había arreado con la escoba, chillando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Doña Margarita había hecho
lubina asada con patatas, además de canapés de queso con salmón y una crema de
verduras como entrantes. Desde luego Lucas y Atticus se quejaron de que no
hacía falta tanta comida, pero daba igual: así cocinaba doña Margarita, así que
los dos cenaron demasiado, pero sin rechistar. Al final, estaba todo tan
bueno....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que el caso te ha ido
bien, aunque ya sé que no has acabado todavía.... – le dijo su madre, con tono
interrogativo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La verdad es que sí –
aceptó Lucas, recordando la cena anterior que había compartido con Yolanda y
con su madre, con un ambiente muy diferente a ésta. – Complicado y extraño,
pero todo bien – apuntó, sabiendo a lo que se refería su madre en concreto.
Estaba preocupada por los recuerdos de su hijo, por si el fantasma de Patricia
había aparecido durante su trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- O sea, que volver al
trabajo no ha sido tan malo – dijo Yolanda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por ahora no – contestó
Lucas, serio. Luego bromeó. – Veremos cómo termina esto, espero que la cosa no
empeore.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo que nos queda es sencillo,
es simplemente llevarle un remedio a la niña poseída – apuntó Atticus, con timidez:
Lucas supuso que estaba sonriendo, porque su madre y su hermana miraron al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> respondiéndole con lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, básicamente es eso.
Esperemos que funcione – apuntó Lucas, que en realidad sabía que algo más le
faltaba por hacer, si su hipótesis era correcta. Si el conjuro del Elemental
del Bosque de los Suspiros estaba protegiendo a Sofía (o al menos molestando al
demonio para que no pudiese poseerla) después tendría que buscar y bloquear (o eliminar)
al demonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y mañana?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas miró a su madre
confundido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Mañana qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me ha dicho el general
Muriel Maíllo que tienes una cita con él – comentó doña Margarita, sin rodeos.
Lucas se quedó atónito. – ¿Es que vas a valorar unirte a la agencia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas trató de masticar el canapé
que tenía en la boca y tragarlo sin percances, antes de poder contestar. Estaba
atónito: ¿cómo se había enterado su madre? La conocía de sobra como para saber
que podía hacerlo (en verano había sabido que lo habían detenido en Salamanca,
mientras todavía estaba en la celda), pero quería saber el cómo. ¿Acaso la
había llamado el general?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo te has enterado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Es que acaso era un
secreto? – preguntó doña Margarita, haciéndose la ofendida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, pero hasta que no
supiese lo que pasaba no quería contarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Entonces es que vas a
unirte a la agencia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Que cómo te has enterado
que mañana me reúno con el general? – volvió a preguntar, un poco más molesto.
– ¿Le has llamado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues claro, hablamos todas
las semanas, un par de veces. A veces más, depende de lo ocupado que esté –
explicó, resuelta, haciendo como que no veía el malestar de su hijo. – Da la
casualidad de que hemos hablado esta mañana y me lo ha contado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hay que ver....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Entonces era un secreto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No – cada vez más
cabreado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y por qué no querías
decirme que querías entrar en la agencia? Es una gran noticia: el general está
encantado de trabajar contigo y tu padre estaría muy orgulloso....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mamá, espera un poco –
intervino Yolanda, mucho más empática que su madre, notando que su hermano
estaba a punto de saltar. – Déjale que se explique.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas bebió un trago de
agua, para tragar del todo y para calmarse antes de hablar. Incluso dedicó una
mirada de agradecimiento a su hermana, que le sonreía ligeramente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Primero: el general no
puede estar encantado de trabajar conmigo, porque si yo entrase en la agencia
trabajaría para él, no con él – contestó Lucas, enfadado, aunque controló la
voz y el tono. – Segundo: no voy a entrar en la agencia. No me interesa para
nada, ni quiero seguir sus métodos, ni les debo nada – doña Margarita asistía a
aquella declaración de principios de su hijo sin mostrar ninguna emoción. – Y
tercero: no sabemos si papá estaría muy orgulloso de mí, porque precisamente
por culpa de la puta agencia murió hace muchos años, en mitad de nuestras
vacaciones. No está aquí para poder demostrar lo orgulloso o decepcionado que
se siente de mí....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Siguió un silencio tenso e
incómodo tras aquella intervención. Yolanda miraba con pena a su hermano y a su
madre, alternativamente. Atticus disimulaba, tratando de pasar desapercibido:
era un extraño en una disputa familiar. Allí se estaban hablando cosas muy
personales de los otros tres, que a él no le concernían. Doña Margarita quería
mantenerse firme, pero se le notaba que sufría por lo que acababa de decir su
hijo, e incluso sufría por Lucas mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, por su parte, atacaba
con saña el pescado en su plato, destrozándolo, dejándose llevar por la rabia.
Nunca le había hablado a su madre en aquellos términos de aquel tema, pero se
había sentido intimidado y asustado al pensar que su madre y el general hablaban
de él con total tranquilidad. En realidad imaginaba que pasaba, aunque no sabía
que era tan a menudo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Perdona, hijo, pero no es
para tanto – musitó doña Margarita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tú puedes hablar con quien
quieras, mamá, no es eso lo que me molesta – contestó Lucas, dejando los cubiertos
en la mesa, hablando más calmado. – Lo que me jode es que habléis de mí. Ese
tipo no tiene por qué interesarse por mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Pues claro que se
interesa! – dijo su madre, intensa. – Igual que se interesa por mí, por tu
hermana, y por cómo nos van las cosas. El general Muriel Maíllo se siente muy
mal por lo que nos pasó, era gran amigo de tu padre y nuestro. Era el principio
de la agencia y eran todos como una familia – muy a su pesar Lucas recordó su
infancia, recordando al general, a Justo Díaz Prieto, a Remedios Cardo
Lerma.... Para el Lucas niño los compañeros de su padre eran como sus tíos. –
No es culpable de lo que le pasó a tu padre, pero se siente como tal. Y por eso
se preocupa por nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo sólo le intereso por lo
que puedo hacer – murmuró Lucas, molesto, pero más confundido y dolorido que
enfadado. – Por mi “anomalía”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tu don – contestó Yolanda,
y Lucas recordó a Patricia al instante, cuando ella llamaba a su habilidad de
la misma manera. Trató de que las lágrimas no afloraran a sus ojos,
consiguiéndolo a duras penas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Llámalo como quieras –
desdeñó Lucas. – No le intereso como persona. Le intereso como agente, como
arma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y entonces por qué te
reúnes mañana con él? – preguntó su madre, confusa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque gracias a él he
conocido a Atticus. Porque si no hubiese conocido a Atticus quizá no hubiese
podido resolver este caso – dijo, haciendo que el aludido se mostrase un poco avergonzado,
aunque Lucas no había exagerado lo más mínimo. – Y porque, a cambio de su
ayuda, yo he tenido que aceptar reunirme con un tipejo que él conoce, no sé
para qué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ha sido por eso? – su
madre parecía sorprendida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por eso sólo. Si no, nunca
me habría reunido con él. No quiero estar en la misma habitación que ese tío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los cuatro comieron los
restos de pescado en sus platos en silencio. Lucas parecía más calmado y su
madre más serena. Los otros dos convidados, Yolanda y Atticus, trataban de
pasar desapercibidos, en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Alguien quiere postre? –
preguntó doña Margarita, levantándose para recoger los platos. Atticus hizo lo
mismo y cuando la anfitriona le pidió que se sentara, él lo desechó con un
gesto amable y llevó los platos y la fuente a la cocina. Doña Margarita lo
siguió, para recoger el arroz con leche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mamá, perdona que me haya
puesto así – le dijo Lucas, deteniéndola antes de que se alejara de la mesa. –
Me molesta mucho todo el rollo de la agencia, el general y todo eso. Perdona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No te preocupes, hijo. No
ha sido nada. Lo comprendo – su madre le acarició la mejilla, comprensiva. – No
ha pasado nada. Y discúlpame tú también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hay nada que perdonar –
dijo Lucas. Le molestaba que su madre hablase de él con el general y que lo
considerase tan normal, pero era verdad que no había hecho nada malo. Ahora que
sabía cómo le sentaba quizá no volviese a hacerlo, o no volvería a contárselo,
pero no estaba enfadado con ella. Había sido un pronto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y tu padre estaría muy
orgulloso – dijo su madre, reanudando el camino a la cocina, sin volverse. – No
lo dudes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas la miró alejarse,
sorprendido, esta vez sin poder contener las lágrimas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-73267249846686938362018-08-02T13:42:00.001+02:002018-08-02T13:42:39.795+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 18<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
18 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salieron inmediatamente de
viaje, cruzando toda Castilla, con destino a la ciudad de Soria. Allí Lucas
conocía a un tipo algo ermitaño, medio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hippie</i>,
muy pegado a la naturaleza y al campo, que podría ayudarles con la enfermedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Twingo se portó como un
campeón, recorriendo kilómetros sin problema. Pararon solamente una vez, pasadas
las dos de la tarde, para comer en un restaurante que había al borde de la
autovía. Lucas tuvo que hacer muchos esfuerzos para no vomitar al ver comer al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>, con su verdadera forma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus se había mostrado
como un verdadero compañero de viaje: era agradable, siempre dando
conversación, atento al conductor y a sus necesidades y no molestaba todo el
rato cambiando la canción o la emisora de la radio. Como viajaban los dos solos
en el Twingo, le había pedido permiso a Lucas para desactivar su camuflaje y no
tener que gastar energías en ello, ya que Lucas podía verle como realmente era.
Cuando lo hizo gimió de gusto, ya que aseguró que llevaba años sin desactivar
su “disfraz”. Estiró los cuatro brazos, también su cuello extensible y retorció
su torso, algo que ningún humano podía hacer. Lucas rio, a medio camino entre
el miedo, el asco y la diversión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aprovechó el largo
viaje para poner al día a Atticus de todos los detalles del caso. Le relató los
dos ataques, intentos de posesión, que había sufrido Sofía, tanto el primero
como en el que él había estado presente, y sus averiguaciones posteriores.
Atticus escuchó atentamente, haciendo preguntas en los momentos oportunos,
demostrando que era un compañero muy adecuado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No veo la relación entre
una enfermedad bosquífera y una posesión infernal – comentó Atticus, a la
altura de Aranda de Duero, cuando Lucas ya le había relatado todo el caso. – No
lo entiendo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo tampoco – confesó
Lucas. – Este caso parecía sencillo al principio, pero se ha ido embrollando
con el paso del tiempo. La niña en ningún momento ha llegado a estar poseída,
aunque casi, pero sin embargo ha estado “enferma” – Lucas hizo el gesto de las
comillas con una sola mano, sin soltar el volante con la otra. – Cansada, en la
cama sin fuerzas, mareada a menudo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esos sí pueden ser
síntomas del </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">
– comentó Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aunque, lo que me pregunto
es ¿por qué un bosque querría enfermar a una niña? – dijo Lucas en voz alta. –
El Elemental dijo que el </span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">gorgodion semnpta</span></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> protegía a Sofía, que había sido bendecida con él, o algo
así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Bendecida?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso dijo – Lucas creía
recordar que había dicho algo así. – Y que el </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> evitaba otra cosa, que no recuerdo.
Eran palabras complicadas de un idioma que no sé.... – se lamentó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es un idioma muy difícil,
de los primeros que se crearon – coincidió Atticus, quitándole culpa. – No
existían humanos ni muchos de los entes de hoy en día cuando los primigenios
empezaron a comunicarse en ese idioma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sé qué puede ser lo que
evite el </span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">gorgodion</span></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">,
pero ya digo que no soy experto bosquífero – dijo Atticus, a medias disculpándose
y a medias bromeando. – Sé algo de idiomas, y no de todos, lamentablemente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no dejaba de darle
vueltas a aquello. ¿Qué evitaba la enfermedad del Bosque de los Suspiros que
afectaba a Sofía? ¿Había hecho algo malo la niña, había entrado al bosque y
quebrantado algo? Quizá el </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> era un castigo por aquello, o algo enviado por el Elemental
para librarla de un castigo mayor. Lucas se lamentó, por haber salido tan
rápido de la mansión Carvajal-Sande: desde luego no iba a volver al corazón del
Bosque de los Suspiros, a preguntarle al dios de los árboles, pero podía haber
hablado más en profundidad con Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo el viaje tuvo aquella
sensación de que había dejado pasar demasiadas oportunidades. Sin duda se debía
a la falta de práctica, después de aquellos meses de inactividad. Lo bueno era,
como se decía, que se había demostrado que podía volver a funcionar, a
trabajar, así que esperaba que aquella misión fuese la primera de otro nuevo
periodo de trabajo: volvería a coger el ritmo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque no por ello olvidaba
a Patricia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegaron a Soria aquella
tarde y Lucas fue directo con el Twingo a la ermita de San Saturio, a orillas
del río Duero. Hacía muchísimo frío y la tarde era desapacible, así que no se
encontraron con nadie que fuese o viniese andando por el camino de la ermita ni
encontraron coches allí. Tampoco había nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué hacemos aquí? –
preguntó Atticus, saliendo del coche, abrigándose, volviendo a activar su
camuflaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos a esperar – contestó
Lucas, yéndose a sentar en un banco de piedra que había al lado de las
escaleras que llevaban a la ermita. El viento soplaba con delicadeza pero era
muy frío. Los árboles a los pies de la ermita bailaban ligeramente, ondeando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A esperar? ¿Aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Este es el lugar de
encuentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No dijo más, así que Atticus
se sentó a su lado. Al cabo de un rato, en el que se estaba quedando frío, se
levantó y sacudió las piernas, con los brazos abrazados al tronco. Lucas
consultó el reloj varias veces en ese rato, pero no se movió, aunque se estaba
quedando helado, y se masajeó los brazos varias veces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al cabo de un buen rato de
espera, apareció por el camino un hombre anciano, que pasaba sin duda los
setenta años. Era bajo y delgado, vestido con gruesas ropas de abrigo. Llevaba
una cesta de mimbre bastante grande colgada del hombro y un gorro de lana azul
coronaba una cabeza pelada, con sólo unos pocos cabellos blancos
circunnavegándola. El anciano caminó con tranquilidad hasta el poyete donde
estaban ellos dos, pero no hizo amago de conocerlos o saludarlos, a pesar de
que Lucas sonrió al verlo. El hombre llegó allí, se sentó y se quedó serio y
quieto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué haces aquí? –
preguntó al cabo de un instante, sin mirar a nadie en concreto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He venido a verte –
contestó Lucas, mirándole y sonriéndole. – Llegas tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Llego cuando a mí me
parece. No tengo horario....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Antes estabas aquí a
partir de las cuatro todas las tardes – replicó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Antes yo no era tan viejo
ni tú tan respondón – dijo, con seriedad, haciendo que Lucas riera más. – Ni
hacía este frío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Atticus, te presento a
Demetrio Pastor de la Paz, chamán, herborista y antiguo agente de la ACPEX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Tienes que decirlo todo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tranquilo, Demetrio,
Atticus los conoce.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Bah! No me diga usted que
es agente....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, ni mucho menos. Pero
tengo ciertas habilidades y a veces recurren a mí en busca de ayuda – dijo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>, tendiendo uno de sus brazos,
de los que estaban camuflados. Demetrio no se lo estrechó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ten por seguro que no es
un agente –asintió Lucas, enfáticamente, viendo en todo momento el verdadero aspecto
de Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Demetrio Pastor de la Paz
los miró a los dos, alternativamente, con mirada desconfiada, rumiando por lo
bajo unas palabras. Pareció convencerse al final.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué es lo que queréis?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Necesitamos tu ayuda –
explicó Lucas. – Estoy trabajando en un caso de posesión, supuestamente, y me
he encontrado con que la niña que estaba tratando está contagiada con una
enfermedad bosquífera. Necesitamos un tratamiento, una cura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Demetrio Pastor de la Paz
los miró con el ceño fruncido y alzando una ceja. Lucas ya le había visto
muchas veces aquel gesto, pero Atticus no sabía que los humanos podían hacer
tal cosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué tienen que ver las
posesiones con las enfermedades arborícolas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es lo que tengo que
averiguar todavía – asintió </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, dejando claro que sus
preocupaciones seguían siendo ésas. – Y no es una enfermedad arborícola, es
bosquífera.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Te has topado con un
primigenio, ¿eh? – dijo Demetrio Pastor de la Paz, socarrón. Lucas asintió. –
Para ser exactos no es una enfermedad, sería más bien un conjuro o un hechizo,
pero dado que se ha pronunciado con elementos de la flora, con esos mismos se
puede curar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y tienes esos elementos?
– preguntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Demetrio Pastor de la Paz lo
miró ofendido, meneando la cabeza decepcionado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estos jóvenes....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras Lucas sonreía,
divertido, Demetrio rebuscó en su cesta, haciendo sonar diferentes cuencos de
arcilla, tarros de cristal, herramientas de madera y recipientes de loza. Al
final sacó un tarro que entregó a Atticus para que lo sujetara y después sacó
en sus manos una cajita de madera y una redoma de cristal tallado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esto es mejorana – dijo
Demetrio Pastor de la Paz, señalando el tarro que Atticus sostenía. – Con eso
se hace una infusión muy caliente, con el agua hirviendo mucho rato. – Después
abrió la cajita de madera y sacó un pellizco de unas hierbas deshilachadas. –
Esto es tabaco de palio, sólo hay que añadir una pizca cuando se ha retirado la
mejorana del fuego y se está enfriando la tisana. Hay que removerlo todo muy
bien, sin parar, cuando añadas la pizca de tabaco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Hasta cuándo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hasta que la mixtura coja
color amarillo – contestó Demetrio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y la botellita?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esto es una destilación de
bilis de lince y lengua de petirrojo – respondió Demetrio Pastor de la Paz. –
Suena asqueroso, pero no lo es. Sólo tiene un regusto amargo. Hay que añadirle
dos gotas a la infusión cuando ya esté templada y lista para tomarse. Dos
gotas, nada más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Se puede añadir azúcar o
miel?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya sabes que es mejor que
no, con todas estas tisanas siempre es preferible mantener los ingredientes
puros – Demetrio hizo una mueca. – Pero bueno, no creo que afecte demasiado al
efecto final. Una cucharada de miel no hará daño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cuántas veces?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cuánto tiempo lleva la
muchacha bajo el influjo del bosque? – respondió con otra pregunta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Más de dos semanas – Lucas
lo pensó bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces te daré cantidad
suficiente para un par de días – asintió Demetrio Pastor de la Paz, con
convencimiento. – Una infusión de esta mixtura cada dos horas y la niña estará
limpia para el viernes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hasta mañana no podré
llevárselo – apuntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces para el sábado –
aceptó Demetrio. – Dos días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Demetrio preparó un paquete
con una buena cantidad de mejorana y un paquetito de lo que fuera que era tabaco
de palio, juntándolo todo con la redoma de cristal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Te sobrará de este
líquido, así que cuando acabe el tratamiento me lo devuelves: esta mezcla es
difícil de hacer y la botella es muy bonita. La quiero de vuelta....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A sus órdenes – respondió
Lucas, bromeando, pero recordó el encuentro con el general que tenía al día
siguiente y se le agrió un poco el buen ánimo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando vuelvas ya me
contarás si la cosa ha salido bien – dijo Demetrio Pastor de la Paz, tranquilo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así lo haré – asintió
Lucas, levantándose del banco de piedra: le había dejado el culo helado.
Atticus le imitó, temblando, frotándose los brazos: el frío había arreciado,
junto con el viento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus echó a andar hacia
el Twingo, deseando meterse dentro y poner la calefacción a tope. Lucas se
quedó un momento atrás, sacando la cartera y pagando los servicios de Demetrio
Pastor de la Paz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un conjuro bosquífero no
es algo muy común – apuntó el anciano chamán, mientras cogía el dinero y lo
guardaba en el bolsillo del grueso abrigo. – Ni siquiera si en el bosque vive
un primigenio. ¿Qué ha hecho esa muchacha?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé, Demetrio, y es
algo que tengo que averiguar – dijo Lucas, seguro de sí mismo, tejiendo ya una
teoría en su cabeza, que implicaba más a la familia que a la propia Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un conjuro bosquífero no
se recibe así como así – insistió Demetrio Pastor de la Paz. – Es algo muy
dirigido. Hay algo muy misterioso en torno a esa muchacha....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque Lucas conocía a
Sofía, no podía quitarle la razón a Demetrio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-31825833572281496932018-07-30T11:09:00.000+02:002018-07-30T11:09:08.992+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 17<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
17 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas avisó a la familia
Carvajal Sande que al día siguiente volvería a irse, para regresar en un par de
días. Los padres de Sofía recibieron la noticia con resignación, más doña María
Rosa que don Felipe, a quien parecían importarle poco los métodos de Lucas.
Sofía sí que lamentó que el detective volviera a irse y Sandra lo aceptó,
estando al tanto como estaba de lo que ocurría. Luis Antonio Carvajal Sande
estaba en la mansión aquel día y simplemente observó con curiosidad cómo Lucas
se preparaba para viajar y se iba. A Lucas seguía sorprendiéndole la
indiferencia y la dejadez de algunos miembros de la familia con respecto a él y
al problema de la pequeña Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El miércoles volvió a montar
en su fiel Twingo y salió hacia la provincia de Salamanca. Como siempre, el
Twingo respetó las señales de tráfico y los límites de velocidad máxima, pero
viéndolo pasar, ya fuera por su tamaño o por sus colores y forma, parecía que
volaba a toda velocidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A mediodía estaba en el
pueblo indicado por el general Muriel Maíllo. Era una localidad importante,
aunque mediana en tamaño y población. Lucas aparcó el Twingo en un pequeño
aparcamiento municipal, a pie de calle, que había en una pequeña plaza, y
después siguió andando, buscando el bar en el que el general le había indicado
que encontraría al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>
traductor. Había dejado la mochila en el coche, pero llevaba con él el pistón y
una de las pistolas de aire comprimido, metida en el bolsillo derecho del
vientre del mono. No quería llamar la atención, paseándose por aquel tranquilo
lugar con las pistolas colgando de las cartucheras de los hombros, pero tampoco
quería ir desarmado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al fin y al cabo, iba a
reunirse con un ente, una criatura que al parecer trabajaba para la agencia,
pero que seguía siendo una criatura, después de todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminó por una ancha avenida
peatonal y, siguiendo las indicaciones del mapa de su teléfono móvil, torció
por una bocacalle de la gran avenida, llena de bares de copas y pubs. A
aquellas horas del mediodía estaban casi todos cerrados y en la calle apenas
había tres o cuatro peatones, contando con él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Siguiendo las indicaciones
del general y lo que veía en el mapa del teléfono, se detuvo delante de uno de
los bares de aquella calle, uno de los pocos abiertos. Tenía dos grandes
cristaleras con los marcos de metal opaco. Era uno de aquellos locales modernos,
que habían tenido su auge hacía unos años, apareciendo por todas partes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas miró por uno de los
ventanales y sin saber qué buscaba, entró.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El local era amplio y estaba
muy oscuro: la única luz era la que entraba por los ventanales, que estaban
orientados hacia el norte. Había tan sólo una camarera tras la barra (una
muchacha pálida, morena y delgaducha, muy maquillada y con tetas operadas
dentro de un traje corto y ceñido) que le miró con curiosidad y sorpresa. En
las mesas del bar había tres clientes y otros tantos en la barra. Parecían
trabajadores de la zona que habían pasado por allí a hacer un descanso, tomándose
un café o una cerveza. Nadie iba vestido “de fiesta” y sus indumentarias eran
ordinarias, muy distintas a lo que se esperaba que casara con un local así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas fue a acercarse a la
barra, mirando desde lejos el rebosante escote de la camarera (demasiado
exagerado para su gusto, pero llamativo al fin y al cabo) pero se detuvo a
medio camino, pues su atención había sido captada por un cliente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba sentado en una de las
mesas circulares que había por todo el local, unas mesas que tenían un sofá al
lado, semicircular, abrazando la mesa. La otra mitad estaba ocupada por dos
sillas. Sentado en uno de aquellos sofás, con una bebida frente a él, sentado
despreocupadamente y mirando alrededor con ligero interés, había un ente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas reconoció su piel
escamosa, sus ojos grandes y bulbosos, ambarinos, brillantes como si hubiesen
sido barnizados, y la curiosa trompetilla que tenían en donde los humanos
tenían la nariz. Era un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> de
corta estatura y tranquilos movimientos, que aun así incomodó a Lucas. Mirar de
frente a cualquier ente siempre era un poco asqueroso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenos días – le dijo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>. Con aquel extraño apéndice que
les servía de boca y aparato respirador no eran capaces de sonreír, aunque la
voz había sonado amable y simpática. – ¿Nos conocemos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No – contestó Lucas,
deseando no tener aquella “anomalía”, como tantas otras veces (aunque había
otros instantes, durante sus investigaciones, en que agradecía sufrirla) para
no tener que ver el verdadero aspecto del traductor. Imaginaba que su camuflaje
funcionaba realmente bien, porque nadie en todo el bar parecía notar su
naturaleza monstruosa. – Aunque he venido a verle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quién es? – la
trompetilla se encogió y sacudió, cuando las palabras salieron de ella. Lucas
contuvo una mueca de asco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Soy Lucas Barrios.
Detective paranormal – se presentó Lucas, agarrando el respaldo de una silla
delante de la mesa a la que estaba sentado el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>. – ¿Puedo sentarme?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Adelante – indicó con un
gesto de la mano huesuda. Dos de los brazos estaban pegados al cuerpo,
inmóviles, y sólo los dos superiores se movían: Lucas imaginó que era porque,
en su “disfraz” de humano, sólo usaba dos brazos. Los dos a mayores que tenía
por ser un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i> los mantenía
quietos. – Es usted detective paranormal, pero no trabaja para la agencia, ¿me
equivoco?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se equivoca – reconoció
Lucas. – Y no tengo nada que ver con ellos porque no quiero. ¿Y usted es....?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Soy Atticus – asintió el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>. Lucas notó que lo miraba mucho
más atentamente con aquellos grandes ojos amarillos: si hubiera tenido cejas
estaba seguro de que habría levantado una. – ¿Me equivoco o le está costando
mucho ver la imagen que estoy proyectando?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se sorprendió por
ello, pero se rehízo inmediatamente: estaba acostumbrado a tratar con corpóreos
y con sus habilidades extrasensoriales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me da la impresión de que
ve mi verdadera naturaleza....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Vaya! Ahora entiendo que
se hiciera detective paranormal: juega con ventaja – la trompetilla no sonrió,
porque no podía hacerlo, pero la voz era divertida, ligera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No tenía muchas más
opciones....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Puedo preguntarle cómo
adquirió esas habilidades?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas dudó durante un
momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un trauma infantil –
reconoció, sin decir nada de la muerte de su padre. – Un encuentro con unos
espectros violentos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus torció la cabeza, en
un gesto muy humano poco habitual en un corpóreo de su especie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Debió de ser duro. Lo
lamento – dijo, con sinceridad. Lucas asintió, agradecido. – Le aseguro que
trato de intensificar mi camuflaje, pero veo que es inútil: sigue viéndome como
lo que de verdad soy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se moleste por mí,
estoy aquí por sus habilidades lingüísticas, no por su capacidad de crear
imágenes – dijo Lucas, sonriente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo ha sabido de mí? –
los ojos amarillos y bulbosos brillaron con un destello durante un instante,
ilusionados. – ¿Ha sido el padre Beltrán?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas arrugó el gesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, no sé quién es ése –
contestó. – Ha sido el general Muriel Maíllo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ah! Claro.... – asintió
Atticus. – Desde que ayudé a Justo Díaz y a Marta Velasco la agencia está muy
pendiente de mí.... – se lamentó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sé lo que es eso – murmuró
Lucas y Atticus pareció haberlo oído, pero no dijo nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y bien? ¿Cuál es el texto
que quiere que traduzca?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es un texto – Lucas se
encogió de hombros. – Es un término que he escuchado hace poco: </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion
semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">. Necesito saber qué
significa exactamente – pidió, lamentando no haber recordado más palabras de
las que había dicho el Elemental.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vaya.... ¿ha estado
recientemente en un bosque primigenio o con una criatura bosquífera, como un
Unicornio o un Hada?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, he visto Hadas, y no
son tan bonitas como las pintan – bromeó Lucas, recordando su enfrentamiento
con las violentas criaturas del bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde luego que no –
coincidió Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, ¿sabe lo que
significa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo he reconocido el
idioma – contestó Atticus, con humildad. – Pero puedo averiguar lo que
significa.... ¿Fue algo que dijeron las Hadas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, fue algo que.... –
Lucas miró alrededor, con cautela, antes de proseguir, bajando la voz. – Algo
que me dijo un primigenio. Un Elemental del bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La trompetilla de Atticus
lanzó un silbido. Sus ojos amarillos lanzaron un destello, que en su camuflaje
de humano se traduciría como un alzamiento de cejas, sorprendido y lleno de
admiración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Se mueve entre los
grandes, ¿eh? – bromeó, aunque su rostro de </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Guinedeo</i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">
permaneció hierático. – Era </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Gorgodion
semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya.... – una mano huesuda
y de tres dedos subió hasta el rostro escamoso, acariciándose la plana
barbilla: estaba claro que aquel gesto era adquirido después de mucho tiempo
entre humanos, un gesto que ningún </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Guinedeo</i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">
haría. – </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Gorgodion, gorgodion</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus estuvo pensativo un
rato, sacando una libreta pequeña de un bolsillo del pantalón, pasando páginas
y páginas, buscando. Encontró el párrafo que quería y después miró al techo,
pensativo: la trompetilla se sacudía y su extremo se ondulaba, como si
murmurase. Lucas esperó pacientemente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No controlo esa lengua,
solamente sé unas expresiones y palabras sueltas, lo suficiente para poder
tratar con primigenios y que me dejen pasar cuando atravesaba sus fronteras –
explicó, haciendo que Lucas se mareara un poco: aquel ente tenía mucha aventura
a sus espaldas. – Le digo esto para que tome con precaución mis palabras, pero
creo que esa expresión hace referencia a una enfermedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Una enfermedad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una enfermedad bosquífera
– asintió Atticus. – Generada en el corazón del bosque y transmitida por algún
agente: quizá un Trasgo, o un Gnomo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿La enfermedad la crearía,
digamos, un Elemental y otro habitante del bosque la llevaría fuera para
contagiar a un humano? – preguntó Lucas, recordando el resto de ramita de roble
que había encontrado de casualidad bajo la cama de Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así sería, sí – asintió
Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué síntomas tiene?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Al ser una enfermedad
bosquífera cursaría con cansancio, lasitud, somnolencia.... quizá alguna
complicación respiratoria e incluso hongos de la piel y el pelo. No soy curandero,
lo siento, no controlo demasiado ese tema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Síntomas parecidos a los
de una posesión infernal? – preguntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No veo por qué – Atticus
sonó sorprendido, – aunque podría ser. Ya digo que no soy experto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sabe si esa enfermedad
puede curarse? ¿Tratarse? – preguntó Lucas, mientras pensaba en otra cosa: el Elemental
del Bosque de los Suspiros había dicho que Sofía sufría aquello porque la
ayudaba para algo, aunque no lo recordaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Al fin y al cabo este tipo
de enfermedades son más hechizos que verdaderos contagios, así que supongo que
habrá un método para poder librarse de ellas. Quizá otro conjuro, un
tratamiento con pócimas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias, Atticus. Ha sido
de gran ayuda – asintió Lucas, pensando en quién podría proporcionarle ayuda
con el tratamiento. Tendría que ir hasta Soria, pero como había pensado estar
de viaje todo el día.... – No sé muy bien si tengo que pagarle o....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ni se le ocurra – rechazó
con un gesto del brazo. – Tengo dinero suficiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y si le pago la
consumición? – preguntó Lucas, levantándose, señalando el vaso con líquido
ambarino, casi vacío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, no le diré que no –
sonó sonriente Atticus. – Pero hágame el favor de mirar el escote de Jennifer:
está muy orgullosa de ellas y sería una pena que las pasara por alto....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Con mucho gusto – aceptó
Lucas, imitando el tono bromista del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se despidió con un
gesto y se volvió a la barra. No dio ni tres pasos antes de que Atticus lo
llamara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señor Barrios – se giró
para mirar al </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Guinedeo</i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, – ¿quién
sufre el </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una adolescente de quince
años, en Cáceres – contestó Lucas. – Es una chica estupenda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atticus lo miró
intensamente, pensativo (aunque en un rostro tan libre de rasgos era difícil
identificar emociones: fue más una intuición de Lucas que una certeza real).
Después hizo chistar el esfínter de su trompetilla y se puso en pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Le importa si le
acompaño? Hace tiempo que no participo en ninguna investigación y el cuerpo me
pide acción – dijo, terminando después el resto de bebida que quedaba en el
vaso. – Y ayudar a una buena chica en apuros es un aliciente que no se puede
dejar pasar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por mí no hay problema –
respondió Lucas, sin tenerlas todas consigo, aunque estaba convencido de que se
sentía solo y que tener compañía no le vendría mal. Atticus parecía un gran
compañero y el único problema era tener que ver su verdadero y repulsivo
aspecto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos se dirigieron a la
barra, donde Jennifer les esperó, ilusionada, apoyándose en la barra y
mostrando todavía más su amplio y generoso escote. Lucas vio, en parte por su
“anomalía” y en parte por su intuición de detective, que la camarera estaba
colada por Atticus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si ella pudiera ver cómo era
él realmente....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas rio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-76142245694797109912018-07-27T00:37:00.000+02:002018-07-27T00:37:20.992+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 16<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
16 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Entonces....? – preguntó
Felipe Carvajal Roelas, vagamente interesado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces sé qué es lo que
le pasa a su hija – afirmó Lucas, quizá con demasiada certeza. Doña María Rosa
Sande se llevó las manos a la cara, cubriéndose la boca y la nariz, con ojos
emocionados. Miró al techo y después volvió a fijar su mirada en Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias.... – musitó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se sintió mal de
inmediato. Había vuelto a la mansión en cuanto el Elemental le había dejado
solo, porque aunque sus palabras habían sido amables, Lucas había sabido
entender la amenaza velada en ellas. El dios del bosque había sido amable con
él sólo porque había comprendido que tenía una misión (explicarle a aquel primigenio
lo que era un contrato hubiese sido inútil), pero en realidad aquel dios quería
proteger el bosque (o protegerse a sí mismo, que al final era todo igual) de
forasteros y extraños. Quería que Lucas saliese de allí y eso es lo que había
hecho el detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La vuelta a la civilización
había sido rápida y no tan ajetreada como su viaje de ida hasta el corazón del
Bosque de los Suspiros. No había vuelto a ver Hadas ni <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropos</i>, aunque sí contempló a un Unicornio y tuvo que esconderse
de una cuadrilla de Trasgos, que iban tan entretenidos en chincharse y
molestarse que no vieron ni olieron al detective tras dos árboles que crecían
juntos. Una vez fuera del bosque, a primera hora de la tarde de aquel martes, había
vuelto a paso vivo a la mansión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se suponía que tenía la
clave de lo que le pasaba a Sofía, aunque no sabía lo que era. El idioma del
primigenio era desconocido para él y no tenía muy claro quién podía hablarlo o
al menos traducirlo. Había entrado en el bosque con ánimo de hallar respuestas
para tranquilizar y aliviar a la familia Carvajal Sande, y ahora que las tenía
no sabía si le iban a entender.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por eso estaba reunido en el
despacho del patriarca junto con doña María Rosa Sande y Sandra Carvajal,
además de con Sofía. Lucas había pedido expresamente que la chica estuviera
presente, teniendo que ponerse muy insistente (pesado incluso) con el señor
Carvajal Roelas, que no veía la necesidad de que su hija supiera qué le
afectaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias, Lucas – le decía
en ese momento ella, admirada, y Lucas se sentía un fraude. Un estafador. Si de
verdad supieran lo que había descubierto....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué es lo que le pasa a
nuestra hija? – preguntó, con un hilo de voz, llorando de alivio, la señora
Sande Carpio. A Lucas se le añusgó la garganta, al verla tan emocionada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sufre de </span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">gorgodion
semnpta</span></b> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– contestó Lucas, sabiendo que les iba a vender humo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué es eso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es una dolencia
sobrenatural, mágica podríamos decir – divagó Lucas. Aquello era lo que él
suponía, que desde el bosque (o quizá Sofía lo había adquirido en una de sus
recientes visitas a los árboles, hasta donde le gustaba ir a caballo,
recordando las andanzas de su recién abandonada niñez) había sido enviada
aquella especie de enfermedad o de hechizo, que afectaba periódicamente a la
niña. Pero sólo eran eso, suposiciones, que además no encajaban con ciertos
datos que había recabado durante su investigación en la mansión. – Ahora sólo
tengo que descubrir cuál es el remedio. Entonces Sofía volverá a estar bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias a Dios – musitó
doña María Rosa Sande. Sandra, por su parte, no decía nada, pero miraba muy
atentamente a Lucas, como si quisiera leerle la mente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y cuándo conseguirá ese
remedio? – preguntó Felipe Carvajal Roelas. Parecía contrariado por el
resultado de la investigación, o porque se estuviera alargando un poco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo que consultar con
unos expertos, que podrán asesorarme – contestó Lucas, no muy alejado de la
realidad que le esperaba, aunque no le gustaba nada. – Imagino que podré tratar
a Sofía en un par de días, como mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estupendo – asintió Felipe
Carvajal Roelas, muy solemne. Lucas lo encontraba demasiado serio, teniendo en
cuenta que le estaba dando buenas noticias. Eran un poco demasiado optimistas,
la verdad, pero eso sólo lo sabía Lucas. Al menos eso creía él, ¿o el patriarca
había notado sus dudas y había deducido que les estaba estafando con sus
deducciones?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que, si me disculpan,
tengo que hacer unas llamadas. Probablemente tenga que volver a desplazarme,
pero volveré enseguida, cuando tenga el remedio – dijo, haciendo amago de
levantarse de la butaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde luego. Adelante – le
contestó el patriarca de los Carvajal, levantándose él del todo. Sólo entonces
se levantó Lucas y se despidió con un cabeceo, saliendo del despacho, sin
querer mirar a Sofía, ni a Sandra, ni a la señora Sande Carpio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Lucas! – le llamaron
cuando ya estaba en el pasillo. Se dio la vuelta, suspirando, encontrando a
Sandra que llegaba hasta él, como había adivinado, al reconocer la voz. – ¿Qué
ocurre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos – se quejó la mayor
de los hermanos. – Ahí dentro no ha contado toda la verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Tiene poderes
paranormales, señorita Carvajal? – bromeó Lucas, tratando de desviar la
atención. – ¿Puede leer las mentes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ojalá pudiera, porque sé
que algo no anda como debería, aunque no he adivinado lo que es. Cuéntemelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas la miró fijamente,
dudando si podía sincerarse con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Venga, ¿ya no confía en
mí? Entonces, ¿por qué me dio esto antes de irse al Bosque de los Suspiros? –
Sandra sacó la roseta de plata del bolsillo, mostrándosela a Lucas. – ¿Qué ha
pasado ahí dentro para que nos mienta tan descaradamente?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quién dice que he
mentido? – Lucas trató de mostrarse ofendido, aunque por dentro pensaba en que
lo habían cazado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- En realidad no sé si nos
ha mentido, pero al menos sé que no nos ha dicho toda la verdad....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas miró un poco más a
Sandra, la única a la que había considerado aliada en aquella casa. No es que
los demás fuesen sus enemigos, sino que era con la única con la que había
conectado, manteniendo una relación cordial. Si a alguien podía contarle sus
inquietudes y la verdadera naturaleza de sus hallazgos era a ella, aunque al
ser la hermana mayor de Sofía podía ser que se tomara muy mal aquel engaño de
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces recordó a Patricia,
en concreto cómo le decía que tenía que aprender a confiar en la gente, no a la
ligera ni indiscriminadamente, sino confiar en la gente que te había demostrado
que se podía confiar en ella. Y Sandra Carvajal Sande se lo había demostrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He contado la verdad –
bufó Lucas, pasándose la mano por la nuca, despeinándose. – He descubierto que
lo que sufre Sofía es </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">. Realmente creo que es una
dolencia mágica, un hechizo o algo así, provocado desde el bosque. Pero no sé
nada más. Supongo que por eso se sentía tan cansada y tan mareada estos días,
aunque no lo sé seguro. Quizá el hechizo cause esos episodios violentos, como
posesiones. No lo sé seguro. Por no saber, no sé ni siquiera qué significa </span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">gorgodion
semnpta</span></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿En serio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por eso quiero consultar
con algunos expertos, preguntarles por ese término. Averiguar si alguien me lo
puede traducir y explicarme qué es. Una vez que sepa a qué nos enfrentamos,
podré encontrar una solución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y por qué esa pantomima
con mis padres? ¿Por qué esos ánimos? – se indignó Sandra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque sentía que les
había fallado – aceptó Lucas. – Entré en el bosque convencido de que allí iba a
encontrar la solución. Y la encontré, solo que no la entiendo. Temía que
perdieran su confianza en mí si volvía con otro enigma más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra valoró las palabras
de Lucas, encontrando sentido en ellas. Suspiró.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No vuelva a mentirme –
pidió. – Haga lo que quiera con mis padres: entiendo que no será fácil tratar
con ellos, cuando no son tan receptivos a su oficio como yo. Pero a mí puede
contarme la verdad: yo confío en usted. Y creo en lo que usted cree.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, valorado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hay de qué. No vuelva a
mentirme, por favor – le ordenó Sandra, dejando salir su vena más autoritaria, aristócrata.
Luego volvió a ser ella misma. – Y ahora no le molesto más: vaya a averiguar
qué es eso del “gorgorian” para ayudar a mi hermana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Gorgodion semnpta</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – rio Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Como sea....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra volvió al despacho de
su padre, quizá a simular que compartía la alegría que ellos sentían, o para
explicarles la conversación que acababa de mantener con él (esperaba que
ocultando la realidad que le había confiado a ella en secreto). Lucas suspiró,
un poco superado por la situación y se dio la vuelta, bajando a la planta baja.
Allí se fue a la sala del piano, una sala tranquila, con buena acústica, y que
solía estar vacía. Una vez allí sacó el teléfono del bolsillo del mono rojo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No quería hacer esa llamada,
pero no le quedaba otra opción. Entre todos sus contactos del mundo
sobrenatural no había ningún lingüista. Algunos hablaban lyrdeno mucho mejor que él, pero la lengua en
la que había hablado el Elemental era mucho más antigua que el lyrdeno, mucho más compleja y mucho más
desconocida. Necesitaba a un traductor excelente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y para encontrarle, sólo se
le ocurría ponerse en contacto con el general Muriel Maíllo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No le gustaba la idea, sobre
todo porque le debería un favor al general si éste le ayudaba, y no quería
tener tratos con él, pero sabía que los únicos con los medios necesarios para
traducir aquellas arcanas palabras eran los de la agencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tomó aire, llenándose de
resignación y de valor con la inspiración profunda, y después buscó el teléfono
en la agenda. Tenía el teléfono particular del general, pues había sido amigo
de su padre y aún tenía cierto trato con su madre: además, lo había guardado
hacía años para saber cuándo no tenía que contestar al teléfono, al ver el
número del general en la pantalla. Muy al principio de toda aquella locura,
cuando dejó la agencia y se marchó a aprender del mundo, recibió muchas llamadas
de la ACPEX, pero no hizo ni caso de ellas ni de los técnicos y agentes que
hablaron con él. Con el paso de los meses dejaron de llamarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Soy el general Muriel
Maillo. Dígame – escuchó la conocida voz, autoritaria pero juvenil. Apretó los
ojos, con rabia, tratando de mantener a raya las lágrimas. La voz del general
le recordaba una época pasada, cuando era un niño adolescente, como Sofía.
Cuando su padre aún estaba vivo y había muerto ante él, durante aquella misión
que había interrumpido sus vacaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- General, soy Lucas Barrios
– contestó al fin, consiguiendo que su voz sonara normal, a pesar de la
sacudida de los recuerdos y las emociones. Sus ojos, cerrados, brillaban por
las lágrimas que los rubricaban, sin caer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vaya, qué sorpresa, Lucas
– contestó el general, al cabo de un instante de silencio, por la sorpresa.
Sonaba verdaderamente amable y contento de oírle. – No esperaba que me llamaras
nunca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo hubiera hecho si de
verdad no lo necesitara – Lucas mordía las palabras, no las pronunciaba. El
general debió de darse cuenta del tono tenso del detective, aunque no dio
muestras de haberlo notado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Te ocurre algo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es a mí. Es a una niña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tu madre me dijo que
habías vuelto a trabajar. ¿Es eso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Deje a mi madre en paz. Y,
por favor, deje de hablar de mí con ella. No soy de su incumbencia – masculló
Lucas, con rabia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero el caso es que sí
eres de mi interés. Y en estos días más que nunca – rebatió el general, sin
explicar por qué. – ¿Qué necesitas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas suspiró, con las lágrimas
corriéndole por las mejillas, aunque su voz no se torció.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo una cita en un
idioma extraño. Muy antiguo – dijo, sin dar más explicaciones. – Necesito a un
traductor que me ayude. Sé que en la agencia tendrán los mejores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenemos uno muy bueno, que
descubrió hace un par de años Justo Díaz Prieto, antes de jubilarse – nombrar
al antiguo compañero y gran amigo de su padre no ayudó a Lucas. – Podría
mandarle tu petición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No quiero que le mande
nada. Sólo necesito que me dé su teléfono o que me diga dónde encontrarle –
pidió Lucas. – No quiero tener trato con usted. Lo sabe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo sé – admitió el
general, sereno. – Pero el caso es que te necesito para una cosa. Nada
sobrenatural, no es ningún caso. Solamente hay alguien que quiere conocerte. Me
ha pedido que consiga una charla contigo. Si aceptases reunirte conmigo y con
este hombre interesado en ti, te daría la localización de nuestro traductor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se separó el teléfono
de la oreja y movió la cabeza, deseando decir muchos tacos, pero sin soltar ninguno
al final. Estaba cabreado, mucho más que antes de la llamada. Lo que más temía
se había cumplido, casi inmediatamente. El general podía ayudarle, pero le
pedía algo a cambio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y él no quería tratar con el
general ni volver a la ACPEX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Es sólo una charla? –
preguntó, volviendo a ponerse el teléfono en la oreja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es lo que ha pedido –
admitió el general Muriel Maíllo. Su voz no se había agriado en ningún momento,
ni enfadado, a pesar de que el trato de Lucas estaba siendo terco y tenso. –
Quiere conocerte y tener una entrevista contigo. Supongo que querrá hacerte una
proposición o mandarte un encargo, no lo sé.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estuvo a punto de
preguntar que por qué ese misterioso personaje no se ponía en contacto con él
por medio de la página web, pero supuso que o bien el general no lo sabía o no
se lo diría. A Lucas aquello le sonaba a una trampa para volver a tratar de
reclutarle, y aunque no quería volver a pasar por aquello, si era el precio de
poder seguir investigando cómo ayudar a Sofía, tragaría y lo haría. Con volver
a decir que no cuando el general hiciera su oferta....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Está bien. Acepto –
consintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me alegro, Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El jueves puedo estar
allí. Pero no iré a la agencia – advirtió. – Elija el lugar que quiera, pero en
terreno neutral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es necesario, pero de
acuerdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quién es ese tipo que
tiene tanto interés en conocerme? – preguntó, de repente, tratando de pillar en
un renuncio al general, para demostrar que todo era una treta, una trampa para
engatusarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Darío M. Zardino –
contestó el general, sin dudar. – Es un hombre de negocios, muy educado y con
buena posición. La verdad es que yo no lo conocía hasta hace un par de días,
cuando se puso en contacto conmigo a través de un agente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas arrugó la cara. O el
general era muy rápido, o estaba preparado, o era cierto que existía aquel
tipo. De todas formas, ya había convenido que se reuniría con él, fuera quien
fuese.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y el traductor?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. Está en un pequeño
pueblo de la provincia de Salamanca – explicó el general, dándole la dirección.
Lucas estaba tan tenso y molesto por la situación que no tuvo recuerdos
dolorosos al oír mencionada la ciudad charra. – Podrá encontrarle en ese bar
sin duda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien – dijo Lucas, sin
sentirse satisfecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No te asustes al verle,
Lucas – advirtió el general. – Aunque ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>
se oculta muy bien a simple vista, con tus habilidades verás perfectamente su
aspecto real.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas alzó una ceja,
curioso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacía tiempo que no veía un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guinedeo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-51098320356237066292018-07-23T13:00:00.005+02:002018-07-23T13:00:46.029+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 15<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">- 15 -</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif";"><o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La mañana siguiente estuvo
mucho más despejada, aunque seguía habiendo nubes en el cielo. Sin embargo,
eran en su mayoría blancas, así que parecía que iba a poder descansar de la
lluvia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacía frío, a pesar de que
lucía más el Sol que el día anterior. Lucas salió de su refugio un poco
anquilosado, frotándose los brazos y el torso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había dormido en una
madriguera, escavada en el suelo. Incluso imaginaba que podía ser del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i>, por el tamaño y por la calidad
de los restos que encontró al fondo. Era suficiente para refugiarse y estar un
poco más caliente y seco, aunque había que estar bastante encogido y agachado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La noche anterior había
limpiado los zarpazos de su brazo izquierdo y los había vendado, con unas pocas
gasas. Después había comido unas galletas y un par de batidos que había
comprado de camino a la mansión, reservando para aquel día la fruta y el
bocadillo de jamón y queso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Reanudó la marcha cuando ya
lucía el Sol y cuando había recuperado la movilidad de las piernas y brazos, un
poco aletargados por pasar la noche encogido. Mientras caminaba por entre los
árboles masticó una manzana, a modo de desayuno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No había duda de que estaba
cerca del corazón del bosque, porque los árboles eran mucho más ancianos, con
líquenes colgando de las ramas semejando cortinas. Algunos de los árboles
estaban podridos en parte y la mayoría de los robles tenían bolas de muérdago
creciendo en sus ramas. Aquella planta parasitaria era muy deseada por los
celtas, pues la consideraban mágica y llena de poderes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No estaban equivocados los
celtas y Lucas se dijo que, si lograba averiguar algo aquel día y podía salir
del bosque aquella tarde a lo máximo, tendría que llevarse una buena bola de muérdago:
tenía aplicación en muchas pociones y emplastos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El bosque, en aquella zona
en la que se adentraba, era más sombrío y el aire era más pesado. Lucas sabía
que aquello no era a causa de una magia especial, sino al peso del tiempo. Aquél
era el corazón del bosque y tenía miles de años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin perder de vista la
orientación, trató de caminar dando vueltas, esperando encontrar lo que
buscaba, o que lo encontraran a él. Mientras, terminó de comer la manzana, así
que lanzó el corazón entre los arbustos gomosos que crecían al pie de los
árboles centenarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La manzana rebotó por el
suelo y removió las ramas de los arbustos, pero después se sacudieron más, al
aparecer entre ellas unas figuras pequeñas, delgadas y que emitían luz propia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hadas.... – musitó Lucas,
maravillado. Era la primera vez que veía aquellas criaturas, aunque por
supuesto las había estudiado con sus diferentes maestros durante sus viajes de
estudios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las pequeñas criaturas
saltaban y planeaban entre las ramas de los arbustos, mirando con curiosidad el
corazón de manzana que Lucas había lanzado allí. Algunas, las más valientes, se
acercaron y se apoyaron en los restos de la fruta. Eran verdes, amarillas y
anaranjadas, cada una tenía un color. Eran figuras humanoides delgadas y
esbeltas, con los cabellos agrupados hacia arriba, casi como coronas. Tenían
alas transparentes a la espalda y emitían una luz interna, que los eclipsaba en
parte: Lucas no pudo averiguar si iban desnudas o vestían algún tipo de ropa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sois mucho más pequeñas de
lo que me habían dicho – comentó, ilusionado, acercándose a ellas. – Y menos
peligrosas, por lo que parece....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las Hadas se giraron al
escuchar su voz, mirándole asustadas. Pero al instante su actitud cambió,
enseñándole los dientes (diminutos pero afiladísimos), gruñendo como pequeños
ratoncillos, con voces chillonas pero amenazantes. El color de sus cuerpos se
intensificó y Lucas detuvo su avance, sorprendido y nervioso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atraídas por los ladridos y
gruñidos de las Hadas pequeñas, una serie de criaturas con la misma forma, pero
del tamaño de Lucas, salieron de entre los árboles y de detrás de los arbustos,
saltando y revoloteando. Caían al suelo y se agazapaban, a cuatro patas. Todas
las Hadas adultas eran de color verde, sobre todo oscuro, mezclado con algunos
tonos de marrón, desde el ocre al más oscuro posible. Llevaban el pelo hacia
arriba, igual que las pequeñas, aunque el color de todos era verde. Ya no
brillaban sus cuerpos y la luz se limitaba al pecho: seguían siendo luces
verdes, amarillas o anaranjadas. Tenían mandíbulas llenas de colmillos, igual
de afilados que las Hadas bebé, pero mucho más grandes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Joder.... – musitó Lucas,
atónito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquello se parecía mucho más
a las Hadas de las que le habían hablado sus maestros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lanzando dentelladas y algo
parecido a ladridos, muy agudos, las Hadas adultas empezaron a acercarse a él, rodeándole,
como una manada de hienas al cazar en la sabana nocturna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas dudó, sin saber muy
bien qué arma utilizar. ¿La plata servía contra las Hadas? En principio, contra
todo ser sobrenatural era efectiva, aunque creía recordar que contra las Hadas
no era definitiva. Por lo que recordaba de lo que había aprendido en sus
viajes, lo mejor contra las Hadas era no enfrentarse a ellas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La más cercana, por su
derecha, se lanzó a por él. Instintivamente, desenfundó la pistola de ese lado
(después del susto con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i> la
noche anterior, se había puesto las cartucheras colgadas de los hombros aquella
mañana, para llevar las pistolas bien a mano) y disparó. La bala de plata
atravesó al Hada, pero no la detuvo. El mordisco se quedó a unos centímetros de
la cara de Lucas: quizá la bala sí que había detenido un poco al Hada y por eso
había fallado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas trastabilló hacia
atrás, asustado y preocupado. Las Hadas revolotearon para recuperar las
posiciones, rodeando al humano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Dos Hadas atacaron a la vez,
y sabiendo que las balas no las detenían, Lucas levantó el pistón trifásico fotovoltaico
y lo encendió, activando la función de protección. El pistón generó una burbuja
de fuerza fotoprotónica, contra la que chocaron las dos Hadas. Lucas fue
empujado un poco hacia atrás, pero no perdió pie ni salió despedido: los
ataques de las Hadas no habían sido tan violentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otra Hada saltó hasta él
desde la izquierda y Lucas reaccionó, activando de nuevo el pistón trifásico,
generando la burbuja de fuerza fotoprotónica, repeliendo el ataque. Las Hadas
gruñeron y ladraron más fuerte, llenando aquella parte del bosque con sus voces
agudas y chillonas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Saltaron muchas sobre Lucas,
que las repelió a todas con la burbuja de fuerza. Algunas cayeron sobre él
después de un corto vuelo y Lucas las golpeó con la burbuja, moviendo el pistón
como si fuese una raqueta de tenis. A la vez que se defendía iba retrocediendo,
temeroso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tres Hadas quedaban en pie,
cuando la mayor parte del grupo fue golpeado, una por una, repeliendo sus
ataques. Las tres se lanzaron a por Lucas a la vez y éste, temiendo que la
batería del pistón no aguantase mucho más, volvió a activar la burbuja de
fuerza fotoprotónica. Las Hadas chocaron contra ella como contra un muro y esta
vez Lucas sí que fue empujado hacia atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El suelo se terminó bajo su
pie y cayó por un terraplén libre de árboles, pero lleno de hojas secas y arbustos
llenos de ramas puntiagudas. Después de varias vueltas y revueltas, rodando
sobre la cabeza y la espalda, Lucas aterrizó al fondo de la cuesta, de unos
doce metros de alto. Estaba sucio, golpeado y arañado, pero se giró para ver
llegar a las Hadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se sorprendió al ver que no
lo hacían. Las Hadas adultas, enseñando los colmillos y gruñendo, le miraban
desde lo alto del terraplén, con las Hadas bebé a sus pies, saltando y
revoloteando mientras le ladraban, disgustadas y enfadadas, brillando con
intensidad. Una incluso alzó el corazón de manzana por encima de la cabeza y se
lo tiró al fondo del terraplén.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin dejar de vigilar a las
Hadas, Lucas se puso en pie y retrocedió unos metros, para tantearlas, pero las
criaturas del bosque no hicieron amago de seguirle. Muy al contrario, sin dejar
de increparle en su lengua (llena de chillidos y ladridos agudos, que hacían
daño a los oídos) fueron retirándose, dándole la espalda, despareciendo por la
cima del terraplén. Lucas las observó, sorprendido y aliviado, hasta que todas
desaparecieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Suspiró entonces, tomando
aire de nuevo, un poco alucinado por lo que acababa de pasarle. Menuda forma de
estrenarse con las Hadas: tenía que recordar mandarle un email a Kumiko en
China y una carta a Gansükh en Mongolia: tenía que contarles su experiencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tanteándose el cuerpo,
comprobando con alivio que no tenía lesiones, se incorporó del todo y se giró
para seguir su camino por el bosque. Pero se detuvo en seco, asombrado por lo
que tenía delante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era un roble enorme, aunque
no muy alto. Su tronco no tendría más de tres metros de altura, pero probablemente
doblara esa longitud de diámetro. Su copa sí alcanzaba gran altura, pero lo
chato de su tronco y lo extendidas que tenía las ramas le daban un aspecto
achaparrado. Su presencia era imponente, pero no sólo eso había dejado clavado
en el sitio a Lucas: aquel árbol refulgía, lleno de fuerza ectoplásmica, algo
que Lucas pudo ver gracias a su “anomalía”. Si había visto restos de magia en
aquel bosque, emanaban de ahí. No había duda. Aquel roble enorme era el corazón
del bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y Lucas entendió en ese
momento el nombre de Bosque de los Suspiros: aquel roble inmenso parecía que
respiraba, suspirando, gimiendo, resoplando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se quedó sin habla, pensando
que allí estaban sus respuestas, pero sin saber cómo obtenerlas de un árbol milenario.
Apagó el pistón trifásico fotovoltaico, de manera automática, pensando que
tenerlo encendido allí era casi obsceno, irreverente. Tenía la sensación de
estar en un lugar sagrado, el más sagrado y real de todos los supuestos en los
que había estado (y había estado en muchísimas iglesias, mezquitas, sinagogas y
templos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces, el árbol pareció
romperse, por el tronco, longitudinalmente. Se abrió una grieta como si fuera
una solapa, con un crujido fuerte y sonoro, que hizo dar un respingo a Lucas.
Desde el agujero pareció brotar, como saliendo y despegándose del árbol a la
vez, una figura gigantesca, que debía de estar plegada dentro del tronco,
porque sus dimensiones no encajaban con el posible hueco que habría allí
dentro. Si Lucas se había quedado impresionado y sin habla al ver el roblón, al
observar la salida de la criatura de su interior se convirtió en el ejemplo de
la estupefacción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La criatura que salió del
árbol era un Elemental, un primigenio, un dios del bosque. Medía tres metros de
alto y era bastante ancho de hombros y de cuerpo. Todo su cuerpo parecía estar
hecho de madera, pero de madera viva y maleable, porque su superficie se movía
al compás de sus pasos y de su respiración, como la piel de los animales. Tenía
dos miembros superiores y dos inferiores, como de corteza de árbol: las piernas
tenían dos rodillas cada una y los brazos acababan en manos de cuatro dedos,
enfrentados de dos en dos. Los dedos eran como lianas y las piernas, después de
los dos pliegues, terminaban en dos plataformas llenas de dedos, cortos y
ondulantes, como si fuesen ramitas de goma. Toda su superficie tenía hojas
sueltas o cúmulos de ellas y también lucía chorretones de savia y algunos
pegotes duros en algunos pliegues. La cabeza, grande y cilíndrica, parecía
tallada en madera, aunque sus rasgos se movían, coronada por un penacho de
hojas de diferentes formas, tamaños y colores. En la parte baja del rostro
había un montón de musgo, rodeándole la “barbilla” y el corte de la boca. En el
pecho brillaba una luz interna de color verde vivo, que también podía verse
cuando la criatura abría la boca para hablar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no creía en un ser
superior, pero estuvo convencido de que si alguna vez iba a estar delante de
Dios, era en aquel momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Elemental caminó con
pasos largos y lentos, rodeando a Lucas, para verle en todos sus costados, sin
hablar, pero abriendo la boca de vez en cuando, aunque sin decir nada. Desde su
garganta lucía aquella luz verde tan especial y fantasmal. Sus pasos resonaban
al impactar contra el suelo y sus “brazos” se cimbreaban y ondulaban al andar,
como las ramas de los sauces mecidas por el viento. Lucas lo admiró deslumbrado.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">- Grudiûn akh, humanit.</span></b><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas lo miró, sin moverse. No
entendía qué le había dicho. En realidad, ni siquiera sabía qué idioma era ése.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Vhalá,
Mede jurteq. Mea krog Lucas</span><a href="file:///C:/Users/Fer/Desktop/%C3%81rbol%20Geneal%C3%B3gico.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="font-family: "Palatino Linotype", serif; font-size: 11pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><b><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: red;">[1]</span></span></span><!--[endif]--></b></span></span></a><b style="font-family: Garamond, serif;"> </b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– dijo en</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">lyrdeno</span><span style="font-family: "Garamond","serif";">, </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">usando un puñado de las pocas palabras
que sabía. El Elemental lo miró, arqueando la corteza sobre uno de sus ojos,
valorativamente. Lucas no sabía si le había entendido o no.</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Humano, ¿qué haces en mí?
– dijo luego, con voz grave y profunda, reverberante, aunque con un tono amable
y bajo. Lucas tragó saliva, impresionado. El Elemental conocía su lengua y se
había detenido frente a él, inclinándose, apoyando una de sus curiosas “manos”
en el suelo, para mantenerse sujeto y tener la mirada a la misma altura (más o
menos) que Lucas. Desde los “dedos” de sus “manos” surgieron pequeñas
raicillas, que se hincaron en el suelo del bosque. Pequeñas hierbas y
florecillas crecieron alrededor de su “mano”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo.... eh.... – dudó
Lucas, confuso y nervioso. – Estoy aquí porque necesito respuestas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Dudo mucho que comprendas
las preguntas, chiquillo – contestó el Elemental, inclinando la cabeza,
haciendo que sus frondosas hojas se sacudieran, con un rumor característico.
Dos pájaros salieron volando de allí dentro, piando con alegría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas tragó saliva,
intimidado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estoy tratando de ayudar a
una niña, que está sufriendo – contestó Lucas. – Pero yo solo no puedo hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Una</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">kila</span></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">? ¿La.... muchacha?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Se llama Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo los humanos usáis</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>fedatien</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">para nombrar las cosas – dijo con
desdén, sacudiendo la “mano”, haciendo que un pedo de esporas saliera disparado,
flotando en el ambiente. – No sé su</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>rêmen</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, pero sé su</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>vhalá</b></span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>.... espíritu.</b></span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces sabrás que está
sufriendo – dijo Lucas, suponiendo que el Elemental y él estuvieran hablando de
la misma persona, de Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todo el mundo sufre.</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Erga
misto borogodien.</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vosotros
no sois los más importantes....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas suspiró, pensando cómo
dialogar con aquel dios del bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Puede que no, pero mi
misión es ayudarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Elemental se incorporó y
dio dos pasos hacia atrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Parecía mirar a Lucas con otro tipo de
mirada, valorándolo, reconociéndole.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La misión del río es regar
el bosque. La de los árboles perpetuar la vida en el mundo. La de las ardillas
ayudar a los árboles a expandirse – dijo, con voz pausada, reverberante. –</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Hirga
dun elehan mubutun.</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las
misiones son muy respetables. Tú debes cumplir la tuya.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es – asintió Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esa</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>kila</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">no sufre por</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>wersinos</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">, </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">aunque lo intentan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué sufre, entonces?
– preguntó Lucas, casi desesperado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ella sufre</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion
semnpta.</b></span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo?</span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>- Gorgodion
semnpta </b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– repitió el Elemental,
volviendo a rodear a Lucas, observándole desde todos los lados. El detective se
giró, para ver en todo momento a la criatura, mientras caminaba a su alrededor.
– No es fácil decirlo en tu idioma, así que no intentaré hacerlo. Su</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>heritman</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">le ha bendecido con el </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">para evitar la</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>wersia.</b></span><span style="font-family: Garamond, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No.... no sé qué dices....
– dijo Lucas, avergonzado, no queriendo ofender al Elemental, que lo miró de la
misma manera, sin ofenderse ni molestarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es la única manera que
tengo de</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>ojuga</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">
</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– dijo, como queriendo disculparse, aunque su voz no cambió de entonación ni de
profundidad. – La</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>kila</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">
</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">no puede librarse del</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gorgodion</b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">,
por su bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Pero le hace daño!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Elemental negó con la “cabeza”,
haciendo que su piel de corteza crujiese y que las hojas se sacudiesen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Le hace mucho bien. Evita
la</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>wersia.</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>wersinos</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">no</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>gerfa und forrus</b></span><span style="font-family: Aharoni; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– agregó, mezclando su idioma con el
castellano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero.... no entiendo....
no sé....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es todo cuanto puedo</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>ojuga</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora ya lo sabes. Era mi secreto pero
ahora conoces la </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>ammame....</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">
</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">la realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas lo miró confundido. El
Elemental le había contado cosas, pero no estaba seguro de conocer la realidad,
como él decía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>hast</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">irme – agregó, alzándose. Lucas lo vio
en toda su altura y se mareó. Nuevos pájaros llegaron volando y se refugiaron
el penacho de hojas dispares que coronaban su “cabeza”. Sus “brazos” volvieron
a oscilar. – Espero que mis</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>fedatien</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">
</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">te ayuden,</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>humanit</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">.
</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora sal del mí. No puedo</span><span style="font-family: "Garamond","serif";"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>kelegatar</b></span><span style="font-family: "Garamond","serif";">
</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">que no sufras daños....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El dios del bosque le dedicó
una reverente inclinación de cabeza y después se acercó al árbol, con largos y
lentos pasos: en cada una de sus huellas crecieron florecillas. Se introdujo en
la grieta del tronco, metiéndose en un lugar pequeño pero en el que
aparentemente cabía sin problemas y después el tronco se selló, con un crujido
leve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó en el pequeño
claro, frente al roblón milenario, sorprendido y confundido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<b><a href="file:///C:/Users/Fer/Desktop/%C3%81rbol%20Geneal%C3%B3gico.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: red;">[1]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a> </b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Señor bosque. Soy Lucas.</span><span style="font-family: Palatino Linotype, serif;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-6344819640390504212018-07-19T15:13:00.000+02:002018-07-19T15:13:33.123+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 14<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
14 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llovió durante todo el
camino de vuelta, hasta que entró en la provincia de Cáceres y el cielo se
despejó, aunque se quedó con un montón de nubes deshilachadas. El Twingo, sin
sobrepasar los límites de velocidad, voló por las carreteras, de vuelta al
hogar de los Carvajal Sande. Víctor había hecho un gran trabajo y el coche
respondía estupendamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recorrió las carreteras ya
conocidas para él, llegando hasta la mansión, y aparcó el coche directamente en
la dársena con tejado metálico. Antes de salir se dio la vuelta en el asiento
y, abriendo la mochila, sacó un montón de cosas que creía que podría necesitar
del baúl que había bajo el asiento trasero del coche. Guardó varios cargadores
de bolas de plata para las pistolas de aire comprimido, el florete bañado en
plata, unas baterías de repuesto para el pistón trifásico fotovoltaico, tres
trampas cuánticas, una red de hilo de diamante y plata, una piedra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mogûn</i>, un frasco de cristal reforzado
con malla de acero con lágrimas de sirena del Cantábrico y varias piquetas
bañadas en plata con símbolos grabados en la cabeza. Se echó la pesada mochila
a la espalda al salir del coche y cerró el Twingo. Al caminar hacia la parte
delantera de la casa, con la tarjeta del coche en la mano, se le ocurrió
quitarle el llaverito con la roseta celta de plata. Tenía una idea para ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio le abrió la puerta
y él le saludó de pasada, entrando con prisa en la mansión. Pasó por el
recibidor, sin fijarse en todos los objetos de decoración que había allí
expuestos, y subió las escaleras hasta el primer piso, dirigiéndose al despacho
de Sandra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sandra? – preguntó,
llamando con los nudillos. Esperó, pero no tuvo respuesta, así que abrió con
delicadeza. La mayor de los Carvajal Sande no estaba allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se dio la vuelta y volvió
por el pasillo, sin saber dónde preguntar por ella. Pasó por delante de los dos
tramos de escaleras que llevaban al descansillo y siguió recto, de camino a la
habitación de Sofía. Allí hizo lo mismo, llamando con precaución, pero sin recibir
respuesta. Sofía no estaba en su cuarto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas volvió apurado al
amplio pasillo de la primera planta, pasándose la mano por la cara. Había
viajado todo el día desde el asentamiento de sus amigos Carla y Pancho y casi
era de noche. Quería avisar en la mansión de sus próximos movimientos y salir
cuanto antes, para aprovechar la última hora u hora y media de luz. Al no
encontrar a nadie todo su plan se retrasaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio llegó entonces al
primer piso, subiendo las escaleras con tranquilidad. Miró con curiosidad al
detective, parado en mitad del pasillo, pero sin decirle nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Venancio! ¿Sabe dónde
están la señorita Sofía o la señorita Sandra? – Lucas se acercó al mayordomo
con necesidad, peguntándole a bocajarro. Luego añadió, aunque sin mucho
interés. – ¿O el señor Carvajal Roelas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El señor está en Cáceres,
con la señora, reunidos con unos inversores – contestó, calmo. – La señorita
Sandra está en los establos, si no me equivoco. Y la señorita Sofía descansa en
la sala de lectura: no va a recibir clases, pero su madre le ha dado permiso
para pasear por la finca o por la casa mientras se encuentre con fuerzas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias, Venancio –
asintió Lucas, y bajó corriendo las escaleras. El mayordomo le vio irse con una
mezcla de indiferencia y asombro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas buscó la sala de
lectura, para hablar con Sofía y así poder salir por la parte trasera de la
casa hacia los establos. A pesar del peso de la mochila y de los golpes que le
daba en la parte baja de la espalda, al rebotar, corrió por los pasillos y las
salas, asustando a algunos criados. Entró como un toro de lidia en la sala de
lectura, haciendo que Sofía levantara la mirada del libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola Lucas – sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola Sofía – le devolvió
la sonrisa, recuperando el aliento. – ¿Cómo estás?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bastante bien, la verdad –
asintió la niña. – ¿Dónde has estado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenía que ir a ver a unos
amigos – contestó Lucas, sentándose en un sillón al lado de la niña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Pasaba algo grave?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡No! Necesitaba su ayuda
para entender lo que pasa.... aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo que me pasa a mí,
quieres decir – dijo Sofía, poniéndose seria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A ti no te pasa nada –
mintió a medias Lucas. – Hay algo que quiere hacerte cosas. Eso es lo que pasa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un demonio....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Puede, pero creo que hay
algo más – contestó, enigmático, pero como todavía era una teoría no quiso dar
más detalles. – Por eso quería verte: tengo que irme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Otra vez?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, pero esta vez estaré
más cerca. En el bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía no dijo nada, pero lo
miró enarcando una ceja, interrogativa. Estaba muy divertida con esa mueca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo que ir a comprobar
una cosa al bosque que hay detrás de la casa. Creo que ahí encontraré la
solución a esto. Eso espero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El Bosque de los Suspiros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El Bosque de los Suspiros.
Siempre lo hemos llamado así – indicó Sofía. – Cuando era más pequeña me pasaba
horas enteras jugando allí, por entre los árboles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues ahí voy – asintió
Lucas. – Quiero que te quedes tranquila, volveré pronto. Y confía en tu
familia: ellos te cuidarán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo sé.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Voy a hablar con tu
hermana Sandra – añadió Lucas. – No creo que te pase otra vez, pero por si
acaso, le voy a explicar a Sandra cómo proceder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale – dijo Sofía,
llorosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eeeh.... – Lucas se sentó
en el brazo del sillón que ocupaba Sofía, pasándole una mano por el hombro. –
Tranquila. No tengas miedo: si es verdad que el demonio sigue acechando, tu
hermana sabrá cómo actuar y se lo explicará a tu familia para que te ayuden.
Además, yo volveré en seguida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué estás leyendo? –
preguntó Lucas, mirando el libro que Sofía había dejado sobre sus rodillas, tratando
de cambiar de tema. – ¿“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bosque Mitago</i>”?
Muy propio....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lo has leído?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hace mucho, más o menos a
tu edad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Espero que no te
encuentres con estas cosas en el Bosque de los Suspiros – deseó Sofía, con los
ojos brillantes, por las lágrimas que no habían caído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas deseaba lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las nubes grises habían
crecido, ocupando los espacios libres que antes dominaban el cielo. Aún había
claros, pero eran muy pocos y muy pequeños. Lucas suspiró, esperando que la
lluvia le dejase tranquilo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminó con paso rápido hasta
los establos, atravesando la finca trasera de la mansión. Venancio le había
dicho que creía que Sandra estaba allí, pero si no la encontraba, había
decidido seguir su camino, dejándole las instrucciones escritas en una nota.
Por suerte, al acercarse a la puerta, vio en el interior que Sandra se afanaba
allí, acicalando a su caballo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hércules</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas – saludó al entrar,
decidido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola, señor detective –
Sandra se dio la vuelta, un poco sorprendida por la súbita irrupción. – Pensé
que estaría más tiempo fuera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He estado lo justo, para
volver a tener perspectiva – explicó Lucas, sacando el pequeño llavero del
bolsillo. – He hablado con Sofía, aunque no creo que la haya tranquilizado del
todo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se apure.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De todas formas, quiero
que tenga esto – le tendió el llavero y Sandra lo cogió, a la expectativa. – Es
una roseta celta, un símbolo del Sol y de protección. Además está hecha de
plata, lo mejor para luchar contra los demonios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué....?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque tengo que irme otra
vez – Lucas arrugó la cara – y quiero que tenga algo con lo que proteger a su
hermana. Tengo el presentimiento de que el demonio no va a poder poseer a
Sofía, pero si lo intenta quiero que tenga herramientas para enfrentarse a él y
evitarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra miró el llavero y
después al detective, con miedo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Solamente tiene que
apoyarlo sobre la frente de Sofía, si empieza a sufrir otra posesión. Otro
intento de posesión – se corrigió Lucas. – Simplemente eso. La roseta hará el
resto. Y no se asuste si sale algo de humo al contacto con la piel: estará
haciéndole daño al demonio, no a su hermana pequeña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Está bien.... – contestó
Sandra, aunque parecía asustada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenga confianza. Si no me
equivoco, y todo sale bien, volveré con la solución para su hermana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra asintió. Lucas la
imitó y, sin nada más que decir, se dio la vuelta, para salir de los establos.
La voz de Sandra le detuvo un instante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Eh! No se equivoque.... –
bromeó la hermana mayor de los Carvajal Sande. Lucas sonrió, se despidió con un
saludo y reanudó su marcha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó hasta el muro del
fondo de la finca y lo recorrió. Pegados al muro había espinos y zarzales en
abundancia, algunos secos y viejos, pero con espinas todavía afiladas, así que
Lucas tuvo mucho cuidado al caminar por allí, acercándose lo mínimo. Llegó a un
punto en el que el muro presentaba una abertura, una parte derruida y caída,
así que escaló por los pocos cascotes y saltó al otro lado, aterrizando sobre
una hierba mullida. Siguió pegado al muro, esquivando las zarzas, sólo que
ahora del otro lado. Técnicamente, estaba fuera de los terrenos de los
Carvajal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminó con paso vivo por el
campo, acercándose a la gran masa de árboles que se veía desde lejos. Eran robles
enormes, salpicados de algún grupo de castaños y de alguna encina desperdigada
y solitaria. El bosque parecía, desde la dirección en la que se acercaba Lucas,
un muro de árboles, como soldados o centinelas de un antiguo ejército, que seguían
de guardia después de cientos de años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entró entre los árboles
cuando la lluvia empezó a caer. Al menos no era la tromba de agua que había
sufrido en la carretera, mientras volvía en el Twingo, sino una lluvia
intermitente y suave. Los árboles, altos y grandes, le protegieron del agua y
sólo en alguna zona, en la que las copas de los robles no cubrían el cielo del
bosque al completo, notó los aguijonazos del agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llevaba puesto el mono rojo,
así que iba protegido de la lluvia. Dentro de la mochila, en uno de los bolsillos
pequeños, llevaba un gorro de lana, de color gris, con tantos años y tanto uso
que casi era ya impermeable, pero no lo sacó todavía. Las copas de los árboles
todavía lo protegían durante la mayor parte de su camino, así que sólo tenía
que preocuparse al atravesar algún claro o en alguna zona más despejada. La
humedad flotaba en el ambiente, pero no se mojó demasiado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El bosque era anciano, eso
lo notó Lucas nada más entrar. Lo que tardó en sentir fue que además era
inteligente y peligroso. Veía los rastros verdes de la fuerza sobrenatural,
como jirones de niebla, entre los árboles y sus ramas, cómo líquenes colgantes.
Era algo que sólo él podía ver, pero cualquiera notaría cierta magia en el
lugar, cierta presencia o fuerza en el ambiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los robles eran altos y con
copas frondosas y grandes. Crecían o muy juntos o muy separados, formando
diferentes estratos de sombra y claridad, zonas llenas de hojas secas y raíces
que asomaban con otras despejadas, en las que se veía perfectamente la tierra
marrón, salpicada de rocas grises. Lucas caminó por entre los árboles con
cuidado, guiándose únicamente por el azar, por su instinto y su “anomalía”. Aún
era pronto para sacar el pistón trifásico: por ahora tenía que adentrarse más
en el bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se hizo de noche y Lucas
siguió andando. Sacó entonces el pistón, solamente para usarlo como linterna, encendiendo
las luces verde y amarilla. Todo estaba muy oscuro, por la noche, las nubes y
las copas de los árboles, así que hubiese sido imposible seguir sin la luz del
pistón trifásico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya no llovía, pero en
algunas zonas el suelo del bosque estaba mojado. La humedad del ambiente era
perenne. Lucas sintió frío y se puso el gorro de lana y unos guantes del mismo
material. Aunque los árboles resguardaban un poco, no había que olvidar que
estaban en diciembre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pasaba ya la medianoche, y
en el mismo momento en que Lucas pensaba en buscar un refugio para pasar el
resto de la noche (debía estar cerca del corazón del bosque), escuchó un
gruñido y un siseo. Se detuvo al instante, agachándose instintivamente. Había
algo allí cerca y se temía que no era un lince o un lobo o cualquier otro
animal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacía tiempo que había
entrado en otra especie de mundo. Un mundo en el que las leyendas seguían
vivas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un roblón de tronco ancho
estaba cerca, así que se acercó y se escondió tras él, apagando el pistón, pero
sin poder evitar que sus pisadas fuesen audibles. Una vez tras el tronco del
árbol escuchó gruñir a la criatura de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ésta apareció por fin en su
campo visual, entre los árboles, a unos veinte metros de él, caminando por el
bosque con cautela, acechando. Lucas lanzó un reniego mental, lamentándose por
su suerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llevaba el torso al
descubierto, como la mayoría de su especie, con dos tatuajes, de serpientes:
las cabezas de las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>serpientes moradas le
cubrían el pecho y sus cuerpos ondulaban hacia el torso, dando la vuelta por el
costado y llegando hasta la espalda, donde sus colas terminaban en los
omóplatos. Dos serpientes moradas más le adornaban el rostro, a ambos lados,
con las cabezas frente a frente sobre las cejas negras. Vestía unos pantalones
púrpura con un cinturón llamativo: la hebilla estaba formada por dos cabezas de
serpientes enfrentadas, con las fauces abiertas. Su piel era amarillenta, con
cúmulos de escamas en algunos sitios, y sus ojos tenían rendijas en vez de
pupilas. Carecía de pelo, tenía la cabeza con un aspecto similar al de las
cobras, sin orejas, y blancos colmillos le asomaban de las mandíbulas. Sus
manos, una negra (la izquierda) y otra gris (la derecha), tenían garras en
lugar de uñas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas había estudiado y
visto por primera vez a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropos</i>
en India, hacía unos años. Un chamán que le instruyó allí le avisó de todos los
peligros de aquellas criaturas. Por ejemplo, que su mordisco llevaba veneno, o
que las heridas de la mano negra pudrían el miembro herido, o todo el cuerpo,
si el arañazo era cercano al corazón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A Lucas no le sorprendió
encontrar un ejemplar en aquel bosque, aunque lo lamentó. Un hogar que los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropos</i> encuentran cómodo son los
bosques sombríos y viejos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque deseaba pasar
desapercibido, no lo consiguió. Había hecho mucho ruido al esconderse y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i>, además, tenía una visión
infrarroja, a efectos prácticos, similar a su “anomalía”. Así que le encontró
con facilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, lleno de miedo, sin
embargo actuó con destreza, como debía hacer. Encendió el pistón y lo echó al
suelo, salió de detrás del árbol, desenvainando su florete de esgrima,
enfrentándose a la carga del monstruo. Éste se echó sobre él, y aunque le buscó
con las garras no le encontró, porque Lucas se había movido, apartándose, no
sin lanzar un ataque de lado con el florete, dejando una herida larga y
estrecha en el pecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i> gritó de dolor, frenando su ataque. Se giró con rapidez,
como atacan las serpientes, lanzando su mano gris, alcanzando a Lucas en el
pecho, empujándole hacia atrás. Voló durante unos metros y aterrizó con la
espalda y el trasero, rodando por la hierba y las raíces de los árboles. Aturdido,
fue capaz de reaccionar, sin apuntar bien, lanzando un nuevo ataque con la
espada, horizontal, al sentir que el monstruo estaba otra vez sobre él,
tratando de herirle. El florete alcanzó las manos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i>, que las retiró dolorido. Lucas sacudió la cabeza,
tratando de despejarse, y aunque le dolía la espalda, se lanzó hacía adelante,
enfocando mejor al monstruo, golpeándole con el botón del florete en el hombro,
de punta. No le atravesó la dura piel, cubierta de escamas en algunas partes,
pero sí consiguió hacer que humeara, herido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i> chilló y siseó, dando dos pasos hacia atrás. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mostró los colmillos y se lanzó de nuevo
sobre Lucas. Éste afirmó los pies y le lanzó un ataque, que el monstruo
desplazó con el brazo izquierdo, alcanzando con un zarpazo el brazo de Lucas.
El detective chilló, movió el florete, y aunque no alcanzó al monstruo, al
menos lo espantó, haciendo que retrocediera.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estaba apoyado contra
un castaño retorcido, recostado sobre su tronco. Se miró el brazo izquierdo,
donde resaltaban cuatro cortes irregulares en la fuerte tela del mono y en su
propia piel. Había sido un zarpazo con la mano gris, la derecha del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i>, así que estaba libre de
veneno. Aun así, la herida dolía un montón. Sudando, a pesar del frío, miró a
su enemigo, que caminaba en arco frente a él, tentándole.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De repente atacó de nuevo,
como una cobra lanzándose hacia adelante. Las dos manos, la gris y la negra,
iban por delante, y Lucas volvió a golpearlas con el florete. La bestia las
apartó, más preocupado que dolorido, pero Lucas se preocupó mucho más: el
florete se le escapó de las manos, al golpear las del monstruo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras el florete
repiqueteó contra las raíces del suelo, fuera de su alcance, Lucas pensó en sus
armas. Estaban todas en la mochila, allá lejos, perdida cuando el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ofídropo</i> le había golpeado la primera
vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero entonces, cuando el
monstruo volvía sobre él, recordó que llevaba una pistola en uno de los
bolsillos del mono, uno de los que quedaba en el abdomen. Con velocidad,
deseando que no se le enganchara en la cremallera, sacó la pistola de aire
comprimido, apuntando a bulto y disparando dos veces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La primera bala de plata le
rozó la mejilla escamada al </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ofídropo</i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, pero la segunda le atravesó el hombro,
saliendo por la espalda.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquella fue la que detuvo en
seco al monstruo, que estaba a pocos centímetros de Lucas. Aulló de dolor y
quizá también de miedo, trastabillando hacia atrás, girándose y corriendo.
Pronto se perdió entre los árboles, desapareciendo de la vista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, sin soltar la
pistola, se tanteó las heridas, comprobando que sangraban<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero que no eran profundas. Suspirando y
jadeando, por la adrenalina que todavía recorría las autopistas de sus venas,
se incorporó y anduvo renqueante hasta la mochila. Allí tenía algunas gasas,
quizá alcohol o yodo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La recogió del suelo y se
incorporó, dolorido. La lluvia había vuelto a empezar a caer y en aquella parte
del bosque las copas de los árboles no estaban tan juntas y no hacían de
paraguas natural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tenía que buscar un refugio,
para guarecerse y curar sus heridas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-41020020380328532762018-07-16T20:03:00.000+02:002018-07-16T20:03:27.124+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 13<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
13 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas avisó a don Felipe
Carvajal y a doña María Rosa Sande de que tenía que realizar ciertas
investigaciones allí cerca, consultar con una pareja de expertos ciertos detalles
de la investigación. Les aseguró que aquella misma noche estaría de vuelta y
que el martes podría volver a tratar a Sofía. A los señores Carvajal Sande
aquello les pareció ciertamente irregular, pero accedieron amablemente. En
realidad no entendían los métodos del detective, así que le dieron el beneficio
de la duda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas montó en su Twingo
mejorado y viajó sin parar hasta la provincia de Toledo, en medio de un monte,
buscando a sus amigos. Guiándose por la ubicación que le había enviado Pancho
el sábado los encontró con cierta facilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Escuchó los ladridos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i> bastante antes de verlos, cuando
aparcó el Twingo al borde de un sendero y caminaba por el campo de hierba,
salpicado de árboles retorcidos. Sus amigos estaban ocultos por la vegetación,
unos metros por delante, así que no los veía, pero los ladridos del perro le
indicaron la dirección en la que tenía que andar y el lugar donde estaban los
tres. Apartando ramas peladas de árboles y esquivando puntas afiladas, llegó a
un claro, ancho y largo, cubierto de hierba verde, maltratada por los fríos del
invierno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La caravana estaba fija y
bloqueada, asentada a un lado del claro. El gran Ssang Yong Rhodius de Carla
estaba aparcado cerca, a la vera de los árboles del bosque. En medio del claro
estaba Carla, jugando con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i>. Le
lanzaba un palo grande y grueso y el perro se lo devolvía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El pastor alemán olió a
Lucas, porque de repente se giró y salió como una bala, directo a él, corriendo
por el campo como si volara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Lucas!! – Carla se
alegró de verle, saludándole de lejos. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i>
llegó hasta él y se puso a saltar, como loco, queriendo saludarle. Lucas le
acarició el cuello y la cabeza y el perro caracoleó entre sus piernas,
contento. Cuando Lucas echó a andar hacia su dueña, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i> lo siguió, trotando a su lado, con la rosada lengua colgando
fuera de la boca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola, Carla – saludó
Lucas, al llegar hasta ella, dándole un abrazo y dos besos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ya estás aquí! ¿Qué tal
el viaje? ¿Nos has encontrado bien?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bastante bien, sí, aunque
tenéis la manía de esconderos – bromeó el detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos donde está la
acción, qué le vamos a hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué estáis haciendo aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya te dije que esta zona
era un lugar muy activo en matanzas – contestó Carla, agachándose para
acariciar al perro, que deambulaba entre las piernas de los dos. – Entre la
Reconquista, la Guerra Civil y otros conflictos, ha sido terreno de batalla
muchas veces. Por allí hay una quebrada poco profunda, donde se abandonaban los
cuerpos de los muertos en batalla, así que esto es un foco de fantasmas
terrible, como te puedes imaginar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estamos recogiendo huesos,
para ver sus propiedades – explicó Carla. – Hay un montón, a veces no hace
falta casi ni excavar. Queremos ver si los ectoplasmas impregnan con su
energía, de alguna forma, los restos. Si eso ocurre queremos ver si se pueden
aprovechar los huesos, o su polvo, de alguna manera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Pancho está allí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí: vamos a verle – Carla
encabezó la marcha y Lucas se puso a su lado. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i> trotaba alrededor de ambos, se adelantaba y luego retrocedía.
– Él cree que podrían servir incluso como GPS o brújula. Que el polvo de los
huesos, si tiene propiedades sobrenaturales por la exposición con los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">humos</i>, quizá tenga alguna reacción hacia
otros espíritus o fantasmas en su misma longitud de onda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y manipulando el polvo, de
alguna manera, se podría diseñar una especie de brújula o de radar – asintió
Lucas. La teoría era muy inteligente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Exacto. Aunque sólo es una
idea de Pancho, tenemos que estudiarlo y ver cómo se comportan los huesos y si
de verdad sirven para algo así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Carla le guio por el claro y
salieron de él por el extremo oeste, caminando con cuidado por entre los árboles
de ramas afiladas y desnudas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i>,
con mayor facilidad por ir más cerca del suelo, se coló entre los troncos de los
árboles y las piernas de su dueña y se adelantó. Los humanos llegaron un poco
más tarde, a una zona despejada del bosque, en el que el suelo de tierra marrón
se abría en una quebrada de unos cinco metros de ancho, bastante empinada. Sin embargo,
desde donde estaban, al inicio de la grieta, se podía descender por un
terraplén natural de tierra prensada. Carla bajó por allí con agilidad, fruto
de la experiencia, pero Lucas prefirió hacerlo con cuidado: era la primera vez
que bajaba por allí, sus botas estaban bastante desgastadas en las suelas y
sobre todo no quería quedar como un torpe delante de sus amigos. Sobre todo delante
de Pancho, que utilizaría aquello para mofarse de él durante dos o tres años,
más o menos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pancho estaba al fondo de la
grieta, a unos doce metros del terraplén. Estaba acuclillado, limpiando con un
cepillo de cerdas blandas unos fragmentos de hueso, clasificándolos y
guardándolos en una caja de herramientas, modificada para ese fin. Cuando
escuchó los pasos detrás de él se giró, alegrándosele la cara al ver al recién
llegado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Lucas, tío!! – le
saludó, dejando lo que tenía en las manos y poniéndose de pie, dándole un
afectuoso abrazo al detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué tal estás, Pancho?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De lujo, macho. Estamos
trabajando a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">piñón</i>, pero muy bien. El
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">curro</i> sale adelante y puede que
demostremos algunas teorías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Carla ya me ha contado
algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué te parece?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sonrió ampliamente
antes de contestarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues que ojalá se me
hubiera ocurrido a mí antes....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pancho rio a carcajadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ven, que te explico de qué
va la movida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se acercó a Pancho,
que le contó lo que llevaban haciendo él y Carla allí los últimos ocho días. Le
mostró los huesos que había en el fondo de la cañada, cómo se podían
desenterrar fácilmente, cómo los limpiaban y cómo los seleccionaban luego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una vez elegidos los de
mejor pinta y los que tienen mejores posibilidades, los llevamos a la caravana.
Allí Carla se encarga de trocearlos, pulirlos y desmenuzarlos. Y luego los
manipula, con unos geles y no sé qué <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mierdas</i>.
Ella es la que mejor controla eso, yo soy demasiado bruto para esa parte del
trabajo – reconoció, sin asomo de vergüenza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo que hago es mezclar el
polvo de huesos (o los trocitos pequeños, siempre que sean menores a una
lenteja) con unos geles de péptidos – explicó Carla, detrás de ellos dos. Lucas
se dio la vuelta para mirarla. – Van mezclados con sangre de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Jideo</i>, tan sólo son tres partes por
millón, pero hacen que la mezcla sea más efectiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y luego?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sabemos. Todavía
estamos trabajando en el prototipo – la mujer se encogió de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creemos que quizá una
matriz de cristal líquido pueda funcionar – apuntó Pancho. – O un recipiente,
como una simple cajita, transparente, con algún metal permeable a las fuerzas
ectoplásmicas como fiel. No estamos seguros, tenemos que probar muchas
cosas....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Si necesitáis ayuda, o
dinero, ya sabéis que podéis contar conmigo – dijo Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pancho y Carla se miraron
avergonzados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya lo sabemos, tío,
gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero no queremos liarte
más, ya nos has ayudado muchas veces....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, y mirad qué bien me ha
venido – asintió Lucas, que no le importaba dar su dinero, ya que tenía de
sobra. – Las trampas cuánticas las pude terminar gracias a vuestro estudio
sobre los circuitos eléctricos de litio y carbono de Hidra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, si necesitamos algo
te lo pediremos – aceptó Carla, que aunque avergonzada, sabía que Lucas estaba
en lo cierto. Les había prestado mucho dinero, varias veces, pero lo utilizaban
para mejorar la investigación paranormal, y Lucas acababa beneficiándose de
ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has <i style="mso-bidi-font-style: normal;">papeao</i> algo? – preguntó Pancho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nada, unas galletas
mientras venía en el coche – negó Lucas. – He venido directo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pa’dentro</i>, a la caravana, que empieza a hacer fresco – dijo Pancho,
señalando hacia el claro, tras los árboles. – Te invitamos a comer y hablamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los tres, seguidos por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i>, salieron de la zanja y caminaron
hasta el claro, donde estaban aparcados el enorme Ssang Yong de color azul y la
caravana con remolque blanca. El viento se había levantado con más fuerza y
hacía frío. Lucas agradeció ponerse a cubierto. El cielo estaba empezando a
cubrirse con nubes grises muy oscuras, preñadas de lluvia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La caravana era espaciosa y
Carla y Pancho la tenían muy bien aprovechada. Había armarios en todas las
paredes, para albergar tanto el material de cocina, como todo tipo de ropa,
incluyendo el instrumental y los aparatos de investigación paranormal. Carla y
Pancho no eran detectives como Lucas, pero también investigaban eventos
paranormales, ellos desde una perspectiva más científica y académica que su
amigo, que se dedicaba a ello profesionalmente. Mientras Pancho ponía a cocer
unas lustrosas salchichas y preparaba panecillos y montaba una ensalada
surtida, Cala y Lucas se dirigieron a la parte delantera de la caravana, donde
estaba el pequeño sofá y la mesa para comer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo lo llevas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues más o menos bien –
asintió Lucas, esperando sonar convencido, esperando convencerse a sí mismo. –
Ya te dije que he vuelto a trabajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bien. Eso es bueno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No quería volver a
envolverme en estas cosas, por si pensaba demasiado en.... bueno, ya sabes, en
cómo terminó – divagó, sabiendo que Carla le entendería. Conocía la historia. –
Pero no sabía cuánto lo echaba de menos hasta que no me puse otra vez con ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Normal. Eres bueno en
esto. Es lo tuyo. Lo necesitas – contestó Carla, sonriendo con confianza. Desde
la parte de la cocina les llegó ruido de cacharros y de cubiertos. Lucas sabía
que Pancho estaría poniendo la oreja, pero no le importaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por cierto, ¿no sabréis
nada de un gran cargamento que ha sido movido en Madrid? ¿De contrabando?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cargamento de qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé. Pero olía a
tráfico de productos paranormales o incluso ectoplásmicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sabemos nada.... – negó
Carla, con cara de lástima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No pasa nada, tampoco es
tan importante – desdeñó Lucas, acordándose del hangar del aeródromo donde su
amigo Ramiro había visto la discreta transacción. ¿Por qué se había acordado de
eso estando allí con Carla y Pancho? Quizá sí que fuese importante y su
instinto de detective (su “anomalía” no era la única habilidad que tenía) no le
dejaba olvidarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y en qué estás trabajando
ahora? – Carla cambió de tema, sin percatarse del debate interno que sufría
Lucas en el cerebro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un exorcismo – contestó,
volviendo a fijar su vista en su amiga. – Bueno, al menos eso creo. Es la
primera vez que veo a un demonio que intenta dos veces poseer a una humana sin
conseguirlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas le explicó a Carla las
dos veces que Sofía había sufrido la posesión, sin llegar a concretarse, sin
que el demonio consiguiese poseerla del todo, anidando en ella, parasitándola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es muy raro....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde luego que lo es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ya está aquí la comida! –
anunció Pancho, llegando a la mesa con una bandeja cargada de salchichas gordas
cocidas y un montón de panecillos. – Ahora os traigo una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">birra</i> a cada uno. ¿Qué es lo que es muy raro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se lo explicaron, mientras
el hombre volvía a la cocina para coger la ensalada y cervezas para los tres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una posesión se hace o no
se hace – apuntó, poniéndose serio. – Los demonios se afanan bien con eso,
porque si no consiguen poseer el cuerpo elegido lo más fácil es que la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">espichen</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya lo sé, por eso estoy
confundido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Seguro que es una
posesión? – preguntó Carla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ojos rojos con iris
dorados, ennegrecimiento de la cara y el cuello, espasmos y tensión muscular,
voz ronca y frases obscenas.... – Lucas se encogió de hombros, mostrando las
palmas de las manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso huele a demonio fijo –
asintió Pancho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero si las posesiones no
se concretan.... – dudó Carla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He pensado que la huésped
puede ser telépata o tener algún poder sobrenatural, pero lo habría notado –
dijo Lucas. – Si el demonio, suponiendo que es uno solo, no puede poseerla, no
es cosa de la chica. Tiene que ser algo externo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Para eso has venido?
¿Para que te echemos una mano? – preguntó Carla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo no tengo el equipo
necesario. Quería que revisarais la zona con vuestro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">software</i>, a ver si la mansión es territorio con alta probabilidad
de fuerza paranormal o no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Tienes un presentimiento?
– sonrió Carla, que conocía a su amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Más o menos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tú pide lo que te haga
falta – dijo Pancho, levantándose de la mesa, chupándose los dedos de kétchup y
mostaza. Volvió a la mesa con un portátil muy pequeño, lo encendió y empezó a
teclear. – ¿Dónde está exactamente la mansión?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entre Cabezuela del Valle,
Jerte y por ahí. No tengo las coordenadas exactas, pero está al sur de
Cabezuela, al oeste de la Garganta de los Infiernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Anda!! Esa zona es muy
bonita. Estuvimos hace dos veranos, recogiendo huevas de diablillos de fuego.
¿Has estado en la garganta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas negó con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No he tenido tiempo, la
verdad. Además, con este tiempo, no pretendo ir a bañarme al aire libre....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pancho soltó una carcajada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya lo sé.... – replicó
Carla, con una mueca. – Pero merece la pena visitarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Iré en cuanto pueda, te lo
prometo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahí la he <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pillao</i> – dijo Pancho, que seguía
enfrascado en el ordenador portátil, tecleando con rapidez y con fuerza,
deslizando el dedo con presteza por la almohadilla del ratón. – La mansión de
los Carvajal-Sande, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se asomó al ordenador
y vio el mapa, con gráficos de diferentes tonos de verde. La planta de la mansión
aparecía con el nombre escrito al lado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Exactamente, ésa es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues ya ves que es una
zona libre de eventos paranormales – señaló Pancho. – Ahí no ha <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasao</i> nada sobrenatural ni en los
dormitorios. Ya me imagino a esos aristócratas estirados, que no sabrán ni
dónde tienen las mujeres la....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias, cariño, lo hemos
entendido – sonrió Carla, forzadamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo que sí parece mostrar rastros
paranormales es esto de aquí – señaló Lucas. – ¿Qué es?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pancho movió el cursor y
arrastró el mapa, para centrar la gran masa de intenso color verde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es un bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No tiene nombre? –
preguntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aquí no aparece. Y ya
sabes cómo es este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">software</i>: si no
viene el nombre.... – dejó en el aire Pancho, meneando la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es el bosque que hay en la
parte trasera de la mansión, después del muro.... – dedujo Lucas. Tuvo
necesidad de hacer una pregunta, aunque no supo por qué. – ¿Qué tipo de bosque
es? ¿Qué árboles?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amos</i> a ver.... – murmuró Pancho, trasteando con las posibilidades
del programa informático. – Mmmhh.... Sí, la mayoría son robles, aunque también
hay algunos castaños y encinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas recordó de repente
algo y supo de dónde le había venido el impulso de preguntar por los árboles:
la ramita encontrada bajo la cama de Sofía. No sabía mucho de árboles, era
verdad, pero reconocía sin problemas las hojas de roble. De niño había sido su
árbol favorito y disfrutaba mucho cuando su padre les llevaba a su hermana y a
él los domingos por la mañana de excursión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Puedes averiguar ahí qué
edad tiene ese bosque? – preguntó, manteniendo a raya los recuerdos, para que
no le inundaran de tristeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Déjame mirártelo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tronco</i>....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras Pancho investigaba
sólo él sabía cómo, Carla miró intensamente a Lucas, que estaba pensativo y
ausente. Al cabo de un rato se dio cuenta de la adoración de la que estaba
siendo objeto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué pasa? – preguntó,
tímido, sonriente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me encanta cuando te pones
en plan detective – afirmó Carla. – ¿Nunca has pensado en dedicarte a eso oficialmente?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué? ¿Investigar
crímenes, desapariciones y robos? – se hizo el indignado, riendo. – Demasiado
aburrido....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Carla sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Ahí está el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cabrito</i>!! – soltó Pancho, lanzando un
puñetazo al aire. – Qué difícil, macho....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lo has encontrado? – se
asombró Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Ése es mi chico!! – se
alegró Carla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo he <i style="mso-bidi-font-style: normal;">encontrao</i>, ha costado, tío, pero lo he <i style="mso-bidi-font-style: normal;">encontrao</i>.... – asintió Pancho, sin orgullo. – Es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">carroza</i> tu bosque, ¿eh?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cuánto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es difícil afinar, ¿eh? No
tengo ni idea de estas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mierdas</i>, pero
por lo que he <i style="mso-bidi-font-style: normal;">encontrao</i> puede tener
hasta tres mil años. Siglo arriba, siglo abajo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se puso a pensar. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i> se acercó a él y apoyó la cabeza
en la rodilla del detective. Éste le acarició despistadamente, mientras seguía
pensando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lucas....? – tanteó
Carla, con cautela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo que volver a Cáceres
– dijo, volviendo en sí, mirando a sus amigos. – Pero no antes del postre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Carla sonrió y Pancho rompió
en carcajadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sí señor!! ¡¡Tenemos
natillas!! – Pancho se levantó de la mesa y fue a buscarlas al pequeño
frigorífico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has dado con la clave del
caso? – preguntó Carla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Podría ser – sonrió Lucas,
tímidamente. – Por lo menos ahora tengo una teoría, aunque lo que necesito es
investigarla y confirmarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y eso puedes hacerlo en
ese bosque?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es el único lugar donde
puedo hacerlo – asintió Lucas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barney</i>
ladró ligeramente, volviéndose a apoyar en la rodilla de Lucas. El detective
volvió a acariciarle, delicadamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-88855329043674186102018-07-12T12:14:00.000+02:002018-07-12T12:14:13.407+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 12<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
12 -</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas llegó el sábado a
primera hora de la tarde a casa del maestro Francisco Pizarro, que no había
echado en falta su ausencia desde la tarde anterior. No se sorprendió al verle,
aunque le preguntó qué tal le iba. Cuando Lucas le explicó que llevaba toda la
noche trabajando en la mansión Carvajal-Sande, el maestro solamente asintió y
no comentó nada. Ni siquiera compuso una mueca de sorpresa, o de malicia, o de
interrogación. Simplemente le preguntó si había comido, porque le habían
sobrado garbanzos con morcilla, y le puso un plato cuando Lucas reconoció que
tenía hambre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tras comer una generosa
ración de los deliciosos garbanzos de Francisco Pizarro, Lucas se fue derecho a
la cama y durmió hasta la madrugada del día siguiente, doce horas seguidas. Se
quedó remoloneando en la cama, sin llegar a dormirse de nuevo, aunque
dormitando mientras esperaba que amaneciese el domingo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una vez despierto, cuando
escuchó moverse a su anfitrión por la casa, se levantó y se aseó, desayunando
con el maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ha dormido mucho tiempo
seguido – comentó Francisco Pizarro sin tono de pregunta. Lucas lo miró,
esperando algo más, pero no llegó ningún otro comentario. Aquel tipo era raro
de verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, tenía muchísimo sueño
atrasado – comentó, asintiendo, mientras se comía una tostada con aceite y
pimentón de la Vera. – Ya le comenté que había pasado toda la noche trabajando
en la mansión Carvajal-Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Tiene mucho lío allí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, bastante. Es complicado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esa familia es complicada
– comentó el maestro, con una mueca rara que Lucas no supo identificar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Los conoce?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro Huete se
encogió de hombros, mientras recogía los útiles del desayuno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando llegué a esta
escuela, hace unos pocos años, traté de conocer el pueblo y a la gente que
vivía en él. Algunos me indicaron que existía esa mansión y me acerqué a
conocer a los Carvajal. Cuando supe que tenían una hija pequeña quise
conocerla, pensando que la tendría en clase, o al menos que la vería en la
escuela. Fue cuando me enteré de que la niña recibía clases en casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas esperó, ya que aquello
ya lo sabía y no justificaba el comentario del maestro de que era una “familia
complicada”. Francisco Pizarro Huete se mantuvo en silencio y sólo siguió
hablando cuando descubrió que Lucas lo miraba expectante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De eso les conozco, nada
más, y de haber coincidido con los padres en una subasta benéfica que hubo hace
un tiempo en Jerte – explicó. – Pero he oído cosas sobre ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Rumores y chismes –
desdeñó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es, que en un pueblo
tan pequeño tanto pueden ser habladurías como grandes verdades – asintió
Francisco Pizarro, sentándose a la mesa de nuevo, frente a Lucas. – No les hice
mucho caso, desde luego, por lo que dice usted, pero algunas de las cosas que
supe eran tan jugosas que investigué un poco por mi cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué cosas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, imagínese: adulterios,
hijos secretos bastardos del patriarca, el pasado como novicia de la madre del
clan, asuntos de drogas en los que se ha visto envuelto un sobrino un poco
díscolo.... El “a, b, c” de toda familia de renombre que se precie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya veo – sonrió Lucas y se
sorprendió al ver que su interlocutor también sonreía. Casi tenía una cara
bonita cuando sonreía, tan larga y gris el resto del tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Como le decía: todo
aquello podía ser tan cierto como falso, de lo ordinario que era. Como lo de la
cazafortunas de la mujer de Felipe hijo, cuando anduvieron de novios hace tres
años y acabaron casándose a los pocos meses. Otro cliché.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, recordando lo
que le había dicho Sandra sobre su cuñada. Recordó cómo le había abordado en la
sala de lectura, cuando se habían quedado solos, y pensó que Aliena era un mal
bicho de cuidado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero investigué un poco
más, alejándome de la familia actual y acercándome al origen del apellido.
¿Sabía usted que los Carvajal eran miembros de una de las familias más
importantes de Cáceres durante el asedio del siglo XIII?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Algo había oído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenían una gran fortuna,
no sólo en dineros, sino también en posesiones. Los terrenos donde se asienta
ahora su mansión son de la familia desde hace siglos. En Cáceres hay un palacio
que lleva su nombre. Además también tienen casas y palacios en Plasencia y
otras ciudades de la provincia. Terrenos, fincas y demás. Y los Sande eran una
familia menor, pero también importante en Cáceres en aquellos tiempos. También
tienen un palacio en Cáceres con su nombre y algunos terrenos que hace años
fueron vendidos. Durante muchos años las familias nobiliarias de Cáceres se
mezclaron entre ellas, mediante matrimonios concertados, y la unión actual de
Felipe Carvajal Roelas y de María Rosa Sande Carpio es una más de ellas, en
tiempos menos excelentes para los nobles y los aristócratas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todo esto es interesante,
pero no veo de dónde saca que la familia Carvajal Sande es “complicada”, como
usted ha dicho antes – apuntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por todo lo que le he
explicado de su pasado – contestó Francisco Pizarro Huete, sin mudar su rostro
ni alzar la voz. – La historia familiar pesa mucho y mantener el renombre de
dos casas tan famosas en otro tiempo hace que la familia tenga actividades poco
convencionales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas le miró, suspicaz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ilegales, quiere decir?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No aseguraría tanto, pero
es cierto que gracias a su negocio no dejan de comprar y vender posesiones –
explicó Francisco Pizarro. – Llevan un ritmo de vida de aristócratas, aunque
según tengo entendido están arruinados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De veras? – se sorprendió
Lucas, que no había visto detalles de ello durante su estancia en la mansión,
sino todo lo contrario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Oh, seguro que usted ha
visto mucha opulencia, desde luego. Hay que aparentar – asintió el maestro. –
Pero según he averiguado, aunque le pido tome mis palabras con tiento, tienen
muchas deudas. Todo lo que ganan con su empresa de gestión de bienes y no sé
qué más historias lo usan para pagar lo que deben y las ganancias de la familia
sólo provienen de la cría de caballos. Buenos dineros, sin duda, pero
innecesarios para mantener un nivel de vida más cercano al de los antiguos
marqueses que a los de una familia sencilla de este siglo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, sorprendido.
Había pasado por alto a su anfitrión y se estaba dando cuenta de que, quizá, si
hubiera empezado hablando con él, su visión sobre la familia Carvajal Sande
habría estado mucho mejor dimensionada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Además.... – inició
Francisco Pizarro Huete, frenándose al instante. Entrecerró los ojos y miró
fijamente a Lucas, antes de decir, casi avergonzado: – Lucas, ¿cree usted en lo
sobrenatural?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El detective tuvo que
contener una carcajada divertida y socarrona que casi se le escapó desde la
garganta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Más me vale.... – contestó,
confundiendo de primeras a su anfitrión, pero convenciéndole después con un
asentimiento y una sonrisa franca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues verá: se dice que la
familia puede estar maldita. O quizá no tan exageradamente, pero al menos sí
marcada por la desdicha – explicó Francisco Pizarro Huete, haciendo que Lucas
prestase mucha más atención que antes, que ya era mucha. Aquellas historias se
acercaban más a su terreno, a lo que de verdad influía en su trabajo y en sus
pesquisas. – Hay quien cree que la desgracia familiar empezó con don Bernardino
López de Carvajal y Sande, que fue catedrático en la universidad de Salamanca,
cardenal en Roma y embajador de los Reyes Católicos ante la Santa Sede. Un
virtuoso, en definitiva, tanto de los conocimientos terrenales como de los
espirituales. Hay en Plasencia un palacio donde vivió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué hizo semejante
hombre ilustre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Que se sepa, nada malo.
Aunque se dice que celebraba orgías con mancebos y doncellas cada pocos días,
que oficiaba misas negras durante los solsticios de invierno y de verano y que
era amigo de brujas y de sus artes. Todo habladurías, pero lo cierto es que
durante un tiempo estuvo excomulgado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿En serio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, por no sé qué lío
durante el Conciliábulo de Pisa, a principios del siglo XVI: debió de
encabezarlo, o algo así – dijo vagamente Francisco Pizarro. – No nos importa,
la excomunión no es signo de mal camino: a menudo se utilizaba como medida de
presión por la Iglesia. Lo importante es que la biografía de este santo varón
tiene los suficientes espacios en negro como para que sirva de excusa de la
supuesta maldición familiar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y si no es por esto, por
qué es? – preguntó Lucas, que había entendido, por la forma de expresarse del
maestro, que había más hipótesis.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Se ha fijado en el escudo
de los Carvajal? – preguntó en respuesta Francisco Pizarro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí – asintió Lucas, que lo
había visto por todas partes, tallado en piedra o madera, bordado en tapices o
pintado en cuadros por toda la mansión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muestra una banda negra
rodeada de hojas y bellotas de roble – asintió el maestro. – Al roble también
se le llama carballo, en la zona asturleonesa de donde proviene la familia:
Carvajal viene de ahí, de carballo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, sorprendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, a lo que iba: la
banda negra fue en inicios de color rojo, pero fue cambiada por un hecho que
aconteció en el siglo XV: los hermanos Pedro y Diego Alonso de Carvajal fueron
acusados de haber robado las tierras al noble favorito del rey Fernando IV de
Castilla, y de haberle asesinado luego. El rey los condenó a muerte y los hermanos,
antes de ser ajusticiados, lanzaron una maldición al monarca, emplazándole a un
juicio ante Dios en un plazo de treinta días. Pues bien, los hermanos Carvajal
fueron ajusticiados y nadie prestó crédito a sus palabras. Pero cuando se
cumplieron los treinta días Fernando IV murió repentinamente y de esa manera
los hermanos Carvajal, desde la tumba, demostraron su inocencia. ¿Y sabe con
qué sobrenombre pasó a la historia el rey Fernando IV de Castilla?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No lo sé: lo mío no es la
Historia – Lucas compuso una mueca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Fernando IV “el Emplazado”
– dijo Francisco Pizarro, tomándoselo a risa. – Así se le conoce.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vaya....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La banda del escudo cambió
de rojo a negro, que es como luce ahora, y se dice que aquella maldición de los
hermanos Pedro y Diego Alonso de Carvajal, a pesar de haber demostrado su
inocencia, maldijo a la familia, pues al fin y al cabo habían matado al
monarca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y usted cree que estos
pasajes de la historia de la familia han originado que los Carvajal no
levantaran cabeza desde el siglo XV o XVI? – preguntó Lucas, interesado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo no creo nada –
Francisco Pizarro Huete se encogió de hombros y se levantó de la mesa. El
brillo inteligente de sus ojos y la pasión que iluminaba su rostro durante la
narración habían desaparecido y volvía a parecer un hombre simple y mediocre. –
Me temo que la falta de pujanza de los Carvajal Sande se debe, más que nada, a
una mala gestión del patrimonio familiar desde hace muchos años. Y a que la
hidalguía ya no vale de nada en España: tan ladrón y tan inepto es el hidalgo
como el escudero. Ya lo dijo Cervantes hace cuatro siglos, pero ninguno nos
damos por aludidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y entonces por qué me ha
contado todo esto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro Huete, que
ya se había dado la vuelta para encaminarse por el pasillo, se volvió a mirar a
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque mucha gente cree
que ahí puede estar la explicación de que a los Carvajal Sande les vaya tan mal
las cosas y sean una familia mal avenida, a pesar de lo que quieren aparentar.
Además, creí que a usted todo eso le interesaría – añadió, y alzó las cejas al
ver la cara de incomprensión de Lucas. – ¿Acaso no es usted Lucas Barrios,
detective paranormal? Creí que las historias de maldiciones y encantamientos le
vendrían bien para su trabajo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro Huete
salió de la cocina, sin hacer caso ni reaccionar a la cara de pasmo y sorpresa
que lucía Lucas. El detective se preguntaba cuándo se había dado a conocer ante
el maestro. ¿Acaso lo había hecho? Estaba convencido de que no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sonrió, divertido y
escamado. Estaba claro que el maestro no era alguien estúpido y mediocre, como
había supuesto al conocerle. Muy al contrario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo que tenía que valorar era
si no sería, además, alguien peligroso de quien precaverse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Zarag Diomines terminó de
ajustar la televisión, enchufó el cable de conexión y se enderezó, haciendo
sonar su espinazo encorvado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, pues esto ya está
hecho – dijo, con una sonrisa amigable, con su voz arrastrada y de marcado acento
búlgaro o rumano. Miró a la pareja de jóvenes, que esperaban ante él sentados
en el sofá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ahora se ve sin
problemas? – preguntó él, apuntando con el mando a distancia a la tele y
encendiéndola. La imagen apareció sin problemas, nítida y visible. Zarag no
dirigió su mirada a ella, confiado en que funcionaría. Se entretuvo en guardar
sus herramientas, sabiendo que las “mejoras” que había instalado en la tele
sólo funcionarían cuando la mujer estuviese sola ante ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, pues muchas gracias
– decía en ese momento precisamente ella, acercándose a Zarag Diomines, que se
ponía en pie y se colgaba la bolsa al hombro con las herramientas. La mujer
joven le tendía un billete de cinco euros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Oh, no! ¡No, no, no! – lo
rechazó Zarag, haciendo aspavientos con las manos y sin dejar de sonreír,
amable. – No tiene que darme nada, el arreglo entra en el seguro y yo estoy
pagado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Era sólo un detalle, por
su rapidez y su amabilidad....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cójalo, no se preocupe –
dijo él, mirando al reloj. Zarag sabía que tenía cierta prisa por salir de casa
y encontrarse con alguien a solas. El operario vestido con peto y camisa de
cuadros no pudo evitar sonreír, malévolo, muy diferente a como lo había hecho
durante todo el arreglo de la televisión. Mantuvo la sonrisa, mirando al hombre
joven, mientras tomaba el billete de manos de la mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien. Muchas gracias –
dijo, y después cambió su sonrisa, de nuevo a la agradable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A usted – le dijo ella,
imitándole.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Zarag Diomines recogió todas
sus cosas, volvió a despedirse y a dar las gracias y salió del apartamento, anadeando
con su curioso caminar (fingido, tan sólo para disimular), sin poder evitar
sonreír con mucha maldad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando llegaba por el
segundo piso ya reía a carcajadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Zarag Diomines salió a la
calle. Miró a ambos lados antes de cruzar y bajó a la calzada, para llegar
hasta la otra acera. Allí se acercó a la entrada de un callejón oscuro. Cuando
llegó no había rastro de Zarag Diomines: era Zard el Dharjûn.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Oculto a la vista de la
gente, refugiándose en las sombras del callejón, miró hacia el portal del que
acababa de salir. Dejó caer la inútil bolsa de herramientas al suelo y se
despojó de la camisa, soltándose los tirantes del peto: así era como el Dharjûn
se sentía más cómodo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Observó salir al hombre al
que acababa de “reparar” el televisor y sonrió con malicia al imaginarse a la
mujer joven ante el aparato: ahora que estaba sola, vería imágenes de su marido
reuniéndose con su cita, una vecina del bloque. Zard sonrió, divertido: la
bronca cuando el marido volviese a casa sería de aúpa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El caos estaría servido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una vibración sorda sacudió
el bolsillo del peto. Sacó de allí el teléfono móvil que usaba en aquella
dimensión y contestó (con dificultad, dados sus dedos grandes con garras) pulsando
sobre el icono verde de la pantalla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Diga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas noches señor –
saludó una voz de mujer, serena y profesional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sonsoles, me alegro de
oírte – asintió Zard. – ¿Qué tienes que contarme? ¿Hay novedades sobre ese
agente de la ACPEX?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Está controlado, señor –
contestó Sonsoles Mediavilla Liérganes, sin alterar la voz o el tono. – Gerardo
Antúnez podrá ponernos en contacto con el general Martínez en cuanto se lo
pidamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pídaselo ya – rogó el
ente, con media sonrisa satisfecha y peligrosa. – Tengo algo muy importante de
lo que hablar con el general.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- En seguida señor.
Conseguiré una cita con el general para mañana mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Excelente – siseó el
Dharjûn, goloso. – Necesito que ese vejestorio me presente a alguien mucho más
valioso e importante....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-28194661765999138552018-07-09T12:02:00.000+02:002018-07-09T12:02:45.190+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 11<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
11 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Amanecía el sábado y Lucas
seguía en la mansión de los Carvajal-Sande. Había pasado toda la noche allí,
despierto, trabajando en el caso, buscando pistas y datos, valorando opciones y
explicaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después de lo ocurrido,
llevaron a Sofía a su cama, por petición de Lucas. Felipe Carvajal Roelas llevó
a su hija en volandas, acompañado por su mujer y su hija mayor. Los demás,
asustados, afectados pero queriendo ayudar, tuvieron que quedarse abajo, pues
no era necesaria una comitiva de gente para llevar a la pequeña a su
habitación. Todos hablaban a la vez, lamentándose por lo ocurrido, hablando con
miedo, instando a Lucas a que averiguara qué le pasaba a la niña y a que la librara
de ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas pidió a Venancio que
en las cocinas hicieran una infusión de romero y hierbaluisa para Sofía y
después fue a buscar su mochila, que había dejado en el coche. Nadie habría
podido habérsela alcanzado durante el evento, pero no lo había recordado con la
tensión y los nervios. De la mochila sacó (con gran alegría porque tuviera un
poco) unas hojas de adormidera, para calmar a Sofía y que durmiera toda la
noche seguida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recogió la infusión de manos
del mayordomo, le dio las gracias, metió el pellizco de hojitas secas sin que
nadie lo viera, subió la taza hasta la habitación de Sofía, se la entregó al
padre para que se lo hiciera tomar a la niña y esperó en la puerta. Al cabo de
unos minutos salieron los tres miembros de la familia y se encontraron al
detective en el pasillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo está?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Asustada, pero más
tranquila – contestó Sandra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Haga algo, señor Barrios –
rogó doña María Rosa Sande, agarrándose al pecho de su camisa, mientras lloraba
desconsolada. – Ayúdela, por favor. Cúrela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lleva aquí tres días y no
ha hecho nada – le echó en cara el señor Carvajal Roelas. – ¿Cuándo va a
empezar a ganarse su salario?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estuvo a punto de
contestarle de malas maneras, explicándole que había hecho mucho más de lo que
su estúpido y remilgado cerebro podía entender, pero prefirió guardar las
formas. Aquel matrimonio (y aquella familia en general) estaba sufriendo un
trance muy doloroso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Si me da su permiso, ahora
mismo – contestó, midiendo sus palabras y su tono. – Déjenme entrar en el
dormitorio de Sofía, déjenme investigar en la casa esta noche. Averiguaré algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Usted solo? ¿En el
dormitorio de mi hija? – se incomodó el señor Carvajal Roelas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sandra Herminia puede
quedarse conmigo – apuntó Lucas, sabiendo que la mayor de los hermanos Carvajal
Sande podía ser de mucha ayuda. – Ella podrá ver que mi interés es
estrictamente profesional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Felipe, no seas mal
pensado – lloriqueó doña María Rosa. – El señor Barrios sólo quiere ayudar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas les agradeció el
permiso y entró en la habitación. Sandra se quedó fuera, aunque con la puerta
abierta, más por la preocupación de sus padres que porque a ella le importara.
Estaba claro que confiaba en Lucas y sabía que no había ninguna intención
oscura en que entrara en la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía aún estaba despierta,
siendo víctima de la poción poco a poco. Estaba arropada hasta el cuello,
tumbada de medio lado, de cara hacia la puerta de la habitación. Cuando notó
que Lucas entraba a oscuras, abrió los ojos, y le miró con confusión. Después,
al enfocarle bien y reconocerle, le sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola, Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola Sofía. ¿Cómo te
encuentras?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy cansada....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Duérmete, no he venido a
molestarte – le dijo Lucas, quedándose de pie al lado de la cama. – Sólo quiero
comprobar algunas cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Que no me pase lo de antes
otra vez? – dijo la niña, asustada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es, entre otras cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía guardó silencio, sin
cerrar los ojos, mirando todavía a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He dicho cosas asquerosas,
¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, no has dicho
piropos, es verdad, pero no eras tú quien lo decía – contestó Lucas. –
¿Recuerdas lo que ha pasado? ¿Lo que has dicho?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía negó, apoyada en la
almohada. Brillaron lágrimas en sus ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sé que algo me empujó,
como sacándome de mi cabeza – lloriqueó. – Vi el comedor como en una pantalla
de cine, aunque no recuerdo lo que vi. Todo se movía mucho. Creo que mi madre y
mi padre chillaban mucho, ¿no? No lo sé, no estoy segura. Pero creo que he
hecho y dicho cosas feas, por cómo me miran mis padres y mis hermanos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, no te preocupes
ahora por eso, ¿quieres? Estamos todos cuidándote y no te va a pasar nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Me lo prometes? – pidió
Sofía, con cara llorosa. – ¿Me prometes que no me va a volver a pasar nada y
que vas a curarme?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo prometo – contestó
Lucas, sin dudar, porque pensaba averiguar y salvar a aquella niña. Lo que no
estaba tan seguro era de si volvería a sufrir otro intento de posesión antes de
que él descubriera qué estaba pasando allí. – Y ahora, ¿me harías un favor? –
Sofía asintió, secándose las lágrimas con una mano que sacó de debajo de las sábanas
y la manta. – Cierra los ojos y cuenta lentamente hasta cien, imaginándote los
números en tu cabeza. Cada número de un color o de una forma, sin repetir. Si
llegas a cien puedes abrir los ojos y seguimos hablando. ¿Harás eso por mí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía asintió. No era tonta
y seguramente imaginó la intención de Lucas, pero no rechistó y pareció
obedecerle. Lucas imaginó que para el número veinte ya estaba dormida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como era natural, buscó
primero bajo la cama. Allí no encontró nada más que suciedad normal y algunas cosas
que una adolescente guardaría en aquel sitio, como una caja con unos patines,
un casco viejo de montar a caballo, un montón de revistas, y una caja de madera
con antiguas muñecas. Lo único fuera de lugar era una ramita seca de roble, que
podía haber llegado allí pegada a un zapato o enganchada a un calcetín, o
incluso arrastrada por el aire y colándose por el amplio ventanal de la
habitación, que todas las mañanas se abría de par en par. Lucas la recogió, más
que nada para sacarla de allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Buscó marcas demoniacas y,
como sospechaba, no encontró nada. Revisó la ventana, saliendo incluso al
balcón y observando todo por fuera. Abrió el gran armario y buscó alguna pista
demoniaca, tratando de no hacer caso de la ropa que encontró (y suplicando por
no hallar ningún secreto vergonzoso que Sofía escondía allí). No halló nada, ni
destacable para la investigación ni vergonzante para él y la chica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A pesar de todo el revuelo
que causó (aunque tuvo cuidado de ser silencioso) Sofía no se despertó. La adormidera
hacía su efecto. Aprovechó para revisar las uñas de la joven y la cabeza detrás
de las orejas, sin encontrar restos de pasta o aceites hechizantes ni ninguna
marca en la piel. Aquello cada vez parecía más una posesión aleatoria, aunque
Lucas no se creía eso ni de coña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salió de la habitación al
cabo de un par de horas. Sandra seguía en el pasillo, quizá un poco aburrida,
pero totalmente despejada y sin rastros de sueño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ha encontrado algo? – le
preguntó de sopetón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He descubierto que no he
encontrado nada – contestó Lucas, encogiéndose de hombros. – Todos los posibles
rastros que deja una posesión programada no están y no hay evidencias de que
Sofía sea víctima de algún chamán o invocador externo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Entonces?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todo indica que puede ser
una posesión aleatoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Así que es una posesión
seguro? – inquirió Sandra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De eso no hay duda –
asintió Lucas, recordando la cara negra y los ojos cambiados de color de Sofía,
además de la voz ronca y potente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra cerró los ojos y los
apretó, preocupada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué es eso de una
posesión aleatoria?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Básicamente que un demonio
juguetón, de alguna otra dimensión o de la nuestra, si ha viajado hasta aquí,
toma posesión de un cuerpo humano al azar, para hacer de las suyas – explicó
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y cree que eso es lo que
le pasa a mi hermana?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas negó con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No creo que sea eso. Sólo
digo que todo indica que es eso – explicó, algo confusamente. – Verá, una
posesión aleatoria no deja rastros, como sucede aquí. Pero una posesión
aleatoria no suele repetirse en el mismo sujeto. Además, como le he dicho, los
demonios que hacen eso tienen un objetivo muy concreto, y las posesiones que ha
sufrido su hermana, tanto la que me ha relatado como la que he visto esta
noche, no parecían servir más que para que Sofía hiciese y dijese barbaridades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Hoy también se ha
contoneado y se ha....? – Sandra preguntó con cautela, llevándose las manos al
pubis, sin llegar a tocarse. Lucas asintió, grave. Sandra compuso una mueca de
disgusto. – Dios mío....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hay cosas muy extrañas
aquí, así que debo seguir investigando – trató de calmar Lucas a su confidente
y ayudante. – Quiero dar una vuelta alrededor de la mansión, quiero bajar a los
sótanos y quizá también ir a los establos. No quiero dejar ningún cabo suelto
sin revisar. ¿Podría llevarme a las caballerizas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien, pero luego –
dijo Lucas, agarrando por el hombro a Sandra, con confianza. – Ahora debe ir a
dormir. La noche ha sido muy dura y si mañana va a ayudarme debe estar
descansada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sé si podré pegar ojo –
se lamentó Sandra, mirando hacia la habitación de Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo puedo ayudar con eso –
se ofreció Lucas, pensando en la adormidera que todavía tenía en la mochila. –
Pero antes, una pregunta: ¿su hermana Carmen Adelaida sigue en la mansión?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creo que sí – asintió Sandra.
– Sólo se han ido mi hermano Felipe Ernesto y Aliena. Y mi tía y mi primo, que
se han ido con ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bien – asintió Lucas,
pensando que si la rubísima se había marchado se quitaba de encima una
preocupación más. Admirar a Aliena era una maravilla, pero le hacía sentirse
muy mal: recordaba a Patricia a cada momento, pero cuando se recreaba en las curvas
de la mujer de Felipe Ernesto Carvajal Sande la imagen de su novia muerta le
venía con mayor nitidez a la mente. – Luego iré a hablar con ella. Usted pida a
Venancio que le prepare una infusión como la que ha preparado antes a Sofía y
le añade esto: le ayudará a dormir – le dio un pellizco de adormidera y después
caminó por el pasillo, en dirección a las escaleras que bajaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lucas – le llamó, haciendo
que se girara. – Ninguno estamos a salvo de sufrir una posesión de ésas, ¿no es
así?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas compuso una mueca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hasta donde yo sé, supongo
que no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y no tiene miedo de
sufrirlo? – preguntó Sandra, y entonces Lucas se dio cuenta de que el miedo y
el temblor ligero que sufría la mayor de los hermanos podía no ser sólo por su
hermana pequeña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, a mí no pueden
poseerme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra le miró
interrogativa. Lucas volvió sobre sus pasos y se acercó a ella. Se aseguró de
que nadie los miraba y se desabrochó la camisa, tres botones, lo justo para que
Sandra pudiera verlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hace años, un maestro
persa que tuve, me mandó tatuarme esto. Es una protección contra las posesiones
demoníacas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra pudo ver el tatuaje
con tinta blanca que Lucas lucía en el torso. Eran tres líneas que formaban
tres óvalos, concéntricos, que le rodeaban el cuello, pasando por sus hombros y
cruzándole el pecho y la espalda, a la altura de los omoplatos. Eran líneas
sencillas, que parecían cicatrices, al estar hechas con tinta blanca. El único
“dibujo” diferente eran tres picos que apuntaba hacia abajo en la espalda (uno
dentro del otro, sin tocarse) y tres curvas que formaban casi un circulo
completo (también uno dentro del otro) en el pecho, sobre el esternón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, ¿estás
protegido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo contra demonios – contestó
Lucas, colocándose la camisa y abrochándose los botones. Después compuso una
mueca. – Pero hay criaturas de todo tipo ahí fuera: el multiverso es fecundo y
variado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Volvió a darse la vuelta y
se llegó hasta las escaleras, bajando por ellas al piso de abajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas pasó la noche
deambulando por los alrededores de la casa, abrigado con un abrigo de paño que
le prestó el solícito Venancio. Revisó sobre todo los exteriores de la ventana
de la habitación de Sofía, sin encontrar ningún rastro ni ninguna pista. Cuando
todos los miembros de la familia dormían (o al menos mal dormían, agitados por
lo que habían vivido aquella noche) Lucas paseó por las diferentes dependencias
de la mansión, al menos por las habitaciones a las que podía acceder (desde
luego no entró en los dormitorios que estaban ocupados).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A pesar de su insistencia y
su tenacidad, no halló nada relevante. Si no fuera porque lo había visto (e
incluso había luchado contra el demonio que había poseído a Sofía) no creería
que había ocurrido nada paranormal en aquella casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquel pensamiento, cuando el
Sol ya rayaba en el horizonte oriental, fue el que le dio una pista para seguir
investigando. Lo que ocurría era que desde allí no podría hacerlo, así que
tendría que depender de la ayuda de sus amigos. Miró la hora y decidió esperar
un poco más para llamarlos. Seguramente aquellos dos locos por lo sobrenatural
ya estarían despiertos, pero prefería hablar con ellos con la mañana ya
avanzada, cuando estuvieran un poco más despejados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas desayunó en las
cocinas, cuando el servicio se levantó para poner en orden la casa. Comió en
silencio, mientras las criadas y criados le miraban con cierto recelo y algo de
miedo. Lucas hizo caso omiso de aquellas miradas y de lo que significaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Curiosamente, a pesar de no
haber dormido en toda la noche, estaba bastante despejado y activo, con nuevas
ideas para afrontar el día y la investigación. Esperó sentado en el gran salón
a que los demás Carvajal despertaran, jugueteando con la rama seca de roble que
había encontrado bajo la cama de Sofía. Cuando empezó a escuchar algo más de
jaleo por la casa se levantó del sillón que quería atraparle entre sus brazos y
su mullido asiento, lanzó la ramita a los rescoldos de la chimenea, y salió del
salón mientras crecía una pequeña llama en las brasas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Dejando espacio entre él y
la familia, esperó a que todos estuvieran despiertos, aseados y hasta
desayunados (en algunos casos). Sólo entonces se dirigió a Carmen Adelaida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué tal han pasado la
noche?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Malamente – respondió ella
con un suspiro. – Sin pegar ojo, y cuando lo hacíamos tardábamos pronto en despertarnos,
agitados por malos sueños. Mi hijo sigue en la cama, pues ha pasado mucho miedo
durante la noche y apenas ha dormido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y su marido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, él ha dormido bien. Le
costó conciliar el sueño, pero Enrique podría dormir en cualquier parte –
aquella confesión doméstica sobre su marido la hizo sonreír, cosa que no había
hecho en toda la noche. Todos los de la mansión estaban sombríos y parcos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Doña Carmen, tengo una
pregunta para usted – inició Lucas. – Quizá no pueda responderla, dada la
tensión del momento, pero no se preocupe. Sólo quería saber si usted se fijó si
faltaba alguien en el comedor cuando anoche a su hermana Sofía le dio el ataque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Carmen Adelaida Carvajal
Sande miró sorprendida al detective, pero al ver que no era una pregunta
trivial, porque Lucas Barrios seguía mirándola con seriedad, arrugó el ceño y
trató de recordar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creo que no. Estábamos
todos. Ustedes estaban a punto de salir a la sala de lectura, a fumar, pero
seguían en el comedor, cerca de la puerta – comentó. – Incluso estaban por allí
Venancio, Daría y otras criadas, tomando nota de lo que queríamos beber y empezando
a recoger la mesa. Había mucha gente, pero no faltaba nadie, creo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien, doña Carmen,
muchas gracias – asintió Lucas, confirmando su sospecha. Sabía que para una
cosa así necesitaba a una madre, acostumbradas a controlar a sus hijos y
vigilantes siempre del ambiente que los rodeaba, aunque fuera de forma
inconsciente. Si Lucas no había preguntado directamente a la señora Sande
Carpio, la madre de Sofía, era porque en aquellos momentos de susto y dolor
doña María Rosa sólo habría tenido ojos para su pequeña, que estaba sufriendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me alegro de poder ayudar
– asintió y sonrió modesta Carmen Adelaida Carvajal Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">* * * * * *<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras esperaba a que
Sandra despertara, para que le acompañara a los establos, Lucas cogió su
teléfono y buscó un número en la agenda. Se lo llevó a la oreja y esperó a que
contestaran, mientras sonaban los tonos de llamada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Lucas!! ¡¡Hola guapo!! –
contestó una voz femenina, muy alegre. – ¿Cómo estás?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bien, bien, trabajando de
nuevo – contestó, dibujándosele una sonrisa al escuchar la voz de la mujer,
como siempre le ocurría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Qué bien!! Me alegro
mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y vosotros? ¿Qué tal?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien, al pie del
cañón. Buscamos un grupo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">humos</i>
ahora mismo, en una cañada que ha sido escenario de un montón de matanzas –
explicó la mujer, con soltura, como si estuviese hablando de otro tema más
ordinario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Dónde estáis exactamente?
Quiero ir a veros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Genial!! Pues te paso
con éste, que te indicará mejor que yo – contestó, aunque Lucas sabía que era
ella la que conducía siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Escuchó ruidos inconexos,
mientras el móvil cambiaba de manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué pasa contigo, chaval?
Quieres venir para acá, ¿no? – escuchó la voz potente y graciosa, esta vez de
un hombre. – Pues te indico. ¡Y luego te mando la ubicación!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas escuchó las
explicaciones y se aseguró de haberlas entendido bien y de recordarlas. Como no
sabía qué iba a hacer el día siguiente, quedó con ellos el lunes, asegurándole
que iban a permanecer allí bastantes días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas colgó el teléfono,
todavía cansado por la falta de sueño, pero reconfortado al saber que en un par
de días iba a reunirse con Carla y Pancho. Siempre era una alegría estar con
ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">* * * * * *<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacia el mediodía, cuando
Sandra Herminia Carvajal Sande ya estaba despierta y repuesta, gracias al
reparador sueño que le había brindado la infusión de Lucas, acompañó al
detective a los establos, donde éste quería buscar indicios de invocaciones o
rituales satánicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos caminaban abrigados,
pues el frío de la mañana era helador. Lucas volvía a usar su corta cazadora,
pues con los rayos del Sol era suficiente, y porque se sentía incómodo aprovechándose
del buen Venancio: había descubierto que el cálido y largo abrigo que le había
prestado durante la noche era del mayordomo. Lucas estaba muy agradecido, pero
no quería tomar ventaja sobre él, sólo por ser criado de la mansión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo una duda que me
ronda desde anoche – comenzó Lucas, mientras se acercaban a los establos, que
estaban tras la mansión, en pleno campo, dentro de la finca pero alejados del
edificio. – No quise preguntárselo entonces, porque el momento no era el más
adecuado y no quería que pensara que se lo estaba echando en cara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué es?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No soy el primero al que
llaman para que ayude a Sofía, ¿me equivoco?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No – contestó Sandra, algo
avergonzada, mirándose los pies mientras avanzaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se preocupe, Sandra, no
hay de qué avergonzarse – aclaró Lucas, que no quería incomodar a su guía. –
Sólo lo pregunto porque tuve una corazonada, y porque me servirá para hacerme
una idea de la situación....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra todavía tardó una
docena de pasos en contestar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía lleva casi dos
semanas enferma, aunque en realidad no sabíamos si estaba enferma o qué le
pasaba – explicó, al fin. – Digamos que estaba indispuesta. Mis padres llamaron
primero al doctor Morales Quintero, el médico de la familia. No encontró
dolencia alguna, así que le recetó un reconstituyente y unas vitaminas. Sofía
no mejoraba, así que mi padre hizo venir a una neuróloga muy afamada, de
Barcelona. Le hizo unas pruebas y tampoco encontró nada reseñable. Su
diagnóstico fue fatiga, quizá por algún desarreglo hormonal sin importancia. Lo
que le diagnosticaron a Sofía fue adolescencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, eso se cura con el
tiempo – bromeó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero Sofía no se curaba y
al final, por intercesión de mi tía María Resurrección, mis padres llamaron sin
ningún convencimiento a un chamán sintoísta, que examinó a mi hermana, ahumó su
habitación con varitas de incienso o de no sé qué sustancias y leyó unos
cánticos de unos libros que traía consigo. No pareció funcionar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no dijo nada, porque
en realidad no conocía al chamán ni había visto sus métodos, pero lo cierto era
que en determinadas situaciones aquello funcionaba mucho mejor que la medicina.
Sobre todo si lo que la medicina trataba de curar eran dolencias
sobrenaturales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, el domingo
pasado, fue cuando ocurrió el primer ataque, el primer evento como los llama
usted. Mis padres no estaban en casa así que les llamé para que volvieran
cuanto antes. Valoramos nuevas opciones, hablamos de métodos no ortodoxos y una
rápida búsqueda en internet me hizo dar con su página web. No esperaba que
contestara tan pronto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sonrió, sin explicar
que, de haberse producido una semana antes, aquel mensaje se habría quedado sin
contestación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Su padre también me llamó
– comentó, en su lugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. Creo que vio mi
búsqueda en el ordenador y, estaba tan desesperado, que se decidió a llamarle
al día siguiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, sorprendido
por las palabras de Sandra. Don Felipe Carvajal Roelas se había mostrado sereno
y medido desde que Lucas estaba allí, nunca desesperado. Lo que era mantener
las apariencias para aquellos hidalgos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lamento que no fuese
nuestra primera opción – comentó Sandra, cuando llegaron a las puertas de los
establos. – Pero no podíamos imaginarnos qué era lo que le pasaba a Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Descuide – sonrió Lucas. –
Mucha gente me llama en último lugar: muy poca gente piensa en fenómenos paranormales
cuando se enfrenta a algo que no entiende. En realidad, es en lo último que
piensan – suspiró Lucas, componiendo una mueca de pesar. – Lo malo es que, a
veces, ya es tarde cuando me llaman y llego: esperemos que, en este caso, no
sea tarde para su hermana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-73007367367985175872018-07-05T19:54:00.001+02:002018-07-05T19:54:59.364+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 10<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">- 10 -</span></b><b style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El viernes, dos días después
de su primera visita a la mansión Carvajal-Sande, Lucas fue invitado por la
familia a cenar con ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había visitado la mansión el
jueves, para volver a hablar con Sofía, no ya de lo que le había ocurrido
(Lucas sabía lo más importante, y lo que no sabía se lo imaginaba, pero no
quería volver a hacer pasar a la niña por aquel trance) sino de todo un poco,
para ganarse más su confianza, para caerle simpático. Hablaron de las clases,
de caballos, de cine y de música. Coincidían en algunos gustos musicales y
hablaron animadamente sobre ellos y sobre canciones concretas. A Sofía le
gustaba mucho leer, así que Lucas le confeso sus libros favoritos y la chica la
dijo los suyos, haciéndose recomendaciones. Como Sofía se encontraba bastante
bien (cansada todavía, pero sin sufrir mareos o vértigos) fueron juntos a la
biblioteca del tercer piso de la mansión, una sala enorme que abrumó a Lucas,
llena de libros, los modernos en una zona de la biblioteca y los volúmenes más
antiguos (algunos centenarios) en otras estanterías, en sus lugares de honor.
El detective y la muchacha pasaron un rato muy agradable juntos, en el que se
afianzó su cariño mutuo y la admiración que la chica sentía por Lucas. Sofía
era una chica despierta, inteligente y soñadora, pero Lucas pudo ver un colchón
de tristeza sobre lo que todo eso se apoyaba. El detective opinaba que a la
chica le hacían falta amigos de su edad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante la jornada del
jueves, Lucas había vuelto a verse con Felipe Carvajal Roelas y con María Rosa
Sande Carpio, que mantuvieron una conversación agradable con él, compartiendo
un café con pastas, aunque el ambiente era demasiado encorsetado y tenso para
el gusto de Lucas. Estaba claro que los padres de Sofía no acababan de creerse
el trasfondo sobrenatural de las dolencias de su hija. Aquello sorprendía mucho
a Lucas: si no creían en todo aquello, ¿por qué se habían puesto en contacto
con él y le habían contratado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A Sandra no la vio en todo
el día, aunque sí pudo conocer a Carmen Adelaida Carvajal Sande, la segunda
hermana de la familia, tan sólo un año menor que Sandra. Se parecían mucho, las
dos hermanas, similares a la madre, aunque Carmen Adelaida sí que lucía el
hoyuelo en la barbilla. Lucas conoció a su marido, Enrique Corcuera de la Lama,
un rico industrial, tan aburrido como su mujer. Lucas mantuvo una charla con
ellos el jueves a media tarde, que apenas duró quince minutos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A Lucas le sobraron trece.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A los dos hermanos de
Sandra, Carmen y Sofía no pudo conocerles, pues estaban fuera, el mayor en
Madrid y el más joven en Cáceres, en algo relacionado con la universidad. Lucas
no entendió en qué, lo único que sacó en claro fue que no era acudiendo a
clase.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con quien sí coincidió fue
con María Resurrección Sande Carpio, hermana de María Rosa Sande, la madre de
Sofía. Era una mujer más joven que María Rosa, muy parecida a ella, aunque estaba
más envejecida, y se notaba en su rostro y sus manos. Se cuidaba y arreglaba,
pero había alcanzado el punto en el que una mujer ya no puede luchar contra su
edad, sino sólo aparentar con orgullo la edad que tiene. Junto a María
Resurrección Sande estaba su hijo, Rafael María Rodríguez Sande, primo de Sofía
y de todos sus hermanos. Aquél era el artista de la familia, el que había
pintado aquella pintura tan extraña que lucía en el recibidor de la mansión,
aquella en la que había usado como modelo a su prima Carmen Adelaida. Ahora que
conocía a la mujer, Lucas podía asegurar sin duda que no la encontraba por
ninguna parte en aquel cuadro. El artista, Rafael María, era un tipejo delgado
y escuchimizado, muy probablemente drogadicto (a juzgar por sus ojeras, su
aliento y su cuerpo todo huesos), con el pelo negrísimo largo y vestido con
ropas rotas o cortadas. Llevaba un levitón largo de cuero, que arrastraba por
el suelo, que le hacía parecer un quiero y no puedo de Jason Lee en “El
cuervo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eres un tipo guapo, y muy
curioso – le dijo, después de que se presentara e intercambiara unas palabras
con él y su madre en el recibidor de la mansión, donde coincidió con ellos. –
¿Me dejarías que te pintara?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Puede hacer lo que guste,
no tengo inconveniente, pero no he venido aquí a posar, lo siento – rechazó
Lucas, forzando su amabilidad. Aquel tipo no le había gustado nada. – Estoy
aquí para ayudar a su prima Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es verdad, hijo, no
molestes al señor – replicó su madre, María Resurrección Sande, que parecía la
marquesa del lugar, gastándose muchos humos y tratando a todo el mundo como inferiores
(Lucas lo sufrió durante toda la conversación), a pesar de que aquella mansión
no pertenecía a su familia y vivía allí solamente gracias a la generosidad de
su hermana mayor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me hace falta que poses
– dijo Rafael María Rodríguez Sande, encuadrando a Lucas con los dos dedos
índices y pulgares. – Ya te tengo cogido el rollo, así que podría pintarte sin
problemas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas le dio su permiso,
solamente para poder librarse de ellos y subir a despedirse de Sofía. Doña
María Rosa Sande Carpio estaba allí con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Hola Lucas!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes, señor
Barrios – saludó la señora Sande, con una inclinación de cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Venía a despedirme – dijo
Lucas, desde la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Te vas ya? – preguntó
Sofía, con cara compungida y voz lastimera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, tengo mucho sobre lo
que reflexionar – dijo Lucas, con sinceridad, aunque era cierto también que no
sabía muy bien por dónde empezar a reflexionar. En aquel caso todo le
desconcertaba un poco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Volverá mañana a
acompañarnos? – preguntó doña María Rosa. La cara de Sofía se iluminó ante la
perspectiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, vendré sin problema –
asintió Lucas. – La investigación sigue en marcha, aunque parece que Sofía no
sufre ningún evento extraño, ¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo estoy bien – asintió la
chica, con decisión. – Aunque sigo muy cansada y con mareos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esos síntomas son para que
se encargue un médico, no para un detective – bromeó Lucas, acariciando el pelo
de la adolescente. Sofía sonrió, aunque fue una sonrisa cansada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El doctor Morales se
encargará de eso, cariño – apuntó la señora Sande. Después se volvió a Lucas. –
Le acompaño a la salida, señor Barrios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se despidió de Sofía y
después bajó la escalinata hasta la puerta, acompañado por la anfitriona. Una
vez allí le abrió la puerta y le dejó salir, quedándose en el vano y hablándole
desde allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mañana nos reuniremos
todos para una cena en familia – dijo doña María Rosa. – Será sobre las ocho de
la noche. Todos los Carvajal Sande estaremos aquí. Será un placer para nosotros
que nos acompañara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La madre de Sofía parecía
convencida, nada forzada, cómoda al invitarle. Sonreía ligeramente, con bondad,
desde la puerta. Lucas se sintió sorprendido por la invitación, pero no podía
perderse aquello y aceptó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Debes ser un tipo
importante, si los Carvajal te han invitado a cenar – dijo Gerardo Moríñigo
Cobo, con cara de pillo, sonriendo de medio lado a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, soy un jeque árabe,
disfrazado de plebeyo – contestó el detective, con sorna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estaba en el “Prado
del abuelo”, sentado a la barra, tomando una cerveza, acompañando al camarero.
En el bar había bastante gente del pueblo, tomando algo y hablando
animadamente. Lucas era un contraste claro con el ambiente: el detective estaba
sorprendido y silencioso, ante los nuevos acontecimientos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sé lo que serás, pero los
Carvajal no invitan a cualquiera a su mansión – comentó Gerardo Moríñigo, al
pasar por delante, camino de servir dos vinos a dos parroquianos, hombres
viejos del pueblo. Al volver, ya con las manos vacías, se detuvo delante de
Lucas. – Y menos para una de sus cenas familiares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Son muy comunes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso dicen los de por aquí
– Gerardo se encogió de hombros. – Yo no lo sé, no controlo a los pijos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">millonetis</i>, pero suelen juntarse dos o
tres veces por semana. Según dicen los habituales del bar, las cenas son de
lujo, como si fuesen bodas de la realeza. Da igual que sean todos de la
familia: el lujo y el protocolo se guardan con mucho esmero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues vaya.... – se lamentó
Lucas, que no era nada amigo de esas cosas: probablemente, haber visto el
verdadero fondo del universo le había hecho valorar las cosas esenciales y
desdeñar las apariencias. – ¿Y esos rumores tienen validez?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Los que los cuentan no han
estado en ninguna de esas cenas: no creo ni que hayan pisado la mansión
Carvajal-Sande por dentro – bromeó Gerardo, riendo. – Pero la verdad es que esa
familia es muy estirada, así que sus cenas tienen toda la pinta de ser así....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas hizo una mueca,
mientras Gerardo Moríñigo Cobo acudía a atender a una pareja madura, que
pidieron cervezas y unas raciones, para cenar. Mientras, Lucas apuró su bebida,
lamentándose de su mala suerte: tendría que ponerse camisa y zapatos. Meneó la
cabeza, molesto y desconsolado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y tú? ¿Has estado en la
mansión alguna vez?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿¡Yo!? – se sorprendió
Gerardo, haciendo una mueca exagerada y riendo a continuación. – Nunca he
recibido una invitación tan formal como la tuya – bromeó, sonriendo con
picardía. – No te apures, si estás trabajando allí es normal que tengan ese
detalle contigo. Trata de pasarlo lo mejor posible y de no sufrir mucho. Seguro
que no te obligan a llevar un palo de escoba metido por el culo, como hacen
ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, a pesar de su agobio
(y de que no estaba del todo de acuerdo con esa imagen), rio con su nuevo
amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al día siguiente, Lucas
estaba frente al espejo de su habitación, mirando cómo le quedaba la corbata.
Se había puesto una camisa sencilla con unos vaqueros, pero le había pedido a
su “compañero de piso” que le prestase una corbata, para darse un toque más elegante
y no desentonar con la gente de la cena. Sabía que lo haría, a fin de cuentas,
pues esperaba mucha elegancia y mucha suntuosidad, pero al menos quería
demostrar que se había esforzado. Con la ropa que había llevado en el equipaje
no podía hacer combinaciones más elegantes que aquélla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro, el
maestro, se asomó a la puerta, observando cómo Lucas se anudaba la corbata y se
la colocaba bien. Al ver que Pizarro estaba en el vano de la puerta se giró
hacia él y abrió los brazos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo está?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro se encogió
de hombros, sin cambiar su cara. Se acercó a Lucas, con pasos cortos y aspecto
un poco avergonzado y le enderezó la corbata en el cuello de la camisa. Después
salió de la habitación, deteniéndose en la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tenga cuidado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por qué? – se extrañó
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Pizarro Huete se
volvió a encoger de hombros, medio de espaldas a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esa familia es muy
extraña. Tenga cuidado – dijo, sin más, repitiendo su advertencia. Después
salió de la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó unos
instantes asombrado: si su compañero, cuando menos excéntrico, le advertía de
la rareza de otras gentes, habría que ver cómo serían esas gentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un poco extrañado por la
advertencia, Lucas recogió la botella de vino que había comprado en el bar de
Gerardo Moríñigo Cobo la noche anterior (el camarero le había hecho el favor de
venderle una entera, aconsejándole además en su elección) y salió de la casa,
poniéndose la cazadora. Tenía el coche delante de la casa, pero aun así el
tiempo era tan frío que tenía que abrigarse, aunque fuesen sólo cuatro pasos
los que diera hasta el Twingo. Sin quitarse la cazadora, condujo hacia la
mansión Carvajal-Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El camino, a pesar de llevar
poco tiempo allí, ya le era bien conocido. Había ido y venido varias veces por
la carretera en esos pocos días, así que incluso sabía dónde había baches que
esquivar y en qué curvas los peraltes estaban un poco mal trazados. Sabía
exactamente dónde estaba la desviación a la mansión y casi tenía el tiempo
calculado que tardaba hasta ella (o desde ella al pueblo).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue directamente a la
dársena de techo metálico que había al lado de la mansión, como había hecho
todas las veces que había ido hasta allí, desde el encontronazo con el chófer
el primer día. Ante la mansión estaba el Bentley (no vio al chófer por allí),
un BMW grande y un Audi muy deportivo. Lucas imaginaba que serían de los hijos
que no había conocido todavía, porque no habían estado en la mansión durante la
semana. Abrigado por la cazadora y encogido para luchar contra el frío caminó
hasta la puerta de entrada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio le abrió la puerta
y le saludó, con confianza, aunque seguía atendiéndole con mucha seriedad, a
pesar de conocerle ya de sobra. Aquellas cosas eran las que incomodaban a Lucas
y no le gustaban nada. Tanta sobriedad y tanto estiramiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas noches, Venancio –
saludó, entregándole la cazadora, que el mayordomo recogió sin una sola mueca.
No le hacían falta: Lucas ya había visto la fugaz mirada que Venancio le había
echado a la prenda. Sus ojos habían hablado por todo lo demás. Lucas no pudo evitar
sonreír.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas noches, señor
Barrios – contestó el mayordomo, profesional. – Los señores están en la sala de
lectura, en la parte trasera. ¿Quiere que le acompañe?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es necesario, Venancio:
sé dónde es. Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El mayordomo asintió,
respetuoso, y Lucas echó a andar por el recibidor, pasando a un corredor que
había al lado de la escalinata central. Atravesó la sala del piano y llegó
hasta la sala de lectura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Todos los Carvajal-Sande
estaban allí. Todos le vieron entrar, con su humilde ropa y llevando la botella
de vino en la mano. Lucas tuvo que tragar saliva, incómodo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas noches.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas noches, señor
Barrios – se acercó María Rosa Sande Carpio, con una sonrisa amable. – ¡Oh, no
tenía por qué haberse molestado!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sé que no es un vino excelente,
y que ustedes tendrán mejores en la bodega, pero no podía venir con las manos
vacías – se excusó Lucas, mirando la humilde botella de vino, avergonzado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hacía ninguna falta,
pero no se preocupe por él: desde luego lo serviremos durante la cena – replicó
la señora Sande Carpio, con un gesto displicente de la mano. Tomó la botella de
manos de Lucas y se la tendió a una criada vestida con uniforme y cofia blanca,
dándole instrucciones para que la sirviera en el momento adecuado de la cena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias, señora
Sande – le confió Lucas, agradecido de verdad por los modales de la anfitriona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nosotros somos los que le
estamos agradecidos – replicó ella. – Mire quién está con nosotros....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola, Lucas – saludó
Sofía, saliendo de detrás del grupo de adultos, que llenaban el centro de la
amplia sala de lectura en diferentes corrillos, todos observando curiosos al
detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola, Sofía – sonrió
Lucas. – Me alegro de verte levantada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La joven sonrió, alegre.
Vestía un bonito vestido estampado amarillo, de manga corta y falda con mucho
vuelo y volantes. Una diadema del mismo color sujetaba su larga melena del
color del trigo maduro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me encontraba bien así que
no he querido perderme la cena de la familia – contestó Sofía. – Hace mucho que
no estábamos todos juntos. Ven, te presentaré a mis hermanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía tomó de la mano a
Lucas y le llevó hasta un grupo de jóvenes. El mayor de todos era Luis Antonio
Carvajal Sande, el hermano que justo quedaba por encima de Sofía. Era un hombre
delgado y guapo, con la cara de los Carvajal (pómulos marcados, hoyuelo en la
barbilla, dientes blancos), vestía elegantemente pero de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sport</i> y lucía una perilla que ningún otro varón de la familia
llevaba. Sus ojos eran marrones, igual que su pelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que usted es Lucas
Barrios, el detective que mi padre ha contratado para averiguar no sé qué
historias sobrenaturales – dijo, a modo de presentación, mientras le tendía la
mano a Lucas. Éste la estrechó y sonrió, tolerante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es. He venido a ayudar
a su hermana Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Esta pequeñaja no tiene
arreglo – bromeó, haciendo como que pinchaba a su hermana pequeña en el
costado. Sofía se apartó y le sacó la lengua. Todos rieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No conoce a mi sobrino,
creo – presentó Luis Antonio, señalando con un gesto cariñoso a un niño de unos
diez años que estaba con ellos en el círculo. Era muy moreno de piel y de pelo,
vestido con un traje más elegante que el de Luis Antonio (a Lucas le dio
repelús ver a un niño tan pequeño con un traje tan señorial) y con cara de mal
humor y de aburrimiento. – Es Pedro Alonso, el hijo de mi hermana Carmen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ah! Sabía que estaba
casada, pero no sabía que tenía un hijo – dijo Lucas. – Hola Pedro. Encantado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola – dijo el niño, seco,
mirando a otro lado mientras bebía de su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Coca-cola</i>.
Todo el mundo tenía una bebida menos Lucas, y justo en ese momento un criado,
vestido al estilo de Pedro Alonso, se acercó a preguntarle qué quería tomar.
Lucas pidió una cerveza, dándose cuenta después, cuando el criado ya se había
alejado, que todo el mundo bebía vino (tinto o blanco) y que sería el único.
Aquello daría que hablar a los Carvajal-Sande, estaba seguro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por lo que tengo
entendido, usted vive en Cáceres – le dijo a Luis Antonio, mientras esperaba la
bebida. Sofía seguía allí con ellos, atenta a la conversación de los mayores.
Pedro Alonso también seguía en el grupo, pero sin hacer mucho caso. El pequeño
se aburría sin remedio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, a caballo entre
allí y aquí – señaló al suelo. – Soy el presidente de la fraternidad Carvajal
de la universidad de Cáceres, así que paso mucho tiempo allí, desde luego.
Tengo una habitación en el colegio mayor, pero trato de pasar la mayor parte
del tiempo en casa. Aunque el trabajo no lo permite siempre, ¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es – asintió Lucas,
preguntándose qué trabajo tendría que hacer un presidente de fraternidad y si
Luis Antonio habría trabajado alguna vez en su vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué me dice de usted?
¿De verdad cree todas esas historias sobre posesiones y demonios? – preguntó
Luis Antonio, divertido. Lucas desvió la mirada a Sofía, para ver su reacción:
le había explicado a la niña lo que le había ocurrido los días anteriores, pues
creía que era lo mejor para ella, y aunque lo había entendido bien, se temía
que hablar de aquello de forma abierta delante de ella pudiese afectarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es mi trabajo, no me hace
falta creer en ello. Lo veo casi todos los días – contestó seriamente, pero aun
así Luis Antonio rio. Lucas llegó a la conclusión de que aquel Carvajal Sande
en concreto era un cretino. Le imaginó sin dificultad pavoneándose por el campus,
sintiéndose orgulloso de las miradas de admiración de los alumnos y de deseo de
las alumnas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señor Barrios, permítame
que me lo lleve un momento – apareció el patriarca, para salvarle de su vástago.
Se despidió de Luis Antonio con un gesto de la mano y dejó que Felipe Carvajal
Roelas le condujera con una mano en la espalda. Llevaba un traje de seda de
color gris, que le quedaba estupendamente. Los gemelos que lucía en las mangas
de la camisa que sobresalían de la chaqueta (tres centímetros justos) eran de
oro blanco y diamantes. Llevaba el pelo exactamente igual que como le había
visto los días anteriores, sin un pelo fuera de lugar. – Verá, quiero
presentarle a mi primogénito, Felipe Ernesto Carvajal Sande. Él es quien se
encarga de las empresas de la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El susodicho Felipe Ernesto
era un calco de su padre y de su hermana Carmen Adelaida. Desde luego era un
Carvajal de pura cepa. Vestía elegante como su padre y se le notaba cómodo de
aquella manera. Lucas escuchó aquello de “primogénito” y obvió el detalle de
que por encima de él estuviesen Sandra y Carmen Adelaida, que fuese el tercer
hijo en realidad: al parecer en aquella familia no sabían lo que era la Ley
Sálica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mucho gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El gusto es mío – saludó
Felipe Ernesto Carvajal Sande, con una sonrisa medida. Su voz era similar a la
de su padre, aunque tenía una suavidad que sólo podía haber heredado de su
madre, María Rosa Sande. – Mi hermana Sandra Herminia y mi padre ya me han puesto
en antecedentes de lo ocurrido y de por qué está usted aquí. No puedo por menos
que darle la bienvenida y desearle una buena estancia. Todos deseamos que sus
investigaciones den buenos frutos y pueda ayudar a la pequeña Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La “pequeña Sofía” había
seguido a su padre y a Lucas hasta allí (parecía que no quería despegarse del
detective en toda la noche) pero no dijo nada tras el comentario de su hermano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias, es usted
muy amable – contestó Lucas, con un ligero cabeceo reverente. Aquel Carvajal Sande
era estirado y sobrio, pero mucho mejor que su hermano pequeño. – Espero
cumplir con mi trabajo, desde luego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Confío en que lo hará y
estoy seguro de que saldrá victorioso – dijo Felipe Ernesto, convencido. El
criado trajo a Lucas su cerveza, que la cogió con un agradecimiento, y padre e
hijo miraron la bebida con cierta sorpresa y un poco de asco. – Permítame
presentarle a mi esposa, Aliena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas ya se había percatado
de la presencia de la mujer, aunque no había dicho nada. Y como para no percatarse:
la tal Aliena era una mujer de casi un metro noventa (con la ayuda de unos
tacones de diez centímetros), de larga melena rubia, muy atractiva, con un
cuerpo lleno de curvas y maneras de modelo. El morro de pato era sin duda
operado, pero los ojos azules con los que taladró a Lucas eran reales. Lucas le
sostuvo la mano y luego tuvo que beber un trago de su cerveza, para poder
tragar saliva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cómo espera resolver
nuestro problema, señor Barrios? – preguntó el patriarca, que era el más
disimulado al lanzar miradas a su nuera. – Supongo que tendrá una idea inicial
de cómo afrontarlo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, no suelo compartir
mis métodos con los clientes, así que disculpen si soy discreto – se excusó, de
antemano, sobre todo pensando en que Sofía estaba allí presente: ¿es que allí
nadie pensaba en la pequeña? – Pero puedo decirles que estoy investigando,
todavía. Buscando pistas, recabando información, tratando de encajar toda la
historia. Hasta que no sepamos en qué paisaje nos movemos no podré actuar. Pero
eso será pronto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos Felipes pasaron
entonces a debatir sobre la conveniencia de hacer un plan previo, comparando la
situación de Lucas con lo que hacían ellos en su empresa. A pesar de que la
diatriba entre los dos duró quince minutos, Lucas no logró averiguar de qué era
la empresa familiar. También es cierto que prestó poca atención a la charla,
muy turbado, tratando de disimular mientras comprobaba que la tal Aliena, la
mujer de Felipe Ernesto Carvajal, no le quitaba el ojo de encima, muy interesada.
Por suerte, la mayor de los hermanos Carvajal Sande llegó en su ayuda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Os importa si os robo al
señor Barrios un momento? – preguntó Sandra, apareciendo de repente. Los dos
varones sonrieron, dándole permiso, y la alta y atractiva rubia no dijo ni mu,
aunque le lanzó un discreto guiño a Lucas cuando se alejaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No habíamos acordado que
yo era Lucas y usted Sandra? – preguntó, divertido, reponiéndose todavía de la
escena anterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y así sigue siendo, pero
no pretenderá que le llame Lucas delante de mi padre: bien está que lo haga
Sofía, pero yo no debería hacerlo, tan abiertamente – explicó Sandra, con
desenvoltura. – Imagínese el revuelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Es posible que tu cuñada
me haya guiñado el ojo? – señaló por encima del hombro, con una mueca de confusión.
Sandra resopló, molesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es muy probable. Es una
arpía – explicó, bajando la voz. – Todos sabemos que está con mi hermano Felipe
por el dinero de la familia, pero nadie dice nada. Si lo decimos nosotras nos
tratan de envidiosas y a mi padre y a mi hermano Luis Antonio no les importa
demasiado, siempre que siga trayendo esos bikinis tan provocativos en verano, a
la piscina. ¿Te ha dicho que tiene veintidós años?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Veintid....? ¿Ell....?
¡¡Venga ya!! – se aturulló Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues así es – asintió
Sandra. – Cuando se quita el maquillaje parece una niña casi como Sofía – dijo,
acariciando el rostro níveo de su hermana pequeña. – Siento que tenga que
aguantar todo esto. ¿Se lo están poniendo muy difícil?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, lo cierto es que no –
afirmó Lucas, con mucha más verdad de la que en realidad había. – Además, tengo
una buena guardaespaldas – terminó, pasando el brazo por los hombros de Sofía,
que seguía a su lado. Ella sonrió y le miró, con adoración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas creía que había sido
el último en llegar, pero en ese momento entraron en la sala de lectura María
Resurrección Sande Carpio y su hijo Rafael María, el artista. Ella vestía con
elegancia (aunque con demasiado maquillaje), pero el pintor se había equivocado
y pensaba que iba a un concurso de disfraces: llevaba pantalones de cuero
negro, camiseta de manga larga de rejilla y un chaquetón que le llegaba hasta
las corvas, de color rojo con flecos y espumillón de pelo falso alrededor del
cuello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola a todos, perdón por
el retraso – saludó María Resurrección, a grandes voces, acercándose a su
hermana y su cuñado y dándoles dos besos a cada uno. – Nos hemos entretenido
más de la cuenta. Rafita tenía que pasar por la peluquería y se ha retrasado la
hora....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El tal Rafita se paseó por
los grupos, saludando a todos sus congéneres, besando a sus primas y magreando
descaradamente a la mujer de su primo. Dejó a Lucas para el final,
probablemente adrede.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Detective – le hizo una
reverencia, bufonesca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas noches, Rafael
María. Bonito atuendo – comentó Lucas, con sorna: ya no se sentía ridículo con
una simple camisa y unos vaqueros. Sandra y Sofía sonrieron, al escuchar su
comentario, pero el artista no entendió la broma y se la tomó en serio, dada su
reacción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Verdad que sí? Era de un
amigo actor que hacía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">performances</i>
independientes. Se quería deshacer de ello y ya le dije yo que no hiciera esa
locura. Es muy adecuado para guateques como el de esta noche – trató de
bromear, y sus interlocutores sonrieron, por compromiso. – Perdonadme, voy a
buscar algo de priva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Rafael María se alejó y las
dos Carvajal Sande y Lucas sonrieron, mirándose divertidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así es mi familia, qué
puedo decir.... – se excusó Sandra, con una mueca avergonzada, aunque sonreía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nadie está libre de culpa
– comentó Lucas, para tranquilizarla, aunque pensaba en su madre y su hermana,
y agradecía que sólo pudiese quejarse de ellas por lo pesadas que eran al
cuidar de él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio entró en la sala y
anunció que la cena estaba lista. María Rosa Sande encabezó la marcha, pidiendo
a todos que pasaran al comedor, asegurando que la cena de aquella noche les iba
a encantar. Todos los Carvajal Sande y allegados se pusieron en marcha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He reservado la silla a mi
lado para usted, para que no sufra demasiado durante la cena – le dijo Sandra,
en confidencia, antes de echar a andar tras su madre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias – asintió
Lucas, aliviado de verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Muy en su papel de invitado
ajeno a la familia, Lucas dejó que todos pasaran antes que él, para cerrar él
la marcha. Por eso Aliena se acercó a él cuando estaban prácticamente solos,
sorprendiendo a Lucas, que la vio aparecer por un lateral, colocándose de
improviso ante él. La tremendísima rubia le colocó la mano en la entrepierna,
sobre la cremallera del vaquero y acercó su cara al rostro de Lucas, besándole
lentamente en la mejilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hay una habitación libre
con una cama muy cómoda arriba – le susurró en la oreja, con ligero acento
soviético. – Si quieres podemos vernos allí luego.... – agregó, separándose,
mientras apretaba ligeramente con la mano en las partes débiles de Lucas. Éste
se encogió un poco, sorprendido y confundido, viendo cómo se alejaba
contoneándose. Mientras se frotaba la mejilla (para limpiarse el posible lápiz
de labios que hubiese quedado allí impreso) Rafael María se acercó a él y le
miró fijamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué pasa? – preguntó,
nervioso. Quizá el pintor hubiese visto lo que había pasado y le iba a amenazar
con meterle en un lío si lo contaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eres muy guapo, tío.
Tienes un rostro muy bello – comentó, pensativo, sosteniendo un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gin-tonic</i> en la mano, haciendo tintinear
los hielos. – Tengo que hacerle justicia en la pintura....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después, el excéntrico
pintor se dio la vuelta y salió de la sala de lectura, en dirección al comedor.
Lucas fue tras él, para no perderse: no sabía dónde era la cena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Joder.... – murmuró para
sí. – Qué locura....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se dirigió al comedor
mirándose en los espejos con los que se cruzó, asegurándose de que no tenía
pintalabios en la cara. Aquella misión empezaba a ser surrealista, muy dura de
sobrellevar (aunque no había habido presencia paranormal todavía).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo único bueno era que, con
tanto esperpento, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no estaba pensando en
Patricia a cada instante. La tristeza seguía dentro de él, pero ya no estaba a
flor de piel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La cena no fue tan
complicada como había augurado la recepción previa, aunque es cierto que no
terminó muy bien. Como Sandra le había dicho, Lucas se sentó a su lado. Sofía,
que habría querido sentarse también junto a él, al otro lado libre, no pudo
hacerlo, porque su madre le reservó un sitio a su derecha, presidiendo ella un
extremo de la mesa. Lucas tuvo a su lado a Carmen Adelaida, aunque no estuvo
tan pesada como los días anteriores, ya que su marido, al otro lado, estuvo más
pendiente de entablar conversación con el patriarca, que presidía el otro
extremo de la mesa. La segunda de los hermanos Carvajal Sande, además de estar
pendiente de su hijo (que comía entre sus dos padres), habló animadamente con
Lucas, haciéndole de intérprete cuando la conversación atañía a asuntos
familiares. Sandra Herminia, desde el otro lado, hizo lo propio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas estuvo bastante
tranquilo, porque estaba casi en el centro de su lado de la mesa, y tanto
Rafael María como la rubísima Aliena estaban en el otro lado de la mesa, frente
a él, casi en los dos extremos. Eso no le libró de miradas cargadas de deseo de
la mujer de Felipe Ernesto Carvajal Sande ni de contemplaciones fijas del
artista de la familia, que seguía midiéndole el rostro desde la distancia y
grababa en su memoria todos y cada uno de sus rasgos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante la cena se habló de
varios temas, que aunque no iban con Lucas, fueron debidamente escuchados.
Prestó mucha atención, para aprender algo más de sus anfitriones y clientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los Carvajal Sande eran
criadores de caballos, con una ganadería mediana pero de gran renombre. Al
parecer era Sandra Carvajal Sande quien se encargaba mayoritariamente de
aquella actividad familiar, dirigiendo a los cuidadores y adiestradores,
organizando todas las tareas, atenta a las revisiones veterinarias y tratando
con los clientes que querían comprar caballos o traer a los establos de la
familia a los que ya tenían, para que fueran cuidados y entrenados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquélla no era la única
actividad de la familia, pues los dos Felipes hablaron durante un rato de la
empresa familiar, calificativo con el que no se referían a la cría caballar.
Las oficinas que había en Madrid, en las que estaba atareado Felipe Ernesto,
eran una gestoría y consultoría de bienes inmuebles y bienes raíces. Lucas se
sorprendió de que unas familias de rancio abolengo como los Carvajal y los
Sande se vieran involucrados en una actividad como aquélla, pero lo comprendió
todo al descubrir que las actividades de la gestoría tenían como clientes a
nobles, ricos empresarios e incluso grandes de España (que a aquellas alturas
del siglo XXI todavía quedaban en el país).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La tía María Resurrección
comentó casi al final de la cena, durante el solomillo a la brasa con salsa de
cerezas, algo sobre la torre Sande de Cáceres, un comentario sobre la temporada
de fiestas aquellas Navidades, comentario que fue recibido con frialdad y
algunos gestos de compromiso. Doña María Resurrección Sande pareció no darse
cuenta de la acogida que había tenido su intervención, porque siguió hablando
sobre el palacio de la ciudad de Cáceres, convertido en salones comedores y
sala de fiestas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Esa tal torre Sande es de
la familia? – preguntó Lucas, que se había mantenido en segundo plano durante
toda la cena, respondiendo a las pocas preguntas que le habían dedicado y
hablando solamente en susurros con Carmen Adelaida y con Sandra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo era – contestó Felipe
Carvajal Roelas, a pesar de que Lucas se había dirigido a doña María Rosa, por
ser la mayor de los Sande. – Es la torre del palacio de los Sande en Cáceres,
que antes perteneció a la familia de mi mujer, pero ahora está en manos
privadas. Es un bello lugar donde se celebran bodas, graduaciones y otros
eventos festivos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mi familia, como la
familia de mi marido, es originaria de Cáceres, de antes de la época de los
asedios moros – apuntó la matriarca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De dónde es usted, señor
Barrios? – preguntó Felipe Ernesto Carvajal Sande, con curiosidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno.... nací en Madrid y
ahora vivo allí, aunque durante unos años viajé por el mundo y difícilmente
sabía dónde estaba mi hogar – comentó Lucas, tratando de sonar ligero, sin
darle profundidad a aquellos comentarios. En aquella época, no tan lejana,
había estado muy enfadado y triste por la muerte de su padre, así que no todo
había sido tan bonito como lo solía contar. Ni siquiera Patricia había sabido
lo que había sufrido en aquella época. – Lo cierto era que volvía a Madrid siempre
que podía, pues mi madre y mi hermana viven allí, así que supongo que siempre
he sido madrileño, aunque durante un tiempo no lo tuve tan claro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Uno es de donde le diga su
corazón – comentó María Rosa Sande, con una beatífica sonrisa. – Y nuestro corazón
suele estar donde está la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso parece.... – comentó
Lucas, algo sombrío, de repente, recordando a Patricia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y cómo acabó dedicándose
a un oficio tan peculiar? – preguntó Luis Antonio Carvajal Sande, con un cierto
deje chistoso en la voz. Estaba claro que no toda la familia le tomaba en
serio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mi padre.... se dedicaba a
esto cuando yo era pequeño. Con la edad de Sofía, adquirí.... ciertas
habilidades que me ayudan en mi trabajo. Supongo que no me quedó otra opción,
tanto por herencia como por experiencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los Carvajal Sande y
allegados asintieron la explicación, con curiosidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tras la cena (terminada con
un helado de lavanda con espuma de melocotón en almíbar) los hombres se levantaron
y pidieron whiskys y brandys a Venancio, que se encargó de ello tras una
reverencia. Las mujeres pidieron <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gin-tonics</i>
y rones a Daría, una de las criadas con más experiencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Los hombres de la familia
acostumbran a ir ahora a la sala de lectura, a fumar un puro – explicó Sandra,
inclinándose hacia Lucas. – Nosotras nos quedamos aquí, charlando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Imagino que será difícil
meter baza con la tía Resu en el grupo – bromeó Lucas, haciendo que Sandra
sonriera, muy a su pesar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ve con ellos, si quieres:
al final nos reunimos otra vez todos en el gran salón, para terminar la velada
todos juntos, mientras seguimos bebiendo. Con el frío de fuera seguro que
Venancio ha encendido ya la chimenea. Es un sitio muy acogedor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me interesa mucho lo de
fumar, pero como creo que soy la atracción de la noche, me iré con tu padre y
los demás – aceptó Lucas, levantándose. – Tengo que entretener a los
señores....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra sonrió, divertida,
aunque el chiste era a costa de su familia y de su propia condición acomodada.
Lucas no estaba seguro de por qué lo había hecho, pero no había ocurrido nada
malo. Lo que estaba claro era que con Sandra tenía buena confianza, algo muy
adecuado en un caso como aquel. Se despidió de las demás mujeres (sin que le
pasara desapercibida la mirada de Aliena ni su lengua, que se humedeció los
labios más de los debido), se despidió de Sofía con una caricia cariñosa y se
unió al grupo de hombres, que se reunía en la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señoras, nos retiramos un
momento a fumar. Nos veremos luego en el gran salón – explicó Felipe Carvajal
Roelas, como si hiciera falta explicar lo que todos ya sabían, incluido Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien, cariño – sonrió
doña María Rosa Sande. Las demás se despidieron de los hombres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero no llegaron a salir de
la sala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el mismo momento en que
se daban la vuelta para abandonar el comedor, Sofía Carvajal Sande empezó a
convulsionar, sentada todavía a la silla. Su madre lanzó un chillido de susto y
terror, y todos los hombres se giraron asustados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La niña convulsionaba en la
silla, agarrada a la mesa, que hacía traquetear con los violentos movimientos
que sufría. Todas las mujeres la miraban horrorizadas, apartándose de la mesa,
arrastrando las sillas. Los hombres vieron a la pequeña sacudirse de una manera
tan violenta con estupefacción y miedo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas fue el único que
reaccionó, en parte por su oficio y en parte porque estaba allí precisamente
para eso, aunque estaba asombrado como todos los demás: quizá la simpatía que
sentía hacia Sofía le hacía preocuparse más de lo debido. Llegó hasta ella,
agarró la silla por detrás y trató de tumbarla, para dejar a Sofía en el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No pudo hacerlo, porque la
niña estaba agarrada con fuerza al borde de la mesa, así que Lucas sólo pudo
inclinar la silla lo que daban los brazos de Sofía, engarfiados en la mesa,
arrugando el mantel. Sandra, que era la única que no se había alejado de la
mesa ni de su hermana pequeña, le agarró las muñecas y tiró de ellas, logrando
desasirla de la mesa. Lucas tiró hacia atrás de nuevo, para tumbar a Sofía y ésta,
presa de su estado, sacudió los brazos, tirando a Sandra hacia un lado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ambas hermanas cayeron al
suelo a la vez, aunque Sandra de forma más brusca. Lucas tumbó la silla y depositó
a Sofía en el suelo, que seguía sacudiéndose. Tenía los ojos cerrados y la cara
empezaba a ponérsele negra, muy poco a poco, empezando con un gris desvaído y
pasando al negro gradualmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mierda.... – murmuró,
haciendo un esfuerzo por sujetar los hombros y la cabeza de la niña, para que
no se golpease contra el suelo, mientras sus pies se sacudían y zapateaban con
los talones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces pareció detener su
frenética vibración, deteniéndose de repente. Sofía abrió los ojos y Lucas pudo
ver que ahora los tenía de otro color: la esclerótica de color rojo y los iris
dorados. Lucas ya no miraba a Sofía: miraba al demonio que estaba dentro de
ella. La cara, lentamente, tornó a negro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Qué
quieres, mortal?</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo,
mirando fijamente a Lucas. – </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Quieres yacer conmigo?</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se sorprendió, por la
grave y descarnada voz, y por las palabras del demonio. Sin quererlo, Lucas
aflojó la presa sobre los hombros y Sofía se incorporó, rugiendo. Las mujeres y
los hombres de la familia, todos allí alrededor, chillaron del susto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡¡Sois
todos unos adúlteros y vosotras unas putas viejas!!</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo el demonio dentro de la niña, y
aunque Sofía ya no parecía Sofía, era muy chocante escuchar esas barbaridades y
ordinarieces de su boca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, aunque presa del
estupor, volvió a reaccionar, agarrando de los hombros a Sofía y volviéndola a
tumbar, venciendo la resistencia del demonio, que rugió a su lado y le lanzó
dentelladas, fallándole por poco la cara y la oreja. Consiguió tender el cuerpo
en el suelo, a pesar de que se sacudía y zarandeaba. Los brazos de la niña se
movían, buscando arañarle, pero el detective los mantuvo a raya como pudo, con
el codo izquierdo. Los adultos de la familia no dejaban de chillar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Mi mochila!! – pidió
Lucas, lamentándose por haberse dejado llevar por las apariencias y no haber
estado atento a su trabajo: si hubiese estado con su mono rojo tendría un
montón de herramientas en sus varios bolsillos. En cambio, al ir con vaqueros y
camisa, no llevaba encima ni el pistón trifásico. – ¡¡Que alguien me traiga mi
mochila!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nadie reaccionó. La única en
quien confiaba que podía hacerlo era Sandra Herminia, que estaba tendida en el
suelo al lado de su hermana pequeña, aturdida por el golpe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El cuerpo de Sofía se agitó
más, alcanzando a Lucas con las uñas, arañándole el lateral del cuello. Lucas
gritó, dolorido, y sujetó más fuerte el cuerpo de la niña, empujándole contra
el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces recordó de repente
que llevaba las llaves del Twingo en el bolsillo. La tarjeta de arranque, en
realidad, y como tal no era de gran utilidad. Lo importante era el pequeño
llavero que llevaba colgado en la muesca para ello. Soltó el cuerpo de Sofía y
buscó el llavero en el bolsillo. El demonio aprovechó para sacudirse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Venid
a probar este cuerpo, obscenos, sé que es lo que queréis....</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo con voz grave y profunda,
lasciva, pasando las manos de Sofía por sus pequeños pechos. La tía María Resurrección
y Carmen Adelaida se llevaron las manos a la boca, horrorizadas. La señora
Sande Carpio lanzó un gemido de dolor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mi niña – gimió, empezando
a llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas consiguió sacar la
tarjeta del estrecho pantalón vaquero: de ella colgaba un llavero de plata con
la forma de una roseta celta, un arma muy poderosa contra demonios y seres
diabólicos. Le habría servido de todas formas, por su material, pero la forma del
colgante era además muy adecuada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas la agarró con decisión
y la apoyó, apretándola con el dedo pulgar sobre la frente de Sofía. El demonio
del interior gritó con fuerza y con dolor, como un cerdo durante la matanza.
Serpenteó el cuerpo en el suelo, sin que por ello Lucas apartara la roseta
celta de plata de la frente, hasta que el demonio sacudió el cuerpo con violencia,
empujando a Lucas hacia un lateral. El detective voló unos metros por el
comedor, aterrizando en el grupo de hombres que estaban en la puerta. Cayó
sobre ellos y los abatió como una bola a los bolos, pero al menos amortiguaron
su golpe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡¡Este
cuerpo es mío y haré con él lo que me plazca!!</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – gritó el demonio, llevando las manos a las caderas, sobándolas
y contoneándose, pero casi de inmediato apoyó las manos en el suelo y arqueó la
espalda, con las puntas de los pies y la coronilla puestos en el suelo. Pareció
gemir de dolor, cerrando los ojos, y al cabo de un momento sufrió un espasmo y
el cuerpo de Sofía se derrumbó en el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nadie se movió en el comedor
durante un instante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sofía!! – gritó doña
María Rosa Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra, al lado de su hermana,
se movió, arrastrándose hacia ella, con miedo. Le agarró del hombro y le dio la
vuelta, con cuidado, para dejarla boca arriba. Sofía estaba llorando, con la
cara perdiendo su color negro, angustiada y asustada. Sandra la acogió en sus
brazos y la acunó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, incorporándose en el
suelo, entre los hombres de la familia también caídos, miró a la niña. Después
miró la roseta de plata en el llavero que sostenía en la mano y volvió a mirar
a las dos hermanas abrazadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquello no tenía sentido. Y
eso no le gustaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La situación era para estar
sorprendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y para tener miedo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-47384435948367677762018-06-29T19:00:00.000+02:002018-06-29T19:00:52.184+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 9<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
9 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">María Rosa Sande Carpio era
una mujer educada y agradable, serena, aunque en aquellos momentos de crispación
no lo estaba mucho. Aun así, Lucas pudo notar la verdadera naturaleza de la
mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La señora Sande Carpio le
acompañó a la habitación de Sofía, para que la conociera. Al parecer, aquel día
había despertado bastante bien, tranquila y sin molestias. Seguía en su
habitación, casi sin salir, pero ya había recibido la visita de sus maestros y
había tenido clase con ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creo que ahora está
haciendo sus deberes – dijo María Rosa Sande, con voz cariñosa y orgullosa.
Lucas pudo ver una mueca en el rostro de la mujer que había visto muchas veces
en el de su madre. Era el amor maternal, que ningún hombre sentiría nunca ni
podría imaginar. – Pero podemos entrar a que la conozca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No querría molestarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se preocupe: dentro de
nada tendrá que dejarlo para comer. Tanto da que lo deje un rato antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">María Rosa Sande entró en la
habitación de su hija, llamando recatadamente a la puerta antes de entrar.
Saludó a su hija con cariño y le dio dos besos sonoros. Lucas esperó en la
puerta, medio oculto por ella, entornada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pase señor Barrios – le
llamó la señora Sande Carpio desde dentro. Lucas entró en la habitación y se
encontró con el típico cuarto de una adolescente: lleno de posters y de
fotografías, con algunos juguetes todavía expuestos en algunos lugares de
honor, con peluches encima de la cama pero con un tocador preparado para el
maquillaje profesional de una estrella de cine. Una habitación llena de contrastes,
como los propios adolescentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La dueña de aquella
habitación, la pequeña Sofía, estaba sentada a una mesa, cubierta con cuadernos
y libros de texto. Había abandonado los bolígrafos sobre los cuadernos
cuadriculados y estaba recostada en la silla, mirando hacia la puerta, por la
que entraba Lucas. Era una niña rubia, de un amarillo oscuro (que quizá con la
edad se tornaría en un castaño como el de su madre) y una mirada azul limpísima
que escrutaba con curiosidad e inteligencia al recién llegado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenos días, Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenos días, señor
Barrios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Con Lucas es suficiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lucas – asintió la niña,
sin quitarle ojo de encima. – Es bonito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muchas gracias – asintió
Lucas. – Más bonito es Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Bah! Es nombre de reina
mayor....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y de diosa – replicó
Lucas, quedándose de pie al lado de la mesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lo ves? – le dijo su
madre, alzando una ceja, sonriendo divertida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale, mamá – contestó
Sofía, ocultando una mueca de hastío hacia su madre. Lucas sonrió, disimulando
la sonrisa mirando hacia otro lado. Aquella sonrisa se ganó la simpatía de la
niña. Así de sencillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quiere sentarse, señor
Barrios? – preguntó María Rosa Sande. – Puedo ir a buscarle una butaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No será necesario –
contestó Lucas, sentándose en la esquina de la cama, perfectamente hecha y
estirada. Gran diferencia con la suya propia, que había dejado revuelta en casa
del maestro Pizarro. – Aquí estoy bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No parece usted un
detective – comentó Sofía, girando un poco la silla para quedar frente a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Ah no? ¿Y eso por qué?
¿Porque no llevo sombrero ni gabardina? – bromeó éste, pensando en Justo Díaz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No. Los únicos detectives
que van así son los de las películas – contestó Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Entonces?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Con esa ropa parece un
mecánico de la fórmula uno – señaló Sofía, apuntando con la barbilla. Como su
padre, lucía también un pequeño hoyuelo en ella, muy simpático y bonito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tienes razón, pero es que
no has visto mi coche: pega mucho con él – comentó Lucas, como en un aparte,
guiñándole un ojo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué coche tiene?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Oh, nada del otro mundo.
Sólo es un simple Twingo, pero lo he mejorado y pintado a mi gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿De qué color es?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Rojo, con el techo blanco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía se lo imaginó, mirando
al techo, asintiendo. Arrugaba un poco la boca, al estar pensativa, y Lucas sonrió.
Aquella chica le caía muy bien, parecía despierta e inteligente. Y era muy
bonita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tiene que ser bonito –
aceptó al final.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Luego te lo enseñaré –
dijo Lucas, mirando a la madre de la joven, que asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando estés más repuesta
podrás salir a la calle, a ver el coche del señor Barrios – aceptó María Rosa
Sande Carpio, inclinándose por encima de su hija, para mirarle a la cara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vale.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía, ¿cómo te sientes? –
Lucas se apoyó en las rodillas y se acercó a Sofía, para verla más de cerca,
atento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estoy bien. Cansada, como
si hubiera corrido mucho. Me pesan las piernas y los brazos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero no tienes fiebre,
¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No. No la he tenido, desde
que me he puesto mala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué te pasaba, para
estar mala?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues eso, cansancio. Dolor
de cabeza – enumeró Sofía, mirando de vez en cuando a su madre, que la asentía,
certificando que lo estaba contando bien. – Dolor de garganta: me dolía al
tragar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Te quemaba la garganta? –
preguntó Lucas, con intención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, un poco sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Vomitaste o tuviste ganas
de vomitar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía miró al suelo, un poco
avergonzada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Al principio vomitó lo que
comía, sí – contestó la señora Sande Carpio. – Por eso le dimos dieta blanda
desde entonces. Fue al principio, no ha vuelto a vomitar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y desde.... el evento? –
preguntó Lucas, con precaución. Sofía seguía con la mirada baja y la cara
colorada, así que también fue su madre quien contestó esta vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nada. Desde ese momento ha
mejorado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas pensó en las
respuestas que le habían dado, comparándolo con lo que sabía sobre exorcismos.
No era un exorcista, aunque había practicado algunos durante sus viajes por el
mundo y después, cuando ya estaba de vuelta en España, en un par de trabajos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era algo horrible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero en aquella ocasión, no
todos los detalles coincidían con un exorcismo, y eso era lo que le escamaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señora Sande, ¿podría
dejarnos solos unos minutos? – rogó, mirando a Sofía y después mirando a su
madre con amabilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Cree usted que es lo más
adecuado? – recelaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso creo. Será sólo un
momento. Puede esperar al otro lado de la puerta: sólo quiero hablar en
confianza con Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">María Rosa Sande Carpio dudó
un momento más: al fin y al cabo estaba dejando a su hija pequeña en compañía
de un desconocido. Le acababan de contratar para que ayudara a Sofía, pero
seguía siendo un desconocido. Y dejarle solo con la niña en su propia
habitación....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Quieres quedarte con él?
– acabó preguntando a la muchacha. Ésta asintió: su cara seguía avergonzada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señora Sande, dos minutos.
Si no está segura entre en la habitación cuando pase ese tiempo – trató de
convencerla Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin tenerlas todas consigo,
doña María Rosa Sande acabó saliendo de la habitación. Lucas suspiró, mirando a
Sofía, pensando cómo abordarla. El cambio repentino de actitud de la chica
demostraba que recordaba más cosas de las que había contado a sus padres, y él
tenía que conocerlas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía, ¿recuerdas lo que
te pasó hace dos noches? – le preguntó. La chica asintió. – Cuéntamelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía permaneció con la
mirada baja un rato, pero después alzó la cabeza y miró a Lucas. La niña estaba
llorando, mansamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me da vergüenza....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo imagino, pero piensa
que soy una especie de.... de médico – no le gustaba mucho el ejemplo pero le
podía servir. – Cuando te duele algo o te sientes mal tienes que contarle al
médico lo que te pasa, para que te pueda ayudar. Aunque te dé vergüenza. Pues
ahora es lo mismo: para ayudarte necesito saber lo que te pasó....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía suspiró y se limpió
las lágrimas de los pómulos prominentes, como los de su padre. La cara de la
niña era un poema y Lucas sintió mucha lástima por ella, pero no hizo amago de
consolarla: no era lo más adecuado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Escuché.... escuché voces
en mi cabeza – relató.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Varias voces? ¿O una
sola?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una sola. Al principio me
pareció conocida, pero no lo era: era la voz de un monstruo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué te decía? – preguntó
Lucas, con delicadeza, sin alzar la voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me decía que.... que
quería mi cuerpo. Que quería alimentarse de un cuerpo y quería el mío. Que
estaba rico – Sofía volvió a llorar. Quizá el demonio (si había sido un demonio
el responsable de eso) le había dicho cosas peores a una niña de quince años
que, a pesar de empezar a lucir atributos de mujer, seguía siendo una niña
emocionalmente. No quiso seguir por ahí, para no hacerla sufrir más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Recuerdas lo que te pasó
en la cama? ¿Cuando te sacudiste y diste saltos y todo eso? – preguntó, sin
entrar en más detalles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía negó con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No recuerdas nada?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Recuerdo que la voz me
hablaba, que veía todo como en una pantalla de cine, que estaba como en una
sala blanca acolchada, como las que salen en las películas cuando meten a los
locos en una – explicó, y Lucas asintió sonriendo, para darle ánimos. –
Recuerdo eso, que todo se movía, y de repente recuerdo a Sandra. Sandra es mi
hermana, ¿sabe?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues la vi tirada en el
suelo, se había hecho daño. Y entonces me sentí tan mal por eso, no sé por qué,
que logré dar un paso hacia adelante, ¿sabe?, como si atravesara la pantalla en
la que veía todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y volviste a estar aquí,
como si volvieses a entrar en tu cuerpo – apuntó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero entonces no te dolía
la cabeza ni la garganta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, aunque estaba muy
cansada – explicó Sofía. – Como ahora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien. Muchas gracias,
Sofía, me has ayudado mucho – reconoció Lucas, sincero. Sólo entonces se permitió
estirar la mano y secar la mejilla de la muchacha de lágrimas. Sofía sonrió. –
¡Señora Sande!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">María Rosa Sande Carpio
entró inmediatamente en la habitación, dejando claro que había estado allí al
lado. Sin embargo, había esperado fuera más de los dos minutos indicados por
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué ha pasado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hemos hablado de cosas que
daban mucho miedo y que no eran nada agradables – explicó Lucas. María Rosa
Sande se acercó a su hija, que aunque tenía los ojos llorosos y enrojecidos le
sonreía, tratando de calmarla. – Por eso Sofía se ha alterado un poco. Pero ha
sido muy valiente y me ha ayudado mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sí? – preguntó la señora
Sande Carpio, recelosa. Sofía asintió, sonriendo, dándose ánimos y dándoselos a
su madre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora te dejo, Sofía – le
dijo Lucas, tendiéndole la mano y agarrando la de la niña: estaba fría al
tacto. – Creo que ya casi es la hora de comer, así que no te molesto más.
Muchas gracias. Me voy, aunque volveremos a vernos. Estaré unos días por aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se levantó y se giró para
salir de la habitación. Cuando estaba frente al vano la voz de Sofía le retuvo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Va a ayudarme, Lucas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se giró de nuevo y
miró fijamente a la niña, con una sonrisa, tratando de darle ánimos y quitarle
un poco del miedo que la oprimía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde luego. Voy a
averiguar qué te pasa y a curarte – dijo, seguro de sí mismo. La niña sonrió,
aliviada: no lo hubiera hecho si hubiese sabido que Lucas no estaba nada
convencido en su interior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba hecho un lío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas salió de la habitación
y caminó por el corredor, sin un rumbo fijo. No sabía muy bien si quedarse por
allí o salir al exterior, o incluso volver a Navaconcejo y quedarse en la
habitación que le había dejado el maestro Pizarro. Estaba confuso y muy
perdido, sin saber muy bien qué decisiones tomar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Señor Barrios! – le llamó
una voz desconocida cuando estaba a punto de bajar por una de las dos escalinatas
que llevaban al descansillo y luego al recibidor de la mansión. Se giró, con el
pie en el aire, y vio acercarse a una mujer algo mayor que él, aunque su porte
y su cara seria le hacían parecer más adulta. – Soy Sandra Carvajal Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- La hermana mayor de Sofía
– asintió Lucas, estrechando la mano delgada que le tendía. – Mucho gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras estaban tan cerca,
dándose la mano, Lucas la observó detenidamente. Sandra Herminia tenía el rostro
anguloso y delgado, algo duro pero bello. Tenía el pelo castaño de su madre
recogido en una coleta, la mirada decidida de su padre y un cuerpo fibroso y
atractivo que parecía ser cosecha propia. No tenía el hoyuelo en la barbilla
que había visto en el cuadro del antepasado y en el rostro de don Felipe
Carvajal y la pequeña Sofía. Sin embargo los pómulos marcados sí eran de la
familia paterna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señor Barrios, me alegro
mucho de que haya aceptado el caso y de tenerle aquí – dijo ella, con
seguridad. – Ahora sé que Sofía tiene una oportunidad para librarse de lo que
sea que la aqueja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo también me alegro de
estar aquí, aunque el caso parece más complejo de lo que imaginé en un
principio. ¡Ah! Y con Lucas es suficiente....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien, Lucas. ¿A qué se
refiere con más complejo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas tardó un rato en
volver al lugar donde estaba y poder contestar. Desde luego Sandra Herminia
Carvajal Sande no se parecía en nada a Patricia, y aunque fuese una mujer
atractiva y ciertamente bella no le atraía para nada, pero había algo en su
seguridad, en su forma de mirarle tan de cerca, en tener a una mujer atractiva
delante, que le hacía recordar vívidamente a Patricia. Volver a pensar en ella
le aflojó por dentro y tuvo que hacer un esfuerzo muy grande para volver a tomar
el control de sí mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Verá, señora Carvajal,
¿podemos hablar en un lugar más privado? Creo que aquí, en mitad de la
escalera, no es el mejor sitio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tiene razón: acompáñeme –
dijo ella, indicándole con un gesto del dedo que le siguiera. Lucas fue detrás,
tratando de no mirarle el trasero enfundado en los pantalones de tela de
gabardina. Se sentía muy raro al hacerlo, como si estuviese ensuciando el
recuerdo de Patricia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Herminia Carvajal
Sande le condujo a una habitación en aquel mismo piso, a un despacho parecido
al del padre de la mujer, aunque no eran iguales. Las maderas que cubrían las
paredes del despacho de Sandra Herminia eran más claras y menos pesadas, sin
dejar de ser lujosas. Las estanterías estaban llenas de libros y fotos, pero todas
eran de miembros de la familia, individuales o en diferentes combinaciones de
grupos. En una pared había espacio para un gran cuadro de un galeón en el
océano embravecido y sobre la mesa había un ordenador muy nuevo y una planta
frondosa al lado de la ventana que llegaba hasta el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Siéntese, por favor.
Explíqueme la complejidad del caso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Gracias – dijo Lucas,
ocupando una butaca parecida a la que había ocupado en el despacho del padre. –
Verá, señora Carvajal....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Si usted es Lucas, yo soy
Sandra, por favor – pidió ella, sonriendo. La nariz se le arrugaba un poco, y
eso confundió todavía más a Lucas. – El Herminia sobra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien – farfulló Lucas.
– Verá, Sandra, todo parece indicar que su hermana Sofía sufrió una posesión la
otra noche. Un intento de posesión, más bien, y eso es el primero de los muchos
sucesos extraños que me confunden....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Carvajal Sande se
quedó un instante en silencio, con el rostro descompuesto. Parecía asustada,
molesta, incrédula y asombrada, todo de una vez. Lucas no era la primera vez
que lo veía: era la respuesta estándar cuando un no iniciado se enfrentaba por
primera vez a un suceso paranormal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Así que es cierto, eso fue
lo que le pasó a Sofía – murmuró la mujer, más para sí misma, para convencerse
de lo que había sospechado, que para hablar con Lucas. – ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Disculpe?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Que por qué le parece raro
que fuese un intento de posesión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Porque un demonio con la
capacidad de traspasarse a un cuerpo externo al suyo, un demonio que pueda
poseer a otra criatura, o bien posee un cuerpo o no lo hace. Pero nunca se
queda a medias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿No podría haber fallado?
¿Haber intentado poseerla pero no haber podido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Los demonios no son como
los seres humanos – explicó Lucas. – No son como nosotros, que podemos iniciar
una actividad y terminarla, o darnos por vencidos al ver que no podremos
conseguirla y la abandonamos. Los demonios tienen otra forma de actuar: o hacen
las cosas o no las hacen. Si no ven claro que puedan poseer un cuerpo no lo
intentan: se preparan para hacerlo cuando sepan que van a conseguirlo. Además,
existen muchos tipos de demonios con capacidad de poseer otro cuerpo que mueren
si el proceso se interrumpe o no son capaces de completarlo. Ésa es una razón
más para ellos para no dejar las posesiones a medias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Carvajal Sande
parecía superada por las circunstancias, tratando de comprender ese nuevo mundo
que Lucas desplegaba ante ella. Pero, sabiendo que aquel detective podía ayudar
a su hermana, hizo un esfuerzo de fe y creyó todo lo que le contaba, aunque
sonase disparatado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Puede volver a
producirse?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me temo que sí – Lucas
compuso una mueca de disgusto. – Una vez que ya han abierto la puerta entre
ellos y Sofía, es más fácil acceder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y podrá salvar a mi
hermana?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso creo, aunque no estoy seguro
– reconoció Lucas. – Hay cosas de ese evento que me confunden.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y por qué me lo cuenta? –
se sorprendió Sandra Carvajal. – ¿Por qué me confía sus dudas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Quizá porque me recuerda a
alguien que siempre creía en mí – confesó Lucas, bajando la voz. – Y ahora
mismo necesito toda la confianza externa que pueda, para apoyar la mía. Su
hermana no puede volver a sufrir lo que ha sufrido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos se miraron, serios y
preocupados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-37617629772859831592018-06-26T09:12:00.000+02:002018-06-26T09:12:44.413+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 8<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
8 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al día siguiente Lucas montó
en el Twingo y salió con destino a la mansión Carvajal-Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había desayunado con el
maestro, que le explicó que él daba clases en la escuela que había en Cabezuela
del Valle, pero que la hija pequeña de los Carvajal-Sande no iba a clase:
recibía a profesores particulares en casa y allí era donde estudiaba. Su
familia podía permitirse esos lujos, pero en opinión de Francisco Pizarro
Huete, no era bueno para la niña. No se la veía nunca en el pueblo y por lo que
él sabía no tenía amigos de su edad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después del desayuno (que
había sido abundante: su anfitrión podría ser callado y extraño, pero era muy
acogedor y le ofreció muchas opciones de desayuno, exprimiéndole incluso un
zumo natural de naranja) Lucas pensó que a la vuelta pasaría por el
supermercado o la tienda de Cabezuela (creía haber visto una el día anterior),
para comprar algo de comida y reponer la que ya había empezado a gastar en casa
del maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La mansión Carvajal-Sande
estaba al sur de Cabezuela y de Navaconcejo, cerca de la Garganta de los
Infiernos, un lugar muy frecuentado por los turistas, por sus saltos de agua y
sus pozas naturales: en verano era destino típico para darse un chapuzón y
disfrutar de las formaciones graníticas naturales, fruto del paso del agua
durante milenios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La mansión estaba en terreno
elevado, entre montañas, aunque se asentaba en un espacio llano, muy amplio.
Lucas no sabía cuántas posesiones y terrenos pertenecían a la familia, pero al
menos la mansión estaba en uno enorme y vasto. Desde Cabezuela, Lucas tuvo que
seguir una carretera comarcal, estrecha pero bien asfaltada y señalizada, hasta
un desvío señalado con un cartel propio: <span style="font-variant: small-caps;">Mansión
Carvajal</span> decía. Allí tomó
otra carretera, privada, pero con buen asfalto. Dos filas de álamos la
flanqueaban y daban paso a la elegante mansión. Lucas temió haberse equivocado
al ponerse aquel día su mono rojo, el que usaba siempre que trabajaba. Le daba
un aire estrafalario que le venía muy bien a su profesión, pero en aquel
ambiente podía parecer ridículo e incluso basto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se encogió de hombros,
agarrado al volante: ya no había vuelta atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La carretera de acceso
terminaba en una rotonda magnífica, adornada con césped y flores muy bien
atendidas y una fuente en el centro: en el interior del plato había una especie
de rollo antiguo de granito, con argollas aún colgadas de su estructura,
terminado en una cruz de hierro. Hasta quince chorros surgían de otros tantos
caños, rodeando la columna en una especie de espiral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aparcó el Twingo en la
misma rotonda, frente a la mansión, detrás de un Bentley elegante y brillante.
Se apeó de su coche y admiró el otro. Con un silbido de admiración se volvió
hacia la mansión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahí no se puede aparcar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se giró y observó a un
chófer con gorra de plato bajarse del elegante Bentley. Le miraba con superioridad
y cierto reto. Aunque Lucas no quiso dejarse intimidar, prefirió ser
conciliador. Todavía no había empezado a trabajar para la familia y no quería
hacerlo con una bronca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo siento, no sabía. He
visto su coche aparcado y he pensado que podía dejar el mío aquí también –
Lucas sonrió, tratando de no sentirse menospreciado, al comparar el señorial
Bentley negro con su Twingo pintado a dos colores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Este coche es el de los
señores. Uno de tantos – comentó el chófer, sin cambiar su cara poco amistosa y
con tono despreciativo. A Lucas le pareció un cretino desde el primer momento.
– Ningún cualquiera puede aparcar aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He venido por petición
expresa del señor Felipe Carvajal Roelas – dijo Lucas, tajante, pero sin que su
voz abandonara un tono respetuoso y humilde. Además, no dejaba de sonreír,
aunque le costaba horrores mantener aquella sonrisa. Aquel imbécil le estaba
haciendo cabrear. – Voy a trabajar para la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El chófer lo miró, receloso
y valorativo, sin desfruncir el ceño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Aun así el acceso debe
permanecer despejado – dijo, sin darle ni un mísero tono de amabilidad a sus
palabras. Aquel cretino se creía el dueño de aquello, y sólo era un simple
chófer. Lucas tuvo que suspirar para mantener la compostura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Podría decirme, entonces,
dónde puedo dejar aparcado mi coche? Para que no moleste, digo, y para poder pasar
a reunirme con el señor Carvajal. Me está esperando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El chófer volvió a mirarle
con desprecio y recelo, pero acabó contestando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A la vuelta de la mansión,
por ese lado, hay una dársena para los coches de los visitantes – señaló con
una mano enguantada en cuero negro. – Puede dejarlo allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy amable – respondió
Lucas, con toda la ironía que fue capaz de imprimirle a las dos palabras. Y era
capaz de mucha. El chófer le miró desdeñoso mientras Lucas volvía al Twingo,
arrancaba, daba la vuelta completa a la rotonda y después se desviaba por un
camino asfaltado que se desviaba hacia el lateral derecho de la mansión,
rodeado de césped muy verde y rosales altos. En aquella época del año los
rosales estaban vacíos, pero el césped lucía como en los mejores días de
verano. El jardinero hacía bien su trabajo (aunque, como Lucas estaba
malhumorado por su encuentro con el chófer, supuso que el jardinero también
sería otro estúpido estirado). A media distancia del lateral de la mansión (que
era muy profunda) había una pequeña dársena con una marquesina metálica que
resguardaba los vehículos del Sol y de la lluvia. Lucas aparcó fácilmente,
porque el hueco estaba vacío y después salió del coche, encaminándose a la
parte frontal de la mansión, con la mochila a la espalda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No hizo ni caso del chófer
del Bentley, que seguía allí y le miró fijamente, desde que dio la vuelta a la
esquina de la mansión hasta que llegó a la puerta principal, ascendiendo por la
pequeña escalinata. Llamó al timbre, que le sonó más señorial que cualquier
otro que hubiera escuchado antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¡<span style="font-variant: small-caps;">Ding, Dong</span>!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al cabo de unos instantes la
puerta se abrió, dejando ver a un mayordomo de cara seria y mirada inteligente.
Era un hombre de estatura media, ancho, con la cara redonda y el pelo negro con
alguna hebra gris engominado y peinado con raya. Vestía pantalones oscuros,
camisa blanca y chaleco a rayas amarillas y negras, verticales. Le miró con
seriedad pero con expectación, nada soberbio. Lucas pensó en el cliché: en caso
de asesinato, el culpable sería el mayordomo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenos días – saludó, tratando
de no sonreír, divertido, víctima de sus pensamientos. – He venido a ver al
señor Carvajal Roelas. Me está esperando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A quién debo anunciar,
señor?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- A Lucas Barrios, detective
paranormal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pase, por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El mayordomo le dejó el paso
franco y Lucas penetró en la mansión. Inmediatamente después de la puerta de
entrada había un recibidor enorme, que brillaba y lucía con mucha elegancia y
señorío. El detective se quedó sin habla por un momento, admirado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Espere aquí, señor
Barrios. El señor vendrá enseguida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De acuerdo, gracias –
logró decir Lucas, reaccionando. El mayordomo lo dejó en el recibidor y se
marchó por las escaleras que daban acceso a la primera planta. Una escalinata
de mármol, con un tramo central que después de unos cuantos escalones se
dividía en dos tramos laterales, que daban la vuelta de ciento ochenta grados y
subían finalmente al siguiente piso. La balaustrada y sus estatuas decorativas
eran excelentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aprovechó para
curiosear. Aunque el dinero no era algo que le hiciese mucha falta ni lo que le
movía en primer lugar al hacer su trabajo, se dijo que en aquella ocasión podía
pedir lo que quisiera: aquella familia podía pagarlo. Se fijó en varias mesitas
que había por todo el recibidor, con piezas de porcelana y pequeñas obras de
escultura. Todo parecía muy caro y muy elegante, aunque la pieza que más le
llamó la atención fue una figurita de Lucifer, cuando todavía era arcángel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">También había cuatro cuadros
en aquella estancia. Cuadros de grandes dimensiones que apenas cubrían las
grandes paredes de la sala. Dos mostraban escenas de caza, jinetes armados con
escopetas cazando ciervos o zorros, pero no le interesaron. Se fijó en un
retrato, de un hombre serio y frío, vestido al estilo del Siglo de Oro, muy
gallardo y sobrio. Debía ser un hombre de unos cuarenta años, rubio y pálido,
con pómulos prominentes y un curioso hoyuelo en la barbilla. No destacaba por
su riqueza artística, pero Lucas se fijó bien porque imaginó que aquel era un
antepasado de la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La cuarta pintura tuvo a
Lucas un rato confundido. Era de estilo modernista, abstracto o cubista (la
verdad era que no entendía nada de arte moderno), mostrando a una mujer desnuda
(al menos Lucas imaginó que lo era), con los miembros colocados en lugares
extraños, los pechos descolocados también y los rasgos de la cara movidos. A su
alrededor había círculos de colores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Horrible, ¿no es así?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se separó del cuadro,
que miraba con una mueca de incomprensión y disgusto, al escuchar aquella voz
potente, pero bien modulada. Observó a un hombre vestido con traje que
descendía por la escalinata: imaginó que era su anfitrión y se acercó a él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El detective Lucas
Barrios, supongo – le dijo, tendiéndole la mano, que él estrechó. – Soy Felipe
Carvajal Roelas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mucho gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es una pena, pero tenemos
que tenerlo colgado ahí – comentó, señalando al extraño cuadro del recibidor.
Estaba en la pared de la izquierda, al lado de la abertura que daba paso a una
sala elegante con butacas, mesas pesadas y una chimenea acogedora. – Lo pintó
mi sobrino y por eso lo tenemos ahí, para que las visitas lo vean. Dice que es
artista, pero para mí es un mamarracho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no supo si era una
broma o un comentario malévolo, así que se limitó a sonreír ligeramente,
tapándose la boca con el dorso de la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo peor es que tomó como
modelo a mi segunda hija, Carmen Adelaida – siguió diciendo el señor Carvajal.
– Retorcido y lamentable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no supo qué decir o
qué hacer, así que se mantuvo en silencio al lado de don Felipe Carvajal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vamos a mi despacho, allí
estaremos más cómodos – dijo éste, indicándole con un gesto que subieran por
las escaleras. Lucas así lo hizo, acompañado por el señor de la casa, uno al
lado del otro. – ¿Ha tenido un viaje agradable?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sin incidencias – contestó
Lucas, sintiéndose un poco incómodo. Aquellas maneras y lujos no iban con él. –
Llegué ayer al pueblo, a Cabezuela, y me he alojado en casa del maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El señor Pizarro, sí. Un
buen hombre, aunque algo sombrío y taciturno – comentó Felipe Carvajal Roelas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lo conoce? – se sorprendió
Lucas, porque sabía que la hija pequeña de los Carvajal-Sande no iba a la
escuela del pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. En esta zona nos
conocemos todos – asintió Felipe Carvajal Roelas, sonriendo por primera vez.
Era una sonrisa fría. – Aunque no bajamos mucho a los pueblos de la zona
conocemos a la gente más importante o más notoria. Somos la familia noble más
importante de la comarca, es nuestro deber mantenernos en contacto con los
vecinos de nuestras tierras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, sin haber
entendido nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el primer piso el señor
Carvajal Roelas le llevó hasta su despacho, una sala agradable y recogida,
forrada por completo con madera. Las estanterías estaban repletas de libros, de
trofeos y de fotos (Lucas pudo reconocer a dos presidentes del gobierno, varios
empresarios influyentes y dos antiguas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vedettes</i>
famosas) y una mesa de trabajo dominaba el espacio. A un lado de la mesa
destacaba una butaca forrada en cuero y al otro, opuestas a ésta, había otras
dos butacas más pequeñas y menos ostentosas, pero igualmente elegantes y
cómodas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Siéntese, detective –
invitó el dueño de la casa, mientras él ocupaba la butaca grande. Lucas se
sentó en una de las otras dos. – Antes de nada debo agradecerle que aceptara
nuestro caso y que contestara a nuestra llamada de ayuda. Mi hija Sandra
Herminia me puso al corriente de su llamada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hay de qué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y también, antes de entrar
en materia, quería decirle que podemos acondicionar una habitación para
huéspedes del segundo piso, para que pueda alojarse aquí, en caso de que no
quiera quedarse en el pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Se lo agradezco, pero
prefiero quedarme allí. De esa forma no les molestaré, aunque pasaré mucho
tiempo en su casa, eso seguro, mientras trato a su hija menor – rechazó
elegantemente Lucas. Ya antes de conocer la mansión y a Felipe Carvajal Roelas
había decidido quedarse a dormir en un lugar ajeno a la mansión, pero después
de haber visto el ambiente, lo prefería aún más. No le gustaría estar siempre
rodeado de aquellos lujos y aquel trato encorsetado. Salir de allí para pasar
la noche en otro sitio, aunque fuese en compañía del raro maestro, sería mejor
para sus nervios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Como desee – asintió
Felipe Carvajal Roelas, educado. – Entonces, no nos queda más que hablar del
caso. Aunque ya está un poco en antecedentes por mi mensaje y el de mi hija
Sandra, pero imagino que querrá saber todos los detalles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desde luego – apuntó
Lucas, inclinándose un poco en la butaca, hacia adelante, prestando atención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El señor Felipe Carvajal
pasó a relatarle lo ocurrido hacía dos días, cuando su hija Sandra Herminia (la
misma que le había escrito a la página web) se encontraba sola con su hermana
pequeña. La niña (aunque ya tenía quince años Lucas comprobaría que la mayoría
de las personas de la mansión se referían a ella así) se llamaba Sofía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Felipe Carvajal Roelas le
contó lo sucedido, lo que su hija mayor les había contado a todos. La pequeña
llevaba un par de días en la cama, sintiéndose indispuesta, sin fiebre pero con
síntomas de gripe. Sin embargo, había comido con apetito y estaba despierta la
mayor parte del día, queriendo ver la tele, leyendo sus libros o charlando con
sus hermanos o el servicio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante la noche en que
ocurrió el evento (término utilizado por el señor Carvajal después de que Lucas
se lo indicara) Sofía estaba en la cama, en principio despierta. Su hermana
Sandra Herminia había salido a pasear a caballo, como solía hacer muchos días,
y dejó a Sofía sola, vigilada por la criada Daría. La niña leía una revista
cuando su hermana mayor se despidió de ella. No había motivos para imaginar lo
que iba a ocurrir una hora y media después.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Herminia volvió a la
casa al anochecer y mientras se preparaba para darse un baño entró en la habitación
de su hermana pequeña, para ver cómo se encontraba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue entonces cuando sucedió
todo. Sofía presentaba la cara y el cuello negros, según las palabras de Sandra
Herminia “como el alquitrán”. Los ojos estaban tintados también, de rojo, con
los iris que normalmente eran de color azul tornados a dorado. Lucas se puso
tenso en la butaca al escuchar aquello. Con esos datos no había duda de que un
demonio estaba detrás de aquello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La niña comenzó a moverse,
agitarse y contonearse de maneras súbitas y también de forma muy sexual, nada adecuada
para una niña como ella. El padre no quiso entrar en detalles, Lucas lo notó
turbado durante esa parte del relato, así que le pidió que siguiera: ya
hablaría con la hermana mayor. Quizá tuviera menos remilgos a la hora de
contarle esos detalles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía hablaba, además, con
una voz que no era la suya, muy grave y profunda, diciendo ordinarieces. Sandra
Herminia se asustó y asombró mucho, y aún lo estaba, sobre todo por el
desenlace. Al parecer Sofía habría agarrado a su hermana y la habría lanzado
contra la pared, con una fuerza desusada en ella. Los criados habían acudido en
ayuda de Sandra y la habían recompuesto y ayudado a reponerse. Entonces Sofía,
como despertando de un sueño, volvió en sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En ese momento entró en el
pequeño despacho una mujer madura, elegante y serena. Vestía un vestido de
color granate muy elegante y discreto y llevaba el pelo castaño muy bien
peinado y arreglado. Lucas se puso en pie al entrar la mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No se moleste, detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Es mi mujer, María Rosa
Sande – presentó Felipe Carvajal. Lucas y la señora se estrecharon la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mucho gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El gusto es mío, sobre
todo si puede ayudar a mi hija – contestó ella, situándose al lado de su
marido, frente a Lucas. Era una mujer mayor, demasiado maquillada, quizá para
encubrir arrugas y manchas en la piel, pero Lucas reconoció que había sido muy
guapa de joven y que a aquellas alturas seguía manteniendo cierta belleza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Por dónde íbamos? –
preguntó Felipe Carvajal Roelas, despistado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Desapareció el color
negro de la piel? – preguntó Lucas, que sabía muy bien en qué punto de la
narración del evento se habían quedado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, así fue.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y los ojos volvieron a la
normalidad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. De forma inmediata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Inmediata? – se extrañó
Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Podrá preguntarle a mi
hija Sandra Herminia, pero así fue – aseguró María Rosa Sande, con cara
compungida. – Cuando Venancio y Tomé, dos de nuestros mayordomos, le ayudaron a
levantarse, ella fue directa hacia Sofía: mi pequeña estaba consciente, con la
cara normal y los ojos azules de siempre. Sandra trató de calmarla,
abrazándola, y pudo verlo perfectamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió, pensativo. Aquellos
síntomas eran claros de posesión demoníaca, pero la desaparición inmediata de
ellos no ocurría ni siquiera con la muerte del huésped. Aquello era muy extraño
y tendría que empezar por ahí a investigarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué opina, señor Barrios?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Llámeme Lucas – volvió en
sí, sonriendo. – Creo que debo investigar mucho, entrevistarme con sus hijas y
ver qué averiguo en la habitación de la pequeña. Podíamos estar hablando de una
posesión demoníaca, de un intento al menos, y no sólo eso es lo extraño. Hay
más detalles que me desconciertan....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, ¿acepta el caso?
– preguntó María Rosa Sande, expectante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo acepté al venir aquí,
señora Sande – asintió y sonrió Lucas, tratando de parecer amable y de calmar a
la mujer: se la veía terriblemente preocupada y asustada. – Ahora sólo nos
queda acordar el salario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso no es problema – dijo
Felipe Carvajal Roelas. La cifra que le ofreció luego a Lucas le hizo abrir los
ojos al máximo, sorprendido. Lucas tenía suficiente dinero como para que la mayoría
de la gente lo considerara rico, pero aquella cifra en el papel le sorprendió
incluso a él. Tuvo que contenerse mucho para no silbar por la sorpresa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me parece muy adecuado –
contestó, con voz trémula.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-22669019732749920732018-06-18T20:19:00.000+02:002018-06-18T20:19:56.487+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 7<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
7 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas avisó a su madre y a
su hermana y después le mandó un mensaje de voz a José Ramón: había vuelto al
trabajo y tenía que irse a Cáceres. A ninguno le explicó muchos detalles (a José
Ramón por razones obvias) pero sí les dijo que estaría de vuelta para las
Navidades (quedaban al menos veinte días) y que lo había pensado muy bien al
volver al trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su madre y su hermana se
mostraron muy satisfechas y contentas de que Lucas pasara página. Le desearon
mucha suerte y le pidieron que las mantuviera informadas, sobre todo si
necesitaba algo o hablar con alguien. Lucas estuvo muy agradecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Preparó todo el material y
lo revisó, pues aunque parecía que el caso era de una posesión rutinaria
necesitaba saber que tenía todo el material en buenas condiciones. Además,
hacía tantos meses que no se había preocupado por ello que la realidad era que
tenía que hacer una revisión. Una vez todo listo consultó mapas en su teléfono
móvil y comprobó que muy cerca de Jerte se encontraba un pueblo llamado Cabezuela
del Valle, que quedaba cerca de la mansión de los Carvajal. En el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Google Maps</i> aparecían señalados algunos
hostales y casas de huéspedes en aquel pueblo, así que decidió buscar alojamiento
allí. No sabía cuánto tiempo tardaría en averiguar lo que le pasaba a la niña
que preocupaba tanto a su padre y su hermana, pero suponía que pasaría allí al
menos un par de días, así que necesitaba un sitio donde dormir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una vez tuvo todas sus cosas
preparadas y el Twingo estuvo listo, salió de Madrid con decisión. Sólo tuvo un
momento de duda, de incomodidad, cuando la vieja costumbre de antaño le hizo
pensar en escribir a Patricia antes de salir, como hacía siempre. Con la mano
estirada hacia el móvil se dio cuenta de lo que estaba haciendo y arrancó el
coche sin más. Pero el pellizco de dolor que sintió en el pecho no le permitió emprender
el viaje como si nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde Madrid partió a
Cáceres, en silencio, serio. Aquel viaje, además de servir para ayudar a una
pobre niña a la que iba a conocer, tenía el objetivo de ayudarle a él mismo. No
había salido de Madrid y ya había sufrido: imaginaba que no sería la única vez
durante aquel caso, pero deseaba (y en parte estaba convencido de que así
sería) que una vez concluido se sentiría mejor. Liberado. Consolado. Y decidido
a seguir su camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó a Cabezuela del Valle
y buscó, siguiendo la avenida de Plasencia, el bar y edificio de apartamentos
llamado “Prado del abuelo”. Lo había visto por encima en el móvil, curioseando
un poco su página web, y le había convencido. Era un edificio grande pintado de
color ocre oscuro, que hacía esquina. La avenida hacía una curva justo delante
del bar restaurante, así que estaba en un lugar privilegiado del pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aparcó el Twingo muy
cerca (Cabezuelo era un pueblo pequeño, en el que había muchos coches de paso,
pero bastantes sitios libres de aparcamiento) y se encaminó andando al local.
Toda la planta baja estaba ocupada por el bar y el comedor del restaurante, que
era muy grande. Había tan sólo un par de hombres maduros y orondos en la barra,
que lo miraron con curiosidad. Lucas sonrió para sí: al menos no se había
puesto el mono rojo, su uniforme de trabajo. Para viajar había decidido ir
cómodo, con vaqueros y sudadera de deporte: el mono se lo pondría al día
siguiente, cuando fuese a conocer a la familia Carvajal Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenos días – saludó. Fue
contestado débilmente por los parroquianos, que después de observarle con
curiosidad al entrar, habían perdido interés en el forastero, al ver que no era
nadie que llamara la atención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si ellos supieran....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas – saludó el único
camarero que había en la barra, un tipo ancho de cara redonda y pelo rubio muy
ralo. Sonreía agradablemente mientras miraba a Lucas. – ¿Qué desea?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Hola. Quería un
apartamento para un par de días. A lo mejor tengo que quedarme más tiempo, así
que cuente con esa posibilidad....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El camarero hizo una mueca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo siento, pero no tenemos
habitaciones libres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vaya.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. Imagino que pensó que
no tendría problemas para encontrar alojamiento en un pueblo como éste, ¿verdad?
– dijo el camarero, de manera simpática. – Pues está el pueblo completo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vaya.... Eso es bueno,
supongo.... – Lucas estaba sorprendidísimo. El camarero rio con grandes
carcajadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya, no parece el pueblo
adecuado para pasar las Navidades, ¿no? – volvió a reír. Los dos hombres
sentados en taburetes a la barra le miraron, sin cambiar su cara. Al camarero
no pareció importarle, pues siguió hablando con confianza con Lucas. – Hay mucha
gente que viene aquí en verano, por lo de la Garganta de los Infiernos y las
piscinas naturales y todo eso, así que hay muchos que repiten en invierno. No
es una época para bañarse en el río, la verdad es que no, pero esta zona tira
mucho y a los que les gusta son muy fieles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya veo, ya....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Soy Gerardo – le tendió la
mano por encima de la barra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo Lucas Barrios –
contestó, estrechándosela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Un placer – asintió el
camarero. – ¿Quiere tomar algo? Desde Madrid el viaje es largo y supongo que
tendrá sed y hambre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó sin habla,
delante del camarero, que volvió a reír.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No es muy marcado, pero lo
he notado en su acento. ¿He acertado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues sí. Vengo de Madrid –
contestó Lucas. – Y quiero una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Coca-cola</i>
y un buen trozo de tortilla, si tienen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro que sí, la mejor de
la comarca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba claro que el tal
Gerardo hacía bien su trabajo. Le sirvió la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Coca-cola</i>
a Lucas y le puso una generosa ración de tortilla de patatas, acompañada con un
trozo de pan del pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces, ¿no hay
alojamiento en el pueblo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me temo que no – se
encogió de hombros el camarero. – Aunque hay varios hostales en el pueblo,
podría preguntar en todos a ver si queda alguna habitación libre. Es muy
probable que sí. Y si no, ¿por qué no prueba en Jerte?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, me había hecho idea
de quedarme a dormir aquí. Me pillaba mejor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Está aquí de vacaciones?
¿O por trabajo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Por trabajo. Tengo que ir
a la mansión de los Carvajal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Gerardo emitió un silbido de
admiración y los dos paisanos del pueblo miraron a Lucas con más respeto y
curiosidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Con los Carvajal! Vaya,
vaya, así que es usted importante....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ni mucho menos – ahora le
tocó reír a Lucas. – Soy.... experto en ciertos temas que le interesan al señor
Carvajal. Me ha contratado para dar mi opinión. No voy a entrar en nómina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Creí que era un nuevo
profesor para la pequeña de las hijas o un criador de caballos – comentó
Gerardo. – Los Carvajal tienen un excelente criadero de caballos en sus
tierras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, no, no me dedico a la
enseñanza ni a la veterinaria – dijo Lucas, terminando la tortilla, con voz
divertida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y qué es lo suyo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas dudó un momento. No
llevaba en secreto su oficio, al menos cuando estaba en un caso, pero quizá a
los Carvajal no les hacía mucha gracia que se los relacionara con un detective
paranormal. Con clientes de aquel nivel y renombre había que guardar cautela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Soy consejero de
actividades extranjeras y perito en movimientos migratorios – inventó, sobre la
marcha, pensando en posesiones demoníacas. – Vengo sólo a ayudar a los Carvajal
con un asunto puntual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces Cabezuela del
Valle era un buen sitio donde quedarse, está claro – asintió Gerardo. – Desde
Jerte el camino hasta la mansión Carvajal-Sande es más largo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas apuró su bebida y dejó
el vaso sobre la barra. Gerardo recogió vaso y plato y los llevó al
lavavajillas que había bajo la barra. Después volvió ante Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estaba pensando.... Quizá
no haya plazas libres en Cabezuela, pero puede ir hasta Navaconcejo. Vuelva por
la carretera, por donde ha venido, y en un par de minutos llegará al pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Allí habrá habitaciones
libres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me refería a eso –
explicó Gerardo el camarero. – El maestro de la escuela vive allí. Vive en una
casa del ayuntamiento, cedida para él. Tiene varias habitaciones y él sólo usa
una. Puede preguntarle, no creo que tenga inconveniente en dejársela unos días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Puedo probar, sí – a Lucas
le gustó la idea. No sabía si pasaría mucho tiempo en casa o estaría muy
ocupado en la mansión Carvajal-Sande, pero tener compañero de apartamento sería
mejor que estar solo. Además, se ahorraría el precio del alojamiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- El maestro es un tipo
solitario, pero no tendrá reparos en dejarle una habitación – comentó Gerardo,
riendo. – Se llama Francisco. Francisco Pizarro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me fastidies – se
asombró Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues sí – rio el camarero,
divertido. Los dos parroquianos también: debía ser un chiste muy común en el
pueblo, y no era para menos. – Sólo le falta haber nacido en Trujillo, pero no.
Creo que es de Burgos....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin dejar de sonreír, Gerardo
le indicó dónde encontrar la casa en el pueblo de al lado y después de
invitarle a la consumición se despidieron amigablemente. Lucas caminó hasta el
Twingo, encogido por el frío, pensando que había hecho un aliado nada más
llegar. Eso era bueno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Retrocedió por la misma
carretera por la que había venido y, efectivamente, enseguida llegó a
Navaconcejo. Buscó la casa que le había dicho Gerardo y aparcó delante. Salió
del Twingo con cuidado y se acercó a la puerta, llamando al timbre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¡<span style="font-variant: small-caps;">Riiinnnggg</span>!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La casa era pequeña, de una
sola altura. Estaba al borde de la carretera que atravesaba el pueblo, encalada
y con la puerta de madera negra, con una simple placa pequeña con el número.
Había dos ventanas anchas que daban a la carretera, tapadas con cortinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La puerta se abrió y un
hombre de la edad de Lucas, más delgado y con el pelo negrísimo le miró desde
el vano, tras las gafas de montura fina y cristales delgados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenas tardes, soy Lucas
Barrios. ¿Es usted el maestro de la escuela?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Uno de ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bien. Me han dicho que podía
encontrarle aquí. Quería hablar con usted.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien. Cuéntame, pero
no me trates de usted.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- De acuerdo – asintió
Lucas. – He venido a trabajar en la mansión Carvajal-Sande, en una especie de
labor de asesoría. Voy a pasar unos días aquí y no he encontrado plazas libres
en toda Cabezuela. Gerardo, el camarero del “Prado del abuelo”, me ha dicho que
podía preguntar aquí si tenías camas libres. Sería sólo para unas pocas noches
y no te molestaría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El maestro llamado Francisco
Pizarro le miró durante unos instantes, valorando la situación. No mudó su
cara, inexpresiva, y Lucas se sintió un poco incómodo. Al final, se encogió de
hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después se dio la vuelta y
entró en la casa, dejando la puerta abierta. Lucas dudó si pasar o no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pasa – se escuchó desde el
interior, haciendo que Lucas se decidiera. Caminó por un pasillo muy largo, con
dos o tres puertas en cada lado. El pasillo terminaba al fondo en una cocina
amplia, que daba a su vez a un patio trasero. El maestro estaba en la cocina,
preparando la cena, una fuente enorme de macarrones con queso y atún.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mi habitación es la que
queda aquí al lado, a la izquierda del pasillo – señaló, mientras atendía los
fuegos y mezclaba todos los alimentos en la fuente. – Tienes otras dos, una a
cada lado: escoge la que mejor te venga. El baño está a la derecha del pasillo,
la puerta del medio. No sé si necesitas toallas o alguna cosa de aseo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tengo todo lo que necesito
– contestó Lucas palmeando la mochila.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Entonces ya está todo.
Coge lo que quieras de la cocina, ya arreglaremos cuentas si hay que comprar
comida – el maestro cogió la fuente con cuidado y se encaminó al pasillo, de
camino al salón. – A lo mejor deberías pasar por el ayuntamiento a avisar de
que vas a estar en la casa. No sé si te han dicho que la casa es del pueblo y
que yo estoy aquí un poco de prestado. Aunque si no quieres dar el aviso no
pasa nada, yo tampoco diré nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salió de la cocina, en
dirección a la primera habitación que había a la derecha, según se entraba de
la calle. Cuando estuvo ya casi dentro habló desde allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Tienes hambre? ¿No
querrás unos pocos macarrones? Tengo de sobra....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No te molestes, gracias.
No tengo hambre – contestó Lucas, que era cierto que acababa de comer en el bar
de Gerardo y no le apetecía nada en ese momento. Además, no estaba muy seguro
de querer compartir espacio con aquel tipo tan extraño. – Voy a instalarme en
la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Como quieras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas fue a la habitación de
la izquierda, cuya ventana daba a la fachada de la casa. Allí deshizo la
mochila y colocó sus pocas prendas en un armario estrecho. La habitación era
pequeña pero no le faltaba de nada: cama amplia y cómoda, mesilla, armario,
mesa con silla de oficina, de esas con ruedas, televisión colgada de la pared y
un espejo cuadrado y ancho. Estaba todo un poco amontonado, por las estrechas
dimensiones del cuarto, pero estaba muy bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una vez colocó sus pocas
ropas salió de nuevo al Twingo y llenó la mochila con algunas armas y aparatos.
Además de unas trampas cuánticas, el pistón trifásico fotovoltaico, una botella
de agua bendita y un libro de ensalmos indios (que su maestro de allí le había
regalado al marcharse y seguir su viaje hacia Mongolia) metió también las dos
pistolas de aire comprimido y varias cargas de bolas de plata. Desde su
aventura en el edificio abandonado de Ciudad Lineal (el verano anterior) se
había acostumbrado a llevarlas siempre encima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por si acaso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas arregló su habitación
y después pasó al salón a acompañar al maestro. Era un tipo callado y algo
tímido, con el que apenas intercambió unas palabras. Ni el maestro se interesó
por el trabajo de Lucas ni él se molestó en explicárselo. Menos complicaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El único asomo de simpatía
afloró cuando Lucas le dijo que sabía su nombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya me han dicho que te
llamas Francisco Pizarro. Qué curioso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, ya ves – el maestro de
escuela sonrió, medio divertido medio resignado. – Cosas de mi padre, que era
un cachondo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La velada no dio para mucho
más. Vieron la tele un rato y cuando el maestro dijo que se iba a dormir Lucas
hizo lo propio. Se alegró al comprobar que la puerta de su habitación tenía un
pestillo, y lo dejó echado toda la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no era aprensivo, pero
por si acaso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-84107430130197543652018-06-16T14:22:00.001+02:002018-06-16T14:22:10.703+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 6<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
6 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas llegó a casa, bufando
por el frío, pero a gusto por haber pasado la mañana fuera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se había animado a salir, a
correr por el parque cercano a su casa. Abrigado con mallas térmicas, sudadera
con capucha, guantes, braga para el cuello y gorro salió a trotar un rato,
tratando de no pensar mucho y disfrutando del momento. Después de un buen rato
corriendo caminó por el barrio, recuperando el aliento, lanzando nubes de vaho al
aire frío. Luego hizo unas compras y, satisfecho y despejado, volvió a casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Hola!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Jodé</i>, mamá! – Lucas dio un respingo en el recibidor de su pequeño
apartamento, llevándose una mano al pecho. Cuando se repuso de la sorpresa,
empezó a quitarse guantes y gorro. – Vaya susto me has dado. ¿Qué haces aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He venido a verte y como
no estabas me he puesto a arreglar un poco esto....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A arreglar qué? –
preguntó molesto, arrugando el ceño, mientras se quitaba la sudadera y se
arreglaba el pelo, pasándose una mano por él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, este desbarajuste
que tienes por casa.... – comentó doña Margarita encogiéndose de hombros, cogiendo
una pila de libros que había en la mesa delante del sofá y pasándolos a otra de
tres patas que había en una esquina del pequeño salón, entre los altavoces de
la minicadena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Mamá! – saltó Lucas,
enfadado. – Deja de removerlo todo. La casa está recogida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Anda! Si lo tienes todo
revuelto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Lo tengo todo colocado
como yo quiero – repuso Lucas. – La casa está limpia, colocada como yo quiero y
como yo necesito, ¿es que no lo puedes entender?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, bueno.... – dijo la
señora Margarita, extrañada porque su hijo no se dejara ayudar, con una mueca
en la cara. Lucas valoró los daños: la mesa y las sillas estaban en el otro
lado del salón, el sofá en otra posición, las cosas de la estantería cambiadas
de sitio, los mandos de la tele y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blue ray</i>
no aparecían por ninguna parte.... Bufó, pensando en tener que volver a ponerlo
todo en su sitio, imaginando lo que su madre podía haber llegado a hacer en la
cocina, pero no dijo nada. Se limitó a volver a colocar el sofá y recuperar las
cosas que solía tener en la mesa baja de delante, para tenerlas a mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Cuando te di unas llaves
del apartamento era para una emergencia, no para que pasaras por aquí a
revolucionarme la casa – dijo, aunque más con ganas de chanza que de verdadero
enfado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ay, hijo! Ya no vuelvo
más, no te preocupes....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Noooo, mamáaaa.... –
alargó Lucas, llegando hasta ella, abrazándola y dándole un beso ruidoso en la
mejilla. – Quiero que sigas viniendo, pero no vengas en plan zafarrancho de
limpieza. De eso me encargo yo....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Si sólo quería ayudar....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya, mamá, si tu intención
es buena, pero molestas – le dijo Lucas riendo. – Piensa que aquí las cosas
están a mi gusto, no al tuyo. Y así debe ser. Cuando vengas aquí, eres la
invitada. No tienes que limpiar, ni recoger ni nada de nada. ¿Acaso yo el otro
día en tu casa me puse a organizarte los armarios?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, hijo, es verdad, pero
yo tampoco te lo he hecho a ti hoy – dijo Margarita, compungida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, no me lo creo yo
del todo – sonrió Lucas, cariñoso. – Luego veré los armarios de la cocina....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Margarita miró hacia otro
lado, sin contestar nada ni decir nada. No hizo falta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, ¿y has venido aquí
sólo a pasar por el salón como un huracán o para algo más?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Para verte, nada más –
contestó ella, sentándose en el sofá. Lucas hizo lo propio en el sillón de
orejas que había al lado, que había sido de su padre. – Para ver qué tal estabas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pues ya ves que bien –
contestó Lucas abriendo los brazos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has salido a correr?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. No me gusta demasiado,
pero me apetecía que me diera un poco el aire....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Abrígate, anda, a ver si
después del ejercicio vas a coger frío y te vas a enfermar....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Tranquila, mamá – rio
Lucas, divertido pero un poco molesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya me dijo José Ramón que
te había visto mejor – su madre no hizo caso a su tono de voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has hablado con Jose? –
se sorprendió Lucas. – ¡Pero bueno! ¿Qué tenéis montada, una red de espionaje
para tenerme controlado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sólo para ver cómo estás –
replicó doña Margarita, sin molestarse en negarlo. – Somos muchos los que nos preocupamos
por ti.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, con el morro torcido,
miró hacia otro lado. No le gustaba la idea de ser el centro de atención de su
familia y de sus amigos, pero lo cierto era que lo hacían por él y su objetivo
era noble. Se sintió honrado y agradecido, aunque no quiso demostrarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Doña Margarita le miró un
instante y después se puso en pie. Entró en la cocina y se sirvió un vaso de
zumo de caja, llevándole otro a su hijo, que lo aceptó sin rechistar. Los dos
bebieron en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Has pensado en lo que te
dijimos tu hermana y yo el otro día? ¿Lo de seguir trabajando? – le preguntó de
sopetón, mientras bebía el contenido del vaso. Lucas tragó y se encogió de
hombros. – Pensé que, si salías a correr y ya empezabas a hacer vida normal de
persona, y no de alma en pena, a lo mejor te habías planteado volver a
trabajar....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí. No. No lo sé –
reconoció Lucas, demostrando su confusión. – No sé si ya estoy preparado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Has estado preparado desde
hace diecisiete años – replicó su madre, un tanto dura, pero sin que le faltara
razón. Lucas le miró a la cara, un poco asombrado: su madre casi nunca hablaba
de aquel verano en que murió su padre. – Y entiendo que la muerte de Patricia
te dejara sin fuerzas, pero esto lo llevas dentro. Diste la vuelta al mundo
durante años, conociendo a gente extraordinaria y misteriosa, visitando lugares
místicos y peligrosos, solamente para dar sentido a tu nueva condición, a ese
“don” que adquiriste de forma tan trágica, cuando tu padre murió. No te pido
que olvides a Patricia y que te dé igual que se haya ido: no te pido eso porque
es una monstruosidad. Lo que te pido es que la recuerdes, pero que sigas
haciendo aquello para lo que te has preparado y estás listo. Que hagas lo que
te completa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas tragó saliva, con
dificultad, porque se le había anudado la garganta. Dejó el vaso con el último
trago de zumo en la mesa, porque sabía que no podía pasarlo. Tenía los ojos
brillantes, emocionado. Su madre nunca había tenido problemas para decir las
cosas a las claras (aquel era uno de los dones de su madre) pero nunca le había
hablado tan claro de su “anomalía”, ni de la muerte de su padre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquel pequeño discurso de
Margarita era importante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno.... – contestó
Lucas, sin saber qué más decir. ¿Qué podía replicar ante aquello? Su madre se
había mostrado compasiva y firme. Le había piropeado y le había cantado las
cuarenta, todo en una. Había sido fiel a su estilo y había dicho verdades como
puños. ¿Qué podía hacer sino aceptar que ella tenía razón y que él, aunque
quizá con justificación, se había comportado como un triste cretino durante los
últimos meses? No había espacio para otra contestación. – Gracias mamá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hay de qué, hijo –
Margarita se inclinó hacia adelante y le dio un beso a su hijo en la mejilla,
con mucho cariño. – Vete a la ducha, anda, y después ya harás lo que tengas que
hacer....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se puso en pie y la
abrazó con ganas. Después se dirigió a su habitación y se quitó la ropa de
deporte, para irse luego al cuarto de baño, a la ducha. Estuvo diez minutos
seguidos debajo de la lluvia de agua caliente, casi ardiendo, que levantaba
nubes de vapor que llenaron todo el cuarto de baño. Con los ojos cerrados,
dejando que el agua le cayera encima y le cubriera, Lucas estuvo inmóvil, casi
sin pensar, dejando que el agua se llevara de una vez (pero sin poder arrastrar
todos los restos) la tristeza, la culpa y el malestar que había acarreado
durante los últimos cinco meses.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando salió de la ducha y
se envolvió en la toalla se dio cuenta de que estaba solo en la casa. No
escuchaba sonidos desde el salón ni ningún otro ruido de su madre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Mamá? – la llamó, sin
recibir respuesta. Envuelto en la toalla, todavía goteando, paseó por su
pequeño apartamento, comprobando que su madre no estaba allí. Había recogido
los vasos y le había dejado el portátil encendido en la mesa baja del salón,
delante del sofá. El navegador estaba abierto y su página web aparecía en la
pantalla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cómo había sido capaz de
poner su contraseña para iniciar el aparato? Aquellas cosas de su madre siempre
le sorprenderían.... Meneando la cabeza volvió al baño, para terminar de
secarse y asearse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una vez listo y con ropa
limpia, cogió una manzana y volvió al salón. Sentándose en el sillón que había
sido de su padre, masticando con ganas, cogió el portátil y se puso a revisar
su página web.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los mensajes de ayuda se
habían acumulado durante aquellos meses. La verdad era que durante el verano lo
último en lo que había pensado fue en la web. Los mensajes y llamadas que le
llegaban al teléfono los había ignorado, pero los mensajes que le habían
enviado mediante el formulario predeterminado que había diseñado en su página
web habían seguido llegando sin que él los recordara. Ya en octubre se había
puesto al día, aunque sin un verdadero interés por nuevos casos: había vuelto a
la web con la única intención de hacer limpieza, borrando los mensajes que le
habían llegado, sin leerlos siquiera. No tenía remordimientos por todas
aquellas personas a las que no había ayudado ni prestado atención. ¿Habrían
sufrido un infierno algunas? ¿Otras habrían resultado dañadas o muertas? Lucas
estaba tan dolorido que no le importó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero ahora, ahora que había
vuelto a las andadas, ahora que su madre le había dejado claro su camino, leía
los mensajes de otra manera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue pasando uno por uno por
todos, revisando los problemas de la gente anónima. Algunos pudo descartarlos
al momento, sabiendo por la descripción que no eran problemas paranormales. Con
otros tenía dudas, aunque las explicaciones ordinarias encajaban bien con
ellos. Media docena le llamaron mucho la atención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El dilema estaba en qué tipo
de caso elegir para volver a estar en activo. Había descubierto, el viernes
anterior, que quería volver al trabajo. Aquella misma mañana, su madre le había
convencido del todo para que lo hiciera. Pero no podía volver de cualquier
manera: el dolor por la pérdida de Patricia seguía a flor de piel y elegir un
mal caso, uno que le agobiara con recuerdos, no sería una buena opción. Muy al
contrario, podía devolverle al pozo, mucho peor que al principio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una mujer le pedía ayuda
para deshacerse de unos espectros que habitaban el desván. Muy típico, pero
sencillo: lo apuntó como posible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una pareja de chicos le
pedían que investigase a su perro, que se había vuelto violento y se comportaba
de forma muy extraña: por los datos que daban Lucas creía que había sido
poseído por alguna bestia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Jamut</i>, pero
lo descartó: no quería tratar con cánidos. Al menos, no tan pronto. Contestó a
los dos chicos recomendándoles un veterinario chamán de Zaragoza, que podía
hacerse cargo del problema de su perro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un anciano, muy amable y
educado al escribir (Lucas se sorprendió de que manejase tan bien internet) le
pidió su ayuda para tratar con su mujer. La anciana había muerto a principios
de aquel año y hacía tan sólo unas semanas que había empezado a manifestarse
por toda la finca del pueblo. Necesitaba que Lucas interactuara con ella,
averiguara qué quería y si no se podía hacer nada la expulsara. El caso pintaba
bien, interesante, pero Lucas prefirió no tratar con fantasmas de cónyuges
muertas, por lo que podía afectarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces, leyó un mensaje
que le satisfizo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una mujer le contaba que su
hermana pequeña había sufrido un evento paranormal muy extraño. Si no fuese una
locura, ella creía que había sufrido un intento de posesión. La niña se había
movido de forma extraña y espasmódica y había hablado con una voz que no era la
suya de cosas extrañas. También había demostrado tener una fuerza muy superior
a la de un humano. Lo extraño había sido que, tal cual había sufrido aquella transformación,
todo había cesado y la niña había vuelto a la normalidad. Le pedía que fuese a
su mansión en la provincia de Cáceres, para tratar a la niña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se quedó un rato
mirando la pantalla. Había leído el mensaje dos veces y ahora ya no lo hacía,
simplemente reflexionaba ante las letras. Se pasó la mano por el mentón,
pensativo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquella historia le sonaba.
¿Dónde la había escuchado o leído antes? La respuesta fue sencilla y evidente.
Se volvió a su móvil y buscó los mensajes de voz que le habían dejado en los
últimos días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Allí estaba, uno recibido
aquella misma mañana, a las siete y media. Lo había escuchado de pasada antes
de salir a correr. Igual que estaba haciendo con los mensajes de la web, desde
hacía unas semanas se había habituado a escuchar (o pasar por encima, más bien)
los mensajes que recibía. Lo hacía un par de veces a la semana y no prestaba mucha
atención: lo hacía más que nada para limpiar el móvil, sin borrarlos
directamente. Aunque no pretendía hacerles caso, se sentía un poco mal si los
borraba sin más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">››<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Señor Barrios, buenos días. Mi nombre es Felipe Carvajal Roelas y
aunque quizá no haya oído hablar de mí soy una de las personas más famosas e
influyentes de Extremadura. Mi familia es una de las grandes familias de
Cáceres, de gran tradición nobiliaria. Verá, le cuento esto para que vea en qué
trance debemos encontrarnos mi esposa y yo mismo para ponernos en contacto con
usted, poniendo en peligro nuestro renombre y reputación. Necesitamos su ayuda:
nuestra hija pequeña sufrió el domingo una especie de síncope o arrebato, que
algunos creen relacionado con una posesión demoníaca. Por supuesto no es mi
caso, pero mi esposa cree fervientemente que es así. Le agradecería que viniera
a nuestra casa, donde recibiría un cuantioso salario por encargarse de nuestra
hija</i>.‹‹<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después le daba los datos y
direcciones para encontrar la mansión de la familia en la provincia de Cáceres,
cerca del pueblo de Jerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas volvió a escuchar el
mensaje, atentamente, y después leyó de nuevo el mensaje de la web. Estaba
claro que los dos hablaban del mismo caso, pero la llamada era del padre y el
mensaje en internet era de la hermana. Los dos mensajes hablaban de lo mismo,
pero en diferentes términos. El mensaje del padre estaba cargado de escepticismo
(y cierto temor a la notoriedad) y el de la hermana sólo rebosaba preocupación
por la pobre niña poseída.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">O supuestamente poseída: eso
era lo que Lucas tenía que averiguar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquello le interesó de
inmediato. Dos mensajes informándole del mismo evento, los dos de muy diferente
tono e incluso información. Una familia acaudalada que se ve violentada por un
demonio, que escoge a la más pequeña como víctima. Un caso en apariencia claro,
que no tenía ninguna relación con los sucesos vividos en verano en Salamanca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas cogió su teléfono y
llamó al número que la hermana de la niña poseída le había dejado en el mensaje
en su web. Siguió su instinto (su instinto de detective, aquello no tenía nada
que ver con su “anomalía”) y habló directamente con la hermana: hablar con el
padre lo dejaría para más adelante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sí? ¿Dígame? – contestó
una voz de mujer, fuerte y resuelta. Aquello le dio ánimos a Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Buenos días. Soy Lucas
Barrios, detective paranormal. He recibido un mensaje suyo, que me mandó ayer
lunes. Verá, estaba interesado en su hermana....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Escuchó un grito de alegría
al otro lado de la línea que le sorprendió: no encajaba con el tono y la voz
cuidados y modulados de antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Señor Barrios – dijo luego
la mujer – nos alegramos mucho de que haya aceptado el caso. ¿Cuándo vendrá?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ahora mismo – contestó
Lucas, asombrándose a sí mismo. Sin embargo, se sintió seguro y convencido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-19221811525185277212018-06-07T11:44:00.000+02:002018-06-07T11:44:08.966+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 5<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">- 5 -</span></b><b style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó con el caballo,
remontando la loma, hasta el llano. Desde allí podía ver el atardecer y la casa
familiar al lado, iluminada por los últimos rayos solares desde atrás. Azuzó al
caballo para que volviera a trotar y se encaminó hacia la mansión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacía mucho frío, pero le
encantaban aquellos días para cabalgar. Apenas hacía viento y el cielo estaba
encapotado, plomizo, con un techo natural de nubes que parecían metálicas, por
el color y por la densidad. Unas nubes que prometían lluvia pero que se
mantenían preñadas: aquellos momentos eran los mejores, cabalgando con un ojo
puesto en el cielo, esperando y lamentando la lluvia, a partes iguales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Herminia Carvajal
Sande había aprendido a montar cuando tenía cinco años. Desde siempre había
habido caballos en la finca familiar y todos los hijos habían aprendido a
montar desde muy niños. Quizá salvo su hermano Luis Antonio Carvajal Sande,
cuya torpeza era extensible a cualquier deporte, no solo a montar a caballo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Carvajal Sande trotó
sobre su fiel <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hércules</i> hasta los
establos, separados de la casa unas decenas de metros, en su parte trasera. Allí
los rayos solares del crepúsculo hacían más daño, ya que no estaban tapados por
la gran mansión. La joven llevó al paso a su montura y la metió en su establo
individual, entreteniéndose en desensillarla y en cepillarle todo el cuerpo.
Había caballerizos que se encargaban de esas cosas, pero a Sandra Carvajal
Sande le gustaba hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hércules</i> estuvo limpio y relajado, Sandra se dirigió a la casa, con
ganas de ser ella misma la que se librase de la ropa de montar y de darse un
baño relajante. Sus padres estaban en Cáceres, en una entrega de premios de la
fundación y sus hermanos estaban fuera: Carmen Adelaida con su marido esquiando
en Andorra, Felipe Ernesto en Madrid atendiendo la empresa y Luis Antonio en
una fiesta de la fraternidad. Tan sólo quedaba en casa la pequeña Sofía, que
estaba en cama. Sandra Carvajal Sande esperaba no tener ningún sobresalto, disfrutar
de la tranquilidad de la gran mansión casi vacía, y poder pasar la velada con
su hermana pequeña, quizá viendo una de aquellas horrorosas películas de miedo
que tanto le gustaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Le sacaba más de veinte años
a su hermana más pequeña, Sofía Carvajal Sande, pero se llevaba muy bien con
ella. Su relación nunca había sido como la de una madre hacia su hija, hecho
que podía haberse producido dada su diferencia de edad. Al contrario, Sandra
Herminia siempre había tratado a su hermana pequeña como eso mismo, sin
pretender ocupar el lugar de su madre. Al ser la hermana mayor de cinco
hermanos, su papel (autoimpuesto, surgido de manera natural) siempre había sido
el de mediadora entre sus padres y sus hermanos. Al ser la mayor y la
primogénita había ido abriendo camino para todos y se había auto convertido en
el nexo entre sus padres (gente de otra generación y otra época) y sus hermanos
pequeños (pertenecientes a ese heterogéneo grupo llamado generación <i style="mso-bidi-font-style: normal;">millenial</i>: Sandra Herminia siempre había
ridiculizado ese torpe intento humano de categorizarlo todo, pero lo cierto era
que se notaba el cambio de generación entre sus padres y sus hermanos, incluida
ella).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tanto los Carvajal como los
Sande eran familias centenarias, apellidos pertenecientes a familias
nobiliarias de Cáceres. El final del siglo XX y el principio del XXI era una
mala época para los antiguos nobles y Sandra Herminia se había echado a la
espalda la tarea de guiar tanto a sus padres como a sus hermanos en aquel
complicado trance.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entró en la mansión por una
de las puertas traseras, ascendiendo la pequeña escalinata (mucho menos
aparatosa que la de la fachada principal, aunque no por ello menos ornamentada
y elegante) y entrando directamente en la sala de lectura de la planta baja.
Dos criadas se afanaban por limpiar el polvo de aquella vasta habitación, llena
de ventanas francesas que daban al jardín trasero, con cinco lámparas de araña
colgantes del techo para iluminar de noche, llena de divanes, sofás y sillones
comodísimos para hacer más placentera la lectura. Y, sin embargo, a pesar del
tamaño de tan magnífica sala, era la mitad de pequeña que la biblioteca de la
planta superior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las criadas la saludaron y
ella les devolvió el saludo. Sandra Herminia Carvajal Sande, desde muy niña,
había tratado amablemente al servicio, algo que su padre no lograba entender.
Era un hombre de otra época, que habría sido muy feliz durante el asedio de
Cáceres, cuando las dos casas nobiliarias familiares habían sido más poderosas
y famosas. Para Felipe Carvajal el servicio debía trabajar y ser tratado con
disciplina y dureza. Difícilmente los consideraba trabajadores, por muy poco
los consideraba humanos. Sandra siempre había tenido discusiones con él por
eso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salió al pasillo y desde
allí llegó al basto recibidor circular, desde donde se podía acceder a las
habitaciones de la planta baja y desde donde nacía la escalera de obra que
conectaba con el piso superior. Ascendió por ella, haciendo que las botas de
montar resonaran en el amplio espacio. Sin embargo, a pesar de eso, la casa
estaba silenciosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Muy diferente era cuando los
cinco hermanos estaban en casa, además de maridos, mujeres y demás familia.
Siempre había conversaciones, risas, ruido de múltiples actividades y, por qué
no, también alguna discusión encendida. Los Carvajal Sande eran de genio vivo
por parte de padre y de fuertes convicciones por parte de madre, así que era
normal que los hermanos discutieran a menudo, con sus padres también, e incluso
con su primo Rafael María Rodríguez Sande, el nefasto artista, que desde la
muerte de su padre, hacía ya doce años, había vivido allí con ellos y con su
madre, la viuda María Resurrección Sande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero aquella tarde la casa
estaba vacía. Su primo Rafael probablemente estuviera en algún antro con sus
amigos artistas o en alguna exposición modernista, drogándose a más no poder y
su tía Resu (como todos la llamaban) estaba con sus padres en la entrega de
premios. Los pasos de Sandra Herminia en los escalones de mármol resonaban en el
recibidor, sonando huecos y solitarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si Sandra hubiese sido un
poco aprensiva quizá hubiese creído que aquello era una premonición, pero era
una mujer fuerte, la más serena y válida de la familia, así que no se dejó
llevar por fantasías. Era mucho más prosaica en aquel momento: un baño, una
copa de vino, relajación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó a su cuarto, alto y
ancho como los de toda la mansión, y se desvistió, quitándose la ropa de
montar, dejándola sobre un reclinatorio del siglo XVII: allí dejaba bien
colocada la ropa que el servicio debía recoger para lavar y planchar. En ropa
interior se miró al espejo de cuerpo entero, ovalado y con marco de plata, que
tenía al pie de la cama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era una mujer joven y
atractiva, quizá demasiado delgada. Pero era consecuencia de su vitalidad y su
energía imparable, que le obligaban a estar siempre en movimiento, empleada en
diferentes empresas y objetivos, impidiéndole engordar. Se deshizo del
sujetador y las bragas de encaje y se miró completamente desnuda en el lujoso y
ornamentado espejo. A pesar de la delgadez y de algunos huesos demasiado
marcados, Sandra Herminia sabía que era una belleza. Y, a pesar de que
lamentaba su delgadez, sabía que era una privilegiada: cuántas mujeres la
envidiarían por su incapacidad para engordar....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se giró para verse por
delante y por detrás y después se puso una bata de raso y se calzó unas
zapatillas elegantes, para ir hasta el baño, pensando en la mala suerte de que
no hubiese encontrado un hombre para casarse. Mala suerte la de aquel hombre
hipotético, desde luego, que no había sabido encontrarla. Sandra Herminia
Carvajal Sande no lamentaba estar soltera, aunque todas sus amigas y el resto
de profesionales con las que se codeaba al gestionar los negocios familiares
fuesen mujeres casadas y con hijos. Se comparaba a menudo con ellas, era
inevitable, pero no sentía envidia ni pesar. ¿Deseaba un marido que la adorara?
Sí. ¿Quería tener hijos con los que compartir su vida? Desde luego. Pero no
tenía prisa ni lamentaba su situación actual: estaba soltera pero era una mujer
de éxito. Le encantaba trabajar y aunque encargarse de los negocios de su padre
quizá no era su sueño, era competente al hacerlo y brillante en su gestión. No
era ella la que necesitaba a un hombre para redondear su vida: era un hombre el
que necesitaba encontrarla para mejorar la suya.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De camino al lujoso baño,
mientras reflexionaba sobre estos pensamientos (que no eran un autoengaño o una
manera de justificarse, eran lo que de verdad sentía) pensó en pasar a ver a su
hermana pequeña. La joven Sofía (de apenas quince años, una hija que don Felipe
y doña María Rosa no habían esperado) llevaba sintiéndose enferma varios días.
Los profesores que la educaban en casa no habían ido la última semana, ya que
la jovencita se encontraba demasiado mareada, cansada y dolorida para atender a
las clases. El médico de confianza de la familia había ido a visitarla, sin
saber muy bien qué dolencia la aquejaba. Dado que no había fiebre y según los
síntomas, la diagnosticó con una ligera gripe, que pasaría en unos días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Sofía? ¿Estás despierta?
– preguntó, cerrándose bien la bata de raso y entrando con delicadeza en la
habitación de su hermana. Era tan grande como la suya, pero lógicamente
decorada como sólo una adolescente lo haría. Un póster de Justin Bieber y otro
de Sweet California presidían la cabecera de su cama, que era de hierro forjado
muy señorial, desentonando con el resto de la habitación. Un móvil de mariposas
de escayola se balanceaba al lado de la ventana, un espejo cuadrado rodeado de
fotos de Sofía con sus amigas reflejaba la cama y media habitación y un
calendario de fotos de Mario Casas competía en otra pared con multitud de fotos
y de recortes de revistas del grupo One Direction. Sandra Herminia sonrió, al
ver toda aquella selección de gustos y al recordar su propia habitación
decorada con posters y fotos de los Backstreet Boys y de las Spice Girls.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía estaba en la cama,
arropada entre las sábanas. Las persianas estaban casi bajadas del todo y las
cortinas echadas. La habitación estaba en penumbra, sólo iluminada por la poca
luz que entraba del exterior y la que procedía del pasillo. Sandra Herminia
Carvajal Sande se acercó a la cama, a la cabecera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya he vuelto de montar a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hércules</i>, voy a darme una ducha. Si
quieres luego podemos cenar juntas y ver la tele o alguna película....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al sentarse en el borde de
la cama su hermana dio un respingo, girándose. Sofía Carvajal Sande había
estado de espaldas a su hermana mayor, pero se volvió, poniéndose boca arriba,
apoyada sobre su espalda. Sandra dio un grito, asustada, poniéndose en pie
inmediatamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La cara de Sofía estaba
completamente negra, desde la garganta hasta el nacimiento del pelo, como una
grotesca máscara. Mantenía sus rasgos, pero la piel estaba negra, como cubierta
por pintura. A Sandra Herminia le recordó un cuadro horrible de su primo Rafael
María, que había mostrado muy orgulloso a toda la familia hacía unas semanas.
Nadie supo qué decir y su primo salió de la habitación ofendido y enfadado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sofía!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La pequeña se contorsionó en
la cama, como si en lugar de un cuerpo humano fuese un montón de serpientes que
se arrastraban unas sobre otras encima de las sábanas. Sandra Herminia se llevó
las manos a la cara, tapándose la boca, asustada. No era una mujer aprensiva,
dada a histerismos, pero aquella visión de su hermana pequeña era horripilante
y terrorífica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y aquello no había hecho más
que empezar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De repente la espalda de
Sofía se curvó, tensando todo el cuerpo. La niña quedó apoyada sobre las puntas
de los pies y sobre la coronilla, formando todo su cuerpo una curva, con los
brazos colgando, como sin fuerza. Sandra Herminia dio un respingo cuando su
hermana pequeña adoptó aquella postura, de improviso. El cuerpo de Sofía no
dejaba de temblar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Asustada, sin saber qué
hacer, Sandra Herminia se dirigió corriendo a la ventana, descorrió las
cortinas de sendos zarpazos y subió la persiana hasta arriba. El Sol ya se
había ocultado, pero desde el horizonte todavía llegaba una poca luminosidad,
rojiza, que sirvió para iluminar la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El efecto fue perjudicial.
Toda la habitación se iluminó con un resplandor rojizo, que hizo la escena y la
postura de Sofía más terroríficas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sofía!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La niña no respondió. Tenía
los ojos cerrados, los párpados le temblaban. La boca entreabierta dejaba salir
un leve hilo de espuma blanca, pero no pronunciaba palabra. El cuerpo entero se
agitaba y los brazos se balanceaban bajo ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sofía!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los parpados de la niña se
abrieron, dejando ver unos ojos rojos, de iris dorados, malévolos. La boca se
abrió y una voz muy diferente a la de su hermana empezó a escucharse en la
habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Reclamo
este cuerpo para mi gozo. Es mi nuevo hogar. Deseo su control, su dominio y su
virtud. Nadie podrá negármelo.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Sofía!! ¿Qué te pasa?
¡¡¡S<span style="font-variant: small-caps;">ofía</span>!!! – chilló Sandra
Herminia Carvajal Sande, fuera de sí, víctima de las lágrimas. Aquello no era
una gripe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se volvió al pasillo,
corriendo desesperada, mientras su hermana pequeña se agitaba en la cama y
seguía hablando con aquella voz extraña, grave y malvada. Sandra podía notar la
maldad en aquella voz, porque el vello de los brazos y la nuca se le encrespaba
al escucharlo, y la piel de gallina le cubría todo el cuerpo bajo la bata de
raso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡¡Socorro!! ¡¡Venancio!!
¡¡Tomé!! ¡¡Daría!! – llamó a los criados que se le ocurrieron, los que sabía
que estaban en la casa. – ¡¡¡<span style="font-variant: small-caps;">Socorro</span>!!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No
hay socorro. No hay misericordia. Sólo hay violación y dominio, perra estúpida</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> – dijo la voz por la boca de su
hermana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra Herminia Carvajal
Sande se volvió sorprendida y asustada hacia su hermana. Estaba tendida de
nuevo en la cama, con la espalda apoyada sobre el colchón. Su cuerpo seguía
temblando y la niña (aunque Sandra dudaba a cada momento que pasaba que Sofía
siguiese allí) ondeaba las caderas con un movimiento libidinoso y lascivo,
impropio de una chica como ella. Con las manos se acariciaba el vientre y las
caderas y una sonrisa malsana y rijosa le torcía el rostro, que seguía negro
como el alquitrán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra se acercó a la cama y
tomó a su hermana pequeña de una mano, apartándola del cuerpo. Sandra lloraba,
asustada y asqueada, al ver a su hermana pequeña, hasta aquel momento una chica
buena e inocente, comportarse de aquella manera. Estaba segura de que no era
ella, aunque no tuviese idea de qué le estaba pasando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al agarrarle la mano y
separársela del cuerpo la notó caliente, ardiendo. Entonces la mano y el brazo
se tensaron y Sofía (o lo que sea que fuese lo que había sobre aquella cama)
tiró de su hermana mayor, sacudiendo el brazo y lanzándola contra la pared.
Sandra Herminia golpeó la pared de la habitación cerca del espejo cuadrado y el
tocador, cayendo al suelo, abriéndosele la bata, quedando expuesta su desnudez
y todo su miedo. Aturdida, no pudo moverse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía (el cuerpo de Sofía)
observó a su hermana tendida en el suelo y al verla allí se relamió con deleite
y lujuria, abriendo los ojos rojos desmesuradamente. Hizo amago de apoyarse en
la cama para levantarse, muy probablemente con intención de acercarse al cuerpo
indefenso de Sandra Herminia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero entonces algo ocurrió: Sofía
sufrió un espasmo, que la sacudió todo el cuerpo. Miró alrededor sorprendida y
rugió, como lo haría un animal y no una chica dulce y amable de quince años.
Sufrió inmediatamente otro espasmo, tan fuerte que la lanzó sobre la cama. Una
vez allí se sacudió, como si quisiera levantarse y no pudiese porque alguien le
sujetaba por los brazos y las piernas. Gruñó y gritó desesperadamente y llena
de furia, como un animal salvaje, pero no pudo levantarse de la cama, por más
que se sacudió, forcejeó y trató de moverse, alzando el regazo con violentas
embestidas. El largo cabello rubio se sacudió con fuerza, hacia todos lados,
víctima de los cabeceos y movimientos bruscos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Venancio y Tomé, dos de los
criados y mayordomos, llegaron a la habitación en aquel momento, asustados de
inmediato al ver aquella escena. Se quedaron en la puerta de la habitación y
sólo reaccionaron al ver a doña Sandra tirada en el suelo, con las vergüenzas
al aire. Fueron sobre ella y la levantaron, tapándola de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los tres, a los pies de la
cama, vieron cómo Sofía se sacudía rápidamente, como si vibrara, gritando en un
chillido sostenido y largo, bestial. De repente se detuvo y quedó tendida en la
cama, como si hubiera caído desde el cielo, de medio lado, inmóvil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía.... – sollozó Sandra
Herminia Carvajal Sande, acercándose a ella con la ayuda de Venancio. Tomé,
santiguándose, iba tras ellos. Sandra podía andar, aunque estaba dolorida y
mareada: sentía una humedad en la parte trasera de la cabeza, donde seguramente
se había hecho una brecha, pero en esos momentos no la preocupaba. Su hermana
pequeña había sufrido un evento extraño y terrorífico y ahora estaba en la
cama, sin moverse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sandra llegó hasta ella,
gimoteando, cerrándose la bata con una mano y sosteniéndose con la otra agarrándose
a Venancio. Se sentó en la cama, al otro lado de donde lo había hecho la
primera vez, y agarró a su hermana pequeña por el hombro, girándola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sofía estaba llorando. Su
piel volvía a ser rosada, muy pálida, y sus ojos eran verde oscuro de nuevo. No
había ni rastro de color negro ni de escleróticas rojas o iris dorados. Aquella
era Sofía de verdad, pues incluso sus sollozos sonaban a ella, con su verdadera
voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sofía, mi niña.... – lloró
Sandra, agarrándole la cara y atrayéndola hacia sí. La acogió entre sus brazos
y la acunó, amorosamente. Las dos lloraban, sobre todo de miedo y de susto,
pero algunas lágrimas sueltas eran de alivio y alegría. Las dos estuvieron
abrazadas mucho rato, acunándose mutuamente. Venancio, cerca de ellas pero
manteniendo la distancia, las miraba atónito. Tomé volvió a santiguarse y rezó,
en murmullos incomprensibles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Qué me ha pasado? –
preguntó Sofía, enterrada entre los brazos y el pecho de su hermana, con una
voz desconsolada y aterrorizada. Los tres adultos que la acompañaban se
quebraron al escuchar el desasosiego de la niña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero ninguno supo responderla,
para aliviar su confusión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-54730450905006161792018-06-05T12:44:00.000+02:002018-06-05T12:44:00.926+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 4<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
4 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas acabó rindiéndose a
sus deseos y condujo hasta el aeródromo, pasado ya el mediodía. Trató de no encontrarse
con Ramiro, no por nada personal, simplemente por ahorrarse explicaciones y
nuevas conversaciones sobre Patricia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se acercó al hangar con
disimulo y cautela y acabó colándose dentro. No era difícil, aquel hangar
estaba abandonado y había dos o tres huecos por los que colarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Casi inmediatamente notó el
olor de un ente y pudo sentir algunos rastros de ectoplasma. Estaba claro que
alguno de los dos tipos que habían estado trapicheando allí con las cajas que
Ramiro había visto era un ente paranormal. Apostaba por el alto de coleta
(Ramiro aseguraba haberle visto los ojos amarillos) pero Lucas se guiaba por
una intuición y creía que los dos eran entes paranormales. Muy probablemente
corpóreos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No había rastros de la
mercancía, pero sacó del bolsillo de la cazadora el pistón trifásico
fotovoltaico y lo encendió. Había tenido guardada (escondida era la palabra
adecuada) la herramienta en casa y cuando tuvo el Twingo reparado guardó todas
sus cosas de investigación en el baúl que había disimulado en el asiento
trasero. No había tocado nada de allí ni usado ninguna herramienta desde el
verano. Aquélla era la primera vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y, lejos de sentirse
incómodo o violento, Lucas se sintió a gusto. Más que eso, la sensación era de
normalidad. Estaba haciendo lo que era suyo, lo que mejor hacía. No se sintió
culpable ni mal por volver a investigar. Volver a ser un detective parecía lo
más natural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque nunca se lo
reconocería a su madre. Cualquiera la aguantaba si le daba la razón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Encendió el pistón trifásico
y caminó con tranquilidad, pero con resolución, por todo el hangar. Las luces
del pistón parpadeaban con una cadencia lenta, rutinaria. Y siguieron así
durante todo el paseo, hasta que llegó a un lado del hangar, cerca de unos
contenedores de plástico enormes. Allí las luces del aparato se pusieron a
parpadear como locas y el medidor se encabritó: la aguja llegó a ciento quince.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Vaya, vaya.... – musitó
Lucas, sonriendo a medias, sin darse cuenta de ello. Se acuclilló y pasó el
pistón más cerca del suelo, haciendo que las lecturas fuesen más nítidas. Las
luces siguieron palpitando como locas y el medidor subió otros cinco puntos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el suelo no había nada,
al menos nada que pudiese verse. Lucas sí veía algo, una especie de resplandor,
un reflejo fluorescente, como las partes blancas de algunas camisetas o camisas
bajo la luz oscura de las discotecas. Su “anomalía” le permitía ver lo que
estaba oculto en el mundo real. Y allí había restos de algo paranormal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Olisqueó el ambiente y tocó
el suelo de hormigón, en el lugar en que él veía el reflejo y cualquier otra
persona sólo vería suelo. No se manchó con nada, pero sintió un leve cambio de
temperatura. Lo olisqueó y se lo llevó a la lengua. Olía ligeramente agrio y el
sabor era fuertemente ácido. Lucas estaba despistado, no sabía qué podía ser
aquello, pero estaba convencido de que allí habían estado las cajas que había
visto Ramiro y que alguna tenía una grieta o algo parecido, por donde habían
salido unas emanaciones ectoplásmicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se puso en pie y miró
alrededor, buscando alguna pista más, pero el rastro era muy vago y no había
más pistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No había nada más que
investigar ni que observar. En realidad Lucas no había averiguado nada más de
lo que ya sabía (al menos había confirmado que allí se había realizado una
transacción de artículos de otro universo) pero salió del hangar muy
satisfecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacía tiempo que no se
sentía tan bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquella tarde José Ramón le
llamó y quedaron para cenar en un nuevo restaurante que habían abierto en el barrio
de su amigo. Desde que había visto que lo iban a inaugurar había tenido muchas
ganas de probar la comida griega y llamó a Lucas para que lo acompañara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas aceptó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Condujo con el Twingo hasta
allí y dio unas vueltas hasta encontrar aparcamiento, un poco alejado del restaurante.
Caminó hasta allí, encogido y refugiado dentro de su cazadora, y se encontró
con José Ramón en el bar de enfrente, donde habían quedado. Su amigo lo vio
desde dentro y cuando el detective llegó hasta él se encontró una caña de
cerveza esperándole.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Vaya! Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No hay de qué. Me he
adelantado a tus deseos – contestó José Ramón, sonriendo. Los dos amigos se
dieron un corto pero afectuoso abrazo. – ¿Qué hay?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Nada del otro mundo –
comentó Lucas, dándose cuenta al instante de la comicidad del comentario.
Precisamente, acababa de investigar aquella mañana restos de cosas de otro
mundo, pero a José Ramón no se lo iba a decir: su amigo todavía pensaba que
trabajaba en una empresa de aspiradores. – Pensando en volver a trabajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso está bien – asintió
José Ramón, que creía que su amigo había pedido una excedencia en la empresa y
por eso los últimos meses no había trabajado. – Algo me había dicho tu hermana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Mi hermana? ¿Desde cuando
hablas tú con Yolanda?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno.... desde....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya, vale – asintió Lucas,
dando un trago a su cerveza. – Pues no me gusta que andéis hablando de mí a mis
espaldas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Era por ayudarte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya, y eso lo agradezco.
Pero que hables con mi madre de mí me da mucho miedo – dijo Lucas, con voz
cómica, y José Ramón sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me ha enseñado fotos
tuyas desnudo en la playa, de cuando eras niño – bromeó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todo llegará – suspiró
Lucas, haciéndose el mártir. Los dos rieron, sobre todo porque la señora Margarita
era muy capaz de aquello. – ¿Y tú qué tal?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Todo guay. Deseando que
den las vacaciones a los monstruos, para poder descansar – dijo, medio en serio
medio en broma, hablando de sus alumnos. – Con esto de las Navidades están como
locos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya lo imagino – asintió
Lucas, pensando que prefería mil veces enfrentarse a demonios que a los alumnos
de siete años de José Ramón. Días después se acordaría de este pensamiento y
dudaría. – ¿Y con Carmen?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">José Ramón dio un sorbo a la
cerveza, muy probablemente para pensar qué contestar y cómo hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Muy bien, la verdad. Me
gusta mucho – contestó, incómodo y avergonzado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas lamentaba que su amigo
se sintiera así. Carmen era una antigua amiga de Patricia, que llevaba mucho tiempo
sin pareja. Tras la muerte de Patricia, después del funeral y de un pequeño
acto que hicieron sus amigos en su recuerdo, José Ramón y Carmen hicieron
buenas migas y a finales de verano empezaron una relación más cercana. A Lucas
le alegraba, porque habían encontrado consuelo el uno en la otra y viceversa.
José Ramón estaba más contento, al estar con ella, y Carmen se había centrado
un poco, pues había tenido una larga temporada de buscar un novio, pasando de
tipo en tipo, a cual más lamentable y estrafalario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero los dos se sentían un
poco culpables, ante Lucas. Creían que era una especie de traición, algo con
falta de decoro, que hubieran empezado a salir juntos como consecuencia de la
muerte de Patricia. Incluso se sentían culpables por estar felices, cuando
Lucas estaba hecho mierda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sabía todo esto, pero
no lo compartía. Sinceramente se alegraba por ellos. Veía que los dos, gracias
a aquella relación, estaban mejor que solos, y eso le alegraba. No les
consideraba unos traidores ni mala gente por buscar el consuelo en los brazos
del otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero no podía evitar
sentirse envidioso, eso sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Me alegro. Carmen ha sido
una cabra loca, pero es una chica genial. Desde luego con ella no te vas a
aburrir....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No, eso es verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos sonrieron. De las
amigas de Patricia, Carmen era con la que mejor se llevaba Lucas y la que había
mantenido más contacto con él después de la muerte de Patricia. Era genial
pensar que estaba con su mejor amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, ya casi es la hora,
¿pasamos al restaurante? – propuso José Ramón. Lucas coincidió. Pagaron las
cervezas y salieron a la calle, cruzándola hasta el restaurante. En tan corto
espacio se destemplaron del todo, tal era el frío que dominaba las calles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y todavía no había empezado
el invierno, oficialmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tuvieron una velada muy
agradable y entretenida. La comida griega les gustó a los dos (Lucas ya la
había probado, durante su primer viaje de formación, pero José Ramón la gozó
con la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mousaka</i>, la salsa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tzatziki</i> y los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dolmades</i>) y la conversación se volvió mucho más llevadera. Su amigo
acabó hablando con libertad y menos preocupación de su relación con Carmen y
compartieron sus planes para Navidades. Acabaron medio organizando una fiesta
para Nochevieja, en un bar bajo la casa de José Ramón: allí podrían juntarse
los amigos que quisieran.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se sintió a gusto, con
ánimo de ir a la fiesta de Nochevieja (que por el momento sólo era un plan). Empezó
a notar que se sentía parte del mundo de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se preguntó cuánto de
responsabilidad tendría el haberse puesto el mono de nuevo y haber salido a
investigar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-27168337668453385142018-06-01T19:09:00.001+02:002018-06-01T19:09:32.153+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 3<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
3 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A la mañana siguiente, el
móvil despertó a Lucas. Sonó insistentemente desde la mesilla y el detective se
insultó, por no haberlo apagado la noche anterior. Seguramente fuese algún
cliente que tenía alguna emergencia paranormal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Colgó, sin levantar la cara
de la almohada, tratando de que el sueño volviera a atraparle. Agarró
desmañadamente las sábanas y la colcha y se arrebujó en ellas, haciéndose un
capullo de calidez e insonoridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero no era tan impenetrable
como imaginaba, porque al cabo de unos segundos el móvil volvió a sonar,
implacable. Desde dentro del capullo de tela y aislamiento térmico Lucas lo
escuchó, estridente. Asomó la cabeza y estiró la mano, para comprobar quién
era. Se le ocurrió que podría ser su madre, para insistirle todavía un poco
más, después de haber visto la noche anterior que no le había convencido. Lucas
no quería colgar a su madre dos veces, aunque no le interesase escuchar lo que
tenía que decirle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero al mirar la pantalla se
sorprendió al ver que era su colega Ramiro, el piloto. Descolgó y carraspeó
fuertemente, antes de acercarse el aparato a la cara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ramiro! – dijo, sin
lograr que su voz no sonase ronca y recién despertada. – ¡Cuánto tiempo! ¿Qué
pasa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Oye tío, siento haberte
despertado – contestó Ramiro, con su voz cauta y débil, como siempre. – No
sabía si estarías despierto ya, pero tenía que llamarte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Dime, dime....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estoy en el aeródromo, y
están pasando cosas raras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿A qué te refieres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno.... No sé si es
importante, pero esta mañana, a primera hora, he visto a dos tipos en el hangar
abandonado, haciendo cosas extrañas – explicó el piloto. Siempre sonaba como
con timidez, con cautela, sin alzar la voz nunca, pero en esta ocasión parecía
que era eso lo que sentía. – Nada exagerado ni nada de eso, pero han estado
cargando unas cajas en una furgoneta grande. Debía ser una venta o algo así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Y por qué crees que me
interesaría?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, uno de los tipos
llevaba dos guardaespaldas, que parecían zombis. Tiesos como palos, con la
mirada perdida y cara de lelos – describió Ramiro. – El otro era un tipo muy
extraño, vestido de traje, con coleta grasienta, cara delgada y retorcida. Y en
un par de momentos le he visto los ojos amarillos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquello hizo que Lucas se
incorporara en la cama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Estás seguro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Estaban lejos, pero me he
escondido detrás de la avioneta para verles con los prismáticos. Me parecía muy
raro hacer negocios en el aeródromo a esas horas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas se pasó la mano por la
cara para despejarse. Parecía (a falta de más pruebas) que Ramiro había sido
testigo de un intercambio de mercancía entre un ente y un humano, o quizá entre
dos entes. Aquella mercancía podía ser cualquier cosa. Lo más probable, nada
bueno para los seres humanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Oye, Ramiro, verás, puede
que sea importante, pero.... Ya sabes que no cojo casos desde el verano....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya, ya, lo sé, lo sé.... –
contestó el piloto, incómodo. Ramiro sabía, más o menos, a lo que se dedicaba
Lucas, y por supuesto sabía lo que le había ocurrido a Patricia el verano
pasado. No tenía todos los detalles, pero sabía más que mucha otra gente. –
Sólo quería avisarte, por si querías hacer algo. O avisar a algún otro que
pudiese investigarlo. Me han dado muy mala espina esas cajas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya me lo imagino, Ramiro.
A mí también – contestó Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recordó entonces la
conversación con su madre y su hermana, la noche anterior, cenando lasaña
casera con ellas. Su madre era una cocinera magnífica y si sus dos hijos se
manejaban tan bien en la cocina era gracias a ella y a sus enseñanzas. Además,
la lasaña era uno de sus platos estrella. Yolanda y Lucas habían gozado como
niños con la cena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero, a cambio de la
excelente lasaña, Lucas había tenido que soportar otro asalto de artillería
pesada por parte de su madre y de su hermana. Las dos sacaron el tema muy
sutilmente, para después abordarlo de forma directa e intensa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No sé por qué a estas
alturas sigues sin aceptar ningún caso – le dijo su madre, cuando la
conversación había avanzado y la intención de su familia era bien clara. –
Entiendo que después de lo de.... Salamanca no quisieras trabajar ni volverte a
cruzar con un monstruo o un ente o lo que sea, pero ahora, hijo.... Estar todo
el día en esa casa te está consumiendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No estoy todo el día en
casa, mamá – repuso Lucas. – Salgo mucho. Paseo, corro algún día, voy a jugar
al tenis con José Ramón.... Y tengo la casa bien abastecida, salgo a hacer la
compra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Haces la compra por
internet y te lo traen a casa, listo, no nos engañes – dijo Yolanda,
inmisericorde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, es verdad, pero a
veces bajo al súper de la vuelta de la esquina, a por alguna cosa suelta –
mintió Lucas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Eso no es salir – rechazó
su madre. – Si por lo menos juegas al tenis con José Ramón, ves a alguien.
Pero lo que tienes que hacer es eso, estar con gente, hacer cosas con gente.
Volver a trabajar te haría volver a tratar con la gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No son gente, mamá, son
clientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, los clientes son
personas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- En mi trabajo sabes que a
veces los clientes no son personas – bromeó Lucas, sin que le faltara razón. –
A veces son.... otra cosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya lo sé, hijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pero Lucas – intervino su
hermana y su cara estaba torcida por la angustia. Tanto que a Lucas le
sorprendió y le preocupó. – Lo que tú tienes.... es un don.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Una “maldición”, más bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Llámalo como quieras –
desdeñó Yolanda. – Lo que no puedes negar es que es algo único. Nadie más lo
tiene, quizá media docena de personas en todo el mundo – Lucas pensó que en
realidad serían unas seis personas en todo el universo, pero comprendía lo que
su hermana quería decir y no la corrigió. – Tener ese.... esa cualidad y no
utilizarla no es bueno. No me refiero a que debas ayudar a la gente con ella,
digo que no es bueno para ti.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Acuérdate de la prima Loli
– intervino su madre, aprovechando el discurso de su hija. – Lo bien que ha
tocado siempre el piano. No ha sido feliz y ha disfrutado de la vida hasta que
no se ha dedicado en cuerpo y alma a tocar el piano, dejando ese trabajo en la
oficina, que la amargaba. Algo parecido te puede estar pasando a ti....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no replicó. No estaba
de acuerdo con su madre, aunque en parte tenía razón. Aquella misma noche,
tratando de despegarse a aquellos dos entes (estaba casi convencido de que eran
imágenes astrales de dos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bwerts</i>) y
librándose de ellos huyendo en el Twingo, se había sentido completo, como no lo
estaba desde finales de junio. No era aprovechar su “anomalía”, era volver a
estar en activo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero por otra parte,
detestaba volver a juntarse con entes, verse envuelto con nuevos corpóreos,
deshacerse de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>espectros y fantasmas. Por
primera vez se reconoció que quería volver a trabajar, pero el problema era que
su trabajo estaba relacionado directamente con el tipo de criaturas que habían
matado a Patricia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y aquello todavía no podía
soportarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- No me está pasando eso –
mintió, sabiendo que quizá podía engañar a su hermana Yolanda, pero nunca
engañaría a su madre. – La cualidad que yo tengo, como lo ha llamado Yolanda,
no es algo que se estropee si no la uso. Ni algo que se eche de menos si la
aparto de mí. No la necesito. Y por ahora no necesito trabajar. Quizá dentro de
un tiempo, el año que viene, busque algo de trabajo. Aunque no sé si será de
detective.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquello último había sido un
farol, más bien un comentario que sabía que molestaría a las dos mujeres. En el
fondo sabía que aquello que hacían era por su bien, que estaban preocupadas por
él, pero le molestaba tanta atención y tanto empeño en que volviera a trabajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No quería trabajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿O sí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, está claro que eres
tú el que decide – dijo su madre, con una mueca indiferente. – Tú sabrás si
tienes dinero o no. Pero una cosa te digo: yo no doy de comer a vagos. Así que,
o para Nochebuena tienes trabajo, o no te doy de cenar, cuando nos juntemos con
la tía Puri y la prima Loli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Menudo chantaje, mamá –
dijo Lucas, riendo: no estaba molesto, sólo divertido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Y ya pensaré si me vale
cualquier trabajo o solamente el de detective paranormal – apostilló la mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas, sentado en la cama,
con el móvil en la oreja, recordaba con una sonrisa aquella conversación. La
cena había terminado más tranquila, con alguna alusión de su madre (medio de
reproche medio de broma) a que su hijo era un vago y no quería trabajar, pero
la conversación había ido por otros derroteros. Lucas había vuelto a casa,
después de dejar a su hermana en la suya, muy relajado y casi feliz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Lucas? ¿Oye, Lucas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, Ramiro, estaba
pensando – volvió en sí. – Oye, esos dos tipos, se han largado hace rato,
¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, en cuanto terminaron
el intercambio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas asintió para sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Bueno, a lo mejor me paso
a ver si encuentro algo. De todas formas, si les vuelves a ver, a cualquiera de
ellos, vuelve a avisarme, ¿quieres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Claro que sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no estaba convencido
de que fuese a encargarse de ello, pero lo cierto era que la picadura de la
curiosidad ya le escocía en el cerebro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-108039003554325899.post-71895315519479483792018-05-29T13:10:00.001+02:002018-05-29T13:10:11.844+02:00Lucas Barrios, Detective Paranormal: Árbol Genealógico - Capítulo 2<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">-
2 -</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Granito)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras los dos entes se
lamentaban por los golpes y magulladuras de la moto que les había arrollado y
caído encima (fruto de la cadena de catástrofes que había provocado la pequeña
mariposa) Lucas Barrios salió de su casa, con las manos en los bolsillos de la
cazadora, los hombros encorvados y la cabeza baja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era el primero de diciembre
y aunque oficialmente el invierno no había empezado, el tiempo era frío y desapacible.
No invitaba a pasear, pero a Lucas aquello no le importaba. En realidad no
salía a pasear. Salía a despejarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llevaba desde el verano sin
trabajar en ningún caso. Había recibido ofertas, que había rechazado
sistemáticamente, derivándolas a otros profesionales parecidos a él o
simplemente desentendiéndose de ellas, cuando su instinto y su “anomalía” le
decían que no eran problemas paranormales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No quería trabajar. Sabía
que el duelo estaba siendo demasiado largo, pero todavía no se veía con fuerzas
de volver al trabajo, de volver a tratar con entes y fantasmas, de volver a
estar en la brecha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Echaba demasiado de menos a
Patricia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sus amigos habían estado
apoyándole, incluso los amigos de Patricia con los que él apenas se llevaba.
Por supuesto José Ramón había estado a su lado día sí y día también y con el
paso del tiempo se limitaba a llamarle cada dos o tres días y las visitas a su
casa eran solamente cuando las acordaban. Al principio de todo, en pleno
verano, José Ramón se presentaba en su casa sin avisar, con un montón de planes
para hacer con Lucas: desde partidas de Trivial o Party, hasta tardes en la
piscina, invitaciones al cine, salidas y excursiones a lugares cercanos....
hasta lo más sencillo y habitual: bajar a una terraza a tomar unas cañas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas había rechazado los
planes uno tras otro, aunque José Ramón no se había rendido y había seguido al
lado de su amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El funeral de Patricia, al
que habían acudido un montón de familiares y amigos, incluso padres de niños de
la guardería, había sido un momento durísimo. Lucas había tenido que
enfrentarse a los padres de su novia, sintiéndose culpable por su muerte. Desde
luego, la ACPEX se había encargado de que figurase como una muerte por
accidente, pero Lucas se sentía responsable de la muerte de Patricia, así que
consolar a sus padres y ser consolado por ellos le pareció muy cínico. Había
estado a punto de confesarles lo que de verdad había pasado, pero su madre se
lo había impedido, convenciéndole con buenas razones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su madre había sido el otro
pilar sobre el que se apoyó para salir de aquel agujero, del que todavía no
había Salido del todo. Había estado allí con él a todas horas, dispuesta para
ayudarle. Como Lucas no había trabajado desde el verano, lo cierto era que
había tenido mucho tiempo libre para estar con su madre, y lo había agradecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después del funeral, Lucas
se había encerrado en sí mismo, sin salir de casa. Recibía las constantes
visitas de José Ramón y de su madre y alguna suelta de otros amigos o de Justo
Díaz, al que incluso agradeció tener delante. Por suerte no hablaron de su
padre, así que el encuentro no fue mal. Aquellas visitas se convirtieron en su
nexo con el exterior, ya que Lucas no salía de casa y ni siquiera veía la televisión.
Estaba encerrado allí, en la burbuja que se había creado, a salvo de todo y de
todos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salvo de sus pensamientos y
recuerdos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los dos primeros meses
fueron los peores. El verano se hizo muy largo y caluroso y Lucas pasó muchas
noches sin apenas dormir, a causa a medias del calor y a medias de su pena y
del constante acoso de los recuerdos. Como le ocurriera en Salamanca, durante
la última persecución andando tras el hombre-lobo, revisitaba la escena en la
Casa de las Muertes una y otra vez y pensaba mil maneras en las que podría
haber actuado para salvar a Patricia, convenciéndose de que realmente podía
haberlo hecho. Pero cada mañana, cuando despertaba después de haber caído
dormido víctima del cansancio y la pena, se daba cuenta de que nada podía haber
hecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El inspector Amodeo también
se puso en contacto con él varias veces, por teléfono. El policía había tenido
un par de semanas muy duras en la comisaría, al redactar los informes de los
asesinatos en serie: no podía incluir al hombre-lobo en los informes oficiales
y, aunque recibió ayuda de la agencia, tuvo muchos líos con sus superiores.
Había testigos que aseguraban que había sido un monstruo el que había cometido
la matanza de Salamanca, pero los altos mandos de la policía no querían saber
nada de eso. Lidiar con los testigos, con los informes, con la prensa y con sus
jefes había sido un duro trance para el inspector Amodeo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después de esos primeros y
traumáticos quince días había pedido la baja. Debido a sus heridas durante la
pelea con el hombre-lobo y a la tensión subsiguiente, se tomó un mes de
descanso. Al parecer su médico de cabecera era buen amigo y le mantuvo de baja
durante seis semanas, que el policía aprovechó para despejarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Incluso se ofreció a ir a
Madrid, para estar con Lucas, pero éste lo rechazó de buenas maneras. No es que
no quisiese tener allí con él al inspector (probablemente se sintiese con él
mejor que con mucha otra gente que conocía desde hacía más tiempo, exceptuando
a su madre, su hermana o José Ramón) sino que no quería tener compañía. Lucas
sentía tristeza y no quería contagiar ese sentimiento a nadie más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El tiempo pasó y, al
contrario de lo que la gente cree, no curó el dolor y la pena. Sin embargo, al
menos atenuó aquellas sensaciones lo suficiente para que Lucas pudiese seguir
con su vida. No se sentía con fuerzas para volver a enfrentarse a eventos
paranormales, pero al menos salía de casa, visitaba a su madre y su hermana,
iba al cine de su madre un par de tardes a la semana, quedaba a menudo con José
Ramón, iba a jugar al tenis con él de vez en cuando....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La web y su teléfono no
habían dejado de funcionar, pero él no las había atendido. En torno a mediados
de octubre había empezado a escuchar los mensajes del contestador y a leer los
enviados a la página web, pero casi como curiosidad, sin ningún interés real de
aceptar ninguno. Pero servían como entretenimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su madre insistía mucho en
que volviera a trabajar. Le trataba de convencer, con la razón de que el
trabajo le mantendría entretenido y le ayudaría a superar la pérdida. Lucas
agradecía los esfuerzos de su madre, pero no tenía intención de volver a
trabajar a corto plazo. No se había vuelto un vago, pero Patricia había muerto
por su trabajo, así que volver a él no le garantizaba superar su muerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde que había llegado el
frío intenso disfrutaba mucho paseando por el barrio. El tiempo desapacible le
hacía sentirse vivo, le despejaba del ambiente opresivo y encerrado de su casa.
Empezaba a ver claro lo que habían intentado sus amigos y su familia: quedarse
siempre en casa no era bueno. No se sentía alegre, pero al menos paseando por
la calle, con el frío cuarteándole la cara, penetrando por entre la ropa
mientras caminaba, Lucas se sentía a gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con el rabillo del ojo vio
un destello extraño, como una deformidad en el ambiente, como cuando viajas por
carretera en verano y el aire caliente dobla la imagen de la carretera por
delante del coche. Aquel doblez sólo lo podía haber visto él, pues no lo había
notado con los ojos, sino con su “anomalía”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se resistía a llamarla
“don”, mucho más después de lo de Salamanca, pero “anomalía” era mejor que
“maldición”, aunque la mayor parte de las veces lo entendiese más como aquello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se giró, mirando por encima
del hombro, con disimulo. Llegó a un paso de peatones y se detuvo en él,
mirando a ambos lados antes de cruzar. De aquella manera pudo mirar con mayor
detenimiento hacia donde había visto el doblez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Le seguían un par de entes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No era la primera vez que
los veía, aunque sólo se había fijado en ellos tres o cuatro veces. Aquello no significaba
que estuvieran tras él (había muchos entes por las calles de Madrid, viviendo
allí escondidos: en su barrio podía ver a los mismos, como si vivieran por
allí) pero aquella noche no había duda de que aquellos dos lo estaban
siguiendo. Lucas tuvo la intuición de que lo estaban vigilando, así que les
puso a prueba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sólo por asegurarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cruzó la calle por el paso
de peatones, volviendo a fijar la mirada en los dos seres contrahechos que
estaban medio ocultos tras una furgoneta aparcada. Quizá el resto de la gente
de la calle los vería como un par de personas, pero Lucas los veía exactamente
como eran. Parecían dos Trasgos de cuento, con la piel verde, narices ganchudas
y brazos y piernas muy delgados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas siguió caminando por
la otra acera, para girar en la primera esquina. Su intención, vigilando
siempre por encima del hombro, disimuladamente, era marearles un poco, hasta
que llegara a su destino. Girando por varias esquinas acabó volviendo sobre sus
pasos, por calles más secundarias, hacia su casa de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Allí tenía aparcado el
Twingo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El coche estaba como nuevo,
después de que Víctor hubiese trabajado en él durante todo julio y parte de
agosto. A Lucas le había costado un dineral el arreglo, pero no había dudado en
hacerlo: tenía mucho dinero ahorrado de la herencia de su padre y de sus
inversiones. Además, había perdido a Patricia, no quería perder también a su
“compañero” de trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Twingo volvía a tener la
carrocería blindada completa y los cristales resistentes en todas las
ventanillas. Ruedas y neumáticos nuevos, el sistema de propulsión por nitroso
renovado y el interior reparado. El coche lucía como nuevo, con la pintura roja
por toda su extensión y el techo blanco, con las luces de emergencia intactas,
pues sorprendentemente era lo único que no había sufrido daños durante la
persecución de los “cabeza de caja”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas llegó hasta su coche y
abrió las puertas con el mando, entrando fluidamente, sin detenerse. Miró por
el espejo retrovisor interior, comprobando que los dos entes le habían visto
entrar en el coche. Ya no había duda de que lo seguían y vigilaban, pues los
dos echaron a correr, acercándose al Twingo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas no les dio oportunidad
de alcanzarle: puso en marcha el motor y salió del hueco, incorporándose a la circulación.
Sin rebasar el límite permitido de velocidad, pero con fluidez, se alejó de
allí, perdiéndose de vista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin estar muy preocupado,
pero mirando por el espejo retrovisor, sonrió sinceramente en mucho tiempo.
Después se dio cuenta de que se sentía bien. Aquello era lo más parecido a
trabajar que había hecho en meses, y se sorprendió al darse cuenta de lo bien
que se sentía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">* * * * * *</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegó a casa de su madre y
aparcó cerca del portal. Por aquella zona había bastantes huecos, a pesar de
las horas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salió del coche, se abrigó
de nuevo y caminó al portal. Estaba abierto, así que subió sin llamar hasta el
tercer piso. Allí, en el lado derecho, pulsó el timbre. La puerta se abrió de
inmediato y su madre sonrió alegre y sorprendida al verle en el descansillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Lucas! ¡Hijo! ¿Qué haces
aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- He venido a ver si me
invitabas a cenar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Pues claro que sí! – le
contestó, tirando de él para que entrara y dándole un abrazo. Después se volvió
hacia la cocina. – ¡Yolanda! ¡Mira quién ha venido!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¿Está mi hermana aquí? –
preguntó Lucas, inútilmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Sí, hoy es jueves. Ya
sabes que viene todos los jueves – respondió su madre. – Claro, como tú no
vienes nunca....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Mamá....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Lucas! ¡Qué alegría
verte! – dijo su hermana, toda sonrisas, saliendo de la cocina a abrazarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Yo también me alegro de
veros – dijo él, notando que no lo decía forzado. Era cierto. Se sentía bien,
desde hacía meses, estando fuera de casa, compartiendo un rato con su hermana y
su madre. – ¿Habrá cena para mí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Ya sabes que mamá cocina
para cinco, aunque viva sola – replicó Yolanda, con una mueca traviesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Ya empezamos! – se quejó
su madre, sólo a medias en serio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucas sonrió. Ayudó a su
hermana a poner la mesa e hizo la ensalada. Después cenaron los tres juntos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue una velada muy
agradable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05352874804239888229noreply@blogger.com0