sábado, 21 de marzo de 2015

Târq (7) - Capítulo 7 + 2


- 7 + 2 -
  
Todo el ajetreo que solía dominar el plató se fue calmando a medida que las cosas acababan en su sitio. El presentador estaba fuera de plano, concentrado, con el micrófono colocado y conectado. Los papeles, fotografías, documentos y demás material que iba a utilizar colocado en la mesa, según su criterio. Los vídeos que se iban a proyectar en las pantallas de detrás estaban preparados y en la sala de control estaban listos para irlos emitiendo. El invitado estaba esperando, también fuera de plano, pero por el otro lado, para entrar en escena cuando le diesen la entrada. Los de iluminación estaban preparados para hacer los juegos de luces y sombras que le encantaban al presentador, que también era el director del programa.
- ¿Todo listo? – preguntó el presentador.
- Todo bien, Iker, cuando quieras.
- Bien. ¡Atentos! ¡Grabando en cinco, cuatro, tres....!
Se calló, contando mentalmente los últimos segundos, igual que el resto del equipo. Cuando llegó al final de la cuenta atrás, observó por el rabillo del ojo que las luces rojas de las cámaras se habían encendido, aunque él estaba mirando hacia el suelo.
Respiró hondo antes de empezar a hablar y de echar a andar hacia el plató, la imagen que estaban captando las cámaras. El programa era grabado, pero era muy meticuloso y quería que saliera todo bien, aunque tuviesen la oportunidad de hacer más tomas. No le gustaba equivocarse y prefería hacerlo de una vez.
- Después de esta historia trágica y terrible que nos ha traído el profesor Ujeda Vallejo – comenzó a decir, en un discurso bien modulado. Tenía una voz extraña, curiosa, pero la compensaba siendo un gran orador – pasamos a otra historia, a otro tema que nos ocupa. Saben nuestros espectadores que no somos amigos de las grandes conspiraciones, a no ser que se respalden con hechos contrastables y probables. Y por eso hoy vamos a hablar de una teoría de la conspiración en nuestro propio territorio nacional, en España, porque nuestro próximo invitado puede aportar pruebas fidedignas que la avalan.
Las cámaras tomaron diferentes planos del plató, en movimiento. Hubo una que hizo un pase de derecha a izquierda, muy lento. Otra hizo un picado, bajando desde la izquierda. Otra salió desde el lado izquierdo, hacia la derecha, descendiendo para acabar en un contrapicado. Y la última se mantuvo inmóvil, apuntando hacia el lugar por el que aparecería el director y presentador.
Iker Jiménez salió por fin de la penumbra, caminando con tranquilidad hacia la amplia mesa que había en el centro del plató. Iba mirando al suelo, concentrado, mientras seguía hablando.
- Nuestro invitado, como les digo, es don Jacinto Pesquera Bueno, catedrático de criminología de la universidad Carlos III de Madrid, y ha venido hoy a Cuarto Milenio para hablarnos de lo que no sabemos, de lo que se oculta a nuestra vista, de una agencia gubernamental encargada ¿de qué, doctor Pesquera? Buenas noches....
- Buenas noches, Iker – saludó el profesor Jacinto Pesquera Bueno. Había entrado en escena desde el otro lado, mientras las cámaras seguían a Iker Jiménez. Así había llegado fuera del plano hasta la mesa y había aparecido allí como por arte de magia. Aquellas cosas le gustaban mucho al director y presentador de Cuarto Milenio. Las luces dejaron de jugar e iluminaron completamente la mesa, aunque por detrás se mantuvo la penumbra y los chicos de iluminación siguieron encendiendo y apagando focos, de forma gradual, haciendo que el juego de luces y sombras continuara por la parte trasera del plató, en las paredes de ladrillo en las que había un montón de cosas colgadas y sobre estanterías. – Gracias por invitarme a tu programa para poder hablar de esta agencia, como tú bien decías, gubernamental, que se esconde a la vista de todos, incluso que colabora con la policía y con la Guardia Civil sin que nadie sepa de su existencia.
- Doctor Pesquera, decíamos que no somos amigos de las conspiraciones, aunque ciertamente este tema puede ser muy conspiranoico, si se me permite el término....
- Lo es, lo es, pues estamos hablando de una agencia gubernamental que investiga casos paranormales, que a menudo se disfrazan como homicidios o casos criminales de naturaleza normal, aunque no es así. Para los ciudadanos de a pie es fácil que esta agencia pase desapercibida, porque cuenta con el respaldo del gobierno, de algunos mandos del ejército y con una serie de fondos que se destinan para sus actividades. Pero si se investiga, si se indaga, si se sabe dónde y qué buscar, es fácil encontrar rastros de ella.
- La agencia de la que hablamos es la ACPEX, ¿no es así, doctor Pesquera? – dijo Iker Jiménez.
- Así es.
- La Agencia para el Control Paranormal de Entes Extraños – apuntó Iker Jiménez. – Lleva en funciona-miento desde los años ochenta, cuando el gobierno de Felipe González decidió que se necesitaba un organismo autónomo que se encargase de los eventos paranormales del país, a raíz de los sucesos ocurridos en San Carlos de la Rápita, en la provincia de Tarragona, cerca del camping de los Alfaques, un tema del que ya hemos hablado en anteriores programas. ¿Cómo se fundó la agencia, doctor Pesquera?
- Bueno, como usted lo acaba de explicar. El gobierno ordenó investigar los sucesos que ocurrían en la carretera cerca de San Carlos de la Rápita, en la que aparecían espectros y fantasmas del accidente ocurrido en el camping de los Alfaques a finales de los años setenta. Esa primera investigación fue el germen de la futura agencia. Una investigación realizada por la Guardia Civil y el ejército, por lo que los primeros miembros de la nueva agencia salieron de estos dos cuerpos de seguridad del estado.
- Usted tiene documentos, doctor Pesquera, que relacionan al gobierno de aquellos años con expertos paranormales de otros países – intervino Iker Jiménez.
- Así es, hay numerosas cartas que relacionan a ministros de nuestro gobierno con personalidades del gobierno de Reino Unido, Alemania y Estados Unidos – explicó el profesor Pesquera Bueno. – Expertos y personalidades relacionadas desde hacía tiempo con el mundo paranormal.
- Porque en los gobiernos de aquellos países existían ya agencias u organismos, del tipo que fueran y llamados como fueran, que se encargaban del estudio y control de los eventos paranormales que allí ocurrían – dijo Iker Jiménez, con énfasis, jugueteando con el bolígrafo que sostenía en la mano.
- Sí, sí, desde luego, ya existían. De forma más pública o abiertamente reconocida, como en Estados Unidos o en Inglaterra, o de forma más secreta, como en Alemania, pero todos tenían su grupo de operaciones paranormal.
- En Estados Unidos era una división del FBI – intervino Iker Jiménez – y en Reino Unido un grupo llamado GHOST, si no me equivoco....
- Así es.
- Y de todos esos grupos existe constancia escrita y oficial – dijo Iker Jiménez, a modo de pregunta. Quería hacer énfasis en ese punto, porque quería dejar claro a sus telespectadores que todo lo que estaban contando era real, estaba contrastado con pistas reales.
- Sí, por supuesto, del mismo modo que existen, como ya hemos dicho, cartas y documentos firmados por el gobierno de España en contacto con todos ellos – dijo el profesor Pesquera. – Estaba claro que el gobierno español quería formar un grupo del mismo estilo aquí en nuestro país.
- Que es lo que dio en llamarse ACPEX – apostilló Iker Jiménez.
- Exacto – asintió el doctor Pesquera. – Los comienzos de la ACPEX fueron muy rudimentarios, muy primarios, algo primitivos. Apenas se sabía nada de ciencia paranormal en este país así que la nueva agencia se apoyó en los hallazgos y métodos de las agencias que ya hemos comentado, para poder llegar a ser lo que es hoy.
- Una agencia muy avanzada en cuanto a métodos y tecnología, por lo que usted puede demostrarnos – dijo Iker Jiménez.
- Una de las más avanzadas y mejor coordinadas de Europa – asintió el profesor. – El número exacto de agentes no es contrastable, pero se especula con la posibilidad de que sean en torno a cuatrocientos agentes, entre técnicos de oficina y miembros de campo.
- Cuatrocientos agentes que están a las órdenes del general Muriel Maíllo....
- Así es, un gran militar que destacó en la Academia de Caballería de Valladolid, con una hoja de servicios impecable – dijo el profesor Pesquera, con admiración. – Dejó su carrera militar para ponerse al mando de la agencia y desde entonces no ha hecho más que encadenar éxitos.
- Pero también, como suele ocurrir, la agencia puede ser un foco de peligros, o de problemas. Me refiero al equipamiento que usted asegura que posee....
- Sí. Del mismo modo que en cuanto al número de agentes, el material o el equipamiento que maneja la agencia no es algo que se sepa con seguridad, pero podemos suponer que tiene a su disposición un gran número de aparatos para el control de los espectros e incluso para su eliminación, en caso necesario....
- Como por ejemplo el tan temido “impulso” – tentó Iker Jiménez, para que el profesor Pesquera lo explicara.
- Eso es – dijo éste. – El llamado “impulso” es un aparato gigantesco, con relés magnéticos en su interior y unas grandes bombillas en su parte superior, que combinadas generan una onda de choque compuesta por fuerza magnética y luminosa, capaz de disgregar a un espectro cualquiera, e incluso a un ser humano, por supuesto, volatilizándolo al instante.
- Un arma de la que existen planos reales, hallados en Rusia, que trabajaba en este arma durante la Guerra Fría contra los Estados Unidos, en los años sesenta – explicó Iker Jiménez, mientras a su espalda, en los monitores, aparecían complejos planos y bocetos, a la vez que surgían fotografías en blanco y negro de campos rusos de entrenamiento militar.
- Parece ser que la ACPEX se hizo con los planos o con algún prototipo que el gobierno ruso llegó a construir, porque es posible que guarde un aparato en sus instalaciones....
- Unas instalaciones que, a pesar de la exhaustiva investigación del doctor Pesquera, siguen siendo secretas.... – dijo Iker Jiménez.
- Exactamente – contestó el profesor, asintiendo con vehemencia.
- Vamos a pasar ahora a un vídeo que explica en pocos términos la historia del inicio de esta agencia, la ACPEX, basado en los descubrimientos y las pesquisas que el doctor Pesquera lleva realizando durante casi veinte años.
Los dos se quedaron un par de segundos en silencio, mirándose sin decir nada.
- ¡Corta! – dijo Iker Jiménez mirando directamente a cámara. – Ha salido bien, ¿no?
El doctor Pesquera asentía desde su asiento, mientras los de las cámaras y los de iluminación contestaban afirmativamente.
- Vale, ahora va el paso al vídeo, que dura casi siete minutos – dijo Iker Jiménez, levantándose, hablando con un par de ayudantes de la realización, que se habían acercado hasta él. El alboroto del plató volvió a producirse, entrando técnicos y demás personal, colocando y recolocando el plató, preparándolo para la siguiente toma. – Y ahora viene el resto de la entrevista....
Continuó repasando los detalles con sus compañeros, serio y profesional. Quería que aquel programa saliera bien, sin una sola pega, porque lo que estaban contando era importante.
La población española debía saberlo.



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