Melnûn es un continente vasto, poblado por múltiples y muy variados habitantes:
Los Hombres son la raza más numerosa del continente, lamentablemente. Los Hombres están extendidos por todo el territorio, aunque suelen asociarse a las grandes ciudades de Melnûn. Algunos ejemplos de estas ciudades eminentemente humanas son Pánset, Hávet, Gádet, tres de las más grandes y, salvo Hávet, las que sobrevivieron al Apocalipsis de Iqdbelion. Los Hombres son una de las razas de Melnûn con más potencial: pueden hacer cosas maravillosas, pero de la misma manera son capaces de las mayores bajezas y de los comportamientos más viles. Es la raza más débil de todas.
Los Elfos, los grandes señores de la Naturaleza, son elegantes, altos y sosegados. Su inteligencia, antigüedad y serenidad son evidentes en sus miradas de ojos ligeramente rasgados. Son miradas profundas, que hablan de cientos de años de vida. No en vano, algunos de los Elfos más ilustres de Melnûn han superado con creces los mil años de vida (Gildhôniel, el arquero Elfo que acompañó al Héroe de Melnûn, sin ir más lejos, vivió hasta los 1357 años). Son altos, de pelo rubio o pelirrojo, ojos claros y orejas puntiagudas. Son grandes guerreros, aunque veneran la vida por encima de todas las cosas, incluso la de los seres más deleznables.
Los Enanos de Melnûn son como sus congéneres de otras zonas del mundo. Son gente ruda, fuerte, pendenciera, valiente y leal. Su emblema es el jabalí, que personifica las cualidades de los Enanos. Viven mucho más que un Hombre, unos quinientos años, aunque ha habido grandes patriarcas Enanos que han alcanzado los seiscientos. Son grandes canteros, mineros y orfebres. Actualmente en Melnûn los Enanos están muy orgullosos de que el único Héroe de Melnûn que ha existido reconocido con ese título fuese un Enano: Kórac, el herrero.
Los Guerreros D'Anesti son una raza dedicada a la lucha, como su nombre indica. Fueron hombres en el pasado, derivaron de ellos, pero ahora son muy diferentes. Son gentes de amplia estatura y gran cuerpo, musculosos y fuertes. Tienen costumbres muy arraigadas, basadas sobre todo en la guerra y la lucha. Viven en un pequeño país del continente, cuyo nombre original se ha perdido: se conoce como el País de los Guerreros, en las Colinas de Polvo. Son mercenarios, gente a la que el resto de habitantes de Melnûn contratan para que se encarguen de las tareas más peligrosas, ingratas o pesadas. Tienen mala fama, en general, debido a su condición de soldados a sueldo, pero la gente no deja de contratarlos, como guardaespaldas, sicarios, pequeños ejércitos privados o como soldados a sueldo que se encargan de viajes o misiones peligrosas, simplemente. La familia Naär es famosa entre los Guerreros D'Anesti, no porque formen parte del Consejo de los Guerreros desde tiempos antiguos, sino porque uno de sus miembros, el famoso Kéndar-Naär fue uno de los rebeldes que se opusieron a Iqdbelion, acompañando al Héroe de Melnûn.
Los Rasharrezum (también conocidos como los Hombres Salvajes) son originarios de las Islas de Oriente. A veces se los confunde con Enanos, cuando son muy diferentes: los Rasharrezum son más bajos que los Enanos, miden poco más de un metro, visten con pieles y no usan herramientas de metal: trabajan con pericia la roca y el hueso. Viven únicamente en el Bosque Ebërts, en pequeñas comunidades, bajo el mando del Gran, su jefe tribal. Hablan una lengua extraña, mezcla de palabras, silbidos y chasquidos de lengua. Poca gente salvo ellos saben hablarla.
Los Centauros son gentes muy orgullosas, con medio cuerpo parecido al de los humanos (muy musculoso) y medio cuerpo de caballo. Viven casi confinados en su bosque, el Bosque de los Centauros, en el rincón sureste del continente. Se saben muy superiores a los demás y apenas tienen tratos con otras razas, y cuando lo hacen ponen muchas exigencias en los acuerdos y negocios: quieren dejar muy clara su supuesta superioridad.
Los Mélgodos son bestias mitad humano, mitad toro. Caminan sobre pies con cascos duros y lustrosos, tienen piernas y brazos de hombre, gordos y rechonchos, y una cabeza grande y pesada, con morro y cuernos de toro. Son bastante lerdos, huelen muy mal, son desalmados y gregarios. Son una fuerza peligrosa cuando se reúnen unos cientos y deciden atacar aldeas o territorios enteros, para saquear y robar. Fueron una fuerza importante en el ejército de Ígheon, y después de la muerte de Iqdbelion atacaron durante casi dos décadas el País de los Elfos.
Los Ophiántropos son una raza cruel, desalmada, asquerosa y repulsiva. Fueron creados por el Nigromante, para que fuesen sus más crueles y sanguinarios asesinos. Usó magia negra para fusionar a los Hombres con las serpientes, creando unos engendros escamosos, con piernas, torso pálido sin pelo, brazos musculosos acabados en manos con garras y una cabeza como las de las serpientes: pelada, con escamas, sin orejas, con los ojos como rendijas y las bocas llenas de colmillos. En el proceso de creación, los Ophiántropos perdieron el veneno de las serpientes, así que Iqdbelion desarrolló una amplia gama de venenos, para que los Ophiántropos los untasen en sus flechas.
Existen otras bestias en Melnûn, como los Grizzlies, los Trasgos, las Bestias de la Arena, las Gárgolas, los Grifos.... unas sanguinarias, enemigas de las gentes de bien, y otras fácilmente domesticables, para hacer la vida más fácil del resto de las razas.
De la misma manera, existen grupos de Hombres, que forman parte de la misma raza, pero con características especiales de cada colectivo. Los Caballeros de Iridia, por ejemplo, son una orden militar de Hombres, muy disciplinaria, que tiene su sede en el País de los Caballeros, al sur de las Montañas de la Lluvia. La capital, Polixpse, es una de las grandes ciudades de Melnûn. Los Pieles Rojas son Hombres de corta estatura, barbilampiños, de pelo negrísimo, que viven en el sur de Melnûn, en la amplia sabana. Los Geraut son una raza solemne y orgullos, que habita el Desierto Blanco. Se les llama también "Hombres Azules", porque el tinte de sus ropajes (túnicas amplias que les permiten soportar el calor del desierto) pasa a su piel oscura y la tiñe de color azul. Usan espadas curvadas y montan unas curiosas monturas llamadas kamellos.
Mención aparte merecen los Magos, también llamados Flemdis, en el idioma de la magia. Son personas de diferentes razas, en los que la magia se ha manifestado de forma intensa. Mucha gente en Melnûn puede hacer magia, pero sólo los que pasan las pruebas de la torre de Ígheon pueden tener acceso a la Orden de los Flemdis. Sólo puede haber nueve Flemdis a la vez, ni uno más: el nueve es el número mágico en Melnûn.
Pero de esto hablaremos más adelante.
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